Hoy entró al foro, una níña de 14 años. A pesar de que lo que dejó escrito, y las imágenes que nos obsequió, denota una degradación total de valores, y una ignorancia juvenil, de lo que realmente es la vida, la Iglesia y Dios mismo. No debería dejar de preocuparnos, el que la juventud, cada día esté más recentida con la sociedad, y en especial con Dios, al cual achacan todo cuanto los hombres han corrompido.
Dirijo estas palabras, tomando en cuenta las palabras de Jesús hacia los discípulos, y a todos los que le seguían, exortándolos, a que dejaran que los niños se acercaran a él, porque de los tales, decía él, es el reino de los cielos.
Por lo visto en tiempos de Jesús, también se cometía el error de no involucrar, o tomar a la ligera, los aportes o pensamientos de los jóvenes, y estos, atraidos por todo lo que oscuramente se hace a espaldas de los adultos, son educados en valores degradados y reaccionismo, en contra de todas las esferas sociales, pero en especial, en contra de la Iglesia y de Dios.
Estamos tan ocupados en nuestra propia concepción del mundo, de nuestra época, de nuestras creencias, y de nuestra vida, que hemos olvidado involucrar o tomar en serio, a nuestros jóvenes, que a gritos y de maneras poco ortodoxas, nos hacen ver como se sienten y que están recibiendo, de aquel que con tantas palabras atacamos, pero al cual con tanta tolerancia, dejamos que destruya a nuestros hijos.
Reflexionemos hermanos! Y por favor! Hagamos algo!.
Greivin.
Dirijo estas palabras, tomando en cuenta las palabras de Jesús hacia los discípulos, y a todos los que le seguían, exortándolos, a que dejaran que los niños se acercaran a él, porque de los tales, decía él, es el reino de los cielos.
Por lo visto en tiempos de Jesús, también se cometía el error de no involucrar, o tomar a la ligera, los aportes o pensamientos de los jóvenes, y estos, atraidos por todo lo que oscuramente se hace a espaldas de los adultos, son educados en valores degradados y reaccionismo, en contra de todas las esferas sociales, pero en especial, en contra de la Iglesia y de Dios.
Estamos tan ocupados en nuestra propia concepción del mundo, de nuestra época, de nuestras creencias, y de nuestra vida, que hemos olvidado involucrar o tomar en serio, a nuestros jóvenes, que a gritos y de maneras poco ortodoxas, nos hacen ver como se sienten y que están recibiendo, de aquel que con tantas palabras atacamos, pero al cual con tanta tolerancia, dejamos que destruya a nuestros hijos.
Reflexionemos hermanos! Y por favor! Hagamos algo!.
Greivin.