Re: ALGUIEN PUEDE DARME INFORMACION SOBRE LOS PENTECOSTALES
Bueno yo creo que el creyente en Cristo debe comprobar o examinar todas las cosas, y esto incluye al Movimiento Carismático moderno, pero debemos hacerlo mediante la falible Palabra de Dios, quien debe ser nuestra unica regla para medir y asì debemos catalogar como errónea o falsa cualquier enseñanza de este movimiento que no armonice con la Palabra de Dios o que contradiga la evidente enseñanza de las Escrituras.
Pero nuestras conclusiones deben estar basadas en la verdad objetiva, en los simples hechos de la Palabra de Dios y no sacar nuestras conclusiones a vase de sentimientos y experiencias personales subjetiva como algunos dicen: “Tiene que ser cierto, porque me sucedió a mí”. “Yo sé que el hablar en lenguas es para hoy, porque yo he hablado en lenguas”. “Yo sé que hablar en lenguas es valido, porque conozco a alguien que habla en lenguas.” “Yo sé que Dios tiene sanadores especiales hoy día, porque mi mejor amigo fue sanado por uno de ellos”.
Asi todas nuestras conclusiones no se basarán en experiencias subjetivas, sino sobre la verdad objetiva de Dios: “Yo lo sé, porque Dios lo ha dicho así”. A pesar de mis experiencias personales, yo examinaré todo a la luz de la Palabra de Dios y estaré de acuerdo con todo lo que Dios ha dicho, aunque parezca contradecir lo que yo he experimentado o lo que yo he sentido o lo que me ha sucedido a mi o a otros que yo conozco.
Y les dejo esta frase de Martín Lutero:
“Los sentimientos vienen y los sentimientos van y los sentimientos son engañosos. Mi fundamento es la Palabra de Dios, ninguna otra cosa es digna de ser creída. Aunque mi corazón se sienta condenado por falta de una buena señal, hay Alguien más grande que mi corazón, cuya Palabra no puede ser quebrantada. Confiaré en la Palabra inmutable de Dios hasta que el cuerpo y el alma se separen, porque todas las cosas pasarán, pero Su Palabra permanecerá para siempre”.
Estudio realizado por G.Zeller
1. ¿Has recibido el Espíritu Santo?
Esta es una pregunta que a menudo harán los carismáticos. Lo que quieren decir realmente con esta pregunta es ésto:” ¿Has tenido el bautismo del Espíritu, la experiencia carismática de hablar en lenguas, etc.?”
Regresemos a la pregunta básica, “¿Has recibido el Espíritu?” ¿Cuál es la respuesta bíblica? En 1 Corintios 6:19-20 leemos que los corintios, aún los corintios carnales (1 Corintios 3:1-3), tenían el Espíritu Santo en ellos: “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es el templo del Espíritu Santo, el cual está EN VOSOTROS, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?” ¿Cómo podía estar el Espíritu Santo EN ELLOS si no lo hubieran recibido? Obviamente ellos habían recibido el Espíritu Santo al momento de ser salvos.
Juan 7:38-39 es un pasaje clave. Note cuidadosamente lo que dice acerca de recibir el Espíritu. Los que CREEN son los que RECIBEN. Si has creído en Cristo, entonces has recibido el Espíritu. No hay tal cosa como un creyente que no ha recibido el Espíritu. De modo que la pregunte clave no es, “¿Has recibido el Espíritu?” sino “¿Has recibido al Señor Jesucristo?” (ver Juan 1:12).
2. ¿Cómo sabes que el Espíritu Santo mora en ti?
La respuesta carismática:
“¿Cómo sé que el Espíritu Santo mora en mi? La Renovación Carismática ofrece un respuesta a esta pregunta – el bautismo del Espíritu Santo es una experiencia fuerte que convence al receptor que Dios es real”.
En otras palabras, “yo sé que es verdad porque yo lo he experimentado. Lo he sentido. Me ha sucedido a mí”.
La respuesta bíblica se encuentra en Romanos 8:9 –“mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de ÉL”. Si una persona no tiene el Espíritu Santo, no es de ÉL. No pertenece a Cristo. No es cristiano. Si soy una persona salva, entonces tengo el Espíritu Santo. ¿Cómo lo sé? LO SÉ, porque ¡Dios LO DICE ASÍ! Todos los que creen en Cristo han recibido el Espíritu (Juan 7:39). Pablo dijo, “El Espíritu Santo mora en nosotros” (2 Timoteo 1:14) y esto es verdad en cuanto a todo hijo de Dios comprado con sangre. De acuerdo a la definición de Dios (1 Corintios 6:19, Romanos 8:9; Juan 7:39); etc.), un cristiano es alguien en quien mora el Espíritu Santo y que, por lo tanto, ha recibido el Espíritu. No hay tal cosa como una persona que es justificada por fe, pero que no ha recibido el Espíritu.
