<BLOCKQUOTE><font size="1" face="Helvetica, Verdana, Arial">Comentario:</font><HR>Originalmente enviado por Artus:
DLB Hermano Ezequiel:
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El Bautismo del Espíritu Santo, creemos, es parte del "paquete" por así llamarlo de salvación. Es decir, fue provisto por el Señor Jesús y prometido en base a su Muerte, resurrección y vuelta a la diestra del Padre, y solo puede recibirlo alguien que es salvo y tiene vida eterna.
Es Erroneo decir que quien no tiene el Bautismo del Espíritu Santo no tiene la morada del Espíritu Santo y su plenitud en su interior (hablo de aquellos que han gustado del don de la salvación por la gracia de Dios), los pentecostales creemos en base a la Escritura que quien está en Cristo tiene la plenitud del Espíritu y tiene TODO EL ESPIRITU SANTO DENTRO, sin embargo, hay una obra del Espíritu Santo que operaba en el Antiguo testamento hasta Juan el Bautista sobre aquellos llamados a ministerios especiales, y era el Espíritu Santo viniendo SOBRE la persona INVISTIENDOLA DE PODER para realizar una labor especial y esto ocurría e contadas ocasiones, ahora en el nuevo pacto creemos según hechos 1:8 y hechos , que el Espíritu Santo aparte de su morada y obra regeneradora en el creyente, quiere LLENARNOS DE PODER AL VENIR SOBRE NOSOTROS de manera continua y a esto se le llama el bautismo del Espíritu Santo, contrastando al Bautismo en CRISTO o SALVACION cuando alguien en arrepentimiento viene a Cristo y es REGENERADO por el lavamiento de la sangre de Cristo y el Espíritu Santo, viniendo a hacer morada en el creyente en su plenitud, pero el CREYENTE DEBE SER LLENO DEL ESPIRITU EN TODAS LAS AREAS para ser un testigo fiel y es aqui donde decimos que El ESPIRITU SANTO no solo está en nosotros sino VIENE SOBRE NOSOTROS con su poder tal como vino sobre Cristo en las aguas del Jordán, y como vino sobre los apóstoles en pentecostés, los apóstoles ya habían nacido de nuevo cuando Cristo sopló el Espíritu Santo en ellos en Juan 20, pero aquel día de pentecostés el Espíritu Santo vino sobre ellos con poder.
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Bendecidos en Cristo:
Artus[/quote]
El Señor Jesucristo prometió bautizar a su iglesia con el Espíritu Santo (Hechos 1:5; ver Juan 14:15; 16:17). Esta promesa se cumplió luego de la Ascensión (Hechos 2:1-4).
El bautismo con el Espíritu Santo fue una experiencia de iniciación de la Iglesia como cuerpo de Cristo, experiencia en la cual participa en lo sucesivo cada creyente por el solo hecho de aceptar a Jesús como Señor y Salvador:
"Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo ... y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu" (1 Corintios 12:13; ver Juan 7: 37-39).
Si alguien objeta en que aquí Pablo no habla del bautismo del Espíritu, sino del Batutismo por el Espíritu, habrá que notar que la Escritura nunca habla del "bautismo del Espíritu Santo". Siempre es el Señor Jesús quien bautiza CON, POR, o EN el Espíritu Santo: Mateo 3:11; Juan 1:33; Hechos 2:33. Las Escrituras no enseñan que los creyentes debamos esperar o pedir el mal llamado "bautismo del Espíritu Santo". Si es creyente, ha sido bautizado por el Espíritu; de lo contrario, ni es creyente ni pertenece a la Iglesia: Romanos 8:9; Efesios 1:13; 2 Corintios 1:22.
La única, necesaria y suficiente condición para recibir el Espíritu, ser bautizado con El y ser sellado por el mismo Espíritu, es creer en el Señor Jesucristo.
Esto no significa que el creyente no pueda experimentar luego de su conversión una plenitud del Espíritu Santo, una llenura:
Efesios 5:18; esta llenura no se expresa primariamente por milagros sino por el fruto del Espíritu en la vida del creyente (Gálatas 5: 22-23). Significativamente, los frutos de la plenitud del Espíritu son los mismos que produce la Palabra de Cristo morando en nuestros corazones (Colosenses 3:16-22), por lo cual debemos pensar que se trata de una y la misma cosa. La llenura del Espíritu, la Palabra morando en nuestros corazones, se evidencia por:
1. Gozo y alabanza: Efesios 5:19, Colosenses 3:12-19.
2. Agradecimiento por todo y en todo, 1 Tesalonicenses 5:18.
3. Buenas relaciones con quienes nos rodean, Efesios 5:21, 6:9.
4. Limpieza de corazón y conciencia de pecado , 1 Juan 1:5, 2:14.
En cuanto a la pregunta que dio origen a esta serie de mensajes, por cierto creo en una Iglesia "Reformata, semper reformanda".
Cada generación debe revisar sus creencias y prácticas a la luz de las Escrituras.
Dios les bendiga a todos,
Jetonius