Re: ACLARANDO la HEREJÍA de SALMO51
Apreciado Salmo, he madrugado para abrir el Libro de Dios y mirar que tiene que decir acerca de tu pregunta.
No he visto que respondió David Romero acerca de esto o si aún no lo ha hecho...de todas maneras aquí está la base bíblica:
Mat 22:41 ¶Y estando aún reunidos los fariseos, Jesús les preguntó,
Mat 22:42 diciendo: ¿Qué os parece del Cristo? ¿de quién es hijo? Ellos le dicen: De David.
Mat 22:43 Díceles él: ¿Pues cómo, por el Espíritu, le llama David Señor, diciendo:
Mat 22:44 Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta tanto que yo ponga a tus enemigos debajo de tus pies?
Mat 22:45 Luego, si David le llama su Señor, ¿cómo es su Hijo?
Mat 22:46 Y nadie le podía responder palabra; ni nadie desde aquel día osaba hacerle más preguntas. (VM).
v.41 Notemos que los receptores de la pregunta no son sus discípulos, fueron sus incrédulos enemigos hasta el día de hoy.
v.42 Ellos respondieron correctamente pero sus corazones estaban lejos de él. Le acechaban constantemente para hallar una sola falla en su lenguaje y así poder justificar su muerte (v.35).
Luego viene la pregunta que en ese contexto histórico se negaron a contestar hasta el día de hoy, porque su descendencia, la nación de Israel actual, la de Benjamín Netanyahu, está cegada judicialmente respecto al Hijo como el Mesías Rey de Israel de la descendencia de David...ellos esperan otro "mesías" y para tal fin tienen el firme propósito de reconstruir el Templo.
Ni siquiera el judío del foro, Rav Sefaradí, conoce la respuesta.
Pero nosotros, sus redimidos la conocemos no solo porque tenemos su Santo Espíritu en nuestros corazones (Ro.8:9) sino también porque su respuesta se encuentra claramente consignada en los evangelios. Leemos:
Luk 4:17 Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito:
Luk 4:18 El Espíritu del Señor está sobre mí,
Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;
Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;
A pregonar libertad a los cautivos,
Y vista a los ciegos;
A poner en libertad a los oprimidos;
Luk 4:19 A predicar el año agradable del Señor.
Luk 4:20 Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él.
Luk 4:21 Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.
Luk 4:22 Y todos daban buen testimonio de él, y estaban maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca, y decían: ¿No es éste el hijo de José?
Pero ellos cerraron su corazón al cumplimiento de esta profecía respecto al Mesías Rey de Israel y lo que vieron allí fue un hombre sencillo, del barrio, hijo de José el carpintero de Nazaret.
¿No es éste el hijo de José?
Hasta ahí llegaba su percepción.
En esto tiene que ver mucho el alejamiento de la Escritura en tiempos de dificultad.
Ellos eran esclavos de un amo terrenal, el Imperio Romano encabezado por Cesar cuyo representante era el Gobernador Poncio Pilato.
La soberbia de los líderes religiosos de su tiempo no estaba dispuesta a colocar sus ojos en la Escritura que hablaban de un hombre pobre (2Cor.8:9) pues para ellos era hijo de una "ramera judía" (Jn.8:41) y no un descendiente de alta cuna, de la más alta aristocracia judía, capaz de librarlos del yugo del imperio romano.
No entendieron que su voluntaria pobreza no admitía la disminución de sus perfecciones.
Las riquezas infinitas de su propia naturaleza han de ser siempre infinitas.
El es el Creador de todas las cosas y todas las cosas por medio de él subsisten.
Otra vez cuando el Señor multiplicó los panes antes los ojos de más de 5000 testigos y afirmó ser el pan que descendió del cielo para alimentar nuestra alma, lo que encuentra es la misma incredulidad de estos hombres, leemos:
Joh 6:41 Murmuraban entonces de él los judíos, porque había dicho: Yo soy el pan que descendió del cielo.
Joh 6:42 Y decían: ¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Cómo, pues, dice éste: Del cielo he descendido?
