CARDENAL RATZINGER: «EL TERCER SECRETO DE FATIMA NO ES UN DOGMA DE FE»
El prefecto de la Congregación de la Fe anuncia su publicación en un mes
CIUDAD DEL VATICANO, 19 mayo (ZENIT.org).- El tercer secreto de Fátima se debe reducir a sus justos términos: no es un dogma de fe, como tampoco lo son el resto de las apariciones marianas. El cristiano es libre de creer en ellas o no, pero sobre estas cosas es mejor evitar toda forma de sensacionalismo. El texto completo del secreto será presentado dentro de la primera quincena del próximo mes de junio. El comentario de acompañamiento que está preparando la Congregación para la Doctrina de la Fe lo enmarcará en su preciso contexto histórico. De todos modos, es evidente la relación entre el atentado al Papa de 1981 y las revelaciones de la Virgen, en 1917, a los tres pequeños videntes de Fátima. Son declaraciones del cardenal Joseph Ratzinger que hoy publica el diario romano «La Repubblica».
Tras la revelación hecha por el Papa --por boca del cardenal secretario de Estado Angelo Sodano-- el sábado pasado en Portugal, sobre el tercer secreto de Fátima, ésta es la primera vez que habla sobre el tema el cardenal Ratzinger, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. El cardenal hizo estas declaraciones ayer mientras se preparaba a participar en la celebración eucarística por el 80 cumpleaños de Juan Pablo II.
«¿Qué significa para la Iglesia --pregunta «La Repubblica»-- ser guiada por un Papa que ha cumplido 80 años?». «Estamos agradecidos a la Divina Providencia por este Papa que, justamente en su vejez, y si podemos decir, en su enfermedad, es más grande y representa realmente la voz de la fe, del cristianismo, del amor a los hombres. Es un Pontífice que está haciendo un gran servicio no sólo a la Iglesia sino a toda la humanidad».
El periodista alude al avance de la enfermedad de Parkinson para volver sobre el argumento de la posible dimisión. «Lo excluyo en la manera más absoluta --afirma el cardenal Ratzinger--. No creo verdaderamente en tal eventualidad. En todo caso, en este momento no veo cómo podría imaginar algo así el Santo Padre, ni siquiera lejanamente. Baste pensar a todo lo que precisamente en estos días está haciendo en el Jubileo. Está presente en casi todas las celebraciones. Pienso luego en tantos gestos suyos, en sus iniciativas, sus viajes. Baste pensar, por ejemplo, en la histórica visita hecha en días pasados a Israel. Todos sus gestos, sus iniciativas pastorales en estos años, han mostrado que justamente en su fragilidad física el Papa es grande y está muy presente en la Iglesia, espiritualmente y humanamente».
El anuncio de la publicación del tercer secreto de Fátima es interpretado por el entrevistador como «un gran gesto de valor». El cardenal asiente: «Sí, sí. También en Fátima, una vez más, el Santo Padre ha demostrado al mundo tener un gran valor. También esto demuestra lo vital que es su presencia al frente de la Iglesia y cómo es verdaderamente valiente: es un ejemplo para todos».
El cardenal, principal responsable de la publicación, explica en qué punto está el trabajo: «Queremos publicar cuanto antes todo el tercer secreto de Fátima con el comentario y el cuadro histórico de referencia. El trabajo va muy bien. Por comprensibles motivos de oportunidad no le puedo anunciar la fecha exacta de la publicación pero ciertamente no será más tarde de la primera mitad de junio». Informa también que la comisión está formada sobre todo por historiadores y teólogos con el objetivo de redactar un documento que sea útil a todos y que será presentado en una convocatoria normal de la Sala de Prensa vaticana.
¿Es posible prever otras novedades u otras clamorosas sorpresas en torno a este tercer secreto de Fátima? «No, nada --responde el cardenal Ratzinger--. No habrá nuevas sorpresas. Es más, creo que, al final, el secreto será reducido a su exacta dimensión. Porque no se debe esperar demasiado de estas revelaciones privadas que aunque representan, para quien lo desea, una ayuda a la oración, a la vida cristiana, no son ciertamente esenciales para un cristiano. Por tanto, me parece también importante dejar en sus justos términos estas cosas, no pensar en el sensacionalismo, en las cosas extraordinarias sino en las cosas fundamentales del cristianismo».
«No hay dogmas de fe en materia de apariciones», subraya el cardenal. ¿Se puede por tanto no creer en lo sucedido en Fátima o en Lourdes? «Ciertamente, se puede no creer en las apariciones --responde el prefecto de la Congregación de la Fe--. Repito, no estamos ante dogmas de fe». ¿Se puede no creer también en la relación entre el tercer secreto de Fátima y el atentado al Papa Juan Pablo II del 13 de mayo de 1981? «La relación entre el atentado y el tercer secreto es evidente, está en los hechos», concluye el cardenal Ratzinger.
