Re: Otra vez...La misma maldita hipocresia.
Esto lo escribió Isabel Castro, abogada, una mujer inteligente con una visión clara de los acontecimientos.
Por favor, pásenlo a quienes ignoren la verdad, a los que solo tienen acceso al lamentable noticiero español y se lo creen.
BASTA YA DE MANIPULACIÓN ISLAMISTA
Ya no se puede seguir asistiendo con indiferencia a la tremenda manipulación con que se aborda el conflicto árabe-israelí. Las imágenes elegidas, la forma de exponer la noticia, la elección de un cooperante español claramente identificado con una de las partes de conflicto, para ilustrar la respuesta israelí a los continuos lanzamientos de cohetes desde la franja de Gaza sobre población civil israelí ha constituido un ejercicio de manipulación política como se ven pocas veces y como no se espera ver en un Estado de Derecho. El conductor de informativos ha expuesto la cronología y origen del actual conflicto con manifiesta y torticera falsedad, atribuyendo a Israel la exclusiva del bloqueo sobre Gaza, cuando es público y notorio que el bloqueo viene también de parte de Egipto, y desde mucho antes que los israelíes se vieran obligados a cerrar fronteras por la continua penetración de terroristas suicidas y lanzamientos de misiles y cohetes en plena tregua. El conductor del informativo ha hablado de matanza de Israel en Gaza y sólo de una forma muy residual y pasajera se ha dicho que los misiles de Hamas habían matado a una mujer en Israel antes del ataque israelí (y habían hecho c asi imposible la vida de los israelíes residentes en el sur del país durante ocho largos años).
La TV3 se apunta a la propaganda palestina más desvergonzada, más inmoral e inhumana, porque aquí ya sabemos desde hace mucho que los terroristas palestinos disparan sus cohetes y misiles deliberadamente mezclados entre la población civil. Colocan sus plataformas de lanzamiento junto a escuelas y hospitales, casas de civiles y centros de protección civil. Así ha sido desde los inicios del conflicto, así fue en las intifadas, con los niños por delante o empujados por sus mayores hacia la zona de fuego cruzado. No se puede ignorar que existe esa práctica atrozmente inmoral por parte de los árabes cuando se ofrecen imágenes de niños heridos o fallecidos, con una intencionalidad deliberadamente manipuladora.
Nadie en su sano juicio se alegra de que la muerte sustituya al diálogo, de que la guerra se imponga a la paz. Pero los terroristas de Hamas y la fanatizada población de Gaza, educada desde hace décadas para el odio, para la muerte, para el martirio, para locura de la guerra, no dejan otra opción. (1) ¿Por qué seguir negándole a Israel un derecho que no se cuestionaría a ningún otro país? ¿Por qué es justo que los palestinos puedan seguir bombardeando Israel y nunca lo es que Israel responda? ¿Por qué ofende tanto que Israel no use a sus civiles de escudo y presente imágenes de niños desgarrados por las bombas? ¿Es eso lo quieren ver? ¿Imágenes de población civil israelí herida? La ha habido durante 50 años cada día en cada uno de los atentados de terroristas árabes, pero a diferencia del mundo árabe, Israel tiene la dignidad de no servirse de medios tan indignos para manipular a la opinión pública mundial.
Lo que en verdad parecen desear quienes ofrecen de un modo tan sesgado las noticias es que Israel no se defienda o bien lo haga de un modo que deliberadamente le cause numerosas bajas. ¿Tienen idea de lo que ocurriría si Israel mostrara el menor síntoma de igualdad de fuerzas o de debilidad? Todas las naciones árabes de su alrededor e Irán a la cabeza aprovecharían sin dudar la ocasión para borrarle del mapa. Pero quizás es exactamente esto lo que quieren los partidos políticos que le escriben el guión a TV3, a TV1, a TV2 y a cuanto medio de comunicación controlan. No debiera extrañarnos, ya que por otra parte son esos partidos y sus homólogos en Europa quien conducen a este país, a este continente, al suicidio cultural, político y civilizacional. Quienes se arrodillan y se humillan y de paso nos avergüenzan a todos pidiendo perdón a los islamistas que matan, ponen bombas, queman iglesias y asesinan a minorías religiosas sólo porque aquí creemos en la libertad, sólo porque unos dibujantes representaron al profeta de la muerte y del odio en unas viñetas.
El enemigo está en casa y cada vez da pasos más agigantados para convertirnos en una sociedad desmembrada, inerme y lista para ser pasto del islam en su versión política y totalitaria. El enemigo está al mando de casi todas las instituciones culturales y políticas del país y controla los principales medios de comunicación de masas. Ha llegado el momento de aparcar diferencias menores a un lado. Ante el mayúsculo riesgo de desaparecer como pueblos europeos, ante el mayúsculo riesgo que entrañan las continuas concesiones y humillaciones frente un islam político cada vez más exigente y belicoso, no vale otra estrategia que la unión de fuerzas entre todos aquellos que aún estamos orgullosos de la identidad europea, de los valores europeos, y que no estamos dispuestos a permitir que una parte del espectro político nos venda al totalitarismo islámico, que no estamos dispuestos a seguir soportando una manipulación tan torpe y perversa sobre el conflicto de los árabes con Israel, país éste que no es más que la primera trinchera de una Guerra que el Islam viene librando sin tregua ni cuartel contra Occidente y desde hace más de treinta años. Una guerra que no necesita armas convencionales, que ya se basta y se sobra con la acción de los partidos de la izquierda europea, las masas de inmigrantes entre los que se ocultan los islamistas y la labor de desinformació n y autoflagelo que realizan nuestros medios.
Basta Ya. No permanezcamos indiferentes. Hoy se trata de los israelíes y nosotros no somos israelíes, pero un día vendrán a por nosotros y entonces ya no quedará nadie capaz de defendernos. Nuestro miedo de hoy es la pala que cavará nuestra tumba y la tumba de nuestros hijos. La tumba de la Libertad.
Isabel Castro
(1) Video: "NIÑOS DE HAMAS"
http://www.youtube.com/watch?v=eTGbP55HGi8
la van a repetir el Madrid. 
