Quiero agradecer a las muchas personas que me han escrito desde que abrí este epígrafe interesándose por nuestra situación. Desde hermanos y hermanas que participan en estos foros, como Mirna, Malcom, Julio, Ricardo, Karolusín, Juan Francisco, Juan Manuel, Daniel, César, Haaz, Tejano, Elena, Maccall, Mario, Tomás, Oso, YO1, Jorge Ulate, Webemaus, Ramón, Ezequiel y otros de los que ahora no me acuerdo el nombre (espero me disculpen) hasta otros hermanos que no participan escribiendo pero lo hacen leyendo nuestros mensajes. Entre estos están Martín Santamaría, José Antonio, Adriana González y otros a los que siempre estaré agradecido por sus palabras de cariño y ánimo. Sé que algunos a los que mandé el primer email podrían haber pensado que quizás yo estaba exagerando un poco, pero como ya me conozco el percal sabía que mi temor no era infundado, como ha quedado perfectamente demostrado.
En situaciones así, unas palabras de ánimo, vía email o vía el foro, son más preciosas que las muchas oraciones, aunque ciertamente éstas son más eficientes para que el Señor nos proteja.
Aprovecho la ocasión para solicitaros el que dirigáis vuestras oraciones al Señor para que obre un milagro en la vida de esa persona enferma que me está mandando esos emails amenazantes. Él necesita esas oraciones mucho más que nosotros.
Desde esta tribuna pública yo declaro que la sangre de Cristo protege a mi familia de todo mal y es más que suficiente para cubrir el pecado que esa persona está cometiendo si se arrepiente sinceramente y acude al Señor en busca de ayuda. En caso contrario, el propio Señor sabrá actuar en consecuencia.
Y a Arturo, mi más querido hermano y amigo, le digo que nada ni nadie podrá parar la obra que el Señor ha emprendido con esta web y estos foros. Quiero que sepas que es mayor el que está contigo que todos los que están contra ti. Tú, que soportaste la persecución en tiempos de Franco por ser evangélico, debes permanecer firme en medio de todos los ataques que te vienen ahora de parte de aquellos que hacen la obra de Satanás bajo el disfraz de ovejas o bajo la ignorancia irresponsable. Sé que duele mucho el ser acosado por los que se supone que son tus hermanos. Mucha experiencia tienes tú en esas lides. Pero mayor corona te aguarda en el cielo si respondes a todos esos ataques con el amor que el Señor ha puesto en tu corazón. Ese amor que cubre multitud de pecados.
Dios os bendiga