La recepción y la presencia del Espíritu en el creyente no se basa en una cuestionable experiencia subjetiva. Se basa sobre la simple afirmación de la Palabra de Dios.
3. ¿Tu canasta de salvación incluye el don del Espíritu Santo?
¿Tienes una salvación total y completa, o faltan algunas cosas? La Palabra de Dios enseña que nuestra canasta de salvación es amplia y completa. Cuando recibiste a Cristo por fe (Juan 1:12), también recibiste todo lo que viene con Cristo, incluyendo lo siguiente:
Total perdón de pecados (Efesios 1:7)
Membresía en el cuerpo de Cristo (1 Corintios 12:13)
Entrada en la familia de Dios (Juan 1:12)
Paz con Dios (Romanos 5:1)
El don de la vida eterna (1 Juan 5:11-12)
¡¡¡Y TANTAS COSAS MÁS!!!
¿La bendita Persona y Presencia del Espíritu Santo está incluida en nuestro paquete de salvación inicial o se recibe al Espíritu sólo en algún momento posterior? Esto se responde en Romanos 5:5—“Y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado (tiempo pasado).” El Espíritu Santo nos fue dado en el instante de la salvación.
Nuestros amigos carismáticos hablan muchas veces del EVANGELIO COMPLETO. Al usar este término ellos implican que los demás no tienen el evangelio completo: “No es suficiente predicar simplemente a Cristo y la cruz. La sencilla salvación en Cristo no es suficiente. Necesitas algo más. Necesitas tener la experiencia pentecostal de hablar en lenguas, etc.” Compare 1 Corintios 2:2.
Para rebatir ésto, sugeriríamos que los carismáticos no tienen un paquete de salvación TOTAL y completo. Es deficiente. Es insuficiente. Carece de algunos componentes muy importantes. Ellos dicen que puedes ser salvo y no tener el Espíritu Santo. Ellos dicen que puedes ser salvo y no tener el bautismo del Espíritu Santo. Ellos dicen que puedes ser salvo sin tener ciertos dones que necesitas.
La salvación que se encuentra en Jesucristo es total y completa sin que falte nada. Cuando una persona recibe a Cristo, recibe todo lo demás que viene con Cristo: “El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?” (Romanos 8:32). La clave de la vida cristiana no es tratar de obtener dones adicionales ni bendiciones adicionales. La clave de la vida cristiana es crecer en Cristo y descubrir todo lo que ya tenemos en ÉL. La clave de la vida cristiana es descubrir cuán ricos somos realmente en Cristo. Somos millonarios espirituales y, a menudo, ni siquiera lo sabemos.
Un desafío para nuestros amigos carismáticos: “¿Puedes nombrarme alguna cosa que yo necesite como creyente y que no se encuentre en Jesucristo? ¿Puedes pensar en alguna cosa que realmente necesite y que no lo tenga ya en Cristo?”
4. ¿Deben los creyentes buscar una segunda bendición?
“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con TODA BENDICIÓN ESPIRITUAL en los lugares celestiales en Cristo” (Efesios 1:3). Toda bendición espiritual es nuestra y se encuentra en Cristo. Para tener una idea de algunas de estas bendiciones, vea nuestro artículo, “215 Cosas Que Son Verdad En Cuanto A Mí, Ahora Que Soy Salvo”. Un creyente dijo, “Te compadezco si estás sólo en tu segunda bendición”.
¿Cuán ricamente bendecidos son los creyentes? Cristo se hizo pobre, para que nosotros fuésemos enriquecidos en ÉL (2 Corintios 8:9). Pablo dijo a los corintios, que tenían problemas de carnalidad, que ellos fueron ENRIQUECIDOS por Cristo, de modo que nada les faltaba en ningún don (1 Corintios 1:5,7). El creyente está “completo en ÉL” (Colosenses 2:10). Si estamos completos en Cristo, ¿cómo puede faltarnos una segunda bendición? La Biblia enseña en Romanos 8:32 que junto con Cristo Dios nos ha dado gratuitamente TODAS LAS COSAS. No nos hace falta una experiencia de segunda bendición, pero, como creyentes, muchas veces fallamos en reclamar las riquezas que ya tenemos a causa de las riquezas de la gracia de Dios. Fallamos en poseer nuestras posesiones.
