NUESTRA ESPERANZA BIENAVENTURADA
Tit 2:11 Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres,
Tit 2:12 enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente,
Tit 2:13 aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo,
Tit 2:14 quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.
Tit 2:15 Esto habla, y exhorta y reprende con toda autoridad. Nadie te menosprecie.
Esta venida del Señor por su Iglesia es bienaventurada.
Es nuestra reunión con él, es el recibimiento del Señor en el aire (1Ts.4:17),
Es un encuentro bienaventurado entre nosotros, sus redimidos, y el Redentor.
Al ser una revelación de Cristo:
"Vendré y os tomaré a mí mismo"
Es evidente que los neófitos la confunden con la segunda venida del Señor en Juicio, profetizada dentro del período conocido como el Dia del Señor grande y terrible.
Primeramente, la manifestación de la gracia de Dios trayendo salvación:
“La gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres” (v.11)
En segundo lugar, la educación de la gracia:
“enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente” (v.12)
La salvación por gracia; la gracia de Dios que nos ha alcanzado en salvación nos capacita, nos educa, para vivir una vida de tal manera en este mundo, que la vida de cada creyente sujeto a la gracia de Dios y disfrutando de ella, pueda impactar a los que no conocen a Dios, para renunciar a la impiedad y a los deseos mundanos y vivir en este presente siglo malo, sobria, justa y piadosamente.
Todo ello es posible porque la gracia de Dios nos enseña la ministración de la gracia.
En tercer lugar, la manifestación de la gracia nos enseña que podamos mirar más allá de esa escena terrenal, porque dice allí:
“aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo” (v.13)
La gracia nos brinda una expectación que va más allá de cualquier espera, de cualquier meta, de cualquier logro, de cualquier objetivo a largo o mediano plazo.
La expectación de la gracia nos eleva, para esperar aquel día glorioso y aquel ser glorioso que ha prometido volver para librarnos de la ira venidera (1Ts.1:10)
Creo que esta verdad debe ser admitida no como una aceptación teórica y mental que forma parte del cuerpo doctrinal de nuestra manera de aceptar lo que la biblia dice, pero mucho más que eso, la convicción de que el Señor pueda venir hoy.
El asunto no es si usted o yo creemos que el Señor viene, eso no se pregunta. El asunto fundamental es:
“SI YO LO ESTOY ESPERANDO HOY”
Esto es lo que me cambia a mí, y a cualquiera que ame la venida del Señor…”si yo lo estoy esperando hoy” eso marca la diferencia en cuanto a una vida descuidada sin la expectativa de la venida del Señor y una vida consciente, expectante: “yo lo espero hoy”, la expectación de la gracia de Dios.
Pero vemos también, la apreciación de la gracia ¿Cuál fue el don que Dios ha dado para que esta gracia sea una realidad en nosotros?
Leemos:
“quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.” (v.14)
La apreciación de la gracia: “quien se dio así mismo por nosotros” el favor de Dios por salvarme, basado en su amor (Juan 3:16).
Dios no pudo haber dado más.
Pero tenemos también la adquisición de la gracia, poco prestamos atención a la expresión:
“Y purificar para sí un pueblo propio”
La adquisición de la gracia, su personal posesión, el pueblo de su entera propiedad, comprado a tan altísimo precio, la adquisición de la gracia.
La amada de Cantares no solamente dice:
Cnt_6:3 Yo soy de mi amado, y mi amado es mío;
El apacienta entre los lirios.
Cnt_7:10 Yo soy de mi amado,
Y conmigo tiene su contentamiento.
Le pertenecemos.
Dios lo dio y yo lo recibí… “de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo unigénito”
Pero nosotros somos de él por compra.
Este hecho es importante para distinguir la Iglesia de los judíos y gentiles.
El evangelio de la gracia de Dios revelado a Pablo (Hch.20:24) finaliza cuando la Iglesia sea arrebatada al cielo... aquí solamente quedan judíos y gentiles, tal como estaban antes de descender el Señor para hacer la Obra de la Redención.
Para ellos, el mensaje será, luego del arrebatamiento de la Iglesia, el mismo mensaje que los judíos y gentiles rechazaron cuando el Señor estuvo aquí en la tierra en su condición de Mesías Rey de Israel:
Mat_9:35 Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo
Aquí está la respuesta que ellos dieron a su mensaje:
Jua 19:19 Escribió también Pilato un título, que puso sobre la cruz, el cual decía: JESÚS NAZARENO, REY DE LOS JUDÍOS.
En la gran tribulación de Mateo 24, la ausencia del evangelio de la gracia de Dios revelado al apóstol Pablo, es la más eficaz evidencia acerca del arrebatamiento de la Iglesia como ya ocurrido.
¿Por qué?
