-Hoy es una fecha gloriosa en el calendario cristiano, ya que celebra aquel 31 de Octubre de 1517 en que resonaron los martillazos de Martín Lutero, clavando sus 95 Tesis en la puerta de la capilla de Wittenberg.
-El entonces monje agustino, Doctor de la Universidad, iniciaba algo que nunca podría imaginar tuviera tanto auge.
-Un solo hombre, desconocido para el mundo, pero muy conocido por Dios, se atrevía a publicar una protesta contra la cúpula mayor de la cristiandad: el Papa y -por ende-, su protector y brazo secular: la máxima autoridad del Sacro Imperio Romano Germánico.
-Parece que todavía nos llegan las notas de su laúd con su invencible himno "Castillo fuerte es nuestro Dios".
-La nueva tecnología de aquel entonces -la imprenta de Gutenberg-, esparciría aquellas ponencias teológicas principalmente por el centro y norte europeo.
-Tres siglos después, sería la fuerza del vapor que llevaría por barcos y ferrocarriles los misioneros británicos, suizos, holandeses, germanos y nórdicos, por toda la América Latina, África, Asia y Oceanía.
-De veras que en esta mañana primaveral (en Uruguay) me dan ganas de salir por las calles cantando y celebrando que las Sagradas Escrituras y el Evangelio de Jesucristo se siguen esparciendo por donde la idolatría romana construyó edificios y destruyó las almas con su idolatría.
Cordiales saludos
-El entonces monje agustino, Doctor de la Universidad, iniciaba algo que nunca podría imaginar tuviera tanto auge.
-Un solo hombre, desconocido para el mundo, pero muy conocido por Dios, se atrevía a publicar una protesta contra la cúpula mayor de la cristiandad: el Papa y -por ende-, su protector y brazo secular: la máxima autoridad del Sacro Imperio Romano Germánico.
-Parece que todavía nos llegan las notas de su laúd con su invencible himno "Castillo fuerte es nuestro Dios".
-La nueva tecnología de aquel entonces -la imprenta de Gutenberg-, esparciría aquellas ponencias teológicas principalmente por el centro y norte europeo.
-Tres siglos después, sería la fuerza del vapor que llevaría por barcos y ferrocarriles los misioneros británicos, suizos, holandeses, germanos y nórdicos, por toda la América Latina, África, Asia y Oceanía.
-De veras que en esta mañana primaveral (en Uruguay) me dan ganas de salir por las calles cantando y celebrando que las Sagradas Escrituras y el Evangelio de Jesucristo se siguen esparciendo por donde la idolatría romana construyó edificios y destruyó las almas con su idolatría.
Cordiales saludos