No podemos confiar en los sacerdotes. No niego que hay sacerdotes sinceros y bondadosos, pero la imposibilidad de confiar en ellos para confiarles nuestro mas íntimos pecados y la certidumbre que Dios nos perdona es que existen entre ellos lobos rapases que en la mayoría de los casos no se pueden identificar porque se visten como ángeles de luz y de piedad.
Todos sabemos que muchos de ellos han sido descubiertos como pederastas, y seguramente algunos o muchos no han sido descubiertos aun o nunca lo serán.
Si han sido algunos pederastas, otros pueden ser adúlteros o fornicarios, ladrones, sin amor, indiferentes, selectivos, avaros, o tener en practica cualquier otro pecado.
Podemos decir que hay sacerdotes buenos y malos, pero el problema es que no podemos confiar algo de tanta importancia como el saber nuestros pecados perdonados porque no conocemos los corazones y aun la apariencia exterior o las obras pueden mentir y engañar.
Solo imaginémonos, por poner un solo ejemplo, a esos sacerdotes pederastas con Dios lejos de ellos decir a los penitentes, “tus pecados te son perdonados” ¿Como van a ser perdonados si Dios esta lejos de este sacerdote?
Jamás iría yo con un sacerdote a confesar mis pecados que no he cometido contra el. El corazón del hombre es engañoso y maldito quien confía en el dice el profeta.
En cambio si vas a Dios de corazón y confiesas tus pecados confiados en que Cristo por su sangre intercede por nosotros, ¿Habrá alguna incertidumbre?
Saludos
Malcom