Evidencias de la Idolatría Católica y su adoración a María y otros santos ya difuntos ¿por qué lo niegan?

EL CATOLICISMO ROMANO ES UN CAMINO AL MISMO INFIERNO PAVIMENTADO DE RELIGION.

Fecha de origen = Año 325

Fundador = El emperador Constantino

Lugar de inicio = Roma

¿SON CRISTIANOS?

De ninguna manera, son religiosos inconversos y su identificación denominacional es el Catolicismo Romano.


El expediente asesino que posee la historia de este sistema religioso reafirma la convicción de ser un camino al mismo infierno.
Perfecto, este es un argumento conocido que utilizan los anticatólicos
¿Puedes responder con honestidad dos preguntas?

El contexto es el siguiente:
A la muerte y resurrección de Jesús, los doce apóstoles se dedicaron a hacer discípulos (muchos de ellos conocidos y cuyos escritos perduran hasta hoy)
Hasta el año 300 eran llamados cristianos, perseguidos y torturados (cuántos serían los cristianos ese año, es una incógnita)
El año 313 se promulgó un edicto que puso fin a esta persecución
¿Cree usted que con ese edicto desapareció de manera automática toda la fe en Jesucristo que tenían hasta ese momento los cristianos y desapareció todo conocimiento de las escrituras, como por arte de magia?

¿Piensa usted que el poder del Espíritu Santo puede ser eliminado por un decreto?
Recuerde que esto fue el año 313, todavía falta para el año 325

Apelo a su inteligencia y a su pensamiento crítico para responder
También solicito a @lindaevangelista que exponga su respuesta, ya que se apresuró a darte su apoyo
 
  • Like
Reacciones: Jima40
Forista Jorge Enrique:

Solo para que quede constancia en los registros del Tribunal que la biblia llama "El gran trono Blanco", porque sabemos de antemano que usted muere católico sin jamás haber conocido al Cristo de las Escrituras, el mismo que a otro no dará su gloria ni su alabanza a esculturas.

El mismo que descendió del cielo para evangelizar a Saulo de Tarso en un camino religioso similar al suyo.

Empecemos agradeciendo su apelación a la inteligencia y al pensamiento crítico, pues precisamente es ese ejercicio el que nos permite distinguir entre la fe apostólica y las estructuras religiosas romanas que surgieron posteriormente.

Nadie ha afirmado que el Edicto de Milán (313 d.C.) eliminó la fe en Jesucristo ni el poder del Espíritu Santo, tales cuestionamientos los plantea usted mediante sus dos preguntas:


¿Cree usted que con ese edicto desapareció de manera automática toda la fe en Jesucristo que tenían hasta ese momento los cristianos y desapareció todo conocimiento de las escrituras, como por arte de magia?
¿Piensa usted que el poder del Espíritu Santo puede ser eliminado por un decreto?

Lo que sí es históricamente verificable es que, tras dicho edicto, comenzó un proceso de institucionalización del cristianismo que culminó en el Concilio de Nicea (325 d.C.), donde el emperador Constantino —no un apóstol ni profeta— convocó y presidió un concilio que sentó las bases del sistema que hoy conocemos como catolicismo romano.

Lo que se debe cuestionar para la gloria de Cristo, no es si desapareció la fe, sino si la fe apostólica fue sustituida por una estructura religiosa romana que mezcló elementos paganos con terminología cristiana.

La respuesta es sí.

La historia eclesiástica lo confirma: la veneración a María, la exaltación de reliquias, el uso de imágenes, y la jerarquía eclesiástica piramidal no provienen del Nuevo Testamento, sino de una evolución religiosa que se alejó del modelo de la iglesia primitiva.

Jorge Enrique menciona que los cristianos eran perseguidos hasta el año 313.

Es cierto. Pero también es cierto que la iglesia perseguida era una iglesia pura, sin imágenes, sin altares a los santos, sin títulos clericales heredados del imperio romano. Fue precisamente cuando cesó la persecución que muchos se infiltraron en la iglesia, no por conversión, sino por conveniencia. Y así, la fe fue institucionalizada, no extinguida, pero sí distorsionada.

Pero lo que no sabe o se hace el ignorante, es que la consolidación del catolicismo romano como sistema religioso imperial no sólo marcó el fin de la persecución,
sino el inicio de una nueva: la persecución contra quienes se mantenían fieles a la Palabra de Dios.

