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Por su interés, Periodista Digital reproduce a continuación el siguiente artículo
Miércoles, 24 de septiembre de 2003
ESPAÑA
Caen el 15% las contribuciones a la Iglesia en el IRPF
JOSE MANUEL VIDAL
MADRID.- El número de contribuyentes que optan por destinar el 0,5239% de su Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) a la Iglesia ha descendido de forma dramática en la última década, con una bajada de 10 puntos de 1992 a 2002 y de seis puntos -del 39,12% al 33,84%- sólo en el último ejercicio fiscal del que existen datos, correspondiente a 2001. Eso significa que un 15% de quienes habían apoyado a la Iglesia en el año anterior se arrepintió.
Además, los primeros datos de 2002, recogidos en el País Vasco, apuntan nuevos descensos. En estos momentos, quienes ponen la cruz en la casilla de la Iglesia son menos de una cuarta parte del total. Muy pocos frente al aproximadamente 40% que lo hacía hace una década, aunque entonces sólo se podía optar por la casilla de la Iglesia o la de asuntos sociales.
«Es verdad que el último año ha descendido, pero estamos moderadamente preocupados, porque se mantiene el índice de oscilación en los últimos años», señalaba ayer el secretario del Episcopado, el jesuita Martínez Camino. Aunque el nuevo portavoz de los obispos le quitaba hierro al asunto, la verdad es que el Episcopado español está sumamente preocupado por la deriva de la casilla de la Iglesia en el IRPF.
Los obispos son conscientes de que en el ejercicio de 2001 -declaración de 2002- les pasó factura el escándalo de Gescartera, y temen que en el ejercicio de 2002 les terminen de rematar los sucesivos escándalos en los que la Iglesia católica se ha visto envuelta, especialmente el de la pastoral de los obispos vascos y el de los profesores de Religión.
El descenso de los que apoyan a la Iglesia no sólo repercute en sus siempre exhaustas arcas, sino que, además, es un índice real del apoyo social con el que cuenta. Para algunos obispos, se trata de «situaciones coyunturales» que se superarán con el tiempo. Para otros, en cambio, es un proceso acelerado ocasionado por la imparable secularización de la sociedad.
En cualquier caso, la Iglesia no da la batalla por perdida. «La bajada nos debe estimular a presentar mejor la obligación y el interés de que todos los católicos contribuyan al sustento de la Iglesia», explicaba el secretario del Episcopado antes de la celebración de la Comisión Permanente.
Otro tema que precisamente van a abordar los obispos en dicha reunión de su Consejo de Ministros es la situación de la asignatura de Religión. El Padre Martínez Camino reiteró que «la clase de Religión católica es libre y elegida libremente por los alumnos y por los padres y, por lo tanto, no se le impone a nadie». Pero también reconoció que lo que hace la nueva ley es obligar a los alumnos a optar por la religión católica o por el hecho religioso, lo cual, a su juicio, contribuye a que «dejen de ser analfabetos religiosos».
Por su interés, Periodista Digital reproduce a continuación el siguiente artículo
Miércoles, 24 de septiembre de 2003

ESPAÑA
Caen el 15% las contribuciones a la Iglesia en el IRPF
JOSE MANUEL VIDAL
MADRID.- El número de contribuyentes que optan por destinar el 0,5239% de su Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) a la Iglesia ha descendido de forma dramática en la última década, con una bajada de 10 puntos de 1992 a 2002 y de seis puntos -del 39,12% al 33,84%- sólo en el último ejercicio fiscal del que existen datos, correspondiente a 2001. Eso significa que un 15% de quienes habían apoyado a la Iglesia en el año anterior se arrepintió.
Además, los primeros datos de 2002, recogidos en el País Vasco, apuntan nuevos descensos. En estos momentos, quienes ponen la cruz en la casilla de la Iglesia son menos de una cuarta parte del total. Muy pocos frente al aproximadamente 40% que lo hacía hace una década, aunque entonces sólo se podía optar por la casilla de la Iglesia o la de asuntos sociales.
«Es verdad que el último año ha descendido, pero estamos moderadamente preocupados, porque se mantiene el índice de oscilación en los últimos años», señalaba ayer el secretario del Episcopado, el jesuita Martínez Camino. Aunque el nuevo portavoz de los obispos le quitaba hierro al asunto, la verdad es que el Episcopado español está sumamente preocupado por la deriva de la casilla de la Iglesia en el IRPF.
Los obispos son conscientes de que en el ejercicio de 2001 -declaración de 2002- les pasó factura el escándalo de Gescartera, y temen que en el ejercicio de 2002 les terminen de rematar los sucesivos escándalos en los que la Iglesia católica se ha visto envuelta, especialmente el de la pastoral de los obispos vascos y el de los profesores de Religión.
El descenso de los que apoyan a la Iglesia no sólo repercute en sus siempre exhaustas arcas, sino que, además, es un índice real del apoyo social con el que cuenta. Para algunos obispos, se trata de «situaciones coyunturales» que se superarán con el tiempo. Para otros, en cambio, es un proceso acelerado ocasionado por la imparable secularización de la sociedad.
En cualquier caso, la Iglesia no da la batalla por perdida. «La bajada nos debe estimular a presentar mejor la obligación y el interés de que todos los católicos contribuyan al sustento de la Iglesia», explicaba el secretario del Episcopado antes de la celebración de la Comisión Permanente.
Otro tema que precisamente van a abordar los obispos en dicha reunión de su Consejo de Ministros es la situación de la asignatura de Religión. El Padre Martínez Camino reiteró que «la clase de Religión católica es libre y elegida libremente por los alumnos y por los padres y, por lo tanto, no se le impone a nadie». Pero también reconoció que lo que hace la nueva ley es obligar a los alumnos a optar por la religión católica o por el hecho religioso, lo cual, a su juicio, contribuye a que «dejen de ser analfabetos religiosos».