Re: Divinidad de Cristo comprobada
Hola.
Creo que leer esta información te acalarará que los "cristianos" de los primeros siglos de nuestra era, NO CREÍAN en la Trinidad...
Te adjunto prueba bien documentada de lo que creían Clemente de Roma, Ignacio, Policarpo, Hermas y Papías.
http://forocristiano.iglesia.net/showpost.php?p=318981&postcount=115
San Ireneo.
(140-202)
100. En lo referente a los tres artículos de nuestro bautismo, el error motivó muchas digresiones lejanas de la verdad. Porque o desprecian al Padre, o no acogen al Hijo hablando en contra de la economía de la encarnación, o rechazan al Espíritu, es decir, desechan la profecía. Debemos defendernos de esta clase de personas, evitar sus caminos si de verdad queremos agradar a Dios y obtener la salvación.
Demostración de la predicación apostólica de San Ireneo.
Gloria a toda la Santa Trinidad, Dios único, Padre, Hijo y Espíritu Santo, providencia universal, eternamente. Amén. Tened un recuerdo en el Señor del divino y beatísimo Señor Arzobispo Juan, propietario de este libro, hermano del rey santo. Y acordaos también de mí, pobre copista.
Teofilo de Antioquia.
(180)
Dios engendró su Verbo, que era interior a su seno, y lo profirió con su Sabiduría, antes que toda cosa... No existían los profetas cuando el mundo fue, sino la Sabiduría de Dios que en Él permanece, y el Verbo Santo de Dios que está sin cesar presente con Él...
Los tres días que preceden (a la creación) de las luminarias son los tipos de la Trinidad: de Dios, de su Verbo y de su Sabiduría. El hombre pertenece al cuarto tipo, que necesita la luz: así tenemos Dios, Verbo, Sabiduría, Hombre. Es por eso que las luminarias fueron creadas el cuarto día. La disposición de los astros muestra la economía y el orden de los justos, de los que siguen la ley y los mandamientos de Dios. (Tres libros a Autolycus, II, 10 y 15)
San Dionisio de Alejandria.
(siglo IV)
Entendemos la unidad en la Trinidad sin dividirla, y luego recapitulamos la Trinidad en la unidad sin disminuirla.](Sentencias de Dionisio, 17)
San Atanasio de Alejandria.
(+ en 373)
Los Serafines dicen tres veces "Santo," pues glorifican al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Nombran así a las tres Hipóstasis perfectas, y, cuando dicen Señor, muestran la única esencia de Dios. (Del Verbo encarnado, 10)
El Verbo asumió la carne para que pudiéramos recibir el Espíritu Santo. Dios se hace portador de la carne para que el hombre pueda hacerse portador del Espíritu. (ID., 8)
San Gregorio Nazianceno.
(+389)
Tan pronto comienzo a pensar en la Unidad,
la Trinidad me baña con su esplendor. Tan pronto comienzo a pensar en la Trinidad, la Unidad me vuelve a impresionar. Cuando uno de los Tres se me presenta, a tal punto quedan mis ojos deslumbrados, que pienso que es el todo. Y lo demás se me escapa, pues en mi espíritu demasiado limitado para comprender a uno solo, ya no queda ningún lugar par lo demás. Cuando uno a los Tres en un mismo pensamiento, veo Una sola antorcha, sin poder dividir o analizar la luz unificada. (Sobre el Santo Bautismo, Oración 40º, Nº 41)
San Cirilo de Jerusalem.
(314-387)
Que nadie, pues, separe la Antigua Alianza de la Nueva; que nadie pretenda que el Espíritu es diferente aquí o allí, pues eso es contrariar al Espíritu Santo mismo, al que se honra con el Padre y el Hijo y a quien se engloba en la
Santa Trinidad cuando se da el santo bautismo. En efecto, el Hijo Único de Dios dijo claramente a los apóstoles: Id, haced discípulas a las naciones, bautizándolas en el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Nuestra esperanza reside en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. No proclamamos tres dioses, sino que proclamamos, con el Espíritu Santo, por el Hijo Único, un solo Dios. La fe es indivisible, la piedad sin falla posible. No separamos la Santa Trinidad, ni la confundimos. (16º Catequesis, 3-4)
San Ambrosio.
(340-397)
Consideremos ahora el misterio de la
Trinidad. Decimos que Dios es Único, pero confesamos al Padre y confesamos al Hijo. Pues, si bien está escrito: Amaréis al Señor vuestro Dios y sólo a Él serviréis (Dt 10:20), el Hijo declaró no estar solo al decir: No estoy solo, pues mi Padre está conmigo (Jn 16:32) En este momento tampoco está solo, pues el Padre da testimonio de su presencia, y el Espíritu Santo está aquí. En efecto, la Trinidad no puede separarse jamás. Así también, el cielo se abrió, el Espíritu Santo descendió en forma corporal, como una paloma. ¿Cómo pueden decir los herejes que está solo en el Cielo cuando no está solo en la tierra? Cuidemos el misterio. (Tratado sobre el Evangelio de San Lucas, II, 92)