Yo estoy contraponiendo mi premisa contra la premisa tuya. Mi premisa es que todo lo que es Dios es eterno sin principio y sin fin. Si estás en contra de mi premisa, por lo tanto, entonces demuestra con Biblia lo contrario, de que todo lo que es Dios no es eterno. Estaré esperando tu respuesta.
Tu desafío parte de una confusión lógica.
Yo no necesito demostrar que “todo lo que es Dios no es eterno”.
Esa afirmación nunca la hice y no es necesaria para refutar tu premisa.
El punto es este:
Eres tú quien afirma una premisa absoluta:
“todo lo que es Dios es eterno sin principio y fin”.
Y eres tú quien debe probarla con texto bíblico, no exigir que yo refute algo que tú inventaste.
Pero incluso si aceptara tu juego, Jesús ya introduce una distinción que contradice tu sistema:
Juan 5:26
“El Padre tiene vida en sí mismo”
“el Hijo tiene vida en sí mismo porque se la dio el Padre”.
Esto significa:
– el Padre: vida autosuficiente, no recibida, eterna por sí.
– el Hijo: vida en sí mismo recibida, no auto-originada.
Si, como dices, “todo lo que es Dios es eterno sin principio”, entonces:
La vida recibida no cumple ese criterio,
por lo tanto Juan 5:26 destruye tu premisa:
la Biblia distingue entre la eternidad autosuficiente del Padre y la vida concedida al Hijo.
El problema no es mi premisa.
El problema es que tu premisa no aparece en la Biblia, y Jesús la contradice con su propia explicación.
Si quieres sostenerla, debes mostrar un verso donde se enseñe explícitamente tu definición.
Ese texto no existe.