FEGNA, el arminiano semi-pelagiano dice: Nuestra prédica es muy fácil (abarca menos de 5 renglones) y esta es:
"Cristo, nuestro Señor, murió en cruz por todos los pecados del mundo, y resucitó para terminar con la muerte y salvarte a ti."
Ezequiel Romero, el Vasallo de Dios, desenmascarando hipócritas: Fegna dice que "Cristo, nuestro Señor, murió en cruz por todos los pecados del mundo, y resucitó para terminar con la muerte y salvarte a ti."
Estas 23 palabras están tan plagadas de errores y horrores que me da pena desucartizar la afirmación de este “novísimo arminiano semi-pelagiano”. (1) Dice que Cristo murió por todos los pecados del mundo. Permítanme, señores, ¿qué base bíblica tiene este individuo para afirmar tal estu . . . perdón, tontería.
Si Cristo murió por todos los pecados del mundo, entonces Cristo es el fracasado número uno del mundo (arminianismo agudo) ya que el infierno está superpoblado y su población aumenta cada día más.
Si Cristo murió por todos los pecados del mundo, entonces ya no hay más pecado (semi-pelagianismo). Ya, Cristo murió por los pecados del mundo y todo está concluido. Ya no hay más predicación de la PALABRA DE DIOS, ya no hay más misiones, ya no hay más arrepentimiento. Señores, diviértanse, Cristo ya murió por todos los pecados del mundo, incluyendo la apostasía del Clero romanista, y de las falsedades del papismo.
El inefable Fegna continúa, “y resucitó para terminar con la muerte y salvarte a ti”. Mentira, Cristo no resucitó para terminar con la muerte. Señores, Cristo al resucitar terminó con la muerte. El no resucitó para terminar con la muerte; cuando El resucitó, ya la muerte estaba vencida. La muerte espiritual, o sea el estado de enemistad que existía entre Dios y el hombre. Nosotros los evangélicos que hemos resucitado en Cristo sabemos esto por experiencia. El pobre Fegna todavía yace muerto en sus pecados ya que todavía no le dice a Jesús, “Tú eres el único Salvador del Mundo. Dejo las malditas tradiciones romanistas que enseñan que María es también “redentora” y te sigo sólo a ti.
Reconozco que la mariolatría es el embrujo que Satanás ha traído al romanismo.
FEGNA, el ciego más ciego de los rotos: Si este mensaje implica, como lo dice Ezequiel, a Satanás, pues debo estar muy ciego.
Ezequiel Romero, el Vasallo de Dios, desenmascarando hipócritas: Así, es Fegna. Ya te lo he explicado. Tu mensaje no sólo implica a Satanás, sino que lo hace más presente en el romanismo.
FEGNA, el fantasioso más alucinado: Ayer, un amigo predicador evangélico nos "entregó" a Felipe. Él buscaba al Señor, y después de comparar los mensajes (el nuestro y el de ste hermano predicador) ha optado por la verdadera Iglesia de Cristo.
Ezequiel Romero, el Vasallo de Dios, desenmascarando hipócritas: Tu historia no te la va a creer ni “Huevoduro”.
FEGNA, el hipócrita más descarado: ALELUYA por él, muy agradecido al predicador (que habló más de 45 minutos de que Dios venía a destruir a todos) por acarrearnos hermanos y mostrar, sin falsedad, SU evangelio.
Ezequiel Romero, el Vasallo de Dios, desenmascarando hipócritas: Completa incoherencia. ¿Qué te pasa, Fegna, necesitas ver al siquiatra?
FEGNA, el hipócrita más descarado: A Ezequiel le digo que ahora se está creyendo dios
Ezequiel Romero, el Vasallo de Dios, desenmascarando hipócritas: ¡Qué interesante! Por favor, no te postres delante de mí. No me beses el anillo que llevo en la mano izquirda, ni tampoco me pidas agua bendita. Por favor, Fegna, sin bromas, soy hombre como tú. No seas tontito.
FEGNA, el hipócrita más descarado: (¿te estás haciendo mormón?),
Ezequiel Romero, el Vasallo de Dios, desenmascarando hipócritas: ¿Mormón?
FEGNA, el hipócrita más descarado: ya que él sabe porque no entré al foro, y yo no lo sabía (no me había dado cuenta de ello).
Ezequiel Romero, el Vasallo de Dios, desenmascarando hipócritas: Todos sabemos la razón de tu ausencia. Estuviste muy ocupadito aleccionando a los menos “doctos”; estuviste distribuyendo pasajes “bíblicos”. También estuviste consultando con ese curita que ustedes tienen como consejero. Estuviste de rodillas delante de Luis Fernando, rogándole que te diera algunas lecciones de “religiones orientales”, estuviste mascando chicle uno tras otro, nervioso, un día te orinaste en tus pantalones de miedo porque alguien te dijo que te ibas al purgatorio, también estuviste pensando en todos esos pecadillos que cometiste mientras eras salesiano, y . . .
FEGNA, el envidioso más persistente: Veo que continúas escribiendo varios mensajes continuos, para incrementar la cantidad de mensajes en que siembras tu odio irracional.
Ezequiel Romero, el Vasallo de Dios, desenmascarando hipócritas: Me tienes mucha envidia de mi producción literaria, teológica; sigue escribiendo; pero será difícil que me alcances porque yo ya pasé de los tres mil aportes. Con tal que no te mueras de envidia, está bien . . . sigue envidiándome. Razón tienes.
FEGNA, el futuro predicador de Ezequiel: A mi también me gustaría encontrarme contigo para predicarte a Cristo y te des cuenta de que has seguido, no se si intencionalmente o de buena fe, un ídolo falso.