Porque solamente la Iglesia de Cristo puede predicar este evangelio centrado en Cristo, pero no como Rey, sino como crucificado, leemos el testimonio de Dios:
PROCLAMANDO A JESÚS CRUCIFICADO
1Co 2:1 Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría.
1Co 2:2 Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado.
Y la siguiente lista de personas, en este tema:
xguillerx, Patricio C., LuisAlberto42, Miniyo, YEHOSHUA, Miguel Loayza, y otro que aún no sabe sí es chicha o es limonada, todos ellos, no advierten la gravedad de someter a la Iglesia a un evangelio diferente.
Cuando ellos reemplazan al remanente judío y gentil que Dios levantará en la Gran Tribulación, con la Iglesia, no advierten que la están sometiendo al evangelio del reino rechazado por los judíos y profetizado por Cristo que ser habría de predicar en tiempos de angustia para Jacob:
Mat 24:13 Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.
Mat 24:14 Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.
Este es un evangelio distinto al evangelio de la gracia de Dios.
¿Por qué distinto?
Se trata del Rey rechazado, muerto y resucitado, vendrá, no montado en un burrito, viene con Juicio y castigo a establecer su reino milenial, leemos:
Mat 25:31 Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria,
En un templo nuevo cuyos planos fueron revelados al profeta Ezequiel (40 y subsiguientes)
Mat 25:32 y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos.
Mat 25:33 Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.
Mat 25:46 E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.
En la actualidad Jerusalén está rodeada de montes, pero cuando el Señor pose sus pies en el monte de los Olivos, habrá un cambio geográfico colosal, y una inmensa planicie surgirá para construir allí el Nuevo Templo donde Cristo pondrá su Trono para gobernar las naciones.
Jer 3:17 En aquel tiempo llamarán a Jerusalén: Trono de Jehová, y todas las naciones vendrán a ella en el nombre de Jehová en Jerusalén; ni andarán más tras la dureza de su malvado corazón.
Si estos hombres rebeldes a la gracia de Dios, rebeldes al testimonio de Dios, entendieran que someter a la Iglesia bajo un evangelio distinto, trae maldición para ellos, jamás se les ocurriría dudar de esta promesa:
Tit 2:13 aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo,
ESTE ENCUENTRO SOLO OCURRE EN ESTA DISPENSACIÓN DEL EVANGELIO DE LA GRACIA DE DIOS.
EN ESTA EDAD DE LA IGLESIA ESPERAMOS DE LOS CIELOS A JESÚS QUE NOS LIBRA DE LA IRA VENIDERA.
Tit 2:11 Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres,
Tit 2:12 enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente,
Tit 2:13 aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo,
Tit 2:14 quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.
Tit 2:15 Esto habla, y exhorta y reprende con toda autoridad. Nadie te menosprecie.
Esta venida del Señor por su Iglesia es bienaventurada.
Es nuestra reunión con él, es el recibimiento del Señor en el aire (1Ts.4:17),
Es un encuentro bienaventurado entre nosotros, sus redimidos, y el Redentor.
Al ser una revelación de Cristo:
"Vendré y os tomaré a mí mismo"
Es evidente que los neófitos la confunden con la segunda venida del Señor en Juicio, profetizada dentro del período conocido como el Dia del Señor grande y terrible.
Primeramente, la manifestación de la gracia de Dios trayendo salvación:
“La gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres” (v.11)
En segundo lugar, la educación de la gracia:
“enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente” (v.12)
La salvación por gracia; la gracia de Dios que nos ha alcanzado en salvación nos capacita, nos educa, para vivir una vida de tal manera en este mundo, que la vida de cada creyente sujeto a la gracia de Dios y disfrutando de ella, pueda impactar a los que no conocen a Dios, para renunciar a la impiedad y a los deseos mundanos y vivir en este presente siglo malo, sobria, justa y piadosamente.
Todo ello es posible porque la gracia de Dios nos enseña la ministración de la gracia.
En tercer lugar, la manifestación de la gracia nos enseña que podamos mirar más allá de esa escena terrenal, porque dice allí:
“aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo” (v.13)
La gracia nos brinda una expectación que va más allá de cualquier espera, de cualquier meta, de cualquier logro, de cualquier objetivo a largo o mediano plazo.
La expectación de la gracia nos eleva, para esperar aquel día glorioso y aquel ser glorioso que ha prometido volver para librarnos de la ira venidera (1Ts.1:10)
Creo que esta verdad debe ser admitida no como una aceptación teórica y mental que forma parte del cuerpo doctrinal de nuestra manera de aceptar lo que la biblia dice, pero mucho más que eso, la convicción de que el Señor pueda venir hoy.
El asunto no es si usted o yo creemos que el Señor viene, eso no se pregunta. El asunto fundamental es:
“SI YO LO ESTOY ESPERANDO HOY”
Esto es lo que me cambia a mí, y a cualquiera que ame la venida del Señor…”si yo lo estoy esperando hoy” eso marca la diferencia en cuanto a una vida descuidada sin la expectativa de la venida del Señor y una vida consciente, expectante: “yo lo espero hoy”, la expectación de la gracia de Dios.
