Los musulmanes, muy enfadados con el Papa

Los musulmanes, muy enfadados con el Papa

Moratinos exige que el Papa se disculpe mientras el Vaticano refuerza la seguridad ante las amenazas de atentados

El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, consideró que eran "necesarias" las disculpas de Benedicto XVI ante sus declaraciones de esta semana, que provocaron protestas de los países musulmanes, y, ante la actitud del PP al respecto, le instó a no ser "más papista que el Papa". Mientras, el Vaticano ha reforzado las medidas de seguridad en Roma y Castelgandolfo antes las amenazas de muerte recibidas. Un grupo terrorista iraquí ha avisado al Vaticano de que va a perpetrar un atentado suicida contra la Santa Sede, a la que amenaza "con sacudir sus tronos y romper las cruces en su casa". Añaden: "Juramos a Dios enviarle a gente que adora la muerte tanto como usted adora la vida". Aquí en España, el PSOE ha dicho que "todos deberíamos pedir disculpas" a los musulmanes y el PP suscribe el discurso del Papa y pide al Gobierno que se pronuncie sobre la ofensiva islamista.


Las declaraciones de Moratinos obedecen a la lógica de un gobierno que
se ha vendido atado de pies y manos al terrorismo islamista y etarra y,
posiblemente, ha hecho algo más que venderse. A buen entendedor... Al
final todo acaba saliendo a la luz. Oremos por España y por todos los
españoles, incluidos los que han actuado de mala fe y los que se han dejado
engañar por pura pasividad, por no tomarse la menor molestia en analizar a
los hechos.

Los cristianos tenemos un claro compromiso con la verdad en todos los
niveles de la vida, incluida la política, pero también tenemos un mandato
del Señor de orar y amar a nuestros enemigos, lo cual no quiere decir que
debamos capitular ante sus mentiras y manipulaciones. Oremos y amemos
desterrando de nosotros el odio y el resentimiento, pero defendamos la
verdad contra viento y marea.

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Re: Los musulmanes, muy enfadados con el Papa

Según Pipes "Todo lo que podemos hacer actualmente es prepararnos para lo peor”

"Hay una conciencia gradual desarrollándose de que Islam militante existe no sólo en las colinas de Afganistán sino dentro de la sociedad Americana. Esto no tiene precedentes en la historia de nuestro país, dado que los Estados Unidos nunca afrontaron seriamente el fascismo o el comunismo internamente, como Europa fue forzada a hacer. Ciertamente los americanos nunca experimentaron un peligro desde una fuente ideológica comparable a los islamistas.

"El enfoque sobre al-Qaeda está doblemente mal colocado. Primero, es un grupo paraguas, más que una organización real. En segundo lugar, es un síntoma de una actitud mucho más profunda. La ideología es la llave, no una organización. Esta ideología es una fuerza en sí misma y no el resultado de condiciones socioeconómicas; no puede solucionarse, por ejemplo, a través de un tipo de respuesta estilo Plan Marshall.

"El Islam militante no se puede comparar con ningún segmento del Cristianismo, del Judaísmo, o del Hinduismo. Estas religiones no incorporan a grupos con ideologías utópicas totalitarias que buscan la hegemonía mundial. De hecho, el Islam militante se asemeja al fascismo y al comunismo más que a cualquier movimiento religioso.

"Todo lo que podemos hacer actualmente es prepararnos para lo peor. La elocuencia y la percepción no hicieron a Churchill primer ministro de Gran Bretaña; fue la caída de Francia lo que lo hizo. De manera semejante, los que están avisando de los peligros del Islam militante serán atendidos si ocurre un desastre del estilo de la caída de Francia.


Aquí
 
Re: Los musulmanes, muy enfadados con el Papa

LOS PISTOLEROS HAN SIDO APRESADOS
Asesinada una monja y su guardaespaldas en Somalia


Una monja de nacionalidad italiana y su guardaespaldas fueron este domingo asesinados por dos pistoleros en la capital somalí, informaron testigos de la zona. Los asesinos han sido apresados y por el momento se desconocen los motivos de la agresión, aunque podrían estar relacionados con la reacción de los musulmanes radicales a las declaraciones del Papa sobre el Islam.

L D (EFE) Los dos atacantes irrumpieron en el Hospital Maternal de la fundación SOS en Mogadisio, donde la monja trabajaba, y abrieron fuego sobre ella y su guardaespaldas somalí, tras lo cual aprovecharon la confusión creada para salir huyendo, según la fuente.

A pesar de ello y según informó el director de la oficina de Seguridad de la Unión de Cortes Islámicas (UCI), Yusuf Mohamed, ambos pistoleros han sido apresados.

La religiosa, de 65 años y que pertenecía a las misioneras de la Consolación, trabajaba en una escuela de enfermería junto a otras dos monjas italianas, indicaron medios locales. La unidad de crisis del Ministerio estaba en contacto con las tres religiosas después de haberles aconsejado abandonar el país por los problemas de seguridad, pero habían preferido permanecer para seguir con sus labores en el hospital.

Hombres armados entraron en un hospital pediátrico de Mogadiscio y dispararon a la monja, que aunque fue rápidamente atendida murió poco después por la gravedad de las heridas. El director de la sala de prensa del Vaticano, Federico Lombardi, preguntado por la agencia Ansa, dijo que es "un episodio horrible" que esperamos que permanezca como un hecho aislado".

http://www.libertaddigital.com/noticias/noticia_1276288162.html
 
Re: Los musulmanes, muy enfadados con el Papa

Asesinan a una religiosa en Somalia
17.09.06 @ 17:15:46. Archivado en Fe y sociedad

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Italia ha confirmado el asesinato de una religiosa, Misionera de la Consolación, en Somalia. La religiosa italiana, de sesenta y cinco años, trabajaba en una escuela de Enfermería en Mogadiscio. Había sido advertida, ella y sus dos compañeras de la misma congregación, de la conveniencia de abandonar el país, por razones de seguridad. No quisieron hacerlo. Prefirieron seguir prestando su servicio en el hospital.

