Re: Yo, por mis obras, te mostraré la fe. Carta del Apostol Santiago 2:18
Apreciable Manuel96:
Ciertamente la carta de Santiago puede mal interpretarse, como se ha venido haciendo desde hace mucho tiempo. Creo que ya bastantes veces nuestro hermano Joaco le ha mostrado evidencias de que el mensaje de ésta carta no es contrario ni al mensaje de nuestro Señor Jesús, ni al de el Apostol Pablo.
Tales evidencias, pueden ser pasadas por alto si no tenemos disposición a entender lo que se nos dice, si estamos tan seguros que tal carta es una invención diabólica o algo implantado por un papa o varios. Pero es necesario reconsidere lo que se le ha expuesto, además de que tanto Pablo como Santiago, escribieron a comunidades distintas, Pablo hablaba a quienes querian alcanzar la salvación cumpliendo la ley, la ley mosaica, Santiago a una congregación que decia tener fe, pero tenían una fe acomodaticia, donde el hacer no estaba relacionado con el ser, Pablo habla y explica como llegar a ser salvos, Santiago habla de cómo deben comportarse los redimidos, la iglesia de Cristo.
No podemos perder de vista el contexto de las cartas, completas dan un mensaje especifico y si lo ignoramos, podemos fácilmente terminar confrontando a un escritor con otro, encontrando contradicciones dificiles de explicar, pero no porque ambos esten equivocados o confrontados, sino porque sacamos los textos de su contexto.
La justificación de la que habla Santiago no es para salvación sino más bien justificamos que somos hijos de Dios a través de nuestras obras. Esto si concuerda con el resto de las escrituras.
Santiago esta convencido de que a quienes escribe ya son salvos:
Entonces el no duda de la salvación sino que pone en duda la confesión, de labios para afuera de a los que les escribe, para el el asunto de la fe es éste: La fe produce resultados, si no, es una fe vana, es decir no es fe verdadera, así como una semilla vana es incapaz de germinar, asi la fe de algunos es vana y no puede ni genera en éstos las buenas obras para las cuales fuimos redimidos. Les dice, sean Hacedores de la palabra, no solo Oidores:
Dice Santiago 1:19 "Por esto,", ¿por qué? qué por ésto?
Por ésto:
El mensaje es claro, porque somos renacidos por la voluntad de Dios, seamos no solo oidores de la Palabra, sino hacedores. Si consieramos el contexto de a quienes escribía Santiago, las cosas se aclaran ¿verdad? Ya no se trata de inconversos que deban alcanzar salvación sino de redimidos teniendo que mostrar por sus obras su Fe. No una fe pasiva y dormida, sino una fe activa en la que nos preocupamos del pobre y del menesteroso, de las viudas y los huérfanos en nuestras congregaciones que no somos unos falsos cristianos y Santiago lo pone así el el capítulo 2:
Si intentamos considerar el versículo 14 sin los que le rodean, ya lo estamos sacando de su contexto, modificando el mensaje de Santiago, el cual pregunta: ¿De qué te sirve decir que tienes fe y no haces lo bueno? ¿podrá esa clase de fe salvarte? Y aqui la justificación para dudar que tal fe es fe verdadera:
Esto va de lleno contra nosotros los que decimos tener fe, porque cuantas veces no sucede que vemos la necesidad pero no hacemos nada al respecto, nos pide ayuda algún hermano pero sólo les hablamos lindo y los enviamos con hambre y frio a su casa? Debemos entender que entonces, las exhortaciones de Santiago además de ser para los que ya han sido redimidos, son un reclamo sincero de no ser solo oidores sino hacedores y es Jesús quien nos dice:
Ahora podemos entender en su contexto ésto:
Te mostraré mi fe, por mis obras: Te demostraré que mi fe es verdadera, a traves de mis obras, de mantenerme en santidad, de guardarme de pecar, de no caer, de guardar los mandamientos de nuestro Señor Jesús, de esforzarme en alcanzar la medida del varón perfecto, y si caigo, de levantarme y continuar en la carrera.
Voy a ayudar a los pobres, a los menesterosos, a las viudas y los huérfanos, voy a hacer la diferencia, asi verás que mi fe, no es vana, sino que es verdadera y por serlo dá buenos frutos.
Como dije anteriormente, la exhortación de Santiago no es a ser salvos y mantenerse salvos, sino más bien es:
Dices que tienes fe, DEMUESTRALO!
Tit 3:5 él nos salvó, no por obras de justicia que hubiésemos hecho
y santiago dice lo mismo
sant 2.24 ya ven ustedes que Dios declara justo al hombre tambien por sus hechos
Dios declara justo al hombre tambien por sus hechos
CUALES HECHOS , CUANTOS Y DELANTE DE QUIEN
no me cabe duda que esto es un fraude papal
Apreciable Manuel96:
Ciertamente la carta de Santiago puede mal interpretarse, como se ha venido haciendo desde hace mucho tiempo. Creo que ya bastantes veces nuestro hermano Joaco le ha mostrado evidencias de que el mensaje de ésta carta no es contrario ni al mensaje de nuestro Señor Jesús, ni al de el Apostol Pablo.
Tales evidencias, pueden ser pasadas por alto si no tenemos disposición a entender lo que se nos dice, si estamos tan seguros que tal carta es una invención diabólica o algo implantado por un papa o varios. Pero es necesario reconsidere lo que se le ha expuesto, además de que tanto Pablo como Santiago, escribieron a comunidades distintas, Pablo hablaba a quienes querian alcanzar la salvación cumpliendo la ley, la ley mosaica, Santiago a una congregación que decia tener fe, pero tenían una fe acomodaticia, donde el hacer no estaba relacionado con el ser, Pablo habla y explica como llegar a ser salvos, Santiago habla de cómo deben comportarse los redimidos, la iglesia de Cristo.
No podemos perder de vista el contexto de las cartas, completas dan un mensaje especifico y si lo ignoramos, podemos fácilmente terminar confrontando a un escritor con otro, encontrando contradicciones dificiles de explicar, pero no porque ambos esten equivocados o confrontados, sino porque sacamos los textos de su contexto.
La justificación de la que habla Santiago no es para salvación sino más bien justificamos que somos hijos de Dios a través de nuestras obras. Esto si concuerda con el resto de las escrituras.
Santiago esta convencido de que a quienes escribe ya son salvos:
Santiago 1:17-18
17 Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.
18 El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.
17 Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.
18 El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.
Entonces el no duda de la salvación sino que pone en duda la confesión, de labios para afuera de a los que les escribe, para el el asunto de la fe es éste: La fe produce resultados, si no, es una fe vana, es decir no es fe verdadera, así como una semilla vana es incapaz de germinar, asi la fe de algunos es vana y no puede ni genera en éstos las buenas obras para las cuales fuimos redimidos. Les dice, sean Hacedores de la palabra, no solo Oidores:
Santiago 1:19-27
Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.
Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.
Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural.
Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.
Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana.
La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo.
Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.
Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.
Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural.
Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.
Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana.
La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo.
Dice Santiago 1:19 "Por esto,", ¿por qué? qué por ésto?
Por ésto:
Porque El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas... por ésto, sean prontos para oír, tardos para hablar, tardos para airarse; porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios...
El mensaje es claro, porque somos renacidos por la voluntad de Dios, seamos no solo oidores de la Palabra, sino hacedores. Si consieramos el contexto de a quienes escribía Santiago, las cosas se aclaran ¿verdad? Ya no se trata de inconversos que deban alcanzar salvación sino de redimidos teniendo que mostrar por sus obras su Fe. No una fe pasiva y dormida, sino una fe activa en la que nos preocupamos del pobre y del menesteroso, de las viudas y los huérfanos en nuestras congregaciones que no somos unos falsos cristianos y Santiago lo pone así el el capítulo 2:
14 Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?
15 Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día,
16 y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?
15 Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día,
16 y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?
Si intentamos considerar el versículo 14 sin los que le rodean, ya lo estamos sacando de su contexto, modificando el mensaje de Santiago, el cual pregunta: ¿De qué te sirve decir que tienes fe y no haces lo bueno? ¿podrá esa clase de fe salvarte? Y aqui la justificación para dudar que tal fe es fe verdadera:
Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? (v.15-16)
Esto va de lleno contra nosotros los que decimos tener fe, porque cuantas veces no sucede que vemos la necesidad pero no hacemos nada al respecto, nos pide ayuda algún hermano pero sólo les hablamos lindo y los enviamos con hambre y frio a su casa? Debemos entender que entonces, las exhortaciones de Santiago además de ser para los que ya han sido redimidos, son un reclamo sincero de no ser solo oidores sino hacedores y es Jesús quien nos dice:
Mateo 25:33-41
33 Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.
34 Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.
35 Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis;
36 estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.
37 Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber?
38 ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos?
39 ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti?
40 Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.
33 Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.
34 Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.
35 Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis;
36 estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.
37 Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber?
38 ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos?
39 ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti?
40 Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.
Ahora podemos entender en su contexto ésto:
Santiago 2:17-18
17 Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.
18 Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.
17 Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.
18 Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.
Te mostraré mi fe, por mis obras: Te demostraré que mi fe es verdadera, a traves de mis obras, de mantenerme en santidad, de guardarme de pecar, de no caer, de guardar los mandamientos de nuestro Señor Jesús, de esforzarme en alcanzar la medida del varón perfecto, y si caigo, de levantarme y continuar en la carrera.
Voy a ayudar a los pobres, a los menesterosos, a las viudas y los huérfanos, voy a hacer la diferencia, asi verás que mi fe, no es vana, sino que es verdadera y por serlo dá buenos frutos.
Como dije anteriormente, la exhortación de Santiago no es a ser salvos y mantenerse salvos, sino más bien es:
Dices que tienes fe, DEMUESTRALO!