Pero vemos también, la apreciación de la gracia ¿Cuál fue el don que Dios ha dado para que esta gracia sea una realidad en nosotros?
Leemos:
“quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.” (v.14)
La apreciación de la gracia: “quien se dio así mismo por nosotros” el favor de Dios por salvarme, basado en su amor (Juan 3:16).
Dios no pudo haber dado más.
Pero tenemos también la adquisición de la gracia, poco prestamos atención a la expresión:
“Y purificar para sí un pueblo propio”
La adquisición de la gracia, su personal posesión, el pueblo de su entera propiedad, comprado a tan altísimo precio, la adquisición de la gracia.
La amada de Cantares no solamente dice:
Cnt_6:3 Yo soy de mi amado, y mi amado es mío;
El apacienta entre los lirios.
Cnt_7:10 Yo soy de mi amado,
Y conmigo tiene su contentamiento.
Le pertenecemos.
Dios lo dio y yo lo recibí… “de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo unigénito”
Pero nosotros somos de él por compra.
Este hecho es importante para distinguir la Iglesia de los judíos y gentiles.
El evangelio de la gracia de Dios revelado a Pablo (Hch.20:24) finaliza cuando la Iglesia sea arrebatada al cielo... aquí solamente quedan judíos y gentiles, tal como estaban antes de descender el Señor para hacer la Obra de la Redención.
Para ellos, el mensaje será, luego del arrebatamiento de la Iglesia, el mismo mensaje que los judíos y gentiles rechazaron cuando el Señor estuvo aquí en la tierra en su condición de Mesías Rey de Israel:
Mat_9:35 Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo
Aquí está la respuesta que ellos dieron a su mensaje:
Jua 19:19 Escribió también Pilato un título, que puso sobre la cruz, el cual decía: JESÚS NAZARENO, REY DE LOS JUDÍOS.
En la gran tribulación de Mateo 24, la ausencia del evangelio de la gracia de Dios revelado al apóstol Pablo, es la más eficaz evidencia acerca del arrebatamiento de la Iglesia como ya ocurrido.
¿Por qué?
Porque solamente la Iglesia de Cristo puede predicar este evangelio centrado en Cristo, pero no como Rey, sino como crucificado, leemos el testimonio de Dios:
PROCLAMANDO A JESÚS CRUCIFICADO
1Co 2:1 Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría.
1Co 2:2 Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado.
Y la siguiente lista de personas, en este tema:
xguillerx, Patricio C., LuisAlberto42, Miniyo, YEHOSHUA, Miguel Loayza, y otro que aún no sabe sí es chicha o es limonada, todos ellos, no advierten la gravedad de someter a la Iglesia a un evangelio diferente.
Cuando ellos reemplazan al remanente judío y gentil que Dios levantará en la Gran Tribulación, con la Iglesia, no advierten que la están sometiendo al evangelio del reino rechazado por los judíos y profetizado por Cristo que ser habría de predicar en tiempos de angustia para Jacob:
Mat 24:13 Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.
Mat 24:14 Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.
Este es un evangelio distinto al evangelio de la gracia de Dios.
¿Por qué distinto?
Se trata del Rey rechazado, muerto y resucitado, vendrá, no montado en un burrito, viene con Juicio y castigo a establecer su reino milenial, leemos:
Mat 25:31 Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria,
En un templo nuevo cuyos planos fueron revelados al profeta Ezequiel (40 y subsiguientes)
Mat 25:32 y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos.
Mat 25:33 Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.
Mat 25:46 E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.
En la actualidad Jerusalén está rodeada de montes, pero cuando el Señor pose sus pies en el monte de los Olivos, habrá un cambio geográfico colosal, y una inmensa planicie surgirá para construir allí el Nuevo Templo donde Cristo pondrá su Trono para gobernar las naciones.
Jer 3:17 En aquel tiempo llamarán a Jerusalén: Trono de Jehová, y todas las naciones vendrán a ella en el nombre de Jehová en Jerusalén; ni andarán más tras la dureza de su malvado corazón.
Si estos hombres rebeldes a la gracia de Dios, rebeldes al testimonio de Dios, entendieran que someter a la Iglesia bajo un evangelio distinto, trae maldición para ellos, jamás se les ocurriría dudar de esta promesa:
Tit 2:13 aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo,
ESTE ENCUENTRO SOLO OCURRE EN ESTA DISPENSACIÓN DEL EVANGELIO DE LA GRACIA DE DIOS.
EN ESTA EDAD DE LA IGLESIA ESPERAMOS DE LOS CIELOS A JESÚS QUE NOS LIBRA DE LA IRA VENIDERA.