Mis amados hermanos, nuevamente para completar conceptos incompletos:
¿Son malas las imágenes?
Dios prohíbe las imágenes de las cosas de la tierra y del cielo: <<No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios>> (Ex. 20, 3-5.; Dt 5, 8-10). Si Dios lo prohibe son malas se puede pensar superficialmente pero:
¿Por qué entonces este mismo Dios MANDA después hacer imágenes?. En el libro de Números Dios ordena a Moisés hacer una serpiente de bronce: Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre una asta... Y Moisés hizo una serpiente de bronce... (Nm 21, 8-9). ¿Dónde viven las serpientes? En la tierra. (Ver 1 R 6, 29 ff y 1 R 7, 25-29 y Ez 8, 6-18 para más imágenes de animales en el templo.)
Dios manda hacer imágenes para el santuario donde iba a morar:
<<Harás el tabernáculo de diez cortinas...y lo harás con querubines de obra primorosa>> (Ex 26, 1). Y no eran precisamente imágenes pequeñas que fácilmente pudieran pasar inadvertidas como un simple adorno del arca. ¡Medían cuatro metros y medio de alto cada uno!
Los querubines son ángeles, ¿y dónde viven ellos? En el Cielo. ¿Por qué en una ocasión Dios prohíbe imágenes y figuras de cosas en la tierra y en el cielo, pero en otra él mismo manda hacerlas?
Aún en la visión del Templo perfecto en el futuro que Dios le dio a Ezequiel había ángeles desde el suelo hasta encima de la puerta
<< Y había entalladuras de querubines y de palmas, pues entre querubín y querubín había una palma; y cada querubín tenía dos caras. La cara de hombre vuelta hacia una palma a un lado, y la cara de león hacia la otra palma al otro lado, esculpidas de relieve por todo el contorno del templo. Estas esculturas de los querubines y palmas estaban en la pared del templo desde el pavimento hasta la altura de la puerta.>>(Ez 41, 18-20).
¿Se contradijo Dios? No, fue el entendimiento y el de los israelitas hacia las imágenes lo que había cambiado. Lo malo no es la imagen en sí sino la adoración e idolatría de ella en lugar de Dios: No tendrás dioses ajenos... yo soy Jehová tu Dios (Ex 20, 3 y 5). Guardaos, pues que vuestro corazón no se infatúe, y os apartéis y sirváis a dioses ajenos, y os inclinéis a ellos>> (Dt 11, 16. Ver Ex 34, 14).
Confundir la imagen con Dios es lo que Dios no quiere que hagamos: cambiaron la gloria de Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles (Ro 1,23), y esto es lo que llegaron a hacer los israelitas, de manera especial con el becerro de oro.
Aquí es necesario hacer la separación aparte de Jesús, imagen visible de Dios (Padre) invisible, porque Jesús es Dios (Hijo), en consecuencia no puede ser idolatría adorar a Jesús, imagen visible de Dios invisible. Aquellos que como los testigos o mormones no creen en la divinidad de Jesús acusan de idolatría a quienes acuden a Él, ya que piensan que solo el Padre primigenio es Dios.
En Dt 5, 8-10 Dios no prohíbe imágenes de los Santos sino de otros dioses como el dios-sol y dios-luna. Pero cuando comenzaron a entender que no eran las imágenes las malas, sino cómo las habían confundido con Dios, Él mismo les mandó hacer estatuas. Los israelitas habían madurado.
Luego otra vez cayeron en idolatría cuando comenzaron a adorar a la serpiente que Dios había mandado a hacer: <<El quitó los lugares altos, y quebró las imágenes, .... e hizo pedazos la serpiente de bronce que había hecho Moisés (2 R 18, 4). Esta serpiente a la que nombraron "Nejustán" ¡ERA LA PREFIGURA DE JESÚS! Aún así, no era el mismo Jesús.