Unos hombres armados entraron esta mañana en la Clínica y dispararon contra ella. Se da la triste “casualidad” que ayer un jefe religioso de Mogadiscio llamó a los fieles a “vengarse” del Papa: "Quien ofende a nuestro profeta Mahoma debe morir a manos del musulmán que se encuentre más cerca de él", arengó en la mezquita, según informa “El Periódico”.

Yo no sé si ésta será la última prueba que nos tocará soportar. No es creíble que una persona que tenga sentimientos y creencias religiosas, que ame a Dios, pueda reaccionar de este modo. La violencia gratuita es una ofensa a la ley de Dios, a la razón humana, a la convivencia entre los pueblos.

La razón, argumentaba el cardenal Newman, resulta útil para corregir los posibles abusos de la religión (cf Sermones Universitarios, IV, 10-11). Puede incluso analizar y criticar todas las opiniones y conductas, también las aceptadas por fe. Aunque no sea su origen, la razón puede ser “juez” de la fe. Un asentimiento de fe no sería prudente, ni moralmente lícito, si no incluyese, como condiciones sine quibus non, “razones” o “motivos” para creer.

Yo me pregunto qué razones o qué motivos pueden justificar el asesinato de una persona inocente. Y no encuentro ninguno. Yo me pregunto cómo se puede creer en Dios, y amarle, y seguirle, y someterse a sus dictados y, a la vez, matar en su nombre. Y no hallo respuestas. Repudiar el recurso a la violencia para la imposición o la defensa de la fe no es una mera cuestión teórica o académica, sino un reto que hay que afrontar, con coherencia, cada día.

No sé siquiera cómo se llamaba esa religiosa. Sólo sé que ha entregado su vida. Como los mártires. Con el único “delito” de estar cerca de aquellos que necesitaban sus cuidados. Su sangre será “semilla de cristianos”. Porque el ser humano no puede estar tan ciego para no percibir la verdad, testimoniada con la propia muerte.

Lo seguidores de cualquier religión hemos de responder a un desafío: mostrar, creíblemente, que creer en Dios humaniza. Que Dios es un Dios de vida, amante de la justicia. Ante Él hemos de responder algún día de nuestras palabras, de nuestros silencios, de nuestras acciones.

Descanse en paz esta monja. Qué su sacrificio no sea inútil. Que sea indicio de la firmeza de un amor que prefiere la Cruz a la coacción, el servicio a la imposición, la caridad al fanatismo. Su ejemplo ayudará a los hombres de bien, sea cual sea el credo que profesen, a no blasfemar contra Dios. A no destruir su imagen, impresa en el rostro del prójimo.

Guillermo Juan Morado.

Fuente: http://blogs.periodistadigital.com/...006/09/17/asesinan_a_una_religiosa_en_somalia

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AMEN
 
Re: Los musulmanes, muy enfadados con el Papa

Santidad, si no quería asumir lo que dijo Manuel II, del que prácticamente nadie sabía hasta ahora quién era, ¿porqué le usó en su discurso para argumentar lo que quería decir?
Usted no ha pedido perdón pero en cierta forma mutila su fenomenal leccion dada en la universidad de Ratisbona. Entiendo que no quiera echar más leña al fuego pero créame que los musulmanes no se van a conformar con esa explicación. No les valdrá que diga que no asume todo lo que aparece en esa cita. Y le digo una cosa que seguro que ya sabe. Si usted da más pasos atrás, si retrocede ante el temor a la violencia islámica, el Islam habrá conseguido otra victoria más en una guerra a largo plazo que Occidente lleva perdiendo en las últimas décadas. Así que, por favor le pido que no dé un solo paso más atrás. Fíese de lo que cree la persona de Joseph Ratzinger (el mismo que negaba a Turquía su ingreso en la UE), que para algo el Señor le ha puesto en el lugar que está.
Yo la verdad que despues de leer íntegro el discurso del Papa, gracias al post de Xoan Xulio, me pareció muy claro el mensaje de Benedicto XVI sobre la imposibilidad de unir violencia y religión, y además me quedó muy claro que el Papa solo citó algunas frases de este diálogo entre el emperador cristiano y un persa. Me parecen absolutamente fuera de lugar los reclamos musulmanes, que no entienden la diferencia entre citar las palabras de otra persona, y expresar un pensamiento propio. No hay nada en los pensamientos del Papa que sean dignos de crítica. Lo que disgusta a los musulmanes son las palabras del diálogo del emperador cristiano.

Lo que sí no pude comprender bien es la utilidad de citar dicho diálogo para usarlo como argumento. No comprendí para qué trajo a colación el Papa dicho diálogo para apoyar su línea de argumentación.
 
Re: Los musulmanes, muy enfadados con el Papa

Yo la verdad que despues de leer íntegro el discurso del Papa, gracias al post de Xoan Xulio, me pareció muy claro el mensaje de Benedicto XVI sobre la imposibilidad de unir violencia y religión, y además me quedó muy claro que el Papa solo citó algunas frases de este diálogo entre el emperador cristiano y un persa. Me parecen absolutamente fuera de lugar los reclamos musulmanes, que no entienden la diferencia entre citar las palabras de otra persona, y expresar un pensamiento propio. No hay nada en los pensamientos del Papa que sean dignos de crítica. Lo que disgusta a los musulmanes son las palabras del diálogo del emperador cristiano.

Lo que sí no pude comprender bien es la utilidad de citar dicho diálogo para usarlo como argumento. No comprendí para qué trajo a colación el Papa dicho diálogo para apoyar su línea de argumentación.

El que sepa lo que Benedicto XVI pensaba sobre el Islam cuando era sólo el cardenal Ratzinger, entiende bien el porqué de esa cita. El problema es que ahora él no es sólo un cardenal. Es el Papa. Y lo que dice el Papa, tanto si esto les gusta a unos como si les disgusta a otros, tiene una repercusión mundial que no tendría, ni de lejos una declaración similar de cualquier otro líder religioso cristiano.
Esperemos que con su aclaración de hoy (que por más que digan no incluye la palabra perdón) sea suficiente. Yo me temo que no
 
Los musulmanes, muy enfadados con el Papa

Espera a leer el discurso entero del Papa.

