Ése y los demás "bautizos" son sólo ritos, simbolismos. Ninguno, ni por inmersión, ni por aspersión, etc, tiene valor doctrinal. Lo que realmente cuenta es ser bautizado por* el Espíritu que mora en La Palabra. (Jn. 6:63) Es Él el que bautiza* a quienes buscan a* y de* Dios. (Pr. 8:17; Mt. 7:7; Col. 3:1)
Te he sugerido varias veces que éso es el Mensaje que envía Dios en Mateo 28 pero hasta ahora no pones atención, observa con detenimiento y sin prejuicios:
10. Entonces Jesús les dice: No temáis: id, dad las nuevas á mis hermanos, para que vayan á Galilea, y allí me verán.
16. Mas los once discípulos se fueron á Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado.
18. Y llegando Jesús, les habló, diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.
19. Por tanto, id, y doctrinad* á todos los Gentiles, bautizándolos* en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo:
20. Enseñándoles* que guarden todas las cosas que os he mandado: y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
(Mateo, 28)
Jesús envió decir a Sus Apóstoles (los once que quedaban) qué fueran a Galilea. V. 10.
Ellos (los once) obedeciendo fueron allí. V. 16.
Jesús les da la encomienda (a los once Apóstoles) de ir*, a todos los Gentiles adoctrinándoles* V. 19. (Su Doctrina) y bautizándoles* (la Doctrina que ellos darían*, 'Sus Palabras' (Lc. 10:16), sería ese bautizo*)
Cuando dice 'bautizándolos* en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo' (V. 19) 'el Padre' simboliza el 'Antiguo Pacto', 'el Hijo' simboliza el 'Nuevo Pacto' y el 'Espíritu Santo' simboliza 'La Totalidad' Santa de Dios (quien es Espíritu Jn. 4:24) la cual habita en Su Santa Palabra. (Jn. 14:16,26; 15:26; 16:7)
Por eso digo y sostengo que no hay bautismo ritual alguno que importe sino el que nos bautiza a través de Las Santas Escrituras.(2 Ti. 3:16,17)
Todos fuimos bautizados por un solo Espíritu para constituir un solo cuerpo —ya seamos judíos o gentiles, esclavos o libres—, y a todos se nos dio a beber* de un mismo Espíritu.
1 Corintios 12:13
¡Ésa es la Cereza del Pastel!
Claro, para entonces yo era un neófito. Fue en el océano Atlántico. Una experiencia única que no olvidaré porque estuve muy cerca de la muerte.
Justo cuando salí del agua el cielo oscureció por una tormenta que apareció de la nada. Un amigo y yo nos subimos a su bote para alejarlo del muro donde estaba anclado y el se tiró entre el muro y el barco para que la ola no estrellarara su barco.
Sin pensarlo me tiré detrás de él para ayudarlo a que la ola no lo aplastara contra el muro... Finalmente pudimos alejar el barco de allí pero ya lejos del muro un trueno muy fuerte juntamente con un rayo cayó tan cerca que yo estaba aguantado del pasamanos del barco (de metal) y me dió un corrientazo que no sé cómo no me lanzó al agua.
Yo sólo atiné a exclamar ¡Aleluya! y al momento sentí una fuerza que me empujaba hacia abajo para que no saltara con la fuerza de la corriente eléctrica que había recibido y me sostenía aún atado al pasamanos. En fin algo inolvidable.
Pos sí, desde ese mismo día comencé a leer una biblia que me compré, ni siquiera tenía una.
Créeme que cada vez que abro las Escrituras algo nuevo Ésta me enseña, o sea, 'me bautiza'. Pues escrito está:
Mt. 7.
7 Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
¡Pues no hay mejor equilibrio que dejarse instruir por Dios mismo!
Ir a lo seguro es yendo a Su Palabra. Por eso pienso que ni porque nos rocíen agua en la cara ni porque nos zambullan en el Pacífico, el Atlántico o un río, pileta o lo que sea vamos a ser bautizados*. Éso sólo es ser mojado* con agua*.
El Agua que verdaderamente bautiza* es la que calma la sed, el Agua que da la vida eterna. (Jn. 4:14)
¡Jesús nos dió esa Agua que bautiza!
Un abrazo.