Ahora, Dios había profetizado una y otra vez que Aquel que había de traer la bendición prometida sería el verdadero Rey de la línea real de David, leemos:
Hijo de Dios:
Psa 2:6 Pero yo he puesto mi rey
Sobre Sion, mi santo monte.
Psa 2:7 Yo publicaré el decreto;
Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú;
Yo te engendré hoy.
Dios Hijo:
Psa 45:6 Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre;
Cetro de justicia es el cetro de tu reino.
Zacarías revela que Jehová es UNO en el Hombre Jesús presentándolo como Rey sobre toda la tierra en el Milenio, leemos:
Zec 14:9 Y Jehová será rey sobre toda la tierra. En aquel día Jehová será uno, y uno su nombre.
Esta gloriosa distinción debe ser tomada del linaje de David su padre según la carne, por tal motivo el Nuevo Testamento comienza así:
Mateo 1:1 Libro de la GENEALOGÍA de Jesucristo, hijo de David,
A esto le sigue llevándonos más atrás todavía:
"hijo de Abraham".
Conforme a la promesa de "en tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra.
Su nombre Jesús (Jehová salva), Emmanuel (Dios con nosotros), nacido de una virgen de Israel, todo esto se lleva a cabo en la Casa y familia de David por cuanto hasta José era descendiente de David tal como lo declara el ángel aquí, leemos:
Mat 1:20 Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.
CONCLUSIÓN
En base a estas Escrituras, este pasaje se hace sumamente sencillo en su interpretación:
Mat 22:43 Díceles él: ¿Pues cómo, por el Espíritu, le llama David Señor, diciendo:
Mat 22:44 Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta tanto que yo ponga a tus enemigos debajo de tus pies?
Mat 22:45 Luego, si David le llama su Señor, ¿cómo es su Hijo?
El profeta Natán, por el mismo Espíritu, le había dicho a David que de sus entrañas vendría uno que se sentaría en su trono y cuyo reino no tendría fin (Lc.1:31-33).
Pásala bien.
Le pregunté a David que quizo decir Jesús cuando preguntó cómo es que podia él, ser Hijo de David sí David mismo le llamaba Señor.
¿Me podés vos dar tu interpretación?
Apreciado Salmo, he madrugado para abrir el Libro de Dios y mirar que tiene que decir acerca de tu pregunta.
No he visto que respondió David Romero acerca de esto o si aún no lo ha hecho...de todas maneras aquí está la base bíblica:
Mat 22:41 ¶Y estando aún reunidos los fariseos, Jesús les preguntó,
Mat 22:42 diciendo: ¿Qué os parece del Cristo? ¿de quién es hijo? Ellos le dicen: De David.
Mat 22:43 Díceles él: ¿Pues cómo, por el Espíritu, le llama David Señor, diciendo:
Mat 22:44 Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta tanto que yo ponga a tus enemigos debajo de tus pies?
Mat 22:45 Luego, si David le llama su Señor, ¿cómo es su Hijo?
Mat 22:46 Y nadie le podía responder palabra; ni nadie desde aquel día osaba hacerle más preguntas. (VM).
v.41 Notemos que los receptores de la pregunta no son sus discípulos, fueron sus incrédulos enemigos hasta el día de hoy.
v.42 Ellos respondieron correctamente pero sus corazones estaban lejos de él. Le acechaban constantemente para hallar una sola falla en su lenguaje y así poder justificar su muerte (v.35).
Luego viene la pregunta que en ese contexto histórico se negaron a contestar hasta el día de hoy, porque su descendencia, la nación de Israel actual, la de Benjamín Netanyahu, está cegada judicialmente respecto al Hijo como el Mesías Rey de Israel de la descendencia de David...ellos esperan otro "mesías" y para tal fin tienen el firme propósito de reconstruir el Templo.
Ni siquiera el judío del foro, Rav Sefaradí, conoce la respuesta.
