Palabras extrañas lenguas con mañas
Palabras extrañas lenguas con mañas
Hermano Jervy y demás lectores de este epígrafe:
Antes que aventurar cualquier opinión sobre la consulta, necesito acreditar mi respuesta sobre mi propio testimonio:
1 - Creo en la plena vigencia de todos los dones espirituales; el de lenguas y el de interpretación de lenguas, incluidos.
2 - Al iniciar la Secundaria no había forma de que yo pudiese estudiar la gramática española y clasificar correctamente un tiempo verbal.
3 - Siendo ya creyente, y estando en una reunión carismática donde todos los que estaban a mi alrededor eran animados a expresarse en lenguas, pedí al Señor que en su gracia me dotara del don de la lengua castellana, a fin de que pudiera entenderla, hablarla y escribirla en bendición para cuantos hispano hablantes encontrase por el mundo.
4 – Fuese como fuese, a Dios atribuyo tal capacidad que me permite comunicarme fluidamente con españoles de todas sus regiones, hispano-americanos, guineanos ecuatoriales y filipinos.
5 – Palabras iguales o parecidas a la de tu consulta, así como otras que muchos pastores repiten asamballayat, rava rava divi divi, etc.) parecen ser en urdu o hindi, idiomas principales de la India. Otras, intentan pasar por hebreas o árabes, y últimamente están de moda las africanas.
6 - El don de lenguas que creo proviene del Espíritu Santo es la capacidad de hablar idiomas extranjeros desconocidos para el que los habla (de ahí que sean lenguas extrañas), y que requiere de su consiguiente traducción (interpretación) si es que ha de aprovechar a alguien.
7 - Es demasiado infantil la presunción de ser un don de lenguas la mera emisión de sílabas, palabras y breves frases hechas, que se repiten sin cambio ni variación alguna por los mismos predicadores y sus oyentes que los imitan.
8 - Desoír las específicas recomendaciones de Pablo en 1Co.14 arriesga a que sea anatematizado el nombre de nuestro Señor Jesús (1Co.12:3) o invocar espíritus inmundos. Por eso la instrucción es: “Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento” (1Co. 14:15)
La iglesia de Cristo no es un aquelarre.
9 - Los “gemidos indecibles” del Espíritu en Ro.8:26, son eso: gemidos; no lenguas ni palabras.
10 - Quienes creemos en el genuino don de lenguas otorgado por el Espíritu Santo, denunciamos como burda, grosera y burlesca la falsa manifestación común en los cultos actuales.
Mi recomendación más sincera sería: nunca des lugar al diablo pronunciando en público cualquier palabra cuyo significado te sea desconocido. Con ello no privarás a nadie de ser bendecido, pero asegurarás que por tus palabras no sea contristado el Espíritu del Señor en medio de la congregación.
Tuyo en Cristo,
Ricardo.