El discurso completo está aquí:
http://forocristiano.iglesia.net/showpost.php?p=333000&postcount=1
Al final viene una nota que dice: El Santo Padre desea proporcionar una
versión posterior de este texto, complementado con notas a pie de página.
Por lo tanto, el presente texto debe considerarse como provisional.


Esto me hace suponer que el Papa querrá dar una versión más matizada que
no se preste a manipulaciones ni interpretaciones malintencionadas. De todos
modos está claro que tenemos que estar preparados para los tiempos difíciles
que nos esperan. En el fondo, para un cristiano es un regalo de Dios el poder
dar testimonio de su fe mediante la persecución o el martirio que yo, sin
pretender ser pesimista, no veo tan lejanos. Cuando llegue el momento, no
creo que se pongan a diferenciar entre confesiones o denominaciones.

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Re: Los musulmanes, muy enfadados con el Papa

17-IX-2006
Benedicto XVI y la Yihad
EDITORIAL


Benedicto XVI es estos días objeto de la mirada de todo el mundo, a causa de unas palabras pronunciadas por él desde la universidad de Ratisbona, en la que el Santo Padre fue profesor cuando se le conocía como Joseph Ratzinger. Este hecho, así expuesto, parece una buena noticia. La opinión pública está alimentada a diario con mensajes paupérrimos, cuando no por las necedades de los intelectuales sin lecturas o los cruces de acusaciones entre políticos, con los medios de comunicación de correveidiles. Que el mundo se detenga a escuchar a uno de los intelectuales más relevantes desde la segunda mitad del pasado siglo, debería ser motivo de celebración.

El problema está en que, de hecho, no es así. El sucesor de Pedro hizo una profunda reflexión sobre el mensaje religioso que debería ser aplaudida por cualquier amante de la libertad. Partiendo de unas palabras tomadas de un emperador de Bizancio, Benedicto XVI ha expresado de un modo excelso una idea esencialmente liberal “acerca de las relaciones entre religión y violencia en general”. Y que es tan sencilla y verdadera como que la guerra santa, el uso de la violencia para obtener la fe de los no creyentes, va en contra de la razón y en contra de Dios. Estos juicios son parte de un nuevo esfuerzo intelectual y moral del Papa para dar un impulso al diálogo interreligioso, pues con ellas y otras que no han sido tenidas en cuenta, lanzaba un llamamiento a los sectores más moderados del Islam, para encontrar con ellos un frente común de la fe y la razón en contra de lo que considera males del secularismo. Su juicio en contra de la violencia no sólo no se dirigía contra el Islam sino que quería asentar con lo mejor de él unas bases sólidas, compatibles con las sociedades libres y abiertas, para el diálogo entre ambas religiones y para la cooperación a favor de lo que de común posean.

Pero muchos de los más destacados representantes del Islam, no sólo no han recogido la mano tendida de la cabeza de la Iglesia, no sólo no han continuado su discurso con nuevas piezas en la construcción del diálogo interreligioso, sino que han reaccionado lanzando a millones de personas en su contra. Entienden la expresión de un juicio como un ataque, y también, confundiendo la cultura occidental con la suya propia, como una incitación al terrorismo. Utilizan el mensaje de paz y convivencia de Benedicto XVI en un nuevo motivo para desatar los odios inextinguibles de sus fieles. No sólo no han tomado las palabras del Papa con honradez, sino que caen en la mentira histórica, como un destacado clérigo egipcio, que asegura que la Yihad ha sido siempre defensiva. Cualquier estudiante de historia de España, incluso de nuestro Bachillerato, sabrá hasta qué punto es ello falso.

No resulta difícil acordarse de las reacciones que suscitaron unas caricaturas de Mahoma en el mundo musulmán, cuya violencia se está comenzando a repetir. Muchos líderes islámicos quisieron entonces advertir a Europa de su poder, y esta es una nueva ocasión para recordárnoslo. La cruel enfermedad ha robado a Oriana Fallaci el espectáculo de la última reacción antiliberal y sectaria del islamismo contra la civilización occidental, quizá en el único gesto de misericordia que mostró con la escritora.
Pues, a esta reacción hipócrita y violenta de gran parte del Islam, se suma la lipidia moral de gran parte de Europa, que no ha salido con orgullo a hacer suyas las palabras de Benedicto XVI. Y ha debido hacerlo, porque la idea de que la religión no se puede imponer con la fuerza es parte de nuestra cultura desde hace siglos, y porque sólo desde estos principios liberales básicos cabe una convivencia civilizada con los europeos de adopción de militancia islámica, que se cuentan ya por millones. Súmese a esa omisión la reacción de la izquierda más miserable en contra de Benedicto XVI por haber defendido la expansión de la Fe con el único arma de la palabra. Una idea que en ocasiones se oye defender en el espectro siniestro de la política, pero que como cualquier principio liberal detestan sincera y resueltamente.


Fuente: Libertad Digital
 
Re: Los musulmanes, muy enfadados con el Papa

Esta debe de ser la única persona en España de izquierdas que ha salido a defender al Papa aunque critique lo que ha hecho hoy

LA DIFÍCIL CONVIVENCIA DE DOS RELIGIONES // PILAR RAHOLA
Las palabras de Ratzinger

Pilar Rahola // Periodista



Defender a Ratzinger. Extraña situación para alguien que, como yo, difiere decenas de pueblos de su concepción del mundo. Y no solo porque él habita en la gramática de lo intangible y yo soy una impenitente ciudadana del racionalismo, sino porque cuando actúa en lo terrenal, sus ideas sociales están en mis antípodas. No me gusta el Vaticano ni por su sexismo ni por su homofobia, y su actitud en el tercer mundo, contraria a la anticoncepción, es irresponsable. (Este diario recoge hoy, en el CUADERNO DEL DOMINGO, las posiciones contrarias a Darwin que Ratzinger plantea, y ello es un ejemplo más de la confrontación ideológica que muchos tenemos con su pensamiento).
La espiritualidad de este papa me conmueve casi tanto como su densa cultura, pero su mundo y mi mundo palpitan en mundos distintos. Sin embargo, y parafraseando la famosa frase, daría lo que fuera porque Ratzinger pudiera defender sus ideas contrarias a las mías; esa es la raíz de la libertad, su hondo compromiso: garantizar el crisol. Y es el crisol de ideas, el derecho a pensar más allá de los miedos y las amenazas, lo que está resultando frontalmente atacado en estos tiempos.