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Pues eso. Sin comentarios
El prefecto de la Congregación de la Fe anuncia su publicación en un mes
CIUDAD DEL VATICANO, 19 mayo (ZENIT.org).- El tercer secreto de Fátima se debe reducir a sus justos términos: no es un dogma de fe, como tampoco lo son el resto de las apariciones marianas. El cristiano es libre de creer en ellas o no, pero sobre estas cosas es mejor evitar toda forma de sensacionalismo. El texto completo del secreto será presentado dentro de la primera quincena del próximo mes de junio. El comentario de acompañamiento que está preparando la Congregación para la Doctrina de la Fe lo enmarcará en su preciso contexto histórico. De todos modos, es evidente la relación entre el atentado al Papa de 1981 y las revelaciones de la Virgen, en 1917, a los tres pequeños videntes de Fátima. Son declaraciones del cardenal Joseph Ratzinger que hoy publica el diario romano «La Repubblica».
Tras la revelación hecha por el Papa --por boca del cardenal secretario de Estado Angelo Sodano-- el sábado pasado en Portugal, sobre el tercer secreto de Fátima, ésta es la primera vez que habla sobre el tema el cardenal Ratzinger, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. El cardenal hizo estas declaraciones ayer mientras se preparaba a participar en la celebración eucarística por el 80 cumpleaños de Juan Pablo II.
«¿Qué significa para la Iglesia --pregunta «La Repubblica»-- ser guiada por un Papa que ha cumplido 80 años?». «Estamos agradecidos a la Divina Providencia por este Papa que, justamente en su vejez, y si podemos decir, en su enfermedad, es más grande y representa realmente la voz de la fe, del cristianismo, del amor a los hombres. Es un Pontífice que está haciendo un gran servicio no sólo a la Iglesia sino a toda la humanidad».
El periodista alude al avance de la enfermedad de Parkinson para volver sobre el argumento de la posible dimisión. «Lo excluyo en la manera más absoluta --afirma el cardenal Ratzinger--. No creo verdaderamente en tal eventualidad. En todo caso, en este momento no veo cómo podría imaginar algo así el Santo Padre, ni siquiera lejanamente. Baste pensar a todo lo que precisamente en estos días está haciendo en el Jubileo. Está presente en casi todas las celebraciones. Pienso luego en tantos gestos suyos, en sus iniciativas, sus viajes. Baste pensar, por ejemplo, en la histórica visita hecha en días pasados a Israel. Todos sus gestos, sus iniciativas pastorales en estos años, han mostrado que justamente en su fragilidad física el Papa es grande y está muy presente en la Iglesia, espiritualmente y humanamente».
El anuncio de la publicación del tercer secreto de Fátima es interpretado por el entrevistador como «un gran gesto de valor». El cardenal asiente: «Sí, sí. También en Fátima, una vez más, el Santo Padre ha demostrado al mundo tener un gran valor. También esto demuestra lo vital que es su presencia al frente de la Iglesia y cómo es verdaderamente valiente: es un ejemplo para todos».
El cardenal, principal responsable de la publicación, explica en qué punto está el trabajo: «Queremos publicar cuanto antes todo el tercer secreto de Fátima con el comentario y el cuadro histórico de referencia. El trabajo va muy bien. Por comprensibles motivos de oportunidad no le puedo anunciar la fecha exacta de la publicación pero ciertamente no será más tarde de la primera mitad de junio». Informa también que la comisión está formada sobre todo por historiadores y teólogos con el objetivo de redactar un documento que sea útil a todos y que será presentado en una convocatoria normal de la Sala de Prensa vaticana.
¿Es posible prever otras novedades u otras clamorosas sorpresas en torno a este tercer secreto de Fátima? «No, nada --responde el cardenal Ratzinger--. No habrá nuevas sorpresas. Es más, creo que, al final, el secreto será reducido a su exacta dimensión. Porque no se debe esperar demasiado de estas revelaciones privadas que aunque representan, para quien lo desea, una ayuda a la oración, a la vida cristiana, no son ciertamente esenciales para un cristiano. Por tanto, me parece también importante dejar en sus justos términos estas cosas, no pensar en el sensacionalismo, en las cosas extraordinarias sino en las cosas fundamentales del cristianismo».
«No hay dogmas de fe en materia de apariciones», subraya el cardenal. ¿Se puede por tanto no creer en lo sucedido en Fátima o en Lourdes? «Ciertamente, se puede no creer en las apariciones --responde el prefecto de la Congregación de la Fe--. Repito, no estamos ante dogmas de fe». ¿Se puede no creer también en la relación entre el tercer secreto de Fátima y el atentado al Papa Juan Pablo II del 13 de mayo de 1981? «La relación entre el atentado y el tercer secreto es evidente, está en los hechos», concluye el cardenal Ratzinger.
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