5. ¿Cuál es la prueba o evidencia de haber recibido el Espíritu?
¿Qué evidencia o prueba puedes proveer que indique que has recibido el Espíritu Santo? Nuestros amigos carismáticos a menudo señalan que el hablar en lenguas (el bautismo del Espíritu) es la evidencia de que uno ha recibido el Espíritu. ¿Pero qué dicen las Escrituras?
“Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley” (Gálatas 5:22-23). Si realmente has recibido el Espíritu, ¿no deberíamos esperar ver el fruto del Espíritu en tu vida? Si aseguras ser un manzano, MUÉSTRAME ALGUNAS MANZANAS. Si afirmas tener el Espíritu Santo de Dios, ¡muéstrame el fruto del Espíritu!
“Pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación…. Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación. Así que, el que desecha esto, no desecha a hombre, sino a Dios, que también nos dio su Espíritu Santo” (1 Tesalonicenses 4:3,7,8). La evidencia de haber recibido el Espíritu Santo es cuando una persona vive una vida santa. Si he recibido realmente el Espíritu Santo, ¿no debería vivir una vida santa? Compare 2 Timoteo 2:19 –“Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el Nombre de Cristo”.
“Y no contristéis al ESPÍRITU SANTO de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención” (Efesios 4:30). Si has recibido al Espíritu Santo y eres un hijo de Dios, ¿cómo te sientes cuando desobedeces al Señor y no haces aquellas cosa que son agradables a Sus ojos? ¿No te sientes molesto y culpable y afligido y miserable? Compara al justo Lot en 2 Pedro 2:7-8. El Espíritu Santo que mora en ti, te hace sentir Su presencia apenada.
“La persona que está viviendo en pecado y que sabe que está viviendo en pecado, y que disfruta vivir de tal manera, que pretende seguir viviendo de esa manera – esa persona no tiene el Espíritu Santo morando en ella. El hecho que se sienta cómodo con su pecado, es evidencia que el Espíritu está ausente.
6. ¿Cuál es la prueba o evidencia de ser lleno del Espíritu?
¿Qué evidencia o prueba puedes dar que indica que eres lleno del Espíritu?
La respuesta carismática: “He hablado en lenguas. He tenido esa experiencia”.
La respuesta bíblica: Vea nuevamente Gálatas 5:22-23. El fruto del Espíritu es la evidencia de la plenitud del Espíritu. Si no hay fruto, no hay plenitud.
En Efesios 5:18 tenemos el mandamiento de ser llenos del Espíritu. El contexto de este pasaje nos muestra claramente de qué se trata la vida llena del Espíritu y cuál es la evidencia. Note que el versículo no dice: “No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien SED LLENOS DE ESPÍRITU; hablando contigo mismo en extraño y exaltado lenguaje.” No, en ninguna parte en este contexto se nos dice que la evidencia de la plenitud del Espíritu sea el don de lenguas. Esto es lo que se nos dice:
Versículo 19 — ¡Una Canción en el Corazón!
El creyente lleno del Espíritu es un creyente gozoso y contento. El Espíritu Santo es el Músico Maestro que crea hermosas melodías en el corazón del creyente que confía. Ver 1 Tesalonicenses 5:16.
Versículo 20 – ¡Un Corazón Agradecido!
El creyente lleno del Espíritu Santo es un creyente agradecido. Si eres MAL AGRADECIDO entonces no estás LLENO, estás VACÍO. Ver 1 Tesalonicenses 5:18.
Versículo 21 – ¡Un Corazón Sumiso!
¿Dónde debemos mirar para encontrar sumisión? En las relaciones básicas de la vida—marido/esposa, padres/hijos, empleador/empleado, etc. Ver Efesios 5:22-6:9. Para encontrar a un creyente sumiso lleno del Espíritu, ¿dónde debo mirar? No al domingo en la mañana cuando todos tienen un buen comportamiento. No durante la sesión carismática de oración/alabanza en una casa, cuando todos parecen encontrarse en un “pináculo espiritual”. El mejor lugar para mirar es donde el creyente vive durante la semana. ¿Cómo reacciona el creyente cuando el jefe tiene un mal día? Cuando el esposo regresa a casa después de un día de arduo trabajo y se relaciona con su esposa e hijos, ¿lo vemos entonces bajo la influencia y el control del bendito Espíritu Santo? Allí está la verdadera prueba, donde se cuecen las habas.