Moisés, después de bajar del monte donde recibió el mandamiento de no hacer imágenes, hizo figuras que representaron a las doce tribus de Israel: Y Moisés vino y contó al pueblo todas las palabras de Jehová, y todas las leyes; y todo el pueblo respondió a una voz, y dijo: <<Haremos todas las palabras que Jehová ha dicho. Y Moisés escribió todas las palabras de Jehová, y levantándose de mañana edificó un altar al pie del monte, y doce columnas, según las doce tribus de Israel (Confrontarlo con:* Ex 24, 3-4). Esas columnas no eran las tribus de Israel sino que las representaban. Nótese que las doce columnas estuvieron vinculadas con el altar y entraron en el rito religioso, más aun, Dios mandó hacer dos columnas especiales, colocadas a la entrada del templo, las cuales tenían un nombre como si fueran personas: a la de la mano derecha llamó Joaquín, y a la de la izquierda, Boaz.B/b](Cfr. 2 Cr 3, 17).
*Cfr. Para ahorrar espacio, abreviar y no poner la cita textualmente.
Los católicos sabemos que las imágenes no son Dios-Creador, sino representaciones de personas en el Cielo. Sabemos que sería pecado adorarlas. Decir que los católicos adoramos imágenes, cuando no lo hacen es calumniarnos y faltar al amor (1 Co 13, 1-5). Orar frente a una imagen no es adorarla, como tampoco orar con la Biblia en la mano es adorar este libro.
En Exodo 25 (vv. 18-20) leemos que Dios mandó colocar dos imágenes encima del arca de la Alianza, así recibieron un propósito exaltado, no porque en sí lo eran, sino por tener una función religiosa. El que Dios especificara en detalle la materia y la posición de éstas demuestra su solemnidad (vv. 10-11. Ver también 1 R 6, 23-28 y 7, 23-39). Todas estas imágenes fueron colocadas en el lugar de adoración. Así servían para recordar a los israelitas las cosas celestiales y del paraíso.
Existe una razón explícita en la misma Biblia para no hacer imágenes:
<<Y el Señor os habló de en medio del fuego. Oísteis la voz de sus palabras, mas no visteis figura alguna.
El os mostró su pacto, y os mandó que le guardarais, y los diez Mandamientos que escribió en dos tablas de piedra. Y al mismo tiempo me mandó a mí (Moisés) que os enseñase las ceremonias y las leyes que debíais observar en la tierra que poseeréis.
Guardad, pues, con todo cuidado vuestras almas. No visteis ninguna imagen el día que os habló el Señor desde en medio del fuego en Horeb; para que no fuera que engañados os formaseis alguna estatua esculpida, o imagen de hombre o de mujer; o la figura de alguno de los animales que andan sobre la tierra, o de aves que vuelan debajo del cielo, y de reptiles que arrastran por el suelo, o de peces que habitan en las aguas debajo de la tierra.
Ni suceda tampoco que alzando los ojos al cielo, mirando el sol y la luna, y todos los astros del cielo cayendo en error, adores ¡oh Israel!, y reverencies las criaturas que el Señor Dios tuyo creó para el servicio de todas las gentes que viven debajo del cielo. Pues a vosotros el Señor os escogió, y os sacó de Egipto, como de una fragua en que se derrite el hierro, para tener un pueblo que sea su posesión hereditaria, conforme lo sois vosotros al presente.>> (Dt. 4, 12-20)
No hay una "Imagen (foto o escultura) oficial de Jesús", porque como bien apuntan algunos hermanos, no hay seguridad de cómo es físicamente nuestro Señor Jesús, pero debe haber una "Imagen" (cualitativa moral y espiritualmente) oficial" descrita por los evangelios. Esta imagen es la del Dios-con-nosotros que ha dado la vida por sus amigos, que por encima de su justicia se encuentra su amor, ya que nuestra deuda la cubrió con su sangre y su vida en la cruz. Esta es la imagen católica, no la de un Jesús que espera la menor caida para vengar su gloria y acabar con el mundo en venganza de no ser escuchado.
