Estimado Salero y hermanos
Aceptar la verdad no es fácil para nadie;… pero cuando carecemos del más mínimo intento por lograrlo, entonces la situación si que es triste.
Que nuestro Señor Jesucristo no tocó instrumento alguno es una realidad; que los apóstoles, los primeros discípulos y en fin NINGÚN creyente del Nuevo testamento tocó instrumento alguno, aunque si cantaron; incluyendo a nuestro Señor; es también una realidad. …pero algunos no la ven.
El Nuevo testamento no registra absolutamente ninguna enseñanza en cuanto a usar instrumentos en la alabanza a Dios. Sin embargo, esto no tiene sentido ni es argumento lógico, para aquellos a quienes les resulta indiferente aceptar la verdad de Dios. Doblegarse ante esta realidad, a algunos que sin embargo se dicen cristianos, no les da ni frío ni calor.
Lo congruente sería llamarse “davisianos”(seguidores de David) y no cristianos, pues en honor a la verdad, están siguiendo a David y al uso de los instrumentos musicales que se daba en el Antiguo Testamento; y no a Cristo ni al uso de la alabanza que Cristo dio en el Nuevo testamento (“Y habiendo cantado el himno, salieron al Monte de los Olivos” Mat.26:30)
Creo muy oportuno hacer notar el calibre de cristianos que demuestran ser “algunos” de los davisianos de nuestro tiempo, que defienden a capa y espada los instrumentos musicales y los ritmos musicales copiados fielmente de los ritmos mundanos, para alabar a Dios. Es decir, canciones mundanas con letra “cristiana” y que ipso facto, como por arte de magia, se transforman en “canciones espirituales” o “alabanza para Dios”; como si Dios no tuviese poder para inspirarnos en el ritmo y letra que a él le agrada y que no sea una copia de lo que el mundo usa para el deleite de su naturaleza humana y carnal. ¿Con que moral, algunos pueden llamar “mundano” a lo que el mundo uso para sí, cuando ellos usan exactamente lo mismo para Dios?
Pero decía que bueno es mirar el calibre espiritual de estos hermanos, porque son nuestros hermanos sin lugar a dudas. Primero, llama la atención la liviandad de “algunos”, que a falta de argumentos sus aportes contienen todo tipo de burlas, ironías y argumentos que rayan en lo infantil. ¿Es esta la obra que han recibido de parte de Dios, gracias a que usan instrumentos?
Si bien es cierto, Dios nunca condenará a nadie por usar instrumentos o música mundana con letra cristiana para alabarle; no es menos cierto que, la falta de espiritualidad en un gran número de los adherentes a los instrumentos y a los ritmos mundanos, se hace demasiado evidente; y eso lo podemos ver en cada aporte, los que, burlándose de sus hermanos que no creen como ellos, no ven como con sus pullas e ironías, calificativos y descalificaciones, pasan a llevar, no solo la obra que Dios ha hecho también en los otros creyentes, sino, se evidencian a si mismos como faltos de un verdadero cristianismo, con falta de respeto hacia sus hermanos, que no solo son también hijos de Dios, sino hechos a imagen y semejanza de Dios.
La calidad de cristianos debe caracterizarnos y reflejar en nuestro comportamiento y participación en todos los ámbitos, que real y genuinamente estamos participando de una obra legítima de parte de Dios, y que no solamente tenemos conocimiento sino también cristianismo y frutos del Espíritu que demuestran que verdaderamente Dios está con nosotros.
Llegar al uso de artimañas para defender la verdad, solamente evidencia cuan lejos estamos de ella; y que, lamentablemente, no hacemos esfuerzo alguno por darle entrada a nuestro corazón. El apóstol Pablo dijo: “El sello de mi apostolado sois vosotros en el Señor” (1 Cor. 9:2) Esto quiere decir; “lo que son ustedes es un reflejo de lo que soy yo; si ustedes están convertidos a Dios, es porque yo también lo estoy”.
Si aquellos que usan instrumentos y se deleitan en los ritmos que el mundo ha inspirado para sus usos y ahora los han tomado algunos creyentes para alabar a Dios, deben demostrar con los hechos y las palabras y su comportamiento diario, que Dios está con ellos y que están en la verdad. Si han estado con Cristo y en su trato; deben demostrarlo; si les parece mejor seguir a David que a Cristo, quedarse en el Antiguo testamento y no en el Nuevo, sus vidas, palabras y comportamiento, deben dar testimonio que esa fórmula es mejor que el cristianismo (seguir a Cristo en sus enseñanzas y prácticas) Pues es demasiado evidente, de acuerdo a lo que registran las Sagradas Escrituras, que Cristo para establecer la verdad y su doctrina divina, no usaba la burla, la ironía ni argumentos inconsistentes y banales; eran palabras y comportamiento de peso. Nuestro Señor Jesucristo primero “hacía” es decir practicaba, lo que luego enseñaba; hoy algunos que dicen pero no hacen:
“He hablado de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar” (Hech. 1:1) (nótese el orden: “hacer” es decir, vivir, practicar;… y después “enseñar”)… ese es el orden de vivir el evangelio para los verdaderos hijos de Dios participantes de la obra regeneradora de Dios: “hacer y enseñar”;… no “enseñar y hacer”.
Respeto hermanos; respeto, solides, gravedad, tolerancia, armonía, paciencia, mansedumbre, sencillez, templanza, equilibrio espiritual, etc. dirán si estamos o no en la verdad y si andamos en ella o no.
Saludos y bendiciones