La Mayor Prueba.
Ayúdame a andar tan cerca de TI, que aquellos que mejor me conocen puedan ver
que vivo tan piadosamente como oro y que día tras día Cristo es real.
A algunos sólo los veo una vez al día o al año; a ellos puedo parecer intachable;
es fácil ser amables y cariñosos con personas que vemos rara vez.
Pero en mi hogar se encuentran los que a menudo ven lo peor de mí.
Es mejor que no cantara himnos de alabanza si ÉL no controla mi lengua.
Cuando estoy enfadado y muy afligido y no puedo ocultar mi impaciencia,
que nadie tropiece por causa mía, porque no puedan ver Tu amor.
Dame Señor, que en medio de quietud o conflicto pueda vivir sin egoísmo.
Ayúdame para que por amor a Jesús, pueda pasar la prueba frente a los que mejor me conocen.
Barbara C. Ryberg
Argumento de la historia de la iglesia: Piense en los hombres piadosos del pasado que, sin duda, conocían el poder y la plenitud del Espíritu Santo, pero que nunca hablaron en lenguas: Juan Crisóstomo, Juan Huss, Martín Lutero, Juan Calvino, George Whitefield, Juan Bunyan, Jonathan Edwards, Jorge Mueller, Robert McCheyne, D.L.Moody, C.H.Mackintosh, para nombrar sólo a algunos.
7. ¿Qué es el don de lenguas: lenguaje real o expresiones ininteligibles?
Consideremos primero el hablar en lenguas que se practica hoy en día. ¿Qué se habla hoy en día? ¿Es un idioma verdadero o es un chapurreo sin sentido?
“Los carismáticos ven sus lenguas como un lenguaje de oración dado por Dios, quizás angélico. Pero para aquellos que se dirigirían a Dios sólo en forma inteligible y que lo saben por eruditos lingüísticos profesionales (que están todos de acuerdo en ésto), la glosolalia de ninguna manera tiene las características de un lenguaje” (“Renovación Carismática” J.I.Packer en Christianity Today, Marzo 7, 1980).
William Samarin, profesor de lingüística en la Universidad de Toronto, escribió:
“A través de un período de cinco años he tomado parte en reuniones en Italia, Holanda, Jamaica, Canadá y los Estados Unidos. He observado pentecostales chapados a la antigua y a neopentecostales; he estado en pequeñas reuniones en hogares privados y también en reuniones públicas enormes; he visto ambientes culturales tan diferentes como los que se encuentran entre los puertorriqueños del Bronx, los manejadores de serpientes de los Apalaches y los molokanes rusos en Los Angeles…. Glosolalia es ciertamente como lenguaje en algunas maneras, pero esto es solamente porque el que habla (inconscientemente) quiere que sea como lenguaje. Sin embargo, a pesar de sus similaridades superficiales, la glosolalia fundamentalmente no es lenguaje” (citado por John MacArthur, Jr. en “Los Carismáticos”, pág.228).
En otras palabras, vaya a una reunión carismática donde la gente hable en lenguas, grabe el hablar en lenguas en una grabadora, lleve la grabadora donde el mejor erudito lingüístico que pueda encontrar, permita que estudie las expresiones de lenguas, y ¿cuál será su conclusión? Llegarán a la conclusión que esas expresiones son disparates lingüísticos y que de ninguna manera constituyen un lenguaje.
Cuán diferente del hablar en lenguas del cual leemos en las páginas de la Biblia. El pasaje clave se encuentra en Hechos capítulo 2 donde encontramos el primer suceso histórico del don de lenguas. ¿Qué se habló el día de Pentecostés? No hay duda que eran verdaderos idiomas:”Y hecho este estruendo, se juntó la multitud, y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua. ¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua, en la que hemos nacido?” (Hechos 2:6,8).
Desde este pasaje podemos formular una definición del don de lenguas bíblico: El don de lenguas era una habilidad milagrosa de hablar un idioma que el orador nunca había aprendido. Era milagroso porque “el Espíritu les daba que hablasen” (v.4) y sin ÉL, nunca podría haber sucedido. Era un lenguaje real “porque cada uno les oía hablar en su propia lengua” (v.6). Los oradores nunca habían aprendido los idiomas que estaban hablando: “Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan?” (v.7).