HABLAMOS de Ratzinger, pero hablamos también de Theo van Gogh, de Salman Rushdie, de los dibujantes de cómics daneses, de Ayan Hirsi Alli, del escritor Naguib Mahfuz, cuya reciente muerte nos recordó el calvario que sufrió en manos de la intolerancia. Todos ellos fueron responsables de la lesa culpa de opinar más allá de la comodidad, quizá más allá de la corriente y más allá de la prudencia. Y todos dejaron por el camino mucha piel, violentados, amenazados, incluso asesinados.
¿Es Ratzinger lo mismo que Rushdie? ¿Se parece a la provocación soez danesa? ¿Tiene algo que ver con la denuncia de Van Gogh? Todos tienen que ver con lo mismo, se atrevieron a opinar críticamente sobre el islam y padecieron las consecuencias.
Por lo pronto, Benedicto XVI ya ha pedido perdón en un acto de genuflexión pública que extrañamente se da en el Vaticano. ¿Lo ha hecho por convicción o ha sido obligado por la histeria desatada en el islam? La evidencia de la respuesta ahorra texto. Ell mundo ha amanecido de nuevo con manifestaciones a cara de perro, con iglesias quemadas, con parlamentos pidiendo explicaciones y con los gurús del islam exigiendo penitencia.
Y todo ello ha pasado porque Benedicto XVI ha dicho que la yihad es contraria a Dios, y que la violencia no es compatible con la religión. Es decir, tiene a medio mundo musulmán sublevado por haber sido coherente con el catecismo. Un hombre de Dios asegura que, en nombre de Dios, no se puede matar. Y tiene que pedir perdón.
Ratzinger dirige una religión que tuvo su yihad en las cruzadas, y que también, en nombre de la religión, defendió todo tipo de violencias. El cristianismo es el principal responsable de la locura del antisemitismo, pero también es cierto que muchas son las reflexiones críticas del propio cristianismo, y que el Nostra Aetate supuso una frontera definitiva con el pasado. Y lo es aún más su adscripción a los valores democráticos de las sociedades en las que vive.
Sea como sea, Ratzinger podría haber partido de la propia culpa cristiana para aterrizar en la inequívoca culpa islámica, y podría haber usado textos históricos menos antipáticos como ejemplo, pero nada de lo dicho justifica la violencia callejera y tabernaria que están generando sus palabras. El tema no es lo que ha dicho Ratzinger, sobre todo porque, matices aparte, lo suyo es de un sentido común inapelable. El tema es la falta absoluta de cultura democrática que ahoga al islam y que nos ahoga a todos.

HAY UN islam de paz, pero también hay un islam de guerra, y de la misma forma que en nombre de Alá se conjuga el verbo amar, hoy, en nombre de Alá, también se conjuga el verbo matar. Miles de muertos, desde Nueva York hasta Atocha, desde Beslan hasta Bombay, lo avalan. Y lo más trágico no es que el islam integrista esté secuestrando la imagen de todo el mundo musulmán. Lo más trágico es que el mundo musulmán pacífico no se manifiesta, no critica, no se rebela, sino que calla.
Los pocos Mahfuz y Rushdie que levantan la voz viven un calvario. Una comunidad diversa y heterodoxa como la islámica no puede ser reducida a la imagen simplista y malvada que el fundamentalismo intenta dar. Pero, para ello, es necesario que surjan los Ratzinger y que el islamismo diga que la yihad es contraria a Dios.
Vivimos en una trágica inversión de valores: las voces surgen, histéricas y amenazadoras, para violentar a los críticos. Miles de personas vociferan en las calles porque un papa ha hablado contra la violencia. ¿Dónde están esos miles cuando, en nombre de su dios, se masacran ciudadanos en trenes, autobuses y aviones? Hay un islam que está enfermo y, por desgracia, es el que impone su voz. Ese islam silencia hoy a Ratzinger y ayer lo hizo con otros. Las disculpas del Papa no son un éxito de la prudencia; son una derrota de la razón. Un quiebro --otro-- de la libertad.
 
Re: Los musulmanes, muy enfadados con el Papa

Frente a los fanatismos de todos los colores la voz sensata de los obispos de La Iglesia, que no es sólo europea, es siempre bienvenida.

Arzobispo birmano: el Papa dijo lo mismo que millones de musulmanes

YANGON, domingo, 17 septiembre 2006 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha dicho lo mimo que dicen millones de musulmanes en el mundo: la religión no puede justificar la violencia, aclara el arzobispo católico de Myanmar (Birmania).

En un mensaje enviado a Zenit, monseñor Charles Bo, SDB., arzobispo de Yangon (Rangoon), confiesa: «Me entristece escuchar el malentendido con nuestros hermanos musulmanes a causa de lo que dijo nuestro Santo Padre Benedicto XVI. Desde luego, en un país tranquilo como Myanmar no registramos ninguna reacción por parte de los musulmanes».

Myanmar, país de más de 47 millones de habitantes, en su mayoría budistas, cuenta al menos con un 4% de musulmanes.

«Benedicto XVI dijo algo muy claro --explica el arzobispo salesiano--: que la violencia no es compatible con la naturaleza de Dios. Violencia y asesinato es lo contrario de la naturaleza de Dios».

«Fue muy claro al asegurar que Dios es amor y que el amor asegura y hace surgir la vida –añade monseñor Bo--. Dios es entrega. Esta es la razón fundamental por la que un teólogo de renombre como el Papa entregó este claro mensaje en su primera encíclica, “Deus caritas est”».

«El Papa estaba hablando en una universidad, donde quiso repetir que la dimensión religiosa es necesaria para todos los hombres y que la fe es fundamental para experimentar la plenitud de la vida».

