Re: Los Mitos y la Realidad sobre LaIglesiade JESUCRISTO delosSantos delosÚltimos Día
GEE Bautismo, bautizar
Deriva de una palabra griega que significa “meter en un líquido” o “sumergir”. El bautismo por inmersión en el agua, efectuado por alguien que tenga la debida autoridad, es la ordenanza introductoria del evangelio y es necesario para ser miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Lo preceden la fe en Jesucristo y el arrepentimiento, y después del bautismo se debe recibir el don del Espíritu Santo a fin de que aquél sea completo (2 Ne. 31:13–14). Recibir el bautismo de agua y del Espíritu es un requisito para entrar en el reino celestial. Adán fue la primera persona que se bautizó (Moisés 6:64–65). Jesús se bautizó también para cumplir toda justicia y para mostrar el camino a todo el género humano (Mateo 3:13–17; 2 Ne. 31:5–12).
Debido a que no todas las personas tienen la oportunidad de aceptar el evangelio durante su vida terrenal, el Señor ha autorizado para que se efectúen, por medio de representantes, bautismos por los muertos. Por tanto, las personas que acepten el evangelio en el mundo de los espíritus pueden llenar los requisitos para entrar en el reino de Dios.
Indispensable. Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia Mateo 3:15. Jesús vino y fue bautizado por Juan, Mar. 1:9. Los fariseos y los intérpretes de la ley desecharon los designios de Dios, no siendo bautizados, Lucas 7:30. El que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios, Juan 3:5. Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros, Hech. 2:38. Él manda a todos los hombres que se bauticen en su nombre, 2 Ne. 9:23–24. Los hombres deben seguir a Cristo, ser bautizados, recibir el Espíritu Santo y perseverar hasta el fin para poder ser salvos, 2 Ne. 31.La doctrina de Cristo es que los hombres deben creer y ser bautizados, 3 Ne. 11:20–40. Aquellos que no crean en vuestras palabras, ni se bauticen en el agua en mi nombre, serán condenados, DyC 84:74. Dios le explicó a Adán por qué son necesarios el arrepentimiento y el bautismo, Moisés 6:52–60.
Por inmersión. Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua, Mateo 3:16 (Marcos 1:10). Juan bautizaba porque había allí muchas aguas, Juan 3:23. Y descendieron al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó, Hech. 8:38. Somos sepultados juntamente con él por el bautismo, Rom. 6:4 (Col. 2:12). Seguid a vuestro Señor y Salvador y descended al agua, 2 Ne. 31:13. Alma, Helam y otras personas se sepultaron en el agua, Mos. 18:12–16. Y entonces los sumergiréis en el agua, 3 Ne. 11:25–26. Se explica el modo correcto de bautizar, DyC 20:72–74. Son los que fueron bautizados según la manera de su sepultura, siendo sepultados en el agua en su nombre, DyC 76:50–51. Adán fue sumergido en el agua, y sacado del agua, Moisés 6:64. Creemos en el bautismo por inmersión para la remisión de pecados, AdeF 4.
Para la remisión de pecados. Levántate y bautízate, y lava tus pecados, Hech. 22:16. Entonces viene una remisión de vuestros pecados por fuego y por el Espíritu Santo, 2 Ne. 31:17. Venid y sed bautizados para arrepentimiento, a fin de que seáis lavados de vuestros pecados, Alma 7:14. Bienaventurados son los que crean y sean bautizados, porque recibirán una remisión de sus pecados, 3 Ne. 12:1–2. Declararás el arrepentimiento y la fe en el Salvador, y la remisión de pecados por el bautismo, DyC 19:31. Creemos en el bautismo por inmersión para la remisión de pecados AdeF 4.