Luego del Edicto de Milán (313 d.C.) y, más aún, tras el Concilio de Nicea (325 d.C.), el cristianismo dejó de ser una fe perseguida y se transformó en una religión estatal. Esta "victoria institucional" trajo consigo una trágica consecuencia: la fusión del poder político con el religioso, en la cual el emperador Constantino y sus sucesores favorecieron el surgimiento de una estructura eclesiástica jerarquizada, centralizada en Roma y desvinculada de la simplicidad apostólica.

Nos tocó reunirnos hasta en las catacumbas romanas.

En lugar de promover la libre enseñanza de las Escrituras y la guía del Espíritu Santo, el magisterio católico romano se arrogó el derecho exclusivo de interpretar la Biblia, clausurando el acceso de los creyentes comunes a las Escrituras. Traducciones a lenguas vernáculas fueron prohibidas, y reuniones cristianas fuera del control eclesiástico eran señaladas como herejía.

Mucho antes del establecimiento formal de la Inquisición, la hoguera, el destierro, y la excomunión se convirtieron en instrumentos contra los verdaderos discípulos de Cristo, quienes perseveraban en la enseñanza apostólica (Hechos 2:42) y rechazaban toda forma de idolatría y autoridad humana que reemplazara el señorío de Cristo.

Es histórico el caso de los valdenses, quienes ya en el siglo XII traducían la Biblia al provenzal y predicaban en las plazas, siendo perseguidos por su fidelidad. Antes de ellos, ya los montanistas y novacianos fueron calificados de herejes por no someterse a la autoridad romana, y posteriormente hombres como John Wycliffe, Jan Hus, y William Tyndale fueron condenados por promover el acceso directo a la Palabra de Dios.


¿Qué revela todo esto?

Que el problema no es la existencia de cristianos fieles —que los ha habido en todas las eras— sino que Roma, al institucionalizar la fe, la convirtió en un sistema de control, donde no se perseguía al hereje por deshonrar a Cristo, sino por desafiar la autoridad del magisterio romano.


En consecuencia, no hablamos de la desaparición de la fe, sino de la corrupción de su expresión pública y de la supresión sistemática de quienes se negaban a someterse a Roma.

Esta es la gran distinción entre el cristiano bíblico y el católico romano: el primero se postra ante Cristo, el segundo ante un sistema que ha suplantado su autoridad, incorporando la adoración a otras deidades.


Forista Jorge Enrique, si en usted hubiese un átomo de cordura, saldría de inmediato de ese campamento contaminado directamente a los pies de Cristo.

Ya en otros mensajes, le he hecho responsable de cómo se queda adorando a las puertas de la tienda de un campamento contaminado (Éx.33:7-10) mientras los demás creyentes han salido fuera del campamento para adorar al Señor (Éx.33:7; Heb.13:13)

Considera las Escrituras presentadas y que el Señor te de entendimiento en todo.
 
Lo que sí es históricamente verificable es que, tras dicho edicto, comenzó un proceso de institucionalización del cristianismo que culminó en el Concilio de Nicea (325 d.C.), donde el emperador Constantino —no un apóstol ni profeta— convocó y presidió un concilio que sentó las bases del sistema que hoy conocemos como catolicismo romano.
Cierto, y respecto de lo que menciona
Mi pregunta fue:
¿Cree usted que con ese edicto desapareció de manera automática toda la fe en Jesucristo que tenían hasta ese momento los cristianos y desapareció todo conocimiento de las escrituras, como por arte de magia?

¿Piensa usted que el poder del Espíritu Santo puede ser eliminado por un decreto?
Recuerde que esto fue el año 313, todavía falta para el año 325

¿Usted está insinuando que no es verificable lo que ocurrió con todos los cristianos, incluidos los pastores, diáconos y obispos cristianos desde los apóstoles hasta el edicto de Milán?
¿Lo desconoce o lo niega?
¿Está afirmando que todos los cristianos desde Jesucristo hasta el momento del concilio fueron "institucionalizados?
Es decir, no contaban con el poder del Espíritu, su fe inquebrantable se quebró, las promesas de Jesús sobre ellos desaparecieron ¿por un edicto... o un concilio?

Vamos, denos su versión de los hechos

Y usted @lindaevangelista ¿qué nos puede decir al respecto?
 
  • Like
Reacciones: Jima40
Lo que se debe cuestionar para la gloria de Cristo, no es si desapareció la fe, sino si la fe apostólica fue sustituida por una estructura religiosa romana que mezcló elementos paganos con terminología cristiana.
Bien, acepto su descargo
Pero entonces, qué ocurrió con los cristianos discípulos de los apóstoles, a dónde fueron, ¿qué fue de ellos?
Usted afirma que su fe fue sustituida por una estructura religiosa, lo que quiere decir que su fe no era tal,
Está diciendo que la verdadera fe en Jesucristo apareció con usted (con su generación, con su iglesia, con su comunidad)

Está afirmando que la iglesia primitiva no tenía la suficiente fe y sucumbieron a los decretos y edictos de un emperador

Estimado, está equivocado, un emperador como Constantino no puede ser superior a Dios... ¡no sea blasfemo!
 
  • Like
Reacciones: Jima40
FORISTA JORGE ENRIQUE:

Le aclaro que nunca he afirmado que la verdadera fe en Jesucristo desapareció, ni que surgió con mi generación. Tal argumento lo inventó usted al preguntar:

-"¿Cree usted que con ese edicto desapareció de manera automática toda la fe en Jesucristo que tenían hasta ese momento los cristianos y desapareció todo conocimiento de las escrituras, como por arte de magia?"-

Está afirmando que la iglesia primitiva no tenía la suficiente fe y sucumbieron a los decretos y edictos de un emperador

No señor, no invente, lo que he señalado —y la historia lo confirma— es que la fe apostólica fue progresivamente suplantada en el ámbito público por una estructura religiosa que adoptó el nombre de “cristiana”, pero que introdujo prácticas y doctrinas ajenas al evangelio con el nombre del catolicismo romano.

Los discípulos de los apóstoles no desaparecieron.

Muchos de ellos, y sus sucesores fieles, fueron marginados, perseguidos y silenciados por no someterse al creciente poder del episcopado romano.

La historia registra movimientos como los montanistas, novacianos, donatistas, valdenses, entre otros, que no se alinearon con Roma y fueron tratados como herejes, no por negar a Cristo, sino por rechazar la autoridad del magisterio romano y su mezcla con el poder imperial.

Tampoco he dicho que Constantino sea superior a Dios. Eso sería, como usted dice, blasfemia.

Pero sí afirmo que el poder político de Constantino fue usado para consolidar una estructura religiosa que no representa la iglesia de Cristo, sino una versión institucionalizada y jerárquica que reemplazó la autoridad de las Escrituras por la de los concilios y obispos imperiales.

La verdadera fe en Cristo no desapareció, pero fue desplazada del centro del poder de su Preeminencia y obligada a ser compartida con otras deidades (Is.42:8), como ocurrió con tantos fieles que prefirieron morir antes que adorar imágenes, someterse a dogmas humanos o negar la suficiencia de Cristo.


Está diciendo que la verdadera fe en Jesucristo apareció con usted (con su generación, con su iglesia, con su comunidad)

No señor, no invente, no estoy afirmando que la fe comenzó conmigo, sino que la fe verdadera ha sido preservada por Dios a través de los siglos, no en los palacios eclesiásticos, sino en los corazones de aquellos que han seguido a Cristo por encima de toda institución humana.

¿Por qué no se confronta usted mismo delante de Cristo?

¿Tiene miedo?

Hable con él, el que hizo el oído lo escucha y el que hizo el ojo, lo está monitoreando todo el tiempo.

Pero no asuma el rol de abogado de un sistema religioso asesino que lo que ha hecho es sustituir la preeminencia de Cristo, y repartirla entre otras deidades, incluida la reina del cielo, y el "sumo pontífice" que para ustedes es el vicario de su cristo, y los obliga a ustedes a tragarse su cristo condensado en una ostia para luego expulsarlo en el retrete, así también, a cargar pesadas estatuas de yeso por las calles en sus procesiones festivas.

Por donde se mire, usted no quiere ser discípulo del Cristo de las Escrituras, porque se ha convertido en esclavo del magisterio católico romano, hasta la muerte.

Una vez más lo hago responsable de su idolatría para que no tenga excusa en el gran trono blanco.

Escapa por tu vida, porque tienes poco tiempo.
 
FORISTA JORGE ENRIQUE:

Le aclaro que nunca he afirmado que la verdadera fe en Jesucristo desapareció, ni que surgió con mi generación. Tal argumento lo inventó usted al preguntar:





No señor, no invente, lo que he señalado —y la historia lo confirma— es que la fe apostólica fue progresivamente suplantada en el ámbito público por una estructura religiosa que adoptó el nombre de “cristiana”, pero que introdujo prácticas y doctrinas ajenas al evangelio con el nombre del catolicismo romano.

Los discípulos de los apóstoles no desaparecieron.

Muchos de ellos, y sus sucesores fieles, fueron marginados, perseguidos y silenciados por no someterse al creciente poder del episcopado romano.

La historia registra movimientos como los montanistas, novacianos, donatistas, valdenses, entre otros, que no se alinearon con Roma y fueron tratados como herejes, no por negar a Cristo, sino por rechazar la autoridad del magisterio romano y su mezcla con el poder imperial.

Tampoco he dicho que Constantino sea superior a Dios. Eso sería, como usted dice, blasfemia.

Pero sí afirmo que el poder político de Constantino fue usado para consolidar una estructura religiosa que no representa la iglesia de Cristo, sino una versión institucionalizada y jerárquica que reemplazó la autoridad de las Escrituras por la de los concilios y obispos imperiales.

La verdadera fe en Cristo no desapareció, pero fue desplazada del centro del poder de su Preeminencia y obligada a ser compartida con otras deidades (Is.42:8), como ocurrió con tantos fieles que prefirieron morir antes que adorar imágenes, someterse a dogmas humanos o negar la suficiencia de Cristo.



No señor, no invente, no estoy afirmando que la fe comenzó conmigo, sino que la fe verdadera ha sido preservada por Dios a través de los siglos, no en los palacios eclesiásticos, sino en los corazones de aquellos que han seguido a Cristo por encima de toda institución humana.

¿Por qué no se confronta usted mismo delante de Cristo?

¿Tiene miedo?

Hable con él, el que hizo el oído lo escucha y el que hizo el ojo, lo está monitoreando todo el tiempo.

Pero no asuma el rol de abogado de un sistema religioso asesino que lo que ha hecho es sustituir la preeminencia de Cristo, y repartirla entre otras deidades, incluida la reina del cielo, y el "sumo pontífice" que para ustedes es el vicario de su cristo, y los obliga a ustedes a tragarse su cristo condensado en una ostia para luego expulsarlo en el retrete, así también, a cargar pesadas estatuas de yeso por las calles en sus procesiones festivas.

Por donde se mire, usted no quiere ser discípulo del Cristo de las Escrituras, porque se ha convertido en esclavo del magisterio católico romano, hasta la muerte.

Una vez más lo hago responsable de su idolatría para que no tenga excusa en el gran trono blanco.

Escapa por tu vida, porque tienes poco tiempo.
Entonces, si no es así, como es que afirma que con el edicto de Milan y el concilio de Nicéa un emperador crea una iglesia cristiana, sin la oposición de los verdaderos cristianos

Y ¿dónde se encuentran los testimonios de los verdaderos cristianos desde Jesús hasta el año 300 (antes del edicto de Milan)
Porqué estos cristianos no se opusieron al concilio de Nicéa
¿Dónde estaban?
Responda esta genuina inquietud
 
  • Like
Reacciones: Jima40
Hola Jorge Enrique, no había visto que habías contra preguntado.


¿Dónde estaban los verdaderos cristianos antes del Edicto de Milán (313)?

Estaban siendo perseguidos, encarcelados, torturados y asesinados por el Imperio Romano.

Desde el siglo I hasta principios del IV, los cristianos vivieron en catacumbas, escondidos, y muchas veces sin posibilidad de dejar registros escritos extensos.

Sin embargo, sí existen testimonios: los escritos de los Padres Apostólicos (como Clemente de Roma, Ignacio de Antioquía, Policarpo), las apologías de Justino Mártir, Ireneo de Lyon, Tertuliano, Orígenes, entre otros.

Estos documentos muestran una fe centrada en Cristo, en la Escritura, y en la esperanza del regreso del Señor, sin rastro alguno de veneración a imágenes, a María o a santos difuntos.

¿Por qué no se opusieron al Concilio de Nicea?

Sí hubo oposición, pero no fue registrada por los vencedores.

La historia la escriben quienes tienen el poder, y en este caso, el poder estaba en manos del emperador Constantino y de los obispos que aceptaron su patrocinio.

Muchos cristianos fieles no asistieron al concilio porque no reconocían la autoridad de un emperador pagano para convocar una asamblea espiritual.

Otros fueron silenciados, exiliados o etiquetados como herejes por no alinearse con la nueva estructura imperial.

Además, el concilio no fue un evento abierto ni democrático.

Fue una reunión de obispos seleccionados, muchos de los cuales ya estaban comprometidos con la idea de una iglesia unificada bajo el auspicio del Estado.

Los cristianos fieles estaban donde siempre han estado: en un bajo perfil, en las montañas, en las casas, en las Escrituras, y en la fidelidad a Cristo por encima de todo.

¿Dónde estaban los cristianos cuando ocurrió el Concilio de Nicea?

Estaban en todas partes, pero no todos estaban representados en Nicea.

Muchos seguían viviendo su fe en comunidades locales, sin imágenes, sin jerarquías imperiales, sin liturgias paganas. Algunos fueron absorbidos por el sistema; otros resistieron.

La historia de los donatistas, paulicianos, y más tarde los valdenses, muestra que la fe verdadera no desapareció, sino que fue perseguida por el sistema que surgió tras Nicea.

Conclusión:

La verdadera fe no necesita visibilidad institucional para existir, no hacemos mucho ruido.

Cristo prometió edificar su Iglesia, no una institución imperial, sino un cuerpo de creyentes fieles a su Palabra.

Esa Iglesia ha existido en cada siglo, aunque muchas veces fuera de los reflectores del poder.

No fue Roma quien preservó la fe, sino el Espíritu Santo en los corazones de los que prefirieron obedecer a Dios antes que a los hombres.

Venga y mire los ríos de sangre corriendo por las calles de la historia del catolicismo romano.

Pero también mire las manos horadadas del Señor, su costado y pies, traspasados, porque vale la pena, el amor a Cristo puede mucho más, entre sus manos hay un mundo nuevo en el que se aprende que quién no arriesga, nunca gana. Y aunque no es fácil caminar a su lado, nuestro amor a él puede mucho más que todas las barreras que oprimen e impiden su Señorío en nosotros sus redimidos.

Está invitado.
 
  • Like
Reacciones: Robespengler
Hola Jorge Enrique, no había visto que habías contra preguntado.


¿Dónde estaban los verdaderos cristianos antes del Edicto de Milán (313)?

Estaban siendo perseguidos, encarcelados, torturados y asesinados por el Imperio Romano.

Desde el siglo I hasta principios del IV, los cristianos vivieron en catacumbas, escondidos, y muchas veces sin posibilidad de dejar registros escritos extensos.

Sin embargo, sí existen testimonios: los escritos de los Padres Apostólicos (como Clemente de Roma, Ignacio de Antioquía, Policarpo), las apologías de Justino Mártir, Ireneo de Lyon, Tertuliano, Orígenes, entre otros.

Estos documentos muestran una fe centrada en Cristo, en la Escritura, y en la esperanza del regreso del Señor, sin rastro alguno de veneración a imágenes, a María o a santos difuntos.

¿Por qué no se opusieron al Concilio de Nicea?

Sí hubo oposición, pero no fue registrada por los vencedores.

La historia la escriben quienes tienen el poder, y en este caso, el poder estaba en manos del emperador Constantino y de los obispos que aceptaron su patrocinio.

Muchos cristianos fieles no asistieron al concilio porque no reconocían la autoridad de un emperador pagano para convocar una asamblea espiritual.

Otros fueron silenciados, exiliados o etiquetados como herejes por no alinearse con la nueva estructura imperial.

Además, el concilio no fue un evento abierto ni democrático.

Fue una reunión de obispos seleccionados, muchos de los cuales ya estaban comprometidos con la idea de una iglesia unificada bajo el auspicio del Estado.

Los cristianos fieles estaban donde siempre han estado: en un bajo perfil, en las montañas, en las casas, en las Escrituras, y en la fidelidad a Cristo por encima de todo.

¿Dónde estaban los cristianos cuando ocurrió el Concilio de Nicea?

Estaban en todas partes, pero no todos estaban representados en Nicea.

Muchos seguían viviendo su fe en comunidades locales, sin imágenes, sin jerarquías imperiales, sin liturgias paganas. Algunos fueron absorbidos por el sistema; otros resistieron.

La historia de los donatistas, paulicianos, y más tarde los valdenses, muestra que la fe verdadera no desapareció, sino que fue perseguida por el sistema que surgió tras Nicea.

Conclusión:

La verdadera fe no necesita visibilidad institucional para existir, no hacemos mucho ruido.

Cristo prometió edificar su Iglesia, no una institución imperial, sino un cuerpo de creyentes fieles a su Palabra.

Esa Iglesia ha existido en cada siglo, aunque muchas veces fuera de los reflectores del poder.

No fue Roma quien preservó la fe, sino el Espíritu Santo en los corazones de los que prefirieron obedecer a Dios antes que a los hombres.

Venga y mire los ríos de sangre corriendo por las calles de la historia del catolