El Evangelio Bíblico frente a los falsos evangelios

El evangelio social

El evangelio social

Continuando con el análisis de estos falsos evangelios, tenemos que hablar del que ha tomado más fuerza, el evangelio social.

Tanto en los tiempo de Jesús y los apóstoles, como en cada avivameinto espiritual que ha habído en la historia cristiana, el evangelio puro y en su forma original ha sido el poder de dios que ha salvado verdaderamente a multitud de personas dándoles una vida llena de paz, amor y libertad de sus pecados y vicios pasados. De esto testifican claramente las Escrituras y las biografías de los predicadores más reconocidos que han existido. Cuando una persona se arrepiente con un profundo quebranto y se entrega a jesús, con una confianza total, es hecha realmente una nueva criatura, y comienza a vivir una experiencia totalmente diferente a la anterior. Los cristianos de todos los tiempos, conociendo el poder de este mensaje en su forma original, nunca se han avergonzado de él y han preferido a veces, hasta dar sus vidas antes de atreverse a cambiarlo, rebajarlo o negarlo.

Lamentablemente esto ha ido cambiando en años recientes y actualmente hay grupos y denominaciones que han traicionado ese evangelio puro, al diluirlo y adulterralo. Están creando un nuevo evangelio que está de moda: el evangelio social.

¿Qué es el evangelio social?

El evangelio social es una invención moderna y fue creado originalmente en los Estados Unidos. es un mensaje en el cual se quitan, o se diluyen, partes claves del mensaje de jesús y sus apóstoles, tales como el arrepentimiento radical; la enseñanza del infierno; el juicio de Dios contra el pecado; la necesidad de negarse a uno mismo y sufrir por Cristo y otras doctrinas más. En el evangelio social sólo se habla de creer en Jesús, de el amor de dios, etc. En resumen, se habla sólo de aquellas cosas agradables al oído de los hombres y casi no se menciona aquello que suene fuerte, o que pudiera incomodar a los oyentes. Se trata de crear un evangelio que no choque, en nada, con las costumbres y las ideas de la sociedad corrupta en que vivimos; pues si el mensaje es claro y directo o tiene demandas fuertes, entonces se cree que la gran masa de personas no asistirá a las reuniones y las congregaciones o iglesias no serán muy grandes.

Lo anterior ha sido examinado desde diferentes ángulos por reconocidos personajes del mundo académico cristiano como hank Hanegraaff, director del Instituto Cristiano de Investigaciones; la organización internacional más profesional que existe actualmente en la investigación de doctrinas falsas:

"La cultura norteamericana está obsesionada por la idea de una vida crecientemente exitosa y por un gran materialismo... la palabra clave no es 'autosacrificio' sino 'autoengrandecimiento'. Tristemente, una porción significativa dentro del cristianismo moderno ha comprado el mensaje de que nosostros estamos en este mundo sólo por un rato, y que por lo tanto lo mejor que podemos hacer es darnos todos los gustos mientras estamos aquí". ("Cristianismo en Crisis"; Hank Hanegraff; casa de Publicaciones Harvest; Editorial Unilit; Eugene, Oregón; Pág. 203).

Michael Horton, pastor y reconocido escritor, confirma lo anterior en su libro "La agonía del engaño" cuando dice que es lógico que este tipo de "evangelio" haya surgido de la sociedad americana de hoy en día "amadora del placer y centrada en sí misma". ("La agonía del engaño"; Michael Horton; Impresora Moddy; Chicago 1990; pág. 123).

Así que nada de sufrimiento, arrepentimiento u otras enseñanzas molestas para la carne en este nuevo evangelio, pues la idea es decirle a la gente que tendrá una vida cómoda y placentera. Mucho menos hablar de cosas como el infierno, aunque Cristo mismo habló de este tema alrededor de 23 veces solamente en el evangelio de mateo. Los maestros del evangelio social han creado, según su opinión, una mejor versión a la que han sido "recortadas" aun enseñanzas tan básicas como la doctrina de la culpabilidad del hombre.

Veamos un ejemplo de esto último analizando las palabras de un popular predicador, ante su audiencia de alrededor de 5000 personas. primero sorprende a su auditorio con la nueva revelación de que el arrepentimiento es una cosa pasada de moda, después los instruye en que nunca se le debe advertir a la gente acerca del infierno. Finalmente, en el clímax de sus nuevas revelaciones anuncia con voz potente que ningún ser humano, incluídos todos los inconversos, es culpable de pecado delante de Dios.

"Dios ya no inculpa al hombre de su pecado. Dios no está inculpando al mundo de pecado... ¿Qué te parece?, no eres culpable de nada".

"Dios no inculpa de pecado al hombre, ese es el verdadero evangelio".
[1]

He aquí un claro ejemplo de una predicación del evangelio social.

Por si lo anterior fuera poco, en vez de predicar arrepentimiento francamente, y el mensaje bíblico completo, los que enseñan el evangelio social a veces sustituyen las enseñanzas originales por promesas de prosperidad económica, e incluso se manipula a las personas a creer en Jesús sólo para que les "vaya bien".

Esta distorción comercializada de la verdad ha dado paso últimamente a toda una filosofía cristiana de la prosperidad, en la cual Dios y Su Palabra se convierten en un escalón para obtener riquezas materiales, y el sacrificio de Jesús en un medio para obtener dinero. Así lo enseñó el Dr. Gordillo un reconocido líder nacional en un congreso sobre finanzas bíblicas.

"La prosperidad (económica) es señal de perfección. Es caminar en justicia... es valorar el sacrificio del Hijo de Dios".

"Dios quiere que usted prospere financieramente... pero para eso usted necesita fe".
[2]

Es también el mensaje de Robert Tilton. Quizás el más reconocido exponente del evangelio social a nivel mundial. Obviamente él también ofrece a sus seguidores que les puede decir los secretos de esa fe que los puede hacer ricos. ¡Claro!, si le mandan una buena ofrenda. [3]

Hay ocasiones en que el intento por manipular a la gente para que se acerque a Dios por conveniencia lleva a prometer a los exponentes de estas nuevas doctrinas cosas increíbles y a veces hasta a decir blasfemias. Lo siguiente lo declara uno de los promotores del evangelio de la prosperidad ante su auditorio:

"Cuando yo recibí el Espíritu Santo... recibí poder... ¿sabían ustedes que el poder de Dios es para hacer dinero?".[3]

En resumen, este tipo de mensaje llega aun a promover el materialismo e incita a la gente a que se acerque a Cristo para tener más dinero y no por amor ni por quien Él es. Visto de otra manera, le dice a las personas que hay que buscar a Crsito por lo que Él les puede dar, no porque sean pecadores perdidos que deben amar a Jesús por lo que Él hizo en la cruz.

Los predicadores de este nuevo evangelio bien pueden ser descritos en este análisis del excelente libro "Cristianismo en crisis".

"Esta gente invariablemente pregona la idea de que la prosperidad es el derecho divino de cada creyente. esta nueva forma de 'cristianismo' no es mas que una forma disfrazada de avaricia vestida sutilmente con una capa de religiosidad". ("Cristianismo en Crisis"; Hank Hanegraff; casa de Publicaciones Harvest; Editorial Unilit; Eugene, Oregón; Pág. 198).

En el evangelio social siempre se oyen las bellas palabras para adular a los oyentes y que estos se sientan a gusto. Contiene interesantes mensajes salpicados con pasajes bíblicos que tienen como objetivo hacerle a uno la vida más cómoda. Mientras tanto, le promete el cielo a la gente aunque ésta ni siquiera entienda lo que es arrepentirse y entregarse a Jesucristo. la idea, es ser lo más cuidadoso posible con los asistentes y no incomodarlos en nada, pues si alguno se ofende y se va, eso disminuye el crecimiento numérico y... las entradas económicas.

Este evangelio falso ha sido cuidadosamente diseñado a través de los años para llenar las congregaciones y los bolsillos de predicadores sin escrúpulos. Ha sido fabricado para exaltar los gigantescos egos de hombres cuyo único deseo es tener grandes multitudes que los escuchen y ser así considerados "exitosos" ante los ojos de los demás.

este evangelio social, hace sentir bien a la gente pero falla en el importantísismo propósito de producir conversiones poderosas y estables. esto sucede porque omite los importantes llamados al arrepentimiento y a confiar totalmente en Jesucristo, que vienen en el Evangelio bíblico, y los sustituyne por un débil "Acepta a Jesús", por medio de una oración que se hace sin convicción de pecado ni entendimiento mínimo de la obra y la persona de Jesucristo. De hecho, lo más grave de todo es que hace descansar a muchos en una falsa seguridad de salvación.

El evangelio social es la creación maestra de la cultura comenrcial: un evangelio al gusto del cliente.

¿Qué dice la Palabra de Dios de esto?

En Romanos 1:16 y 2a Corintios 2:17 el apóstol Pablo dice que el evangelio es el poder de Dios para salvar y que nunca se debe rebajar, falsificar o diluir. la razón es obvia. Cuando se hace esto, ya no es El Evangelio y pierde u poder tranformador. Y si aparte se mezcla con ideas comerciales, se convierte en un falso evangelio. es por eso que el evangelio social que se está predicando en muchos círculos evangélicos y crsitianos hoy en día, no tiene efectividad para producir conversiones profundas y dar paz y libertad permanentes. Los que lo escuchan carecen de una vida victoriosa sobre el pecado y a veces se encuentran en terribles crisis morales y emocionales sin saber por qué.

"mas si aun nosotros, o un ángel del
cielo, os anunciare otro evangelio
diferente del que os hemos anunciado,
sea anatema"
. Gálatas 1:8


[1] "Nuestro Dios maravilloso"; Marco Barrientos; Amistad Cristiana A. C.; cassette.
[2] "Batalla espiritual"; Dr. Gordillo; Serie de cassettes sobre finanzas bíblicas.
[3] Javier Gómez Rubio; Amistad Cristiana A. C. en Guadalajara, México; "cassette sobre la porsperidad"
 
El Evangelio Social

El Evangelio Social

El mensaje que publiqué ayer contenía algunos errores en cuanto a las referencias, así que lo publico de nuevo corregido esperando que alguien se anime a dar su opinión sobre este tema.

Continuando con el análisis de estos falsos evangelios, tenemos que hablar del que ha tomado más fuerza, el evangelio social.

Tanto en los tiempo de Jesús y los apóstoles, como en cada avivameinto espiritual que ha habído en la historia cristiana, el evangelio puro y en su forma original ha sido el poder de dios que ha salvado verdaderamente a multitud de personas dándoles una vida llena de paz, amor y libertad de sus pecados y vicios pasados. De esto testifican claramente las Escrituras y las biografías de los predicadores más reconocidos que han existido. Cuando una persona se arrepiente con un profundo quebranto y se entrega a jesús, con una confianza total, es hecha realmente una nueva criatura, y comienza a vivir una experiencia totalmente diferente a la anterior. Los cristianos de todos los tiempos, conociendo el poder de este mensaje en su forma original, nunca se han avergonzado de él y han preferido a veces, hasta dar sus vidas antes de atreverse a cambiarlo, rebajarlo o negarlo.

Lamentablemente esto ha ido cambiando en años recientes y actualmente hay grupos y denominaciones que han traicionado ese evangelio puro, al diluirlo y adulterralo. Están creando un nuevo evangelio que está de moda: el evangelio social.

¿Qué es el evangelio social?

El evangelio social es una invención moderna y fue creado originalmente en los Estados Unidos. es un mensaje en el cual se quitan, o se diluyen, partes claves del mensaje de jesús y sus apóstoles, tales como el arrepentimiento radical; la enseñanza del infierno; el juicio de Dios contra el pecado; la necesidad de negarse a uno mismo y sufrir por Cristo y otras doctrinas más. En el evangelio social sólo se habla de creer en Jesús, de el amor de dios, etc. En resumen, se habla sólo de aquellas cosas agradables al oído de los hombres y casi no se menciona aquello que suene fuerte, o que pudiera incomodar a los oyentes. Se trata de crear un evangelio que no choque, en nada, con las costumbres y las ideas de la sociedad corrupta en que vivimos; pues si el mensaje es claro y directo o tiene demandas fuertes, entonces se cree que la gran masa de personas no asistirá a las reuniones y las congregaciones o iglesias no serán muy grandes.

Lo anterior ha sido examinado desde diferentes ángulos por reconocidos personajes del mundo académico cristiano como hank Hanegraaff, director del Instituto Cristiano de Investigaciones; la organización internacional más profesional que existe actualmente en la investigación de doctrinas falsas:

"La cultura norteamericana está obsesionada por la idea de una vida crecientemente exitosa y por un gran materialismo... la palabra clave no es 'autosacrificio' sino 'autoengrandecimiento'. Tristemente, una porción significativa dentro del cristianismo moderno ha comprado el mensaje de que nosostros estamos en este mundo sólo por un rato, y que por lo tanto lo mejor que podemos hacer es darnos todos los gustos mientras estamos aquí". ("Cristianismo en Crisis"; Hank Hanegraff; casa de Publicaciones Harvest; Editorial Unilit; Eugene, Oregón; Pág. 203).

Michael Horton, pastor y reconocido escritor, confirma lo anterior en su libro "La agonía del engaño" cuando dice que es lógico que este tipo de "evangelio" haya surgido de la sociedad americana de hoy en día "amadora del placer y centrada en sí misma". ("La agonía del engaño"; Michael Horton; Impresora Moddy; Chicago 1990; pág. 123).

Así que nada de sufrimiento, arrepentimiento u otras enseñanzas molestas para la carne en este nuevo evangelio, pues la idea es decirle a la gente que tendrá una vida cómoda y placentera. Mucho menos hablar de cosas como el infierno, aunque Cristo mismo habló de este tema alrededor de 23 veces solamente en el evangelio de mateo. Los maestros del evangelio social han creado, según su opinión, una mejor versión a la que han sido "recortadas" aun enseñanzas tan básicas como la doctrina de la culpabilidad del hombre.

Veamos un ejemplo de esto último analizando las palabras de un popular predicador, ante su audiencia de alrededor de 5000 personas. primero sorprende a su auditorio con la nueva revelación de que el arrepentimiento es una cosa pasada de moda, después los instruye en que nunca se le debe advertir a la gente acerca del infierno. Finalmente, en el clímax de sus nuevas revelaciones anuncia con voz potente que ningún ser humano, incluídos todos los inconversos, es culpable de pecado delante de Dios.

"Dios ya no inculpa al hombre de su pecado. Dios no está inculpando al mundo de pecado... ¿Qué te parece?, no eres culpable de nada".

"Dios no inculpa de pecado al hombre, ese es el verdadero evangelio".
[1]

He aquí un claro ejemplo de una predicación del evangelio social.

Por si lo anterior fuera poco, en vez de predicar arrepentimiento francamente, y el mensaje bíblico completo, los que enseñan el evangelio social a veces sustituyen las enseñanzas originales por promesas de prosperidad económica, e incluso se manipula a las personas a creer en Jesús sólo para que les "vaya bien".

Esta distorción comercializada de la verdad ha dado paso últimamente a toda una filosofía cristiana de la prosperidad, en la cual Dios y Su Palabra se convierten en un escalón para obtener riquezas materiales, y el sacrificio de Jesús en un medio para obtener dinero. Así lo enseñó el Dr. Gordillo un reconocido líder nacional en un congreso sobre finanzas bíblicas.

"La prosperidad (económica) es señal de perfección. Es caminar en justicia... es valorar el sacrificio del Hijo de Dios".[2]

"Dios quiere que usted prospere financieramente... pero para eso usted necesita fe".[3]

Es también el mensaje de Robert Tilton. Quizás el más reconocido exponente del evangelio social a nivel mundial. Obviamente él también ofrece a sus seguidores que les puede decir los secretos de esa fe que los puede hacer ricos. ¡Claro!, si le mandan una buena ofrenda. ("Cristianismo en Crisis"; Hank Hanegraff; casa de Publicaciones Harvest; Editorial Unilit; Eugene, Oregón; Pág. 34, 373 y 374).

Hay ocasiones en que el intento por manipular a la gente para que se acerque a Dios por conveniencia lleva a prometer a los exponentes de estas nuevas doctrinas cosas increíbles y a veces hasta a decir blasfemias. Lo siguiente lo declara uno de los promotores del evangelio de la prosperidad ante su auditorio:

"Cuando yo recibí el Espíritu Santo... recibí poder... ¿sabían ustedes que el poder de Dios es para hacer dinero?".[4]

En resumen, este tipo de mensaje llega aun a promover el materialismo e incita a la gente a que se acerque a Cristo para tener más dinero y no por amor ni por quien Él es. Visto de otra manera, le dice a las personas que hay que buscar a Crsito por lo que Él les puede dar, no porque sean pecadores perdidos que deben amar a Jesús por lo que Él hizo en la cruz.

Los predicadores de este nuevo evangelio bien pueden ser descritos en este análisis del excelente libro "Cristianismo en crisis".

"Esta gente invariablemente pregona la idea de que la prosperidad es el derecho divino de cada creyente. esta nueva forma de 'cristianismo' no es mas que una forma disfrazada de avaricia vestida sutilmente con una capa de religiosidad". ("Cristianismo en Crisis"; Hank Hanegraff; casa de Publicaciones Harvest; Editorial Unilit; Eugene, Oregón; Pág. 198).

En el evangelio social siempre se oyen las bellas palabras para adular a los oyentes y que estos se sientan a gusto. Contiene interesantes mensajes salpicados con pasajes bíblicos que tienen como objetivo hacerle a uno la vida más cómoda. Mientras tanto, le promete el cielo a la gente aunque ésta ni siquiera entienda lo que es arrepentirse y entregarse a Jesucristo. la idea, es ser lo más cuidadoso posible con los asistentes y no incomodarlos en nada, pues si alguno se ofende y se va, eso disminuye el crecimiento numérico y... las entradas económicas.

Este evangelio falso ha sido cuidadosamente diseñado a través de los años para llenar las congregaciones y los bolsillos de predicadores sin escrúpulos. Ha sido fabricado para exaltar los gigantescos egos de hombres cuyo único deseo es tener grandes multitudes que los escuchen y ser así considerados "exitosos" ante los ojos de los demás.

este evangelio social, hace sentir bien a la gente pero falla en el importantísismo propósito de producir conversiones poderosas y estables. esto sucede porque omite los importantes llamados al arrepentimiento y a confiar totalmente en Jesucristo, que vienen en el Evangelio bíblico, y los sustituyne por un débil "Acepta a Jesús", por medio de una oración que se hace sin convicción de pecado ni entendimiento mínimo de la obra y la persona de Jesucristo. De hecho, lo más grave de todo es que hace descansar a muchos en una falsa seguridad de salvación.

El evangelio social es la creación maestra de la cultura comenrcial: un evangelio al gusto del cliente.

¿Qué dice la Palabra de Dios de esto?

En Romanos 1:16 y 2a Corintios 2:17 el apóstol Pablo dice que el evangelio es el poder de Dios para salvar y que nunca se debe rebajar, falsificar o diluir. la razón es obvia. Cuando se hace esto, ya no es El Evangelio y pierde u poder tranformador. Y si aparte se mezcla con ideas comerciales, se convierte en un falso evangelio. es por eso que el evangelio social que se está predicando en muchos círculos evangélicos y crsitianos hoy en día, no tiene efectividad para producir conversiones profundas y dar paz y libertad permanentes. Los que lo escuchan carecen de una vida victoriosa sobre el pecado y a veces se encuentran en terribles crisis morales y emocionales sin saber por qué.

"mas si aun nosotros, o un ángel del
cielo, os anunciare otro evangelio
diferente del que os hemos anunciado,
sea anatema"
. Gálatas 1:8


[1] "Nuestro Dios maravilloso"; Marco Barrientos; Amistad Cristiana A. C.; cassette.
[2] "Batalla espiritual"; Dr. Gordillo; Serie de cassettes sobre finanzas bíblicas.
[3] "Cristianismo en Crisis"; Hank Hanegraaff; Casa de Publicaciones Horves; Editorial Unilit; Eugene, Oregón 1993; pág 373.
[4] Javier Gómez Rubio; Amistad Cristiana A. C. en Guadalajara, México; "cassette sobre la porsperidad"
 
El Evangelio Social

El Evangelio Social

El mensaje que publiqué ayer contenía algunos errores en cuanto a las referencias, así que lo publico de nuevo corregido esperando que alguien se anime a dar su opinión sobre este tema.

Continuando con el análisis de estos falsos evangelios, tenemos que hablar del que ha tomado más fuerza, el evangelio social.

Tanto en los tiempo de Jesús y los apóstoles, como en cada avivameinto espiritual que ha habído en la historia cristiana, el evangelio puro y en su forma original ha sido el poder de dios que ha salvado verdaderamente a multitud de personas dándoles una vida llena de paz, amor y libertad de sus pecados y vicios pasados. De esto testifican claramente las Escrituras y las biografías de los predicadores más reconocidos que han existido. Cuando una persona se arrepiente con un profundo quebranto y se entrega a jesús, con una confianza total, es hecha realmente una nueva criatura, y comienza a vivir una experiencia totalmente diferente a la anterior. Los cristianos de todos los tiempos, conociendo el poder de este mensaje en su forma original, nunca se han avergonzado de él y han preferido a veces, hasta dar sus vidas antes de atreverse a cambiarlo, rebajarlo o negarlo.

Lamentablemente esto ha ido cambiando en años recientes y actualmente hay grupos y denominaciones que han traicionado ese evangelio puro, al diluirlo y adulterralo. Están creando un nuevo evangelio que está de moda: el evangelio social.

¿Qué es el evangelio social?

El evangelio social es una invención moderna y fue creado originalmente en los Estados Unidos. es un mensaje en el cual se quitan, o se diluyen, partes claves del mensaje de jesús y sus apóstoles, tales como el arrepentimiento radical; la enseñanza del infierno; el juicio de Dios contra el pecado; la necesidad de negarse a uno mismo y sufrir por Cristo y otras doctrinas más. En el evangelio social sólo se habla de creer en Jesús, de el amor de dios, etc. En resumen, se habla sólo de aquellas cosas agradables al oído de los hombres y casi no se menciona aquello que suene fuerte, o que pudiera incomodar a los oyentes. Se trata de crear un evangelio que no choque, en nada, con las costumbres y las ideas de la sociedad corrupta en que vivimos; pues si el mensaje es claro y directo o tiene demandas fuertes, entonces se cree que la gran masa de personas no asistirá a las reuniones y las congregaciones o iglesias no serán muy grandes.

Lo anterior ha sido examinado desde diferentes ángulos por reconocidos personajes del mundo académico cristiano como hank Hanegraaff, director del Instituto Cristiano de Investigaciones; la organización internacional más profesional que existe actualmente en la investigación de doctrinas falsas:

"La cultura norteamericana está obsesionada por la idea de una vida crecientemente exitosa y por un gran materialismo... la palabra clave no es 'autosacrificio' sino 'autoengrandecimiento'. Tristemente, una porción significativa dentro del cristianismo moderno ha comprado el mensaje de que nosostros estamos en este mundo sólo por un rato, y que por lo tanto lo mejor que podemos hacer es darnos todos los gustos mientras estamos aquí". ("Cristianismo en Crisis"; Hank Hanegraff; casa de Publicaciones Harvest; Editorial Unilit; Eugene, Oregón; Pág. 203).

Michael Horton, pastor y reconocido escritor, confirma lo anterior en su libro "La agonía del engaño" cuando dice que es lógico que este tipo de "evangelio" haya surgido de la sociedad americana de hoy en día "amadora del placer y centrada en sí misma". ("La agonía del engaño"; Michael Horton; Impresora Moddy; Chicago 1990; pág. 123).

Así que nada de sufrimiento, arrepentimiento u otras enseñanzas molestas para la carne en este nuevo evangelio, pues la idea es decirle a la gente que tendrá una vida cómoda y placentera. Mucho menos hablar de cosas como el infierno, aunque Cristo mismo habló de este tema alrededor de 23 veces solamente en el evangelio de mateo. Los maestros del evangelio social han creado, según su opinión, una mejor versión a la que han sido "recortadas" aun enseñanzas tan básicas como la doctrina de la culpabilidad del hombre.

Veamos un ejemplo de esto último analizando las palabras de un popular predicador, ante su audiencia de alrededor de 5000 personas. primero sorprende a su auditorio con la nueva revelación de que el arrepentimiento es una cosa pasada de moda, después los instruye en que nunca se le debe advertir a la gente acerca del infierno. Finalmente, en el clímax de sus nuevas revelaciones anuncia con voz potente que ningún ser humano, incluídos todos los inconversos, es culpable de pecado delante de Dios.

"Dios ya no inculpa al hombre de su pecado. Dios no está inculpando al mundo de pecado... ¿Qué te parece?, no eres culpable de nada".

"Dios no inculpa de pecado al hombre, ese es el verdadero evangelio".
[1]

He aquí un claro ejemplo de una predicación del evangelio social.

Por si lo anterior fuera poco, en vez de predicar arrepentimiento francamente, y el mensaje bíblico completo, los que enseñan el evangelio social a veces sustituyen las enseñanzas originales por promesas de prosperidad económica, e incluso se manipula a las personas a creer en Jesús sólo para que les "vaya bien".

Esta distorción comercializada de la verdad ha dado paso últimamente a toda una filosofía cristiana de la prosperidad, en la cual Dios y Su Palabra se convierten en un escalón para obtener riquezas materiales, y el sacrificio de Jesús en un medio para obtener dinero. Así lo enseñó el Dr. Gordillo un reconocido líder nacional en un congreso sobre finanzas bíblicas.

"La prosperidad (económica) es señal de perfección. Es caminar en justicia... es valorar el sacrificio del Hijo de Dios".[2]

"Dios quiere que usted prospere financieramente... pero para eso usted necesita fe".[3]

Es también el mensaje de Robert Tilton. Quizás el más reconocido exponente del evangelio social a nivel mundial. Obviamente él también ofrece a sus seguidores que les puede decir los secretos de esa fe que los puede hacer ricos. ¡Claro!, si le mandan una buena ofrenda. ("Cristianismo en Crisis"; Hank Hanegraff; casa de Publicaciones Harvest; Editorial Unilit; Eugene, Oregón; Pág. 34, 373 y 374).

Hay ocasiones en que el intento por manipular a la gente para que se acerque a Dios por conveniencia lleva a prometer a los exponentes de estas nuevas doctrinas cosas increíbles y a veces hasta a decir blasfemias. Lo siguiente lo declara uno de los promotores del evangelio de la prosperidad ante su auditorio:

"Cuando yo recibí el Espíritu Santo... recibí poder... ¿sabían ustedes que el poder de Dios es para hacer dinero?".[4]

En resumen, este tipo de mensaje llega aun a promover el materialismo e incita a la gente a que se acerque a Cristo para tener más dinero y no por amor ni por quien Él es. Visto de otra manera, le dice a las personas que hay que buscar a Crsito por lo que Él les puede dar, no porque sean pecadores perdidos que deben amar a Jesús por lo que Él hizo en la cruz.

Los predicadores de este nuevo evangelio bien pueden ser descritos en este análisis del excelente libro "Cristianismo en crisis".

"Esta gente invariablemente pregona la idea de que la prosperidad es el derecho divino de cada creyente. esta nueva forma de 'cristianismo' no es mas que una forma disfrazada de avaricia vestida sutilmente con una capa de religiosidad". ("Cristianismo en Crisis"; Hank Hanegraff; casa de Publicaciones Harvest; Editorial Unilit; Eugene, Oregón; Pág. 198).

En el evangelio social siempre se oyen las bellas palabras para adular a los oyentes y que estos se sientan a gusto. Contiene interesantes mensajes salpicados con pasajes bíblicos que tienen como objetivo hacerle a uno la vida más cómoda. Mientras tanto, le promete el cielo a la gente aunque ésta ni siquiera entienda lo que es arrepentirse y entregarse a Jesucristo. la idea, es ser lo más cuidadoso posible con los asistentes y no incomodarlos en nada, pues si alguno se ofende y se va, eso disminuye el crecimiento numérico y... las entradas económicas.

Este evangelio falso ha sido cuidadosamente diseñado a través de los años para llenar las congregaciones y los bolsillos de predicadores sin escrúpulos. Ha sido fabricado para exaltar los gigantescos egos de hombres cuyo único deseo es tener grandes multitudes que los escuchen y ser así considerados "exitosos" ante los ojos de los demás.

este evangelio social, hace sentir bien a la gente pero falla en el importantísismo propósito de producir conversiones poderosas y estables. esto sucede porque omite los importantes llamados al arrepentimiento y a confiar totalmente en Jesucristo, que vienen en el Evangelio bíblico, y los sustituyne por un débil "Acepta a Jesús", por medio de una oración que se hace sin convicción de pecado ni entendimiento mínimo de la obra y la persona de Jesucristo. De hecho, lo más grave de todo es que hace descansar a muchos en una falsa seguridad de salvación.

El evangelio social es la creación maestra de la cultura comenrcial: un evangelio al gusto del cliente.

¿Qué dice la Palabra de Dios de esto?

En Romanos 1:16 y 2a Corintios 2:17 el apóstol Pablo dice que el evangelio es el poder de Dios para salvar y que nunca se debe rebajar, falsificar o diluir. la razón es obvia. Cuando se hace esto, ya no es El Evangelio y pierde u poder tranformador. Y si aparte se mezcla con ideas comerciales, se convierte en un falso evangelio. es por eso que el evangelio social que se está predicando en muchos círculos evangélicos y crsitianos hoy en día, no tiene efectividad para producir conversiones profundas y dar paz y libertad permanentes. Los que lo escuchan carecen de una vida victoriosa sobre el pecado y a veces se encuentran en terribles crisis morales y emocionales sin saber por qué.

"mas si aun nosotros, o un ángel del
cielo, os anunciare otro evangelio
diferente del que os hemos anunciado,
sea anatema"
. Gálatas 1:8


[1] "Nuestro Dios maravilloso"; Marco Barrientos; Amistad Cristiana A. C.; cassette.
[2] "Batalla espiritual"; Dr. Gordillo; Serie de cassettes sobre finanzas bíblicas.
[3] "Cristianismo en Crisis"; Hank Hanegraaff; Casa de Publicaciones Horves; Editorial Unilit; Eugene, Oregón 1993; pág 373.
[4] Javier Gómez Rubio; Amistad Cristiana A. C. en Guadalajara, México; "cassette sobre la porsperidad"
 
Re: El Evangelio Bíblico frente a los falsos evangelios

Amados Hermanos en Cristo Jesús,
Dios les bendiga.

Como hemos podido ver, en el foro hay muchos que se llaman a sí mismos "cristianos", y que están proclamando falsos evangelios, que en lugar de convertir a la gente a Cristo pretenden llevar a la gente a formar parte de las filas de instituciones humanas o seguir vanas filosofías de hombres. Algunos de ellos lo hacen creyendo sinceramente que están en la verdad, otros, lo hacen a sabiendas que no lo es. Sea como fuere, desconocen el Evangelio de Jesucristo. Y es la tarea de todo cristiano llevarl la luz del verdadero Evangelio y haciendo frente a los falsos, no en nuestras fuerzas, sino en el Espíritu de nuestro Señor, protegidos con toda Su armadura.

En la tarea de llevar el Evangelio de Cristo a los que no lo conoce, a veces resulta necesario tratar con lo que no es el Evangelio. Considero que al ir descubriendo los errores de los falsos Evangelios modernos podemos mostrar lo que el Evangelio es en realidad. Algunas veces podemos entender mejor la verdad al mirar primero lo que es el error. La luz brilla más brillante teniendo como trasfondo la oscuridad. Por eso es que abra este nuevo tema, pues me gustaría enlistar varios evangelios populares que no soportan la prueba del Evangelio Bíblico:
  • Primeramente, el Evangelio no es creer que los eventos alrededor de Cristo tienen significado histórico o de que ellos en realidad ocurrieron. Los hechos de la historia en realidad apoyan que en efecto hubo un Jesús que vivió hace dos mil años. Muchos en otras religiones admitirán la historicidad de muchos de los registros bíblicos y aún tener un agudo interés en estos eventos. Sin embargo, el tener un interés, aún haber hecho un viaje a la "Tierra Santa", en ninguna manera te hacen un Cristiano o un hijo de Dios.

  • El Evangelio tampoco es que como Dios ama a todo el mundo hay muchos caminos a Dios. Este evangelio, popular en círculos liberales, enseña que Jesús solamente es el mejor camino a Dios. Dice también que hay muchos caminos a Dios incluyendo el Budismo, el Hinduismo, el Islamismo, el Judaísmo y el Cristianismo. Esta definición a menudo se oye de las bocas de políticos modernos que viven en una sociedad pluralista, tales como los candidatos a puestos muy altos. Sus oraciones en las reuniones de "religión civil" generalmente incluyen una variedad de líderes religiosos, con el propósito de no ofender a alguna religión en particular. En tanto que el nombre "Dios" sea reverenciado tales personas deben ser incluídas entre aquellos que son definidos como hijos de Dios. Esta es la Religión Civil, y no el Cristianismo. Ciertamente no es el Evangelio. Jesús dijo claramente en Juan 14:6: "Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí". El Cristianismo es exclusivo por su propia naturaleza. Aquellos fuera de Cristo no son hijos de Dios.

  • El Evangelio tampoco es que Dios es amor y si tratas de vivir lo mejor que puedas, entonces puedes abrigar la esperanza de que Dios te permitirá entrar al cielo. La Biblia dice en Isaías 64:6: "pues todos nosotros somos como cosa impura, todas nuestras justicias como trapo de inmundicia". Pablo dice en Romanos 3:10, "No hay justo, ni aun uno; no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios". El libro de Gálatas lo pone claro al decir "Todos los que dependen de las obras de la Ley están bajo maldición" (Galatas 3:10). Las buenas obras no pueden a uno prepararle para encontrar a Dios y ser aceptado en el cielo. Dios acepta solamente la perfección, y ningún hombre ha vivido una vida perfecta, excepto Cristo Jesús. Aparte del Evangelio, un pecado, una minucia, una omisión del deber, descalifica a cualquier hombre de ser aceptado como hijo de Dios.

  • El Evangelio no es que soy un hijo de Dios porque soy miembro de una iglesia. La membresía de una iglesia nunca hizo a nadie un hijo de Dios. Hay muchas personas sentadas en las bancas de muchas iglesias que no tienen idea de lo que es el Evangelio.

  • El Evangelio no es el sentimiento de que siento que soy salvo. Decir "Estoy seguro de que soy salvo" no es el Evangelio. Los sentimientos son importantes al entender el Evangelio, pero sólo porque un hombre pueda tener seguridad de que es salvo, eso no significa que sea salvo o de que entienda el Evangelio. La seguridad de salvación y el conocimiento del Evangelio son dos cosas diferentes. Hay muchos que no dudan de su salvación que no son salvos. Ellos no entienden el Evangelio. Ellos identifican los buenos sentimientos o alguna seguridad infundada como el Evangelio en sí mismo. Esto no es el Evangelio. Pablo alentó a los Corintios a "Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados?" (2 Corintios 13:5) En otras palabras, muchos que se sienten salvados, o que creen que son hijos de Dios, no saben lo que es el Evangelio. Los sentimientos acerca de la validez de su salvación pueden ser verdaderos, pero aún esos sentimientos pueden ser erróneos. Yo puedo sentirme saludable, pero podría estar muriendo de cáncer. Los sentimientos no son la prueba final de si uno cree el Evangelio.

  • El Evangelio no es que sé que soy un hijo de Dios porque Dios ha contestado mis oraciones. Dios de veras que contesta las oraciones de sus hijos, pero esto en sí mismo no es garantía de que sabes lo que es el Evangelio. Dios, porque es bueno, ha sido bueno con mucha gente que ni siquiera son Cristianos. De hecho aquellos que no son hijos de Dios a menudo encuentran la vida mucho más placentera que aquellos que son hijos de Dios. "La Vida es buena" puede ser su slogan, pero esto en ninguna manera indica que conocen a Dios. El Salmista encontró en esto un gran dilema cuando preguntó porqué el justo sufría y los malvados prosperaban (Salmo 73). Una vida fácil y bendiciones físicas externas no son la evidencia final y conclusiva de que eres un hijo de Dios o de que crees el Evangelio.

  • El Evangelio no es que he hecho grandes cosas para Dios. Un hombre puede predicar desde el púlpito, ser un anciano en la iglesia, y aún realizar milagros, y aún así no ser un hijo de Dios. Jesús dijo en Mateo 7:22-23, "Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad"

  • El Evangelio no es creer haber tomado una decisión por Jesús o haberlo invitado a mi corazón. Ninguno de estos actos por parte del hombre indican que tú entiendes o conoces el Evangelio. Hay miles de personas que creen haberse decidido por Jesús o que han invitado a Jesús a sus corazones, pero que no entienden ni creen el Evangelio.
Así que, ninguno de estas acciones o creencias es el Evangelio, aunque algunos son parte y porción del Evangelio. Ninguno de ellos da evidencia final de que tú entiendas o creas verdaderamente el Evangelio de Jesucristo.

Continúa....
 
Re: El Evangelio Bíblico frente a los falsos evangelios

Entonces, ¿Qué es el Evangelio?

Primero, para entender el Evangelio, debes creer que te encuentras en un hueco infernal tan profundo, que no hay nada que puedas hacer para salirte de allí. No hay nada que puedas haces para salvarte a ti mismo. Tu análisis de tu condición es similar a encontrarse en el fondo de un pozo de cientos de millas de profundidad con paredes cubiertas de aceite resbaloso. No ni hay escalera ni cuerda, y tampoco hay nadie en un radio de miles de millas para escuchar tus gritos. Además, el hueco está lleno de serpientes venenosas. Te encuentras allí por causa del pecado. Haz quebrantado la ley de Dios y te encuentras en una situación sin esperanza. Efesios 2:1-3 describe nuestra situación antes de venir a ser de Cristo:

"Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, 3entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás".

Eramos hombres muertos; no hombres enfermos que podrían en algún sentido ayudarse a sí mismos. Los muertos son hombres sin esperanza. No tienen habilidad para impartirse a sí mismos vida, o para reparar sus cuerpos muertos.

Segundo, para entender el Evangelio, debemos entender que, como pecadores separados de Dios, necesitamos ser nacidos de nuevo. Jesús dijo en Juan 3:7-9, "No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu. Respondió Nicodemo y le dijo: ¿Cómo puede hacerse esto?" Juan también nos dice en Juan 1:12-13, "Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios".

La voluntad del hombre se encuentra en esclavitud a su naturaleza pecaminosa, y a menos que Dios transforme la naturaleza del hombre este no podrá agradarle de ninguna manera.

Así que, no solamente debemos primero ver que estamos muertos en pecados sin ninguna habilidad para ayudarnos a nosotros mismos a salir del profundo pozo del pecado, sino que además debemos entender que a menos que Jesús nos haga nacer de nuevo, no podemos actuar de acuerdo a la voluntad de Dios. A menos que un hombre reconozca que necesita la salvación, y que esta viene sólo a través de Cristo, dicho hombre no puede ser salvado.

El punto es este: No puedes entender o creer el Evangelio hasta que haya sido removida de ti toda posibilidad de contribuir, añadir o complementar en alguna manera a la obra de Cristo que es la que salva a Su Pueblo. Para creer el Evangelio primero debes ser dirigido cientos de millas a un profundo agujero oscuro. Has pecado contra Dios, quebrantado Su ley y Su ira reposa sobre ti. No tienes habilidad para salvarte a ti mismo; no tienes habilidad para sacarte a ti mismo de ese profundo hueco. Te encuentras en una situación sin esperanza. Si no ves esto es que tú no sabes lo que es el Evangelio.

En este punto podrías preguntar, "¿Qué puedo hacer?" La respuesta es, ¡tú no puedes hacer nada! La pregunta bíblica es: "¿Qué debo hacer?" (Hechos 2:37). Esta es la manera en que un hombre debe formular la pregunta. La palabra "puedo" asume que tú tienes la habilidad de hacer algo. La palabra "debo" asume que tú no tienes habilidad, pero asume que tú tienes responsabilidad.

Entonces, la respueta a la cuestión de la naturaleza del Evangelio, es que al reconocer tu terrible condición debes refugiarte en Cristo e implorar Su misericordia, confiando que Él es capaz de sacarte y liberarte de esa presente condición. Debes creer en Su poder, Sus promesas, y Su obra en la cruz para perdonarte de tus pecados. Debes creer que Él puede sacarte de esa presente condición, y establecerte en un nuevo camino de servicio y amor hacia Él. Solamente Él puede hacer esto por Su poder. No tienes nada que añadir a Su poder. Tú no eres Su copiloto. Tu confianza no está en ti mismo, o en tu fe, sino en Su poder para salvarte. Solamente Él puede limpiar tu sucio corazón. Solamente Él puede intervenir en favor tuyo delante del Padre Celestial.

Este es el Evangelio.

Sólo Cristo puede salvarnos y hacernos hijos de Dios. No tenemos habilidad nosotros mismos de hacer eso. Todo lo que podemos hacer es clamar por Su misericordia, pidiendo gracia para confiar en Su poder y promesas. Cuando nos refugiamos en Cristo, esperando, confiando, comprometiéndonos nosotros mismos solamente a Él quien tiene la habilidad para salvarnos, entonces somos justificados por esa fe. Somos declarados justos sobre la base de Su vida y obra en la cruz. Romanos 5:1 nos dice, "Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo". Como Abraham en la antiguedad somos reconocidos como justos porque creemos y confiamos en las promesas de Dios (Romanos 4:3). Necesitamos perfección para ser aceptados en el Cielo. Ninguno de nosotros la tiene. La justificación es el acto forénsico de Dios por el cual sobre la base de nuestra fe Él nos declara justos (perfectos). La justicia y perfección de Cristo, quien es perfecto, es cargada a nuestra cuenta, aún cuando no la merecemos ni la ganamos. Es nuestra por gracia, y abre las puertas del Cielo para nosotros. Sin embargo, siempre reconocemos que aún esta fe que nos justifica es un don de Dios. Es algo con lo cual nosotros no contribuimos. Es nuestra fe, pero la tenemos porque Dios nos la dio.

"Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios" (Efesios 2:8).

Así que, creer el Evangelio es -en verdad- confiar en Cristo, pero confiar en Cristo con una confianza que Él nos ha dado, porque nosotros éramos incapaces de confiar en Él sin Su gracia. Eramos incapaces de hacer alguna cosa. Debido a que reconocimos que éramos incapaces de hacer algo, nos refugiamos en Cristo clamando por Su misericordia y perdón. Esta es la esencia del Evangelio. Esto es lo que se ve en la experiencia de todo creyente. No es tanto que la fe salva, sino más bien que la gracia salva. Aún más, no es tanto que la gracia salva, como que Cristo salva. Jesús salva, ¡y solamente Jesús salva!

A la luz del correcto entendimiento del mensaje del Evangelio, Juan 3:16 realmente toma un nuevo significado. Garantiza la esperanza para todos aquellos que se miran a sí mismos como pecadores condenados al Infierno, tan profundo en un hueco que no hay salida de escape. Da esperanza a un hombre sin ayuda que se refugia en Cristo como su única esperanza de recibir perdón y liberación.

"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna".

La palabra crítica en este verso no es "cree" sino que la palabra crítica es "Él". Esa es la diferencia entre muchos falsos Evangelios modernos y el verdadero Evangelio de Jesucristo. Los falsos evangelios se enfoca en la acción del hombre, y el verdadero, en la obra de Jesucristo.

Es sólo Jesucristo quien puede sacarme de este profundo pozo, limpiar mi corazón, y capacitarme para caminar en Sus caminos. El enfoque está sobre Cristo, no sobre la fe. Nuestra fe no debe estar sobre la fe, sino en Cristo. El tener fe no es el Evangelio, pues la fe es solamente el medio para apropiarse del Evangelio definido aquí como las promesas de la gracia y poder del Cristo viviente quien salva a Su pueblo de sus pecados.

Es solamente por gracia por medio de la fe sola que Jesús sólo salva.

Esta es nuestra única esperanza. Nada más te salvará, pero este Evangelio genuinamente te salvará. Refúgiate en Cristo y clama por Su misericordia y poder. Él te salvará de manera completa.

Atte.
Joaco <><