1 de noviembre... día mundial de la desesperanza. Que tristeza

Wow.... pongan atención a esto.

Este tema lo abrí hace más de 11 años atrás... cuando una chica que padecía de Astrocitoma anaplásico había decidido practicarse la eutanasia. Releyendo este tema motivado por un tema que acaba de abrir @Ricardo siendo que acaban de legalizar la eutanasia en Uruguay , me encuentro con el mensaje que cito.

A partir de ahí me voy a ver qué "suerte" había tenido este señor, un sacerdote que le había escrito una carta a la chica , pues él tenía el mismo padecimiento que ella, y me encuentro con lo siguiente:


traigo la traducción:


La increíble historia del P. Philip Johnson

Después de recibir un diagnóstico de enfermedad terminal por astrocitoma anaplásico, el Padre Philip Johnson se convirtió en un hombre con una historia increíble.

Astrocitoma anaplásico

El astrocitoma anaplásico es un tipo raro y maligno de tumor cerebral que se origina en los astrocitos, que son células que dan soporte a las neuronas en el cerebro. Los síntomas varían según la ubicación del tumor, pero pueden incluir:

- Déficits neurológicos, como dolores de cabeza, convulsiones, problemas de memoria, cambios de personalidad o dificultades con habilidades motoras.
- Aumento de la presión intracraneal que causa náuseas, vómitos y visión borrosa.

El astrocitoma anaplásico está clasificado como un tumor de grado 3 en la escala de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se considera maligno, lo que significa que puede crecer rápidamente y extenderse al tejido cerebral circundante. Según la Brain Tumor Charity, la tasa de supervivencia promedio para el astrocitoma de grado 4 es de 12 a 18 meses, con solo el 25% de las personas sobreviviendo más de un año y solo el 5% sobreviviendo más de cinco años.

Diagnóstico del Padre Philip Johnson:

En 2008, a la temprana edad de 24 años, el P. Philip Johnson recibió una noticia devastadora. Tras años de diagnósticos erróneos, los médicos le informaron que tenía un astrocitoma anaplásico y que le quedaba aproximadamente un año de vida. En ese momento, estaba en su segunda misión con la Marina en el norte del Golfo Arábigo. Después de múltiples convulsiones, los médicos descubrieron su tumor cerebral en el hospital naval de Baréin.

Inmediatamente voló de regreso a casa para comenzar su tratamiento con radiación y quimioterapia, y fue dado de baja de la Marina unos meses después. Los médicos le dijeron que eventualmente perdería el control de sus funciones corporales y que sus facultades mentales desaparecerían gradualmente. Sin embargo, 16 años después, el Padre Philip Johnson ha superado todas las expectativas, viviendo mucho más allá de su pronóstico inicial.

Con esta experiencia, ha desarrollado una gran conciencia sobre cómo un diagnóstico terminal impacta la salud mental de una persona. A pesar de sus luchas, está firmemente en contra del suicidio asistido por un médico. Cree profundamente que el suicidio nunca es la solución y que siempre hay ayuda disponible para quien la necesite.

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QUÉ GRAN DIFERENCIA.... a propósito de DIGNIDAD!!!...

La pobre chica decidió quitarse la vida hace 11 años atrás. Todo lo que ha hecho este señor con el mismo diagnóstico!!!
@Jorge Enrique me interesa tu opinión sobre este anterior aporte
 
@Jorge Enrique me interesa tu opinión sobre este anterior aporte
Mi opinión es que las dos decisiones son válidas
El hecho de que el sacerdote no practicara la eutanasia no es una razón válida para decir que el que lo hizo cometió una falta o un error

Para vivir 16 años después del diagnóstico, el error se encuentra en el pronóstico, no en la decisión.
Lo he dicho antes, la eutanasia se desarrolla en un contexto que surge frente al sufrimiento extremo, con consentimiento informado y en el marco de una práctica médica que busca aliviar el dolor y preservar, en la medida de lo posible, la voluntad y bienestar del paciente.

Reducirla a “suicidio asistido” o “homicidio piadoso” impide comprender su especificidad moral y despoja al debate de su profundidad humana.
 
@LuzAzuL
El uso de la palabra “dignidad” en estos argumentos suele ser problemático. Se apela a la “dignidad de la vida” como si se tratara de una verdad incuestionable, pero rara vez se aclara qué se entiende exactamente por ese término.
“Dignidad” puede referirse al valor intrínseco del ser humano, a la autonomía personal o al respeto social, y esas diferencias conceptuales no son menores.

Al invocarse sin precisión, la dignidad se convierte en una herramienta de autoridad moral, utilizada para imponer una visión particular del bien y del mal más que para promover una reflexión ética genuina. En consecuencia, quienes se oponen a la eutanasia no siempre defienden la vida, sino una interpretación moral de la vida, revestida de universalidad.

Por otro lado, existe una tendencia a vincular la eutanasia con otros debates como el aborto, situándolos en polos opuestos o como expresiones de una misma “cultura de la muerte”. Estas comparaciones son, en gran medida, falaces. En el aborto, la discusión gira en torno al inicio de la vida y los derechos de la mujer; en la eutanasia, sobre el final de la vida y la autonomía del paciente. Ambos temas comparten el trasfondo de la libertad y el valor vital, pero no pueden ser moralmente homologados sin desvirtuar su contexto ético y existencial.
 
Mi opinión es que las dos decisiones son válidas
El hecho de que el sacerdote no practicara la eutanasia no es una razón válida para decir que el que lo hizo cometió una falta o un error

Para vivir 16 años después del diagnóstico, el error se encuentra en el pronóstico, no en la decisión.
Lo he dicho antes, la eutanasia se desarrolla en un contexto que surge frente al sufrimiento extremo, con consentimiento informado y en el marco de una práctica médica que busca aliviar el dolor y preservar, en la medida de lo posible, la voluntad y bienestar del paciente.

Reducirla a “suicidio asistido” o “homicidio piadoso” impide comprender su especificidad moral y despoja al debate de su profundidad humana.
la chica decidió suicidarse. Es más , en algún momento dudo, y la familia la animó a que siguiera con su decisión inicial.

La chica decidió desistir por el diagnóstico. De no haber existido ley de eutanasia, no hubiera podido decidir quitarse la vida, al menos por esa via
 
la chica decidió suicidarse. Es más , en algún momento dudo, y la familia la animó a que siguiera con su decisión inicial.

La chica decidió desistir por el diagnóstico. De no haber existido ley de eutanasia, no hubiera podido decidir quitarse la vida, al menos por esa via
Bueno, ¿fue suicidio o eutanasia?

La eutanasia no puede realizarse solo por un diagnóstico