La verdadera conversión no implica el temor al fin del mundo que las sectas más agresivas usan, ya que el verdadero amor desecha el temor. Corregir al hermano es una tarea que Dios quiere de nosotros, pero solo el Fariseo merece un trato duro porque dice que ve, cuando en realidad es un ciego.
El mismo Cristo no pronunció ni una sola palabra condenando imágenes. ¿Si es tan grave como dicen los hermanos por qué se le escapó mencionarlas? Una buena oportunidad de hablar en contra de las imágenes hubiera sido cuando le presentaron una moneda con la imagen de César (Mc 12, 16), por el hecho de utilizar una moneda que veneraba al emperador, que los romanos adoraban como dios. Uno de sus títulos era divino César, el hacer monedas con su efigie podría ser una idolatría. La idolatría si es condenada por Jesús, no las imágenes. LOS ÍDOLOS NO SON NECESARIAMENTE IMÁGENES; LAS IMÁGENES NO SON NECESARIAMENTE ÍDOLOS. NO CONFUNDIRSE
Es interesante que la imagen de la serpiente sea mencionada por Jesús como prefigura de la cruz (Jn 3, 14), es "tipo" que profetiza el "Tipo" del NT. El Apóstol Pablo dice que le imitemos como él imita a Cristo: Por tanto, os ruego que me imitéis (1 Co 4, 16, 2 Ts 3, 7). Las imágenes que representan a los Santos son señales que apuntan a Jesús, de la misma manera que Jesús apunta al Padre. Debemos imitar los Santos porque su entrega a Jesucristo era tan generosa. Ellos apuntan a Cristo, por eso Pablo dice imitarlo (para imitarlo tenemos que observar y contemplar su vida). La serpiente de bronce es la señal que Dios utilizó para hacer que la gente recordara los mandamientos: cuando morían mordidos por retorcidas serpientes, tu cólera no duró hasta el fin. Fueron afligidos por poco tiempo, por manera de advertencia nada más. Se les dio una señal de salvación que les recordaba los mandamientos de tu Ley. Pues el que se volvía a él se salvaba, no por el objeto que se contemplaba, sino por la infinita misericordia del Salvador del universo (Sab 16, 5-7). Dios Padre utiliza Su Imagen en Jesús para salvar a la gente, y como dice Él, por supuesto es el Salvador. La serpiente de bronce era señal de salvación. Si Pablo trata la idolatría en Hechos 17, 29 es porque estaba en Atenas, una ciudad de ídolos, y los paganos sí las adoraban (ver v 23).
Si quires confirmar lo que afirmo, preguntale a cualquier católico si cree que el trozo de madera o yeso es Dios-con-nosotros en sí mismo o si lo representa. Entonces te dará cuenta de si la persona está en idolatría o no, antes de esto tus palabras solo indican prejuicios que Dios no quiere en sus hijos.
Preguntale a cualquier católico si le reza a la imagen (porción de tela pintada, papel madera o yeso) o a quien representa. Entonces podrás decir si es idólatra o no.
En resumen, el asunto no son las imágenes en sí sino nuestra actitud hacia ellas. En Hechos 17, 30 vemos que por su ignorancia Dios no tomó en cuenta la adoración de los ídolos por los gentiles. Pero a los israelitas no había excepción (Ex 32, 8b). ¿Es tu actitud imagen de la de Dios, o dejas escapar todas tus frustraciones en tus hermanos ignorantes, en lugar de explicar en el amor y caridad las cosas como son?. ¿Por qué Dios condena llevar un imagen de madera (Is 45, 20), pero permite cargar el arca de madera con las imágenes de querubines encima (2 S 6, 2-5)?, porque hace además un dios, y lo adora; fabrica un ídolo, y se arrodilla delante de él (Is 44, 15). ¿Por qué Dios prohibió hacer un imagen de un becerro, y más tarde mandó que pusieran doce imágenes de bueyes en el Templo (1 R 7, 25 y 2 Cr 4, 4)? Es la misma especie de animal. ¿Será que es ídolo cuando es becerro pero no lo es cuando es buey? (Cfr. Ez 8, 6-18). Ni es la edad del animal ni la imagen en sí sino la actitud frente a ello que la hace un ídolo:
<< e hizo de ello un becerro de fundición. Entonces dijeron: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto... edificó un altar delante del becerro... y ofrecieron holocaustos...>> (Ex 32, 4-6).
