Primero, yo no veo 
UNA iglesia evangélica. Yo veo una gran número de congregaciones un tanto 
independientes entre sí -en todo sentido- que profesan ser 'cristianas', pero que muchas veces 
NO concuerdan en puntos doctrinales básicos, tales como la naturaleza de Dios y de Su Hijo, cielo vs. infierno, etc., y cuyo 
'modelo administrativo'  es totalmente diferente al 
diseñado y establecido por Cristo  -no veo a Apóstoles, no veo Profetas, etc., todos ellos necesarios en el Cuerpo de Mesías, Efesios 4, etc.; el cuerpo administrativo que veo, 
no tiene ni reclama  -no ven la necesidad- "línea de autoridad" directa a Cristo, requisito fundamental en la Obra de Dios, reflejado tanto en el Antiguo así como en el Nuevo Testamento.
Jesús  estableció Su Congregación mientras vivía en la Tierra. El también fue claro en definir lo administrativo. También delineó claramente los 
requisitos para quienes quisieran pertenecer a Ella, dando esto motivo a acusaciones de sectarismo, por parte de la gran mayoría de judíos que rechazaron dejar  todo lo 'viejo' y unirse a esta 'nueva secta'.
Los Apóstoles,  trabajaron duro por mantener el Cuerpo de Cristo vivo y su doctrina pura, sin embargo, sus esfuerzos se vieron troncados por la gran oposición judío / romana que resultó en persecuciones y la matanza del Cuerpo administrativo, con sus nefastas consecuencias. Véase este interesante y detallado análisis del tema  para más detalles:
La Gran APOSTASIA Antes de la 2da. Venida de J.C. 
Veo en estas interrogantes una 
insatisfacción con lo que se tiene y la 
intención  de establecer algo más similar al 'modelo' de Cristo. Personalmente, en la Iglesia de 
JESUCRISTO de los Santos de los Ultimos Días, he encontrado esto. Ahí veo y siento que el Señor ha 
divinamente llamado y autorizado  a hombres especiales para llevar a cabo 
"una obra maravillosa y un Prodigio"  a saber, 
sacar del desierto  a Su Iglesia, en estos, los últimos días, antes de su Gran Venida. 
Por lo tanto, no veo necesaria esa intención de hacer que el 
'hombre' se tome para sí tal 
honra,  honra que, aunque muy bien intencionado que el hombre sea, no le corresponde tomar sin antes ser 
divinamente autorizado  para ello -la Biblia abunda de ejemplos de tal usurpación.
Bendiciones de lo Alto,
Mormn=Cristiano