«La fría racionalidad con frecuencia lleva a una pérdida del carácter sagrado de la vida, trató de decir», constata el prelado.

«En este sentido, el Papa ha asumido plenamente el sentimiento y los deseos de millones de musulmanes que de una manera u otra dicen: “la violencia y el Islam no pueden estar relacionados”», señala el arzobispo.

«Dijo lo que dicen muchos musulmanes --concluye--: “Somos musulmanes y queremos ser creyentes musulmanes en el mundo de hoy y contra quienes utilizan la religión para golpear a los demás con la violencia”».
 
Re: Los musulmanes, muy enfadados con el Papa

Monjas con guardaespaldas????????????Increible.:asustado: :asustado: :asustado: Para que nececita una persona de Dios un guardaespaldas?:hola: :hola: :hola:
 
Re: Los musulmanes, muy enfadados con el Papa

Nada de todo esto es casualidad.

Es muy posible que el próximo ataque del Islam sea sobre el Vaticano. Si yo fuera el Papa, no me daría demasiados paseos fuera del Palacio Papal.

La cuestión está a punto de caramelo.

¿Te imaginas a Jesús cuidándo sus espaldas de sus oponente religiosos y hablando medios discursos con ellos y pidiendo un "Ud disculpe" señor farisemo, me siento sumamente consternado con lo que Ud. pudo habe rentendido de mis palabras? ¿o no les diria mas bien lo que son?: hipócritas multiasesinos que matan inocentes en "nombre de su dios.
 
Re: Los musulmanes, muy enfadados con el Papa

¿Te imaginas a Jesús cuidándo sus espaldas de sus oponente religiosos y hablando medios discursos con ellos y pidiendo un "Ud disculpe" señor fariseo, me siento sumamente consternado con lo que Ud. pudo haber entendido de mis palabras? ¿o no les diria mas bien lo que son?: hipócritas multiasesinos que matan inocentes en "nombre de su dios.
 
Re: Los musulmanes, muy enfadados con el Papa

Pero bueno....

Primero exigen una disculpa, que no corresponde al Papa darla, y cuando se excusa (-diciendo que no entendieron su mensaje-) entonces es un fariseo hipócrita y condescendiente.

2+2 son cinco ¿por que? Porque 5 son 2+2.
 
Re: Los musulmanes, muy enfadados con el Papa

¿Te imaginas a Jesús cuidándo sus espaldas de sus oponente religiosos y hablando medios discursos con ellos y pidiendo un "Ud disculpe" señor farisemo, me siento sumamente consternado con lo que Ud. pudo habe rentendido de mis palabras? ¿o no les diria mas bien lo que son?: hipócritas multiasesinos que matan inocentes en "nombre de su dios.

¿Me puedes decir el nombre de un solo líder evangélico de renombre en el mundo que haya dicho algo lejanamente parecido a lo que ha dicho este Papa sobre el Islam?
 
Re: Los musulmanes, muy enfadados con el Papa

Día de colera pacífica por comentarios del Papa

Esta cólera deberá ser expresada con "manifestaciones, o por permanencias en las grandes mezquitas durante una hora después de la plegaria" del viernes.
Dubai / AFP

Un influyente religioso qatarí, Yussef Al-Qaradaui, hizo un llamado este domingo a los musulmanes a hacer del próximo viernes un día de "cólera pacífica" contra los controvertidos comentarios sobre el Islam del Papa Benedicto XVI quien, dijo, "no se ha disculpado".

Hablando en nombre de la "Unión mundial de ulemas musulmanes", de la que es presidente, Qaradaui invitó a los musulmanes, a través de la cadena de televisión Al-Yazira, a hacer del viernes, último día de oración colectiva antes del mes de ayuno musulmán del ramadán, un día de "cólera pacífica".

"Advierto a los musulmanes que no deben atacar iglesias, lugares de culto o propiedades" de los otros, agregó el religioso, invitando a los embajadores árabes y musulmanes ante el Vaticano a protestar "por escrito, fuerte y francamente", y a boicotear las ceremonias organizadas por la Santa Sede.

El jueves, Qaradaui pidió al Papa presentar sus disculpas y se preguntó si los comentarios de Benedicto XVI sobre el Islam eran un preludio a "nuevas cruzadas".

http://www.elnuevodiario.com.ni/2006/09/17/internacionales/29181

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No, si ya me parecía a mí que por mucho que buena parte de los medios digan que el Papa se ha disculpado, yo no encuentro la palabra perdón en su mensaje de hoy
 
Re: Los musulmanes, muy enfadados con el Papa

¿Me puedes decir el nombre de un solo líder evangélico de renombre en el mundo que haya dicho algo lejanamente parecido a lo que ha dicho este Papa sobre el Islam?

Vaya.
Entonces...¿a que vienen sus disculpas?
Cada vez eres más sorprendente.
¿Es que estas perdiendo el tino?
 
Re: Los musulmanes, muy enfadados con el Papa

Vaya.
Entonces...¿a que vienen sus disculpas?
Cada vez eres más sorprendente.
¿Es que estas perdiendo el tino?


Aclarar lo que uno ha dicho no es disculparse. Es aclarar lo que uno ha dicho
 
Cómo Joseph Ratzinger ve al islam

Cómo Joseph Ratzinger ve al islam


Cómo Joseph Ratzinger ve al islam
por Samir Khalil Samir, S.J.

Benedicto XVI es probablemente una de las pocas figuras que han entendido profundamente la ambigüedad en la que el islam contemporáneo se debate y su lucha para encontrar un lugar en la sociedad moderna. Al mismo tiempo, él propone al islam una manera de preparar el terreno hacia la coexistencia global de las religiones, basada no en el diálogo religioso, sino en el diálogo entre culturas y civilizaciones a partir de la racionalidad y de una visión del hombre y de la naturaleza humana que es anterior a cualquier ideología o religión. Esta elección de apostar por el diálogo cultural explica su decisión de absorber el Concilio Pontificio para el Diálogo Interreligioso en el más amplio Concilio Pontificio para la Cultura.

Mientras el Papa pide al islam un diálogo basado en la cultura, los derechos humanos, el rechazo de la violencia, él pide a Occidente, al mismo tiempo, volver a una visión de la naturaleza humana y de la racionalidad en la que la dimensión religiosa no se excluya. De esta manera – y quizás sólo de esta manera – un choque de civilizaciones se puede evitar, transformándolo en un diálogo entre civilizaciones.

El totalitarismo islámico difiere del cristianismo

Para entender el pensamiento de Benedicto XVI sobre la religión islámica, debemos repasar su evolución. Un documento verdaderamente esencial se encuentra en su libro escrito en 1996, cuando era todavía cardenal, junto con Peter Seewald, titulado “La Sal de la Tierra”, en el que hace varias consideraciones y destaca varias diferencias entre el islam, la religión cristiana y el Occidente.

Ante todo, muestra que no hay ortodoxia en el islam, porque no hay ninguna autoridad, ningún magisterio doctrinal común. Esto hace difícil el diálogo: cuando nosotros entramos en el diálogo, no lo hacemos “con el islam”, sino con grupos.

Pero el punto clave que él destaca es el de la sharía. E indica esto:

“El Corán es una ley religiosa total, que regula toda la vida política y social e insiste en que el orden total de la vida sea islámico. Forma la sociedad de principio a fin. En este sentido, puede aprovecharse de las libertades que nuestras constituciones dan, pero no puede ser ésa su meta final. Si se conformara con decir: ‘Sí, ahora somos ya un cuerpo con derechos, estamos presentes en la sociedad como los católicos y los protestantes’, el islam entraría en contradicción con su íntima naturalez, entraría en la enajenación de sí mismo”.

Esta enajenación sólo se podría resolver con la islamización total de la sociedad. Cuando, por ejemplo, un musulmán se encuentra en una sociedad occidental, puede beneficiarse de ciertos elementos, pero nunca puede identificarse con el ciudadano no-musulmán, porque no se encuentra en una sociedad musulmana.

Así veía el cardenal Ratzinger claramente la dificultad esencial de relaciones sociopolíticas con el mundo musulmán, que viene de la concepción totalizante de la religión islámica, que es profundamente diferente del cristianismo. Por esta razón, insiste en que no podemos proyectar en el islam la visión cristiana de la relación entre la política y la religión. Esto sería muy difícil: el islam es una religión totalmente diferente del cristianismo y de la sociedad occidental y esto no hace fácil la coexistencia.

En un seminario a puerta cerrada, tenido en Castelgandolfo, el 1-2 de septiembre de 2005, el Papa insistió en esta misma idea: la diversidad profunda entre islam y cristianismo. En esta ocasión, empezó desde un punto de vista teológico, poniendo de relieve la concepción islámica de la revelación: el Corán “descendió” sobre Mohammed, no le fue “inspirado” a Mohammed. Por esta razón, un musulmán no se siente autorizado a interpretar el Corán, sino que está atado a este texto que surgió en Arabia en el siglo VII. Esto lleva a las mismas conclusiones de antes: la naturaleza absoluta del Corán hace mucho más difícil el diálogo, porque hay muy poco espacio para la interpretación, si es que cabe alguno.

Como podemos ver, su pensamiento como cardenal se continúa en su visión como pontífice, destacando las diferencias profundas entre islam y cristianismo.

El 24 de julio, durante su permanencia en la región italiana del Valle de Aosta, se le preguntó si se puede describir al islam como una religión de paz, a lo que él contestó “yo no hablaría en términos genéricos, ciertamente el islam contiene elementos que no están a favor de la paz, como contiene otro elementos”. Incluso, aunque no explícitamente, Benedicto XVI sugirió que ese islam sufre una ambigüedad en relación con la violencia, justificándola en algunos casos. Y agregó: “Nosotros siempre debemos esforzarnos por encontrar los elementos mejores”. Otra persona le preguntó entonces si los atentados terroristas se pueden considerar anticristianos. Su contestación fue bien clara: “No, la intención parece ser mucho más general y no dirigida precisamente contra el cristianismo”.

El diálogo entre culturas mucho más fructífero que el diálogo interreligioso

El 20 de agosto, en Colonia, el Papa Benedicto XVI tuvo su primer gran encuentro con representantes de comunidades musulmanas. En un discurso relativamente largo, dijo:

“Estoy seguro de interpretar también vuestro pensamiento al subrayar, entre las preocupaciones, la que nace de la constatación del difundido fenómeno del terrorismo”.

Me gusta la manera cómo implica a los musulmanes al decirles que tenemos el mismo problema. Entonces pasa a decir:

“Sé que muchos de vosotros habéis rechazado con firmeza, y también públicamente, en particular cualquier conexión de vuestra fe con el terrorismo y lo habéis condenado claramente”.

Después dice:

“El terrorismo, de cualquier tipo que sea, es una opción perversa y cruel [una palabra que repite 3 veces], que desdeña el derecho sacrosanto a la vida y corroe los fundamentos mismos de toda convivencia civil”.

Entonces, de nuevo, implica al mundo islámico:

“Si juntos conseguimos extirpar de los corazones el sentimiento de rencor, contrastar toda forma de intolerancia y oponernos a cada manifestación de violencia, frenaremos la oleada de fanatismo cruel, que pone en peligro la vida de tantas personas, obstaculizando el progreso de la paz en el mundo. La tarea es ardua, pero no imposible. En efecto, el creyente -y todos nosotros, como cristianos y musulmanes, somos creyentes- sabe que puede contar, a pesar de su propia fragilidad, con la fuerza espiritual de la oración”.

Me gustó la manera cómo enfatizó “extirpando de los corazones el sentimiento de rencor”. Benedicto XVI ha entendido que una de las causas del terrorismo es este sentimiento del rencor. Y más adelante:

“Queridos amigos, estoy profundamente convencido de que hemos de afirmar, sin ceder a las presiones negativas del entorno, los valores del respeto recíproco, de la solidaridad y de la paz”.

Y también:

“Tenemos un gran campo de acción en el que hemos de sentirnos unidos al servicio de los valores morales fundamentales. La dignidad de la persona y la defensa de los derechos que de tal dignidad se derivan deben ser el objetivo de todo proyecto social y de todo esfuerzo por llevarlo a cabo”.

Y aquí encontramos una afirmación crucial:

“Éste es un mensaje confirmado de manera inconfundible por la voz suave pero clara de la conciencia. Un mensaje que se ha de escuchar y hacer escuchar: si cesara su eco en los corazones, el mundo estaría expuesto a las tinieblas de una nueva barbarie. Sólo se puede encontrar una base de entendimiento reconociendo la centralidad de la persona, superando eventuales contraposiciones culturales y neutralizando la fuerza destructora de las ideologías”.

Así, antes de la religión, está la voz de conciencia y todos debemos luchar por los valores morales, por la dignidad de la persona y la defensa de sus derechos.

Por lo tanto, para Benedicto XVI, el diálogo se debe basar en la centralidad de la persona, que sobrepasa los contrastes culturales e ideológicos. Y pienso que, sobrepasando las ideologías, las religiones también se pueden entender. Éste es uno de los pilares de la visión de Papa: explica también por qué unió el Concilio para el Diálogo Interreligioso y el Concilio para la Cultura, sorprendiendo todos. Esta elección deriva de una visión profunda y no es, como la prensa creyó, para “deshacerse” del arzobispo Michael Fitzgerald, por quien tiene un gran aprecio. Eso pudo en todo caso ser parte del asunto, pero no su propósito final.

La idea esencial es que el diálogo con el islam y con otras religiones no puede ser esencialmente un diálogo teológico ni religioso, excepto en el amplio sentido de los valores morales; debe, en cambio, ser un diálogo de culturas y civilizaciones.

Vale recordar que ya en 1999, el cardenal Ratzinger participó en un encuentro con el Príncipe Hassan de Jordania, el Metropolita Damaskinos de Ginebra, el Príncipe Sadruddin Aga Kan, fallecido en 2003, y el Gran Rabino de Francia René Samuel Sirat. Musulmanes, judíos y cristianos fueron invitados por una fundación para el diálogo interrreligioso e intercultural a crear entre ellos un impulso para el diálogo cultural.

Este paso hacia el diálogo cultural es de suma importancia. En cualquier clase del diálogo que se plantea con el mundo musulmán, tan pronto como el discurso entra en temas religiosos, la discusión gira hacia los palestinos, Israel, Iraq, Afganistán y todas las otras cuestiones del conflicto político y cultural. Una discusión exclusivamente teológica nunca es posible con el islam: no se puede hablar de la Trinidad, de la Encarnación, etc. Una vez en Córdoba, en 1977, se celebró un congreso sobre la noción de la profecía. Después de tratar el carácter profético de Cristo como lo ven los musulmanes, un cristiano hizo una presentación sobre el carácter profético de Mohammed desde el punto de vista cristiano y se atrevió decir que la Iglesia no lo puede reconocer como profeta; como máximo, lo podría definir como tal pero sólo en un sentido genérico, así como se dice que Marx es “profeta” de los tiempos modernos. ¿La conclusión? Esta alusión se convirtió en el tema de debate durante los tres días siguientes, desbordando el tema original del congreso.

Las discusiones con el mundo musulmán que he encontrado más fructíferas han sido aquella en las que se discutían cuestiones interdisciplinarias e interculturales. He participado varias veces, invitado por musulmanes, en reuniones interrreligiosas en varias partes del mundo musulmán: el discurso consistía siempre en el encuentro de religiones y civilizaciones, o de las culturas.

Hace dos semanas, en Isfahan, Irán, el tema era “Encuentro de civilizaciones y religiones”. El próximo 19 de septiembre, en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, habrá un congreso organizado por el Ministerio Iraní de Cultura junto con autoridades italianas, y será también un encuentro entre culturas, que incluirá la participación del anterior presidente iraní Khatami.

El Papa ha entendido este aspecto importante: las discusiones sobre teología sólo pueden tener lugar entre unos pocos, pero ahora ciertamente no es el tiempo de dialogar entre islam y cristianismo. En cambio, se trata ahora de afrontar la cuestión de la coexistencia en los términos concretos de política, economía, historia, cultura y costumbres.

Racionalidad y fe

Otro hecho me parece importante. En un coloquio mantenido el 25 de octubre de 2004, entre el historiador italiano Ernesto Galli della Loggia y el entonces cardenal Ratzinger, este último, en un cierto punto, recordó “las semillas de la Palabra” y subrayó la importancia de la racionalidad en la fe cristiana, vista por los Padres de Iglesia como la plenitud en la búsqueda de la verdad que se encuentra en la filosofía. Galli della Loggia se expresó así: “Su esperanza que es idéntica a la fe, trae consigo un logos y este logos puede convertirse en una apología, una contestación que puede ser comunicada a otros, a todos”.

El cardenal Ratzinger contestó:

“Nosotros no queremos crear un imperio de poder, pero tenemos algo que se puede comunicar y hacia lo que tiende la expectativa de nuestra razón. Es comunicable porque pertenece a nuestra naturaleza humana compartida y hay un deber de comunicar en quienes han encontrado un tesoro de verdad y amor. Racionalidad fue por tanto un postulado y una condición del cristianismo, que es un patrimonio europeo si nos comparamos, pacífica y positivamente, con el islam y con las grandes religiones de la gran Asia”.

Por lo tanto, para el Papa, el diálogo está en este nivel, es decir, basándose en la razón. Entonces agregó:

“Esta racionalidad llega a ser peligrosa y destructiva para la criatura humana si se convierte en positivista [y aquí critica a Occidente], que reduce los gran valores de nuestro ser a la subjetividad [al relativismo] y así llega a ser una amputación de la criatura humana. Nosotros no deseamos imponer a nadie una fe que puede ser sólo aceptada libremente, pero como fuerza que vivifica la racionalidad de Europa, pertenece a nuestra identidad”.

Entonces llega la parte esencial:

“Se ha dicho que no debemos hablar de Dios en la constitución europea, porque no debemos ofender a los musulmanes y a los fieles de otras religiones. Lo contrario es la verdad: lo que ofende a los musulmanes y a los fieles de otras religiones no es hablar sobre Dios o nuestras raíces cristianas, sino el desdén hacia Dios y lo sagrado, que nos separa de otras culturas y no ofrece la oportunidad para el encuentro, sino que expresa la arrogancia de una razón disminuida y reducida, que provoca reacciones fundamentalistas”.

Benedicto XVI admira en el islam la certeza basada en la fe, que contrasta con el Occidente donde todo se relativiza; y admira en el islam el sentido de lo sagrado, que en cambio parece haber desaparecido en Occidente. Él ha entendido que un musulmán no se ofende por el crucifijo, por símbolos religiosos: es realmente un laicismo polémico el que se esfuerza por eliminar lo religioso de la sociedad. Los musulmanes no se ofenden por símbolos religiosos, sino por la cultura secularizada, por el hecho de que Dios y los valores que se asocian con Dios estén ausentes de esta civilización.

Ésta es también mi experiencia cuando charlo de vez en cuando con musulmanes que viven en Italia. Ellos me dicen: este país ofrece de todo, nosotros podemos vivir como queremos, pero desgraciadamente no hay “principios” (ésta es la palabra que ellos utilizan). Esto lo siente tanto el Papa, que dice: volvamos a la naturaleza humana, basada en la racionalidad, en la conciencia, que da una idea de derechos humanos; por otro lado, no reduzcamos racionalidad a algo que se empobrece, sino integremos lo religioso en la racionalidad; lo religioso forma parte de racionalidad.

En esto, pienso que Benedicto XVI ha indicado más exactamente la visión de Juan Pablo II. Para el Papa anterior, el diálogo con el islam tenía que estar abierto a la colaboración en todo, incluso en la oración. Benedicto se orienta a puntos más esenciales: la teología no es lo que cuenta, por lo menos en esta etapa de la historia; lo que cuenta es el hecho de que el islam es la religión que se está desarrollando más y que se convierte cada vez más en un peligro para Occidente y para el mundo. El peligro no está en el islam en general, sino en una cierta visión de islam que nunca renuncia abiertamente a la violencia y engendra terrorismo y fanatismo.

Por otro lado, él no quiere reducir el islam a un fenómeno sociopolítico. El Papa ha entendido profundamente la ambigüedad del islam, que es lo uno y lo otro, que a veces juega en uno o en otro frente. Y su propuesta es que, si queremos encontrar una base común, debemos salir del diálogo religioso para establecer las bases humanísticas de este diálogo, porque sólo éstas son universales y pueden ser compartidas por todos los seres humanos. El humanismo es un factor universal; las creencias pueden ser factores de choque y de división.

Sí a la reciprocidad, no al “buenismo”

La posición de Papa nunca cae en la justificación del terrorismo y la violencia. A veces, aun cuando se trata de modelos de Iglesia, la gente cae en una especie de relativismo general: a fin de cuentas, hay violencia en todas religiones, incluso entre cristianos; o la violencia está justificada como respuesta a otra violencia… No, este Papa nunca ha hecho las alusiones de esta clase.

Pero, por otro lado, nunca ha caído en el comportamiento común en ciertos círculos cristianos de Occidente marcado por “buenismo” y por complejos de culpabilidad. Recientemente, algunos musulmanes han pedido al Papa que pida perdón por las cruzadas, por el colonialismo, los misioneros, las tiras humorísticas, etcétera. Él no cae en esta trampa, porque sabe que sus palabras podrían ser utilizadas no para construir el diálogo, sino para destruirlo. Ésta es la experiencia que tenemos del mundo musulmán: todos estos gestos, que son muy generosos y profundamente espirituales, de pedir perdón por acontecimientos históricos del pasado, se explotan y son presentados por los musulmanes como un ajuste de cuentas: entonces, dicen ellos, usted mismo lo reconoce también: usted es culpable. Tales gestos nunca provocan gesto alguno de reciprocidad.

En este punto, vale recordar el discurso del Papa al embajador marroquí, el 20 de febrero de 2006, cuando aludió a “el respeto por las convicciones y prácticas religiosas de otros para que, de una manera recíproca, el ejercicio de la religión libremente escogida sea garantizado eficazmente a todos en todas las sociedades.” Estos son dos afirmaciones pequeñas pero muy importantes: la reciprocidad de los derechos de libertad religiosa en los países occidentales e islámicos y el de la libertad de cambiar religión, algo que se prohíbe en el islam. Lo que sorprende agradablemente es que el Papa se haya atrevido a decirlo: en la político y en el mundo de la Iglesia, la gente tiene miedo de mencionar tales cosas. Basta con tomar nota del silencio que reina cuando se mencionan las infracciones de la libertad religiosa que existen en Arabia Saudita.

Me gusta realmente este Papa, su equilibrio, su claridad. No hace arreglos: no deja de subrayar la necesidad de anunciar el Evangelio en el nombre de la racionalidad y por lo tanto no se deja influenciar por los que temen y hablan contra el posible proselitismo. El Papa pide siempre garantías para que la fe cristiana pueda ser “propuesta” y para que pueda ser “libremente escogida.”
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El autor del ensayo, Samir Khalil Samir, un jesuita egipcio, es profesor de estudios islámicos y de historia de la cultura árabe en la Universidad Saint-Joseph de Beirut y en el Pontificio Instituto Oriental de Roma; es el fundador del Centro de Investigaciones Árabes Cristianas y presidente de la Asociación Internacional para Estudios Árabes Cristianos. En septiembre de 2005 participó, en Castelgandolfo, en un encuentro de estudios promovido por Benedicto XVI sobre el concepto de Dios en el islam.

La primera publicación digital de este ensayo fue el 26 de abril de 2006, en “Asia News”, la agencia de noticias especializada en Asia –que es traducida también al chino– fundada y dirigida en Roma por Fr. Bernardo Cervellera del Pontificio Instituto para Misiones Extranjeras.