ESTA ES LA IDOLATRÍA: REEMPLAZAR AL ÚNICO DIOS VERDADERO. Job habló de esta actitud interior que se puede convertir en idolatría: Si he mirado al sol cuando resplandecía, o a la luna cuando iba hermosa, y mi corazón se engañó en secreto, y mi boca besó mi mano; esto también sería maldad juzgada; porque habría negado al Dios soberano (Job 31, 26-28).
Hermano, no todas las imágenes son malas, Jesús es Imagen de Dios (Col 1, 15). También nosotros somos hechos a su imagen (Gn 1, 26). ¿Es Jesús malo, entonces? ¿Y nosotros?.
Cualquier cosa puede ser una imagen y ayudarme a crecer en mi fe. Una roca me hace pensar en Dios, la Roca de Salvación, un río me hace pensar que Jesús nos promete agua viva. También un cordero nos recuerda que Jesús es el Cordero de Dios. La luz del sol, si estoy despierto espiritualmente, es un buen signo de que Cristo es la Luz del Mundo. ¿Son todas estas señales/imágenes malas?
Las imágenes de personas pueden producirnos sentimientos muy variados. Ejemplo, un pueblo levanta una imagen del Presidente como "padre de la nación" y se sienten orgullosos al mostrarla a los extranjeros. La foto de una novia trae recuerdos gratos al soldado que la extraña. Tarde o temprano TODOS TENEMOS IMÁGENES DENTRO DE LA MENTE (de cosas "del cielo, de la tierra o debajo de la tierra").
Si las imágenes no sirven, ¿por qué Dios las utilizó tantas veces en su revelación a los profetas y Apóstoles? ¿Por qué no hablarles solamente?: Vi en visión... he aquí un carnero que estaba delante del río, y tenía dos cuernos... Mientras yo consideraba, he aquí un macho cabrío venía del lado de poniente... (Dn 8, 2-5). En visiones de Dios... he aquí un varón, cuyo aspecto era como aspecto de bronce; y tenía un coral de lino en su mano, y una caña de medir... (Ez 40, 2-3). Y en el libro del Apocalipsis: delante del trono había como un mar de vidrio, semejante a cristal (4, 6); Miré, y aquí un caballo amarillo... (6, 8); Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas (12, 1). ¿Por qué tantas imágenes?, para ayudar a comprender cosas espirituales.
Las mismas parábolas de Jesús son imágenes que nos ayudan a formarnos un concepto del Reino de Dios, de su Amor, Misericordia, Tesón por salvarnos y la manera en que debemos buscarlo y servirle.
Investiga por si mismo y abandona los caminos de la separación, esto no proviene de Dios, el no quiere la acusación, sino la corrección fraterna. No quiere la separación, sino la definición y la unión.
Recuerda cual es el mandamiento de Jesús y jamás olvides que lo más importante no es saber la palabra, sino practicarla. El diablo sabe la palabra, pero no la practica. Jesús es el verbo (La palabra de Dios encarnada). La palabra cumplida en la carne y Dios Salvador Eterno, Dios-con-nosotros, de quien tenemos que ser esclavos de su voluntad para que se encarne verdaderamente en nosotros, y dejemos de ser nosotros para que Él sea en nosotros.
Hno. Francisco Javier.