Paz y Bien Julio, Dios te bendiga: Tienes mucha razón en cuanto a que hay que tomar en cuenta toda la escritura para poder dimensionar un tema en específico. A continuación disecto su mensaje para una mejor comprensión, y lo contrastaré con la escritura.
Un concepto que hay que tener muy claro, es que los evangelios se escribieron para que las palabras de Jesús y su obra fuera recordada, tal como lo menciona el inicio del Evangelio según San Lucas, lo mismo que el Libro de los Hechos. Los evangelios se escribieron décadas después de la ascensión de Nuestro Señor Jesucristo para ir a la diestra del Padre, y el Espíritu Santo guiaba a los discípulos y apóstoles, sedgún la promesa hecha por Jesús. ¿Por que poner una advertencia sobre un pecado que no se perdona si no es cierto? ¿O tal vez, como dice usted, es necesario meditar y discernir lo que quiere decir esta palabra?. Si Dios le ha dado alguna luz al respecto, compartala, no sea egoísta hermano. Ahora con respecto a los comentarios del texto:
En la carta a los Hebreos, de quien no se tiene certeza de quien es el autor material (el autor intelectual es Dios, lo sabemos, pero no sabemos si fue por medio de Apolo, Pablo o algún otro), habla claramente del descanso que esperamos. En el capítulo 3, a partir del versículo 7. La gloria nos espera, pero es necesario conservar la fe, y no disgustar a Dios como los que en el desierto se volvieron contra Él, a pesar de que vieron sus portentos para ser liberados. Vieron muchas señales, y sin embargo se revelaron.
Heb 3:7 Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz,
Heb 3:8 No endurezcáis vuestros corazones, Como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto,
Heb 3:9 Donde me tentaron vuestros padres; me probaron, Y vieron mis obras cuarenta años.
Heb 3:10 A causa de lo cual me disgusté contra esa generación, Y dije: Siempre andan vagando en su corazón, Y no han conocido mis caminos.
Heb 3:11 Por tanto, juré en mi ira: No entrarán en mi reposo.
Heb 3:12 Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo;
Heb 3:13 antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado.
Heb 3:14 Porque somos hechos participantes de Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin nuestra confianza del principio,
Heb 3:15 entre tanto que se dice: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación.
Heb 3:16 ¿Quiénes fueron los que, habiendo oído, le provocaron? ¿No fueron todos los que salieron de Egipto por mano de Moisés?
Heb 3:17 ¿Y con quiénes estuvo él disgustado cuarenta años? ¿No fue con los que pecaron, cuyos cuerpos cayeron en el desierto?
Heb 3:18 ¿Y a quiénes juró que no entrarían en su reposo, sino a aquellos que desobedecieron?(D)
Heb 3:19 Y vemos que no pudieron entrar a causa de incredulidad.
Esta es una clarísima referencia al salmo 95, y una explicación que nos regala Dios en esta carta. Pero vamos más adelante: En el capítulo 4 y 5 sigue hablando en el mismo tenor, y para culminar con la enseñanza da una advertencia demasiado seria:
Heb 6:1 Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección; no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios,
Heb 6:2 de la doctrina de bautismos, de la imposición de manos, de la resurrección de los muertos y del juicio eterno.
Heb 6:3 Y esto haremos, si Dios en verdad lo permite.
Heb 6:4 Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo,
Heb 6:5 y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero,
Heb 6:6 y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y exponiéndole a vituperio.
¡Que palabra tan tremenda hermanos!. Si uno ha tenido comunión con el Espíritu Santo, y se regresa concientemente por los caminos de pecado, despreciando en su corazón la gracia que Salva, el sacrificio en la cruz, la sangre y agua del costado de Jesús que el Espíritu Santo hace presente en nuestras vidas, dice al hagiógrafo QUE ES IMPOSIBLE SER RENOVADO DE NUEVO. Y no lo dice Francisco Javier. Ese es el pecado que Dios no perdona. Jesús pidió en la cruz: Padre, perdónalos, PORQUE NO SABEN LO QUE HACEN. Pero saber lo que está haciendo uno, iluminado por el Espíritu Santo, y a pesar de eso continuar negando a Dios en el corazón, ¿Como será la situación a la luz de este pasaje de la carta a los hebreos?.
Ahora podemos entender un poco más esta advertencia que viene en tres de los cuatros evangelios, por lo cual, debe ser algo muy serio:
Mateo 12, 27-32; Marcos 3, 28-29; Lucas 12, 8-10
Mat 12:27 Y si yo expulso los demonios por Beelzebú, ¿por quién los expulsan vuestros hijos? Por tanto, ellos serán vuestros jueces.
Mat 12:28 Pero si yo expulso los demonios por el Espíritu de Dios, entonces el reino de Dios ha llegado a vosotros.
Mat 12:29 ¿O cómo puede alguien entrar en la casa de un hombre fuerte y saquear sus bienes, si primero no lo ata? Y entonces saqueará su casa.
Mat 12:30 El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama.
Mat 12:31 Por eso os digo: todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres, pero la blasfemia contra el Espíritu no será perdonada.
Mat 12:32 Y a cualquiera que diga una palabra contra el Hijo del Hombre, se le perdonará; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no se le perdonará ni en este siglo ni en el venidero.
Aquí vemos que El Espíritu está dando testimonio de que Jesús es el Mesías. Como los fariseos se le enfrentaron, negaron AÚN EL TESTIMONIO DEL ESPÍRITU SANTO. El amor operante con poder de parte de Dios es desdeñado por soberbia de parte de quienes se querían hacer guías y seguir disfrutando de sus privilegios. ¿Alguien se siente incómodo por estas frases? ¡Cuidado!.
Mar 3:28 En verdad os digo que todos los pecados serán perdonados a los hijos de los hombres, y las blasfemias con que blasfemen,
Mar 3:29 pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo no tiene jamás perdón, sino que es culpable de pecado eterno.
Mar 3:30 Porque decían: Tiene un espíritu inmundo. (Jesús)
Luk 12:8 Os digo que todo aquel que me confesare delante de los hombres, también el Hijo del Hombre le confesará delante de los ángeles de Dios;
Luk 12:9 mas el que me negare delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios.
Luk 12:10 A todo aquel que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que blasfemare contra el Espíritu Santo, no le será perdonado.
Desde mi punto de vista, las palabras son demasiado claras. Y aunque muy duras, es de comprenderse. Uno puede dudar que Jesús es Dios, en forma razonable, que se encuentra presente en los sacramentos, pero achacar al diablo lo que Dios hace, negar la acción del Espíritu Santo en el corazón, que es el que nos capacita para alcanzar la santidad, no tiene perdón, si tenemos comunión con el. La carta a los hebreos, contra lo arriba señalado, va en esta misma linea. No es posible que si eres testigo del amor de Dios, si ha hecho maravillas en tu vida, si es defensor tuyo y si te utiliza como instrumento, le vuelvas la espalda y le traiciones, blasfemando contra el de palabra o hecho. ESO NO TIENE PERDÓN NI EN ESTA NI EN LA OTRA VIDA. Y la advertencia es demasiado clara. Si es el caso, y hay un arrepentimiento completo, y una decisión firme de cambiar de vida, y la caida ha sido por debilidad, sin que hayas negado a Dios con toda tu persona, eso es otra cosa, en ese caso, Dios perdona, porque el corazón permanece abierto para su acciuón santificante.
Así es hermano, Dios nos perdonó todas las ofensas contra su persona, y tomó todos nuestros pecados en la cruz. Esta palabra no se contrapone con la otra por una simple razón, NOS LOS PERDONÓ, ANTES DE QUE LE CONOCIERAMOS, ANTES DE QUE SUPIÉRAMOS. PERDÓNALOS PADRE, PORQUE NO SABEN LO QUE HACEN.
Ya después de conocerlo, la cosa cambia. Podemos pecar por debilidad, por ignorancia, por engaño. Podemos hablar contra la divinidad de Jesús, podemos interpretar a nuestro gusto La Palabra, pero negar las luces que recibimos del Espíritu Santo, blasfemando contra Él y sus obras desde el fondo del corazón, ESO NO TIENE PERDÓN NI EN ESTA NI EN LA OTRA VIDA.
Muchos hablan de un Dios de amor y misericordia, y es real y cierto, pero Dios también es un Dios de justicia, y nadie se burla de Él.
Lo anterior sirva para aumentar nuestros compromisos de santidad, hay que perseverar. Si se peca, a reconocerlo abiertamente. Solo hnay que evitar a toda costa, blasfemar contra el Espíritu Santo.
Un saludo para todos.