Ezequiel Romero, el Vasallo de Dios, desenmascarando hipócritas: ¿A cuál Cristo me predicarías? Tú tienes una inmensa variedad. Al Cristo de la Pared, al Cristo de Chichinquirá, al Cristo moreno, al Cristo rubicundo y de nariz aguileña, al Cristo socialista, al Cristo chileno, al Cristo revoluciuonario, al Cristo de los ojos caídos, al Cristo de oro y plata? ¿A cuál?
No, Fegna, tú no podrías hablarme de Cristo ya que no lo conoces ni lo sigues ni lo obedeces. ¡Eres una tragedia!
FEGNA, el salesiano con problemas de oirtografía: Te pregunto nuevamente ¿Cual es mi falta de dominio del idioma? (yo recuerdo que en errores tu me das clase, es el único aspecto que lo puedes hacer) ¿Lo recuerdas? "doble maestro".
Ezequiel Romero, el Vasallo de Dios, desenmascarando hipócritas: En un instante te corregiste y reconociste que tienes problemas lingüísticos. Por lo menos, cuando escribes aquí en el foro. Sospecho que en tu vida personal no los tienes. Tu problema es que tratas de usar el idioma para proclamar falsedades, entonces no te sale el buen idioma. Si tienes algunas dudas ortográficas, de estilo, de cosntrucción, o de cualquier otro tipo, consúltame. Si tienes problemas familiares, tienes que ir personalmente a un consejero. No lo hagas conmigo. Sería un gran placer, pero mejor no lo hacemos.
FEGNA, el hombre que quiere hacer lo que le da la gana: Para que sepas, me conecto cuando quiero, no cuando tu esperes, sino cuando tengo tiempo,
Ezequiel Romero, el Vasallo de Dios, desenmascarando hipócritas: Haz lo que te dé tu muchísima gana. Eres libre.
FEGNA, el hombre sin maestría: no me he declarado maestro de nadie (ni he dicho que tengo alguna maestría) y, al único maestro que sigo es a Jesús,
Ezequiel Romero, el Vasallo de Dios, desenmascarando hipócritas: Por lo menos espero que hayas conseguido un bachillerato. O tal vez ya tienes tu doctorado y nos vienes con engaños. Vamos, dinos.
FEGNA, el hipócrita más descarado: luego tu supuesto complot sólo existió en tu cabeza (o peor aún, refleja tu forma de ver las cosas y de tu mismo actuar),
Ezequiel Romero, el Vasallo de Dios, desenmascarando hipócritas: El complot existió y fue más grande que la mitra de Wojtyla.
FEGNA, el que huyó con “las piernas entre el rabo”: por lo que esta es otra de tus acusaciones falsas, que me fui "con el rabo entre las piernas", nada más lejos de la verdad
Ezequiel Romero, el Vasallo de Dios, desenmascarando hipócritas: No importa, si lo hiciste con “las piernas entre el rabo” o con “el rabo entre las piernas", lo ciuerto es que huíste.
FEGNA, el que se cree dios: (en realidad, creo que sólo tu estás más lejos de la Verdad) y es otra mentira de un digno hijo del padre de ellas (¿recuerdas el nombre de este personaje?,
Ezequiel Romero, el Vasallo de Dios, desenmascarando hipócritas: Te devuelvo la pelota porque parece que sabes más que yo en cuanto a lo que yo digo saber. Debes de ser dios. ¡Pobre Fegna!
FEGNA, el hombre “bueno”: si, aquel que tu asignas a los que no piensan con tu maldad).
Ezequiel Romero, el Vasallo de Dios, desenmascarando hipócritas: Ya sabes que soy excremento; esto es peor que tu “pensar en la maldad”. Nunca he dicho que soy bueno. Tú y los de tu secta jamás reconocen que son pecadores. Cuando lo hacen es que han escuchado el Evangelio de JESUCRISTO, y ¡zas! se hacen evangélicos.
FEGNA, el hipócrita más descarado: Bueno, vuelvo al trabajo y luego a predicar a Cristo.
Ezequiel Romero, el Vasallo de Dios, desenmascarando hipócritas: Tu teología del trabajo es muy pobre. Cuando yo trabajo estoy predicando a Cristo. En todo lo que digo y hago predico a Cristo. ¡Pobre Fegna!
FEGNA, el hipócrita más descarado: EL MUNDO PARA CRISTO
Ezequiel Romero, el Vasallo de Dios, desenmascarando hipócritas: El mundo es de mi Cristo. El es dueño de todo lo creado. El nunca ha perdido sus posesiones. Los únicos extraviados son aquellos, como tú, que se han rebelado y siguen su pecaminosidad, su idolatría, sin escuchar ni adorar en exclusividad a Dios.
FEGNA, el que se cree hermano: Fraternalmente en Cristo.
Ezequiel Romero, el Vasallo de Dios, desenmascarando hipócritas: No sé a cuál Cristo te refieres. Tienes tantos.
FEGNA, el cobarde que no habla frontalmente: PD: Para hablar fraternalmente hay que conocer el amor, y uno de aquí ha expresado claramente que no lo practica (no ama a nadie)
Ezequiel Romero, el Vasallo de Dios, desenmascarando hipócritas: A cuál amor te refieres, al erótico, al patriótico, al filial, a cuál, ignorantito. Hablas sin ton ni son.
FEGNA, el que cita la Biblia que antes quemaba y aborrecía y que ahora la tergiversa: 1Jn:4:8:
El que no ama, no conoce á Dios; porque Dios es amor.
Ezequiel Romero, el Vasallo de Dios, desenmascarando hipócritas: Usas tan mal las Escrituras que cualquiera que lee lo que escribes se va a llevar una mala idea de la BIBLIA.
Mira el contexto de este versículo y también el significado de la palabra “amor” en este pasaje. Por favor, no sigas cometiendo tantas estu . . . tonterías.