Re: ¿A los católicos les prohiben leer la Biblia?
En la Iglesia Ortodoxa recomendamos la lectura de la Biblia, de hecho hay un pasaje interesante de los "relatos de un peregrino ruso" que les voy a compartir
»Al día siguiente, en efecto, volvió el monje con el Evangelio que aquí ves. Lo abrí,
lo miré, leí algunas frases y le dije:
—No lo quiero, pues no entiendo nada. No estoy acostumbrado a leer los caracteres de iglesia.
El monje continuó exhortándome, diciendo que en las mismas palabras del
Evangelio se encierra una fuerza bienhechora; porque es el mismo Dios el que
pronunció las palabras que en él están impresas. No importa que no entiendas nada; basta con que leas con atención. Un Santo ha dicho: “Si tú no comprendes la Palabra de Dios, los demonios comprenden lo que tú lees, y tiemblan.” Y seguramente que el deseo de beber es obra de los demonios. Y te digo además esto: San Juan Crisóstomo escribe que hasta el lugar donde está el Evangelio espanta a los espíritus de las tinieblas y es un obstáculo a sus intrigas.
»No me acuerdo ya muy bien, pero creo que di alguna cosa al monje; tomé su
Evangelio y lo eché en mi baúl entre mis otras cosas, olvidándolo completamente. Algún tiempo después llegó el momento de beber. Tenía unas ganas terribles de hacerlo; abrí el baúl para coger algún dinero y entrar en la taberna. El Evangelio se me presentó delante de los ojos y, acordándome de repente de todo lo que me había dicho el monje, lo abrí y comencé a leer el primer capítulo de San Mateo. Lo leí hasta el fin sin entender cosa alguna; pero me acordé de lo que me había dicho el monje: “No importa que no entiendas nada; basta con que leas con atención”. ¡Está bien!, me dije; leamos un capítulo más. La lectura me pareció más clara. Veamos el tercero; apenas lo había comenzado, cuando se oyó una campana: era la retreta o llamada de la tarde. Y ya no había tiempo de salir del cuartel, con lo que me quedé sin beber por aquel día.
Saludos
En la Iglesia Ortodoxa recomendamos la lectura de la Biblia, de hecho hay un pasaje interesante de los "relatos de un peregrino ruso" que les voy a compartir
»Al día siguiente, en efecto, volvió el monje con el Evangelio que aquí ves. Lo abrí,
lo miré, leí algunas frases y le dije:
—No lo quiero, pues no entiendo nada. No estoy acostumbrado a leer los caracteres de iglesia.
El monje continuó exhortándome, diciendo que en las mismas palabras del
Evangelio se encierra una fuerza bienhechora; porque es el mismo Dios el que
pronunció las palabras que en él están impresas. No importa que no entiendas nada; basta con que leas con atención. Un Santo ha dicho: “Si tú no comprendes la Palabra de Dios, los demonios comprenden lo que tú lees, y tiemblan.” Y seguramente que el deseo de beber es obra de los demonios. Y te digo además esto: San Juan Crisóstomo escribe que hasta el lugar donde está el Evangelio espanta a los espíritus de las tinieblas y es un obstáculo a sus intrigas.
»No me acuerdo ya muy bien, pero creo que di alguna cosa al monje; tomé su
Evangelio y lo eché en mi baúl entre mis otras cosas, olvidándolo completamente. Algún tiempo después llegó el momento de beber. Tenía unas ganas terribles de hacerlo; abrí el baúl para coger algún dinero y entrar en la taberna. El Evangelio se me presentó delante de los ojos y, acordándome de repente de todo lo que me había dicho el monje, lo abrí y comencé a leer el primer capítulo de San Mateo. Lo leí hasta el fin sin entender cosa alguna; pero me acordé de lo que me había dicho el monje: “No importa que no entiendas nada; basta con que leas con atención”. ¡Está bien!, me dije; leamos un capítulo más. La lectura me pareció más clara. Veamos el tercero; apenas lo había comenzado, cuando se oyó una campana: era la retreta o llamada de la tarde. Y ya no había tiempo de salir del cuartel, con lo que me quedé sin beber por aquel día.
Saludos