Pero nosotros, sus redimidos la conocemos no solo porque tenemos su Santo Espíritu en nuestros corazones (Ro.8:9) sino también porque su respuesta se encuentra claramente consignada en los evangelios. Leemos:
Luk 4:17 Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito:
Luk 4:18 El Espíritu del Señor está sobre mí,
Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;
Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;
A pregonar libertad a los cautivos,
Y vista a los ciegos;
A poner en libertad a los oprimidos;
Luk 4:19 A predicar el año agradable del Señor.
Luk 4:20 Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él.
Luk 4:21 Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.
Luk 4:22 Y todos daban buen testimonio de él, y estaban maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca, y decían: ¿No es éste el hijo de José?
Pero ellos cerraron su corazón al cumplimiento de esta profecía respecto al Mesías Rey de Israel y lo que vieron allí fue un hombre sencillo, del barrio, hijo de José el carpintero de Nazaret.
¿No es éste el hijo de José?
Hasta ahí llegaba su percepción.
En esto tiene que ver mucho el alejamiento de la Escritura en tiempos de dificultad.
Ellos eran esclavos de un amo terrenal, el Imperio Romano encabezado por Cesar cuyo representante era el Gobernador Poncio Pilato.
La soberbia de los líderes religiosos de su tiempo no estaba dispuesta a colocar sus ojos en la Escritura que hablaban de un hombre pobre (2Cor.8:9) pues para ellos era hijo de una "ramera judía" (Jn.8:41) y no un descendiente de alta cuna, de la más alta aristocracia judía, capaz de librarlos del yugo del imperio romano.
No entendieron que su voluntaria pobreza no admitía la disminución de sus perfecciones.
Las riquezas infinitas de su propia naturaleza han de ser siempre infinitas.
El es el Creador de todas las cosas y todas las cosas por medio de él subsisten.
Otra vez cuando el Señor multiplicó los panes antes los ojos de más de 5000 testigos y afirmó ser el pan que descendió del cielo para alimentar nuestra alma, lo que encuentra es la misma incredulidad de estos hombres, leemos:
Joh 6:41 Murmuraban entonces de él los judíos, porque había dicho: Yo soy el pan que descendió del cielo.
Joh 6:42 Y decían: ¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Cómo, pues, dice éste: Del cielo he descendido?
Ahora, Dios había profetizado una y otra vez que Aquel que había de traer la bendición prometida sería el verdadero Rey de la línea real de David, leemos:
Hijo de Dios:
Psa 2:6 Pero yo he puesto mi rey
Sobre Sion, mi santo monte.
Psa 2:7 Yo publicaré el decreto;
Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú;
Yo te engendré hoy.
Dios Hijo:
Psa 45:6 Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre;
Cetro de justicia es el cetro de tu reino.
Zacarías revela que Jehová es UNO en el Hombre Jesús presentándolo como Rey sobre toda la tierra en el Milenio, leemos:
Zec 14:9 Y Jehová será rey sobre toda la tierra. En aquel día Jehová será uno, y uno su nombre.
Esta gloriosa distinción debe ser tomada del linaje de David su padre según la carne, por tal motivo el Nuevo Testamento comienza así:
Mateo 1:1 Libro de la GENEALOGÍA de Jesucristo, hijo de David,
A esto le sigue llevándonos más atrás todavía:
"hijo de Abraham".
Conforme a la promesa de "en tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra.
Su nombre Jesús (Jehová salva), Emmanuel (Dios con nosotros), nacido de una virgen de Israel, todo esto se lleva a cabo en la Casa y familia de David por cuanto hasta José era descendiente de David tal como lo declara el ángel aquí, leemos:
Mat 1:20 Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.
CONCLUSIÓN
En base a estas Escrituras, este pasaje se hace sumamente sencillo en su interpretación:
Mat 22:43 Díceles él: ¿Pues cómo, por el Espíritu, le llama David Señor, diciendo:
Mat 22:44 Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta tanto que yo ponga a tus enemigos debajo de tus pies?
Mat 22:45 Luego, si David le llama su Señor, ¿cómo es su Hijo?
El profeta Natán, por el mismo Espíritu, le había dicho a David que de sus entrañas vendría uno que se sentaría en su trono y cuyo reino no tendría fin (Lc.1:31-33).
Pásala bien.