Otro capítulo clave es 1 Corintios 14. En este capítulo encontramos dos contundentes argumentos que sustentan el hecho que las lenguas eran idiomas verdaderos:
1) Argumento #1—El hecho que las lenguas podían ser interpretadas (traducidas).
Ver 1 Corintios 14:5,13,27,28. La manera de interpretar un idioma extranjero es traducirlo. Por esto los intérpretes de las Naciones Unidas son traductores expertos. En Mateo 1:23 vemos que la palabra “interpretar” significa “traducir” (la palabra hebrea “Emanuel” traducido al español es “Dios con nosotros”).
Nuestro argumento es simplemente el siguiente: Sólo puedes interpretar o traducir idiomas reales. Expresiones exaltadas o tonto chapurreo o jerga sin sentido no puede ser traducido. Ilustremos esto mediante dos canciones que se cantan para Navidad. “Gloria in excelsis Deo” puede ser traducido, porque es un lenguaje real (Latín). Significa “Gloria a Dios en las alturas”. Por otra parte, “FA LA LA LA LA, LA LA, LA LA” (de “Deck the Halls”) no puede ser traducido. Estas son sílabas sin sentido, posiblemente son las expresiones emocionales de una persona que está alegre.
Conclusión: Sólo un idioma real puede ser interpretado o traducido. Las lenguas de 1 Corintios 14 podían interpretarse. De modo que las lenguas de 1 Corintios 14 eran lenguajes verdaderos.
2) Argumento #2—El hecho que las lenguas consistían de palabras.
Ver 1 Corintios 14:19—“Pero en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para enseñar también a otros, que diez mil PALABRAS en lengua desconocida”. Este versículo deja muy en claro que el don de lenguas consistía de “palabras”. ¿Qué son palabras? Palabras son sonidos que simbolizan y comunican significado. Las lenguas en la Biblia no eran expresiones enajenadas, eran PALABRAS. No eran tontos chapurreos, eran PALABRAS. No era jerga sin sentido, eran PALABRAS. No eran expresiones enajenadas, sino que eran expresiones racionales.
8. ¿Se esperaba que todos los creyentes hablaran en lenguas en tiempos del NT?
¿A todos los creyentes era dado el don de lenguas? ¿Se esperaba que todos los creyentes hablasen en lenguas?
En 1 Corintios 12:4-11 aprendemos que todo creyente tiene un don espiritual (o quizás más de uno), pero no todos los creyentes tienen el mismo don. Algunos creyentes tenían el don de lenguas (versículo 10), pero no todos. En 1 Corintios 12:30 se hace la pregunta, “¿Hablan todos lenguas?” Es una pregunta retórica que requiere una respuesta negativa: ¡NO! No todos hablan en lenguas. Era un don que tenían algunos, pero no todos. De modo que en los tiempos del Nuevo Testamento el don de lenguas fue dado a algunos, pero no a todos.
¿Por qué entonces, en los círculos carismáticos se persuade y aconseja a todos a hablar en lenguas? ¿Por qué se recomienda a todos, si fue dado sólo algunos?
9. ¿Dónde en la Biblia dice Dios que el creyente hable en lenguas?
¿Hay algún mandamiento que diga ésto? Hay un mandamiento de “ser lleno del Espíritu” (Efesios 5:18). Hay el mandamiento de “andar en el Espíritu” (Gálatas 5:16). Pero en ninguna parte hay un mandamiento de hablar en lenguas. No esperamos encontrar tal mandamiento. ¿Cómo podría Dios mandar a todos los creyentes a hablar en lenguas, si ÉL ha dado este don sólo a algunos?
Desafío para nuestros amigos carismáticos: “Yo hablaré encantado en lenguas, si me puede mostrar en la Palabra de Dios un mandamiento que así me lo diga”.
¿Qué instrucciones dan los líderes carismáticos para ayudar a la gente a aprender a hablar en lenguas? Aquí hay un ejemplo:
“Decida no hablar ninguna palabra en inglés en este momento (porque no puede hablar dos idiomas al mismo tiempo). Levante el tono de su voz y el Espíritu Santo le dará sobrenaturalmente la pronunciación en un nuevo idioma. No se preocupe de “qué decir”, por cuanto el idioma se habla sobrenaturalmente y no viene por la mente o el intelecto, sino por su espíritu avivado por el Espíritu Santo. Por fe, ponga en operación sus facultades de hablar (las cuerdas vocales, la lengua, los labios) como para hablar cualquier idioma, y el Espíritu Santo que mora en ti, te dará la pronunciación”.
