Homo erectus,
Gracias por su tiempo y sus respuestas, paso a comentarlas no sin antes recordarle que el único fin de mis preguntas es el de aclarar terminos y conceptos antes de responder a sus cuestionamientos ya que para mi es importante que estemos claros y bien entendidos de lo que estamos hablando cada uno. Y prefiero preguntar, por más simple que parezca la cuestión, antes que hacerme suposiciones sobre lo que usted sabe, cree o piensa.
Mire, si usted vuelve a leer mi pregunta con mayor detenimiento, se dará cuenta que yo no le pregunté
qué es arrodillarse, sino lo que 'la acción de sostenerse sobre las rodillas'
significa o
expresa y lo que ello
implica. Formulado de otra manera sería ¿Qué estaría expresando una persona que se arrodilla frente a otra con dicha acción? y ¿Qué implicaciones tiene el que alguien se arrodille ante alguien más?
Esperando que ahora si pueda ver el sentido de mi pregunta, quedo en espera de su amable respuesta.
La adoración de la que habla la Escritura va más allá de simplemente
ensalzar. El léxico relacionado con la adoración es muy amplio en los escritos bíblicos, pero el concepto esencial es el de
"servicio". La adoración pues es un servicio ofrecido a Dios no sólo en función de culto o de alabanza sino de servicio a los demás y el acento recaía sobre el Espíritu, y sobre el amor y la devoción interior del corazón y no actos externos o en ritos o en un mero ejercicio de labios.
En resumen pues, adorar es alabar, amar, honrar, servir y obedecer a Dios, no queda limitada a la alabanza y puede considerarse como el reconocimiento directo de Dios, de Su naturaleza, atributos, caminos, y demandas, ya bien por el derramamiento del corazón en alabanza y acción de gracias, o bien mediante la obediencia y el servicio ejecutados en el curso de tal reconocimiento.
Por tanto, es lógico pensar que si hay un reino y Dios es el Seberano de ese reino, entonces, los que pertenezcan a ese reino le adoraran (alabaran, amaran, honraran, serviran y obedeceran), no sólo en reconocimiento de la naturaleza y atributos del Soberano sino para bien personal y comunitarios pues la obediencia y servicio a Dios tienen como fin el bien del hombre.
Para lo mismo que un hijo, que ama a su padre, espera en las promesas de este, sabedor que le ama (el padre) y quiere lo mejor para él (el hijo).
Al igual que en el caso de la adoración, el concepto bíblico de
fe va más allá de la mera acción de creer, y está intimamente relacionado a la confianza y también a la obediencia (fidelidad).
Fe es certeza, convición, no es tan sólo un creer intelectual o una esperanza sin fundamento o ilusoria. de hecho, fe es
confianza, y para poder confiar hay que primero conocer el motivo y objeto en que se confía.
Podríamos decir que la fe tiene 3 componentes:
- Conocimiento.
Hay que saber en qué o quién, y por qué, se deposita la confianza
- Consentimiento
Hay que estar de acuerdo en aquello en lo que se confía, tiene que haber certidumbre, aceptación de que aquello es cierto
- Confianza
El diccionario de la Real Academia Española define confianza como "esperanza firme que se tiene de alguien o algo". hay que estar convencido, estra seguro.
El cristiano vive por fé (confianza) en la fidelidad de Dios mismo y Su Palabra.
El siguiente diagrama del tren ilustra la relación entre el hecho -Dios y Su Palabra-, la fé -nuestra confianza en Dios y en Su Palabra- y los sentimientos -el resultado de la fé y la obediencia-
(Juan 14:21).
El tren corre con ó sin el vagón. Sin embargo, sería inútil tratar de que el vagón haga correr el tren. Del mismo modo, nosotros, como cristianos, no
dependemos de los sentimientos ó emociones, sino que ponemos nuestra fé (confianza) en la fidelidad de Dios y en las promesas de Su Palabra, las cuales se han cumplido en nuestras vidas.
Por eso, al seguir conociendo a Dios y al estarse cumpliendo Sus promesas en nuestra vida, crecemos en confianza en Él.
La fe actúa igual que la confianza,
conociendo el hecho, cosa o persona que será el objeto de la confianza,
y consintiendo (estando de acuerdo) en lo que se conoce o sabe de dicho hecho, o en lo que ES y PUEDE HACER la cosa o persona en la que se quiere confiar.
Usted puede confíar en Dios y en lo que Él dice y promete de la misma manera en que lo haría en cualquier otra persona (como su médico, por ejemplo). Usted puede confiar en los hechos relatados en la Biblia de la misma manera en que lo haría con lo que dicen un libro de historia. Usted puede confiar en las promesas de Dios de igual manera que lo haría con las promesas de un gobernate. ¿Por qué puede confíar usted en todo esto? ¿En qué se basa esa confianza para estas cosas? Usted todos los días deposita su confianza (fe) en hechos, cosas o personas, como lo hacemos todos:
El ama de casa se sube a su auto, pone la llave en la ignición y, sin pensarlo mucho o analizar a profundidad el asunto, le da vuelta,
confiando (teniendo fe) en que este arrancará con eso. Se detiene a recoger la ropa en la lavandería
confiando (teniendo fe) en que los empleados las tendrán listas, lavadas y planchadas pues así se lo prometieron cuando se las dejó. De camino a casa, se para en el supermercado y compra tres latas de sopa de tomate, dos hogazas de pan y un paquete de salchichas,
confiando (teniendo fe) en que cada uno de esos artículos reúne las condiciones sanitarias necesarias. Ya en su casa toma el teléfono y marca un número, sin que se le ocurra siquiera que el mecanismo podría o no funcionar. Esta amad de casa, al igual que usted o yo o cualquiera, realiza cientos de actos de confianza (de fe) como estos todos los días ¿Por qué? ¿Cómo consigue esa confianza? Pues por lo que conoce, sabe y acepta del objeto en el que está confiando. Eso es fe.
Pero ¿Salvo de qué? esa es la cuestión, salvar el alma de qué ¿Lo sabe usted? Para hablar de la salvación es importante que se entienda en qué consiste esta, de lo contrario, no tendrá sentido lo que le de como respuesta a su pregunta.
Invariablemente, nuestros pensamientos están limitados por leyes, por esquemas y por conocimientos que limitan, en algún sentido, lo que se piensa, o al menos, que determinan cuando nuestros pensamientos son acordes a la realidad o no.
El "pensar libremente" no está por encima de "pensar correctamente" y es un concepto que debemos revisar con detenimiento.
Por el momennto, y en espera de sus otras respuestas, aquí le comparto esto, no buscando converncerle de nada ni de que esté de acuerdo conmigo sino que conozca y entienda, al menos, lo que le estoy señalando.
Atte.
Joaco <><