Con la debida autoridad. Id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, Mateo 28:19 (DyC 68:8). Limhi y muchos de su pueblo deseaban ser bautizados; mas no había en la tierra quien tuviera la autoridad de Dios, Mos. 21:33. Te doy poder para que bautices, 3 Ne. 11:19–21. El Sacerdocio de Aarón tiene las llaves del bautismo por inmersión para la remisión de pecados, DyC 13:1. Son ellos los que de mí son ordenados para bautizar en mi nombre, DyC 18:29. Juan el Bautista dio a José Smith y a Oliver Cowdery la autoridad para bautizar, JS–H 1:68–69.
Requisitos del bautismo: Arrepentíos, arrepentíos y sed bautizados en el nombre de mi Amado Hijo, 2 Ne. 31:11. Debéis arrepentiros y nacer de nuevo, Alma 7:14. Cuidaos de ser bautizados indignamente, Morm. 9:29. Enseña a los padres que deben arrepentirse y ser bautizados, y humillarse, Moro. 8:10. Se indican los requisitos para los que deseen bautizarse, DyC 20:37. Los niños serán bautizados para la remisión de sus pecados cuando tengan ocho años, DyC 68:25–27.
Los convenios del bautismo: Habéis concertado un convenio con él de que lo serviréis y guardaréis sus mandamientos, Mos. 18:8–10, 13. Los que se arrepientan, tomen sobre sí el nombre de Jesucristo y tengan la determinación de servirle serán recibidos por el bautismo, DyC 20:37.
Bautismo por los muertos: ¿Qué harán los que se bautizan por los muertos?, 1 Cor. 15:29. Se realizan bautismos por los muertos para la remisión de los pecados, DyC 124:29; 127:5–9; 128:1; 138:33.
Moroni 8: 5, 10-12, 14-15, 20, 22, 25
5 Porque, si he sabido la verdad, ha habido disputas entre vosotros concernientes al bautismo de vuestros niños pequeños.
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10 He aquí, te digo que esto enseñarás: El arrepentimiento y el bautismo a los que son aresponsables y capaces de cometer pecado; sí, enseña a los padres que deben arrepentirse y ser bautizados, y humillarse como sus bniños pequeños, y se salvarán todos ellos con sus pequeñitos.
11 Y sus aniños pequeños no necesitan el arrepentimiento, ni tampoco el bautismo. He aquí, el bautismo es para arrepentimiento a fin de cumplir los mandamientos para la bremisión de pecados.
12 Mas los aniños pequeños viven en Cristo, aun desde la fundación del mundo; de no ser así, Dios es un Dios parcial, y también un Dios variable que hace bacepción de personas; porque ¡cuántos son los pequeñitos que han muerto sin el bautismo!
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14 He aquí, te digo que el que supone que los niños pequeños tienen necesidad del bautismo se halla en la hiel de la amargura y en las cadenas de la iniquidad, porque no tiene afe, ni esperanza, ni caridad; por tanto, si fuere talado mientras tenga tal pensamiento, tendrá que bajar al infierno.
15 Porque terrible es la iniquidad de suponer que Dios salva a un niño a causa del bautismo, mientras que otro debe perecer porque no tuvo bautismo.
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20 Y el que diga que los niños pequeños necesitan el bautismo niega las misericordias de Cristo y desprecia su aexpiación y el poder de su redención.
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22 Porque he aquí, todos los niños pequeñitos aviven en Cristo, y también todos aquellos que están sin bley. Porque el poder de la credención surte efecto en todos aquellos que no tienen ley; por tanto, el que no ha sido condenado, o sea, el que no está bajo condenación alguna, no puede arrepentirse; y para tal el bautismo de nada sirve;
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25 Y las primicias del aarrepentimiento es el bbautismo; y el bautismo viene por la fe para cumplir los mandamientos; y el cumplimiento de los mandamientos trae la cremisión de los pecados;
DyC 124: 31-33, 35-36, 39
31 Pero os mando a todos vosotros, mis santos, que me aedifiquéis una casa; y os concedo el tiempo suficiente para que me la edifiquéis; y durante este tiempo vuestros bautismos me serán aceptables.
32 Mas he aquí, vuestros bautismos por vuestros muertos no me serán aceptables al cabo de este plazo; y si no habéis hecho estas cosas para cuando termine el plazo, seréis rechazados como iglesia, junto con vuestros muertos, dice el Señor vuestro Dios.
33 Porque de cierto os digo, vuestros bautismos por vuestros muertos no me pueden ser aceptables después que hayáis tenido el tiempo suficiente para edificarme una casa, donde corresponde la ordenanza del bautismo por los muertos, para quienes se instituyó desde antes de la fundación del mundo;
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35 Y pasado dicho tiempo, vuestros bautismos por los muertos, efectuados por los que se encuentren esparcidos en otras partes, no me serán aceptables, dice el Señor.
36 Porque se ha decretado que en Sión, y en sus estacas, y en Jerusalén, esos sitios que he señalado como arefugio, han de ser los lugares designados para vuestros bautismos por vuestros muertos.
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39 Por tanto, de cierto os digo que vuestras aunciones y lavamientos, y vuestros bbautismos por los muertos, y vuestras casambleas solemnes y memoriales para vuestros dsacrificios por medio de los hijos de Leví, y para vuestros oráculos en vuestros elugares santísimos en donde recibís conversaciones, y vuestros estatutos y juicios, para el principio de las revelaciones y fundamento de Sión, y para la gloria, honra e investidura de todos sus habitantes, son conferidos mediante la ordenanza de mi santa casa, que a mi pueblo siempre se le manda construir a mi santo nombre.
DyC 20: 37, 41, 68, 72-73
37 Además, por vía de mandamiento a la iglesia concerniente a la manera del bautismo: Todos los que se humillen ante Dios, y deseen abautizarse, y vengan con bcorazones quebrantados y con espíritus contritos, y testifiquen ante la iglesia que se han arrepentido verdaderamente de todos sus pecados, y que están dispuestos a tomar sobre sí el cnombre de Jesucristo, con la ddeterminación de servirle hasta el fin, y verdaderamente manifiesten por sus eobras que han recibido del Espíritu de Cristo para la fremisión de sus pecados, serán recibidos en su iglesia por el bautismo.
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41 y aconfirmar por la imposición de bmanos a los que se bautizan en la iglesia, para que reciban el bautismo de fuego y del cEspíritu Santo, de acuerdo con las Escrituras;
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68 El adeber de los miembros después de ser recibidos por el bautismo: Los élderes o los presbíteros deben disponer de tiempo suficiente para explicar al bentendimiento de los miembros todas las cosas concernientes a la Iglesia de Cristo, antes que éstos tomen la csanta cena y sean confirmados por la imposición de las dmanos de los élderes, a fin de que se hagan todas las cosas en orden.
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72 El abautismo se debe administrar de la siguiente manera a todos los que se arrepientan:
73 El que es llamado por Dios y tiene autoridad de Jesucristo para bautizar, entrará en el agua con la persona que se haya presentado para el bautismo, y dirá, llamándola por su nombre: Habiendo sido comisionado por Jesucristo, yo te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
DyC 128: 1, 12, 16-18
1 Conforme a lo que os comuniqué en mi carta, antes de partir de casa, que de cuando en cuando os escribiría para daros información concerniente a muchos asuntos, en ésta reanudo el tema del abautismo por los muertos, porque es lo que parece ocupar mi mente e introducirse con más fuerza en mis sentimientos, desde que me persiguen mis enemigos.
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12 He aquí agloria y bhonra, cinmortalidad y vida eterna: La ordenanza del bautismo en el agua, el ser dsumergidos en ella a fin de que sea a semejanza de los muertos, para que un principio concuerde con el otro; el ser sumergidos en el agua y salir de ella es a semejanza de la resurrección de los muertos que salen de sus sepulcros; de modo que se instituyó esta ordenanza para establecer una relación con la ordenanza del bautismo por los muertos, siendo a semejanza de ellos.
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16 Ahora, en cuanto al bautismo por los muertos, os citaré otro pasaje de Pablo, 1 Corintios, capítulo 15, versículo 29: De otro modo, ¿qué harán los que se bautizan por los muertos, si en ninguna manera los muertos resucitan? ¿Por qué, pues, se bautizan por los muertos?
17 Además, en relación con este pasaje, os citaré las palabras de uno de los profetas que tenía fija su vista en la arestauración del sacerdocio, las glorias que se habrían de revelar en los postreros días, y de una manera especial, en este tema, el más glorioso de todos los que pertenecen al evangelio sempiterno, a saber, el bautismo por los muertos; porque dice Malaquías en el último capítulo, versículos cinco y seis: He aquí yo os envío el profeta bElías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible. Él hará volver el corazón de los padres a los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición.
18 Pude haber dado una atraducción más clara de esto, pero para mi objeto tiene suficiente claridad tal como está. Basta saber, en este caso, que la tierra será herida con una maldición, a menos que entre los padres y los hijos exista un beslabón conexivo de alguna clase, tocante a algún asunto u otro; y he aquí, ¿cuál es ese asunto? Es el cbautismo por los muertos. Pues sin ellos nosotros no podemos perfeccionarnos, ni ellos pueden perfeccionarse sin nosotros. Ni tampoco podemos nosotros ni ellos perfeccionarnos sin los que han fallecido en el evangelio; porque al iniciarse la ddispensación del cumplimiento de los tiempos, dispensación que ya está comenzando, es menester que una unión entera, completa y perfecta, así como un encadenamiento de dispensaciones, llaves, poderes y glorias se realicen y sean revelados desde los días de Adán hasta el tiempo presente. Y no sólo esto, sino que las cosas que jamás se han revelado desde la efundación del mundo, antes fueron escondidas de los sabios y entendidos, serán reveladas a los fniños pequeños y a los de pecho en ésta, la dispensación del cumplimiento de los tiempos.
2 Ne. 31: 13-14, 17
13 Por tanto, amados hermanos míos, sé que si seguís al Hijo con íntegro propósito de corazón, sin acción hipócrita y sin engaño ante Dios, sino con verdadera intención, arrepintiéndoos de vuestros pecados, testificando al Padre que estáis dispuestos a tomar sobre vosotros el nombre de Cristo por medio del abautismo, sí, siguiendo a vuestro Señor y Salvador y descendiendo al agua, según su palabra, he aquí, entonces recibiréis el Espíritu Santo; sí, entonces viene el bbautismo de fuego y del Espíritu Santo; y entonces podéis hablar con clengua de ángeles y prorrumpir en alabanzas al Santo de Israel.
14 Mas he aquí, amados hermanos míos, así vino a mí la voz del Hijo, diciendo: Después de haberos arrepentido de vuestros pecados y testificado al Padre, por medio del bautismo de agua, que estáis dispuestos a guardar mis mandamientos, y habéis recibido el bautismo de fuego y del Espíritu Santo y podéis hablar con una nueva lengua, sí, con la lengua de ángeles, si después de esto me anegáis, bmejor os habría sido no haberme conocido.
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17 Por tanto, haced las cosas que os he dicho que he visto que hará vuestro Señor y Redentor; porque por esta razón se me han mostrado, para que sepáis cuál es la puerta por la que debéis entrar. Porque la puerta por la cual debéis entrar es el arrepentimiento y el abautismo en el agua; y entonces viene una bremisión de vuestros pecados por fuego y por el Espíritu Santo.
Moroni 6: 1-4
1 Y ahora hablo concerniente al abautismo. He aquí, eran bautizados élderes, presbíteros y maestros; y no eran bautizados a menos que dieran frutos apropiados para manifestar que eran bdignos de ello.
2 Ni tampoco recibían a nadie para el bautismo, a menos que viniese con un acorazón quebrantado y un espíritu contrito, y testificase a la iglesia que verdaderamente se había arrepentido de todos sus pecados.
3 Y a nadie recibían para el bautismo, a menos que atomara sobre sí el nombre de Cristo, teniendo la determinación de servirle hasta el fin.
4 Y después que habían sido recibidos por el bautismo, y el poder del Espíritu Santo había obrado en ellos y los había apurificado, eran contados entre los del pueblo de la iglesia de Cristo; y se inscribían sus bnombres, a fin de que se hiciese memoria de ellos y fuesen nutridos por la buena palabra de Dios, para guardarlos en el camino recto, para conservarlos continuamente catentos a orar, dconfiando solamente en los méritos de Cristo, que era el eautor y perfeccionador de su fe.
DyC 127: 5-6, 10
5 Y además, os declaro unas palabras referentes al abautismo por vuestros bmuertos.
6 De cierto, así os dice el Señor concerniente a vuestros muertos: Al abautizarse alguno de vosotros por sus muertos, esté presente un bregistrador para que sea testigo ocular de vuestros bautismos; oiga él con sus oídos, para que testifique de una verdad, dice el Señor;
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10 Diré a todos los santos que anhelé, con un anhelo sumamente grande, haber podido dirigirles la palabra desde el púlpito sobre el tema del bautismo por los muertos el domingo entrante. Pero en vista de que no está en mi poder, escribiré la palabra del Señor sobre este tema, de cuando en cuando, y os la enviaré por correo, junto con muchas otras cosas.
GEE Ordenanzas
En la Iglesia, las ordenanzas incluyen la bendición de los enfermos (Stg. 5:14–15), la bendición de la Santa Cena (DyC 20:77, 79), el bautismo por inmersión (Mateo 3:16; DyC 20:72–74), la bendición de los niños (DyC 20:70), el conferimiento del Espíritu Santo (DyC 20:68; 33:15), el conferimiento del sacerdocio (DyC 84:6–16; 107:41–52), las ordenanzas del templo (DyC 124:39) y el matrimonio en el nuevo y sempiterno convenio (DyC 132:19–20).
¿Qué harán los que se bautizan por los muertos, si en ninguna manera los muertos resucitan?, 1 Cor. 15:29. El bautismo por los muertos debe efectuarse en los templos, DyC 124:29–36. A los espíritus en el mundo de los espíritus se les enseñó el bautismo vicario para la remisión de los pecados, DyC 138:29–34.
GEE Remisión de pecados
El perdón de las malas acciones después de cumplir con la condición de que primero haya arrepentimiento. La remisión de los pecados se hace posible por medio de la expiación de Jesucristo. El hombre puede obtener la remisión de sus pecados si tiene fe en Cristo, si se arrepiente de sus pecados, si recibe las ordenanzas del bautismo y la imposición de manos para comunicar el don del Espíritu Santo, y si obedece los mandamientos de Dios (AdeF 3;4).
Si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos, Isa. 1:16–18. Esto es mi sangre, que por muchos es derramada para remisión de los pecados, Mateo 26:28 (Heb. 9:22–28; DyC 27:2). Arrepentíos, y bautícese cada uno para perdón de los pecados, Hech. 2:38 (Lucas 3:3; DyC 107:20). Todos los que creen en Jesucristo recibirán perdón de pecados Hech. 10:43 (Mos. 3:13). Cristo es la fuente a la que han de acudir para la remisión de sus pecados, 2 Ne. 25:26. A fin de retener la remisión de vuestros pecados, velad por los pobres y los necesitados, Mos. 4:11–12, 26. El que se arrepienta tendrá derecho a reclamar la misericordia, para la remisión de sus pecados, Alma 12:34. El cumplimiento de los mandamientos trae la remisión de los pecados, Moro. 8:25. El Sacerdocio Aarónico tiene las llaves del bautismo por inmersión para la remisión de pecados, DyC 13:1 (84:64, 74; AdeF 4). Yo, el Señor, no recuerdo más sus pecados, DyC 58:42–43 (Ezeq. 18:21–22). A ellos se les enseñó el bautismo vicario para la remisión de los pecados DyC 138:33.
DyC 39: 6
6 Y éste es mi aevangelio: Arrepentimiento y bautismo en el agua, tras lo cual viene el bbautismo de fuego y del Espíritu Santo, sí, el Consolador, el cual manifiesta todas las cosas y censeña las cosas apacibles del reino.
JS–H 1: 68-69
68 El mes siguiente (mayo de 1829), encontrándonos todavía realizando el trabajo de la traducción, nos retiramos al bosque un cierto día para orar y preguntar al Señor acerca del abautismo para la bremisión de los pecados, del cual vimos que se hablaba en la traducción de las planchas. Mientras en esto nos hallábamos, orando e implorando al Señor, descendió un cmensajero del cielo en una dnube de luz y, habiendo puesto sus emanos sobre nosotros, nos fordenó, diciendo:
69 Sobre vosotros, mis consiervos, en el nombre del Mesías, confiero el aSacerdocio de Aarón, el cual tiene las llaves del ministerio de ángeles, y del evangelio de arrepentimiento, y del bautismo por inmersión para la remisión de pecados; y este sacerdocio nunca más será quitado de la tierra, hasta que los hijos de bLeví de nuevo ofrezcan al Señor un sacrificio en rectitud.
GEE Bautismo de los niños pequeños
La práctica innecesaria de bautizar a los bebés y a los niños pequeños antes de que lleguen a la edad de responsabilidad, o sea, los ocho años. El Señor condena el bautismo de los niños pequeños (Moro. 8:10–21). Al nacer, los niños son inocentes y libres de pecado, y Satanás no tiene poder para tentarlos hasta que comiencen a ser responsables (DyC 29:46–47), por lo que no tienen necesidad del arrepentimiento ni del bautismo. Se les debe bautizar a la edad de ocho años (DyC 68:25–27).
GEE Convenio (pacto)
Los principios y las ordenanzas se reciben mediante convenios. Los miembros de la Iglesia que hacen estos convenios prometen honrarlos. Por ejemplo, en el bautismo los miembros hacen convenios con el Señor y al participar de la Santa Cena los renuevan. En el templo se hacen convenios adicionales. El pueblo del Señor es el pueblo del convenio y recibe grandes bendiciones al guardar sus convenios con el Señor.
Estableceré mi pacto contigo, Gén. 6:18. Si guardareis mi pacto, seréis mi especial tesoro, Éx. 19:5. No harás alianza con ellos, ni con sus dioses, Éx. 23:32. Guardarán el día de reposo por pacto perpetuo, Éx. 31:16. No invalidaré jamás mi pacto con vosotros, Jue. 2:1. Juntadme mis santos, los que hicieron conmigo pacto con sacrificio, Sal. 50:5 (DyC 97:8). Para acordarse de su santo pacto Lucas 1:72 (DyC 90:24). El poder del Cordero de Dios descendió sobre el pueblo del convenio del Señor, 1 Ne. 14:14. El convenio que el Señor hizo con Abraham se ha de cumplir en los postreros días, 1 Ne. 15:18 (3 Ne. 16:5, 11–12; 21:7; Morm. 9:37). El pueblo de Benjamín estuvo dispuesto a concertar un convenio con Dios de servirle hasta morir, Mos. 5:5. El bautismo es un testimonio de que el hombre ha hecho convenio con Dios de hacer su voluntad, Mos. 18:13. Sois los hijos del convenio, 3 Ne. 20:25–26. Los ángeles cumplen y llevan a efecto la obra de los convenios del Padre, Moro. 7:29, 31. El derramamiento de la sangre de Cristo es según el convenio del Padre, Moro. 10:33. Toda persona que pertenezca a esta Iglesia de Cristo procurará guardar todos los convenios, DyC 42:78. Benditos son aquellos que han guardado el convenio, DyC 54:6. Quien viole el convenio sempiterno perderá su oficio y estado en la Iglesia, DyC 78:11–12. Todos los que reciben el sacerdocio reciben este juramento y convenio, DyC 84:39–40. Están dispuestos a cumplir sus convenios con sacrificio, DyC 97:8. El convenio matrimonial puede ser eterno, DyC 132. Éste será nuestro convenio: Andaremos en todas las ordenanzas, DyC 136:4.
GEE Espíritu Santo
El poder del Espíritu Santo puede descender sobre una persona antes del bautismo y dar testimonio de que el evangelio es verdadero, pero el derecho de tener, cuando se es digno, la compañía constante del Espíritu Santo es un don que se puede recibir solamente mediante la imposición de manos de un poseedor del Sacerdocio de Melquisedec y después de haber recibido el bautismo autorizado en la verdadera Iglesia de Jesucristo.
GEE Fuego
Jehová tu Dios es fuego consumidor Deut. 4:24. Jehová hace a las flamas de fuego sus ministros, Sal. 104:4. Por Jehová de los ejércitos serás visitada con llama de fuego consumidor, Isa. 29:6 (2 Ne. 27:2). Jehová vendrá con fuego, Isa. 66:15. Él es como fuego purificador Mal. 3:2 (3 Ne. 24:2; DyC 128:24). Él os bautizará en Espíritu Santo y fuego Mateo 3:11 (Lucas 3:16). Los justos se salvarán, como si fuese por fuego, 1 Ne. 22:17. Los inicuos serán destruidos por fuego, 2 Ne. 30:10. Nefi explica cómo recibimos el bautismo de fuego y del Espíritu Santo, 2 Ne. 31:13–14 (3 Ne. 9:20; 12:1; 19:13; Éter 12:14; DyC 33:11). Declararás la remisión de pecados por el bautismo y por fuego, DyC 19:31. La grande y abominable iglesia será derribada por fuego devorador, DyC 29:21. La tierra pasará como si fuera por fuego, DyC 43:32. La presencia del Señor será como el fuego de fundición que abrasa DyC 133:41. Adán fue bautizado con fuego y con el Espíritu Santo, Moisés 6:66.
GEE Imposición de manos
Moisés puso las manos sobre la cabeza de Josué, como Jehová le había mandado, Núm. 27:18, 22–23 (Deut. 34:9). Jesús sanó a unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos, Mar. 6:5 (Morm. 9:24). Los Apóstoles les impusieron las manos a los siete que les ayudarían, Hech. 6:5–6. Se confería el Espíritu Santo mediante la imposición de manos, Hech. 8:14–17. Ananías restauró la vista de Pablo poniendo sobre él las manos, Hech. 9:12, 17–18. Pablo le impuso las manos, y le sanó Hech. 28:8. Pablo enseñó la doctrina del bautismo y de la imposición de manos Heb. 6:2. Alma ordenó sacerdotes y élderes por la imposición de sus manos, Alma 6:1. Jesús dio a sus discípulos el poder para conferir el Espíritu Santo mediante la imposición de manos, 3 Ne. 18:36–37. Tendréis poder para que a aquel a quien impongáis las manos, le confiráis el Espíritu Santo, Moro. 2:2. Los élderes impondrán las manos sobre los niños y los bendecirán, DyC 20:70. Recibirán el Espíritu Santo por la imposición de manos, DyC 35:6 (AdeF 4). Los élderes de la Iglesia impondrán las manos sobre los enfermos, DyC 42:44 (66:9). Los hijos recibirán la imposición de manos después de su bautismo, DyC 68:27. El sacerdocio se recibe mediante la imposición de manos, DyC 84:6–16.
Asi se enseña en la Iglesia, y yo se que el Bautismo es un convenio con Dios y que la entrada al reyno de los cielos es mediante este convenio, se que las escrituras dicen las verdades eternas y que si usted las lee encontrara respuesta a todo, usted sigue siendo miembro aunque ya no este, acaso ya olvido lo que es gozar del Don del Espiritu Santo.