Aquí hay otro ejemplo de las páginas de la historia de la iglesia primitiva:
Marco: “Abre tu boca, habla lo que se te ocurra”. Entonces ella, vanamente hinchada y entusiasmada por estas palabras y muy excitada por la expectativa que es ella misma la que profetizará, con su corazón latiendo fuertemente (por la emoción), alcanza el grado de audacia requerido, y tan inútil como imprudentemente pronuncia algunas necedades, tal como se le vienen a la mente, tal como se esperaría de alguien animado por un espíritu frívolo”.
No pienses en lo que vas a decir y no uses tu mente. ¿Esto se parece a un consejo sano?
10. ¿Cuán importante era el don de lenguas en los tiempos del Nuevo Testamento?
“Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros; pero en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para enseñar también a otros, que diez mil palabras en lengua desconocida” (1 Corintios 14:18-19).
¡Qué comparación! ¡Cinco palabras que pueden ser entendidas son mejor que diez mil palabras en lengua! ¡Imagínese decir a un predicador que limite su sermón dominical a cinco palabras! ¡(1) Se (2) puede (3) decir (4) muy (5) poco! Pero esas cinco palabras son mejor y más edificantes que diez mil palabras en lengua.
Se necesita alrededor de 1 ½ horas para decir diez mil palabras. Se necesitan sólo 2 segundos para decir cinco palabras. Pablo prefería tomar dos segundos para decir “Cristo murió por nosotros” (1 Corintios 15:3), que hablar durante dos horas palabras que nadie entiende. Las lenguas no son de utilidad alguna si no pueden ser entendidas. Por ésto, la interpretación de lenguas era esencial.
En 1 Corintios 14 Pablo daba más importancia al don de profecía que al don de lenguas (ver versículos 1-5). En 1 Corintios 12:28 Pablo enumera ciertos dones, aparentemente según el orden de su importancia: “Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, loa que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas”. Las lenguas son lo último que se menciona.
11. ¿Algunos dones son temporales?
¿Hay algunos dones que Dios ya no otorga hoy en día? Aquí hay dos ejemplos de dones temporales:
1) El don de APÓSTOL. No hay apóstoles en la iglesia hoy en día. Este es un hecho que es reconocido por la mayoría, incluso por muchos eruditos pentecostales. Los mormones creen que aún hay apóstoles en el día de hoy y así creen también otros grupos marginales, pero la mayoría admitiría que los apóstoles fueron un grupo único y especial de hombres, escogidos y dotados, del primer siglo. En 1 Corintios 9:1 hay una indicación que un verdadero apóstol era un hombre que había visto a Cristo RESUCITADO. Esto no podría ser cierto en cuanto a los creyentes de hoy (Juan 16:10; 1 Pedro 1:8).
2) El don de PROFECÍA. No hay profetas dotados por Dios en la iglesia de hoy, aunque hay muchos falsos profetas. La mayoría de la gente carismática cree que el don de profecía está vigente en la actualidad. Discutiremos ésto bajo el # 13.
12. ¿Qué es un profeta?
DEFINICIONES EQUIVOCADAS DE PROFECÍA.
“la habilidad de entender y comprometerse con la exposición de la Palabra de Dios.”
“el don de profecía era la habilidad de proclamar la Palabra de Dios… El don (de profecía), entonces, es la habilidad de hablar en público, de proclamar la Palabra de Dios, a veces con un elemento de predicción”.
Estas definiciones son inadecuadas e incompletas. De acuerdo a estas definiciones, cualquier maestro bíblico dotado, cualquier pastor dotado tendría el don de profecía. Todo pastor debería tener la habilidad de predicar la Palabra de Dios y comprometerse en la exposición de la Palabra de Dios, pero ésto no hace de un pastor un profeta.
Estas definiciones no hacen una adecuada distinción entre el don de profecía y el don de maestro. Ver 1 Corintios 12:28-29 donde se hace una clara distinción entre los dotados como profetas y los dotados como maestros.
LA DEFINICIÓN DE DIOS DE UN PROFETA:
“Tú hablarás a él, y PONDRÁS EN SU BOCA LAS PALABRAS, y yo estaré con tu boca y con la suya, y os enseñaré lo que hayáis de hacer. Y ÉL HABLARÁ POR TÍ al pueblo; él te será a ti en lugar de boca, y tú serás para él en lugar de Dios” (Éxodo 4:15-16).
“Jehová dijo a Moisés: Mira, yo te he constituido dios para Faraón, y tu hermano Aarón será tu profeta. Tú dirás todas las cosas que yo te mande, y Aarón tu hermano hablará a Faraón, para que deje ir de su tierra a los hijos de Israel” (Éxodo 7:1-2).
Aarón debía ser el portavoz de Moisés. Lo que un PROFETA era para DIOS, así Aarón era para Moisés. ¿Qué significaba ésto? Aarón hablaba las palabras de Moisés, tal como un profeta habla las palabras de Dios. Aarón debía ser la BOCA de Moisés, tal como el profeta es la BOCA (portavoz) de Dios. Aarón era el PORTAVOZ de Moisés, tal como el profeta es el PORTAVOZ de Dios, sirviendo a Dios como boca, entregando el mensaje de Dios (“¡Así dice el Señor!”). Esta es la definición de Dios de un profeta. De modo que la profecía es un don dado por Dios, por medio del cual la persona es capaz de entregar el mensaje de Dios y proclamar la Palabra de Dios. Toda verdadera profecía lleva este sello: “Porque la BOCA del SEÑOR ha hablado”.
Hay pasajes en el Nuevo Testamento que nos ayudan a entender el don de profecía: “Porque nunca la PROFECÍA fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo” (2 Pedro 1:21). Los profetas hablaron (y escribieron) tal como fueron inspirados por el Espíritu Santo, de modo que lo que ellos dijeron (y escribieron) era exactamente lo que Dios quería. Era el mensaje de Dios, la Palabra de Dios. “Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo….” (Mateo 1:22). Es Dios quien hablaba, ¿pero cómo hablaba ÉL? ÉL usaba la boca del profeta (en este caso, del profeta Isaías). Era el mensaje de Dios y la Palabra de Dios, pero era entregado por medio de una boca humana.
Un profeta tenía que ser 100% exacto (ver Deuteronomio 18:21-22). ¿Por qué? Porque Dios es 100% exacto y el verdadero profeta es el portavoz de Dios. Es el mensaje de Dios entregado por la boca del profeta y es exacto en un 100%. Esto explica la diferencia entre un profeta y un maestro. El profeta, cuando habla como profeta, proclama la Palabra de Dios (“Así dice el Señor”) y el mensaje es infalible y 100% exacto. El maestro (o pastor/maestro) explica la Palabra de Dios que ya ha sido entregada. Aún el mejor maestro bíblico es falible y puede errar.
¿Qué es profecía? ¡La profecía es palabra inspirada! Es nada menos que la Palabra de Dios en forma hablada o escrita. Ver la definición de profecía de Micaías en 2 Crónicas 18:13.
¿Qué es un profeta? Un profeta es un portavoz o vocero de Dios, por medio del cual Dios hablaba y daba Su revelación perfecta e infalible.
13. ¿Hay verdaderos profetas hoy en día?
Hay muchos que insisten en que el don de profecía sigue vigente en el día de hoy. Piense en las implicaciones que ésto tiene. Esto significaría que Dios todavía estaría entregando hoy Su Palabra y que el canon de las Escrituras no estaría cerrado. Entonces la Biblia que tenemos estaría incompleta. Los 66 libros de la Biblia no son suficientes si Dios estuviera aún entregando revelación adicional por medio de los modernos profetas de hoy. La Biblia estaría falta de información vital y de cruciales verdades que estos modernos profetas de hoy deben suplir. ¡La Biblia no es suficiente! ¡Necesitamos la Biblia más las nuevas profecías!
Este tipo de enseñanza es un serio ataque a la suficiencia de la Biblia como nuestra única y final autoridad para la fe y la práctica. Necesitamos vivir por toda palabra que procede de la boca de Dios (Mateo 4:4) y estas palabras se encuentran en los 66 libros de la Biblia.
“No, la iglesia no necesita nuevas revelaciones del cielo hoy día. Ya tenemos una Biblia completa y tenemos el Espíritu Santo de Dios para interpretarla y aplicarla. Lo que la iglesia necesita es una nueva comprobación de todo el consejo de Dios, proclamado en el poder del Espíritu Santo con autoridad y amor, por hombres que conocen a su Dios y que honran solamente Su revelación escrita. Entonces, y sólo entonces, podemos esperar que nuestras más profundas necesidades sean satisfechas y que se cumplan en nuestro día los propósitos de Dios para Su Iglesia.”
Hay claras indicaciones en el Nuevo Testamento que el don de profecía era un don provisional que era necesario en los días de la iglesia primitiva, pero que ya no sería necesario una vez que la Biblia estuviese completa.
En 1 Corintios 13:8 leemos que las profecías acabarían, en cambio la fe, la esperanza y el amor permanecerían. Esta predicción se cumplió al final del primer siglo.
En Efesios 2:20 leemos que los apóstoles y los profetas neo-testamentarios eran hombres fundamentales: “Edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo.” El fundamento se coloca una sola vez al comienzo del proyecto de construcción. Uno no prosigue colocando un fundamento. Estos hombres eran fundamentales porque por medio de ellos recibimos las Escrituras del Nuevo Testamento. No necesitamos colocar nuevamente el fundamento, pero necesitamos construir sobre él. Es posible que el proyecto de edificación de Dios haya alcanzado la “etapa del campanario”, como se dice, y pronto estará en su lugar la última “piedra viva” (1 Pedro 2:5) y entonces Cristo vendrá para recibir la iglesia a Sí Mismo (Juan 14:1-3, 1 Tesalonicenses 4:13-18).
En 2 Pedro 2:1 hay una posible indicación de que el verdadero don de profecía sería quitado: “Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina”.
Note cuidadosamente:
“hubo falsos profetas”
“habrá falsos maestros”
El diablo falsifica la verdad. Cuando Pedro escribió estas palabras había verdaderos profetas y el diablo contraatacaba con falsos profetas. Después que el don de profecía fuera quitado, ya no había verdaderos profetas que el diablo pudiese atacar. Había, sin embargo, verdaderos maestros y así el diablo contraatacaba con falsos maestros.
14. ¿Cuándo cesó el don de lenguas?
RESPUESTAS CARISMÁTICAS:
1) Las lenguas no han cesado. Dios aún está otorgando el don de lenguas hoy tal como hizo en los tiempos del Nuevo Testamento.
o
2) El don de lenguas cesó temprano en la historia de la iglesia, posiblemente al final del primer siglo. Sin embargo, en estos últimos días, el don de lenguas ha reaparecido y Dios está dando nuevamente este don.
RESPUESTAS COMPROMETEDORAS DE LOS EVANGELICALES:
El Dr. Billy Graham en su libro, El Espíritu Santo (1978) dice, “Personalmente no puedo encontrar ninguna justificación bíblica para asegurar que el don de lenguas era exclusivamente para los tiempos del Nuevo Testamento”. Es significativo que en su capítulo titulado “Los Dones de Señales” en el cual discute el don de lenguas, ni siquiera menciona 1 Corintios 13:8, el versículo en el cual Pablo predice que el don de lenguas acabaría.
El autor popular Hal Lindsay enseña que hay un genuino y auténtico don de lenguas espiritual el cual Dios está aún dando hoy día. En su libro ‘Satanás está vivo y bien en el Planeta Tierra’, él escribe, “Yo creo que existe un genuino don de lenguas que Dios está dando hoy día”. Su posición es que el don de lenguas cesó (como lo prueba la historia), pero que ha reaparecido en estos últimos días.
John D. Jess, un predicador radial popular de “Chapel of the Air” habla de la “ridícula posición extrema que niega totalmente el don de lenguas” y que asegura que “el don de lenguas ya no está disponible en la iglesia” (en su libro, Divide y Conquista).
LA RESPUESTA DE CREYENTES BÍBLICOS FUNDAMENTALISTAS:
Esto fue bien establecido en las Declaraciones Doctrinales de la Conferencia Bíblica de Nueva Inglaterra: “…. el don de lenguas y la realización de señales milagrosas cesaron gradualmente a medida que el Nuevo Testamento fuera completado y su autoridad fue establecida”.
LA RESPUESTA BÍBLICA:
“El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará” (1 Corintios 13:8).
Pablo predijo que el don de lenguas cesaría. Dios dejaría de dar este don. El único problema es que Pablo no nos dice en este versículo cuándo cesarían las lenguas. El no dijo, “En el año 70 A.C. cesarán las lenguas” o “Las lenguas cesarán en 1000 años más” o “Las lenguas cesarán cuando el Señor venga por segunda vez”.
Hay tres acercamientos que pueden seguirse para determinar CUANDO cesaron de hecho las lenguas. Consideraremos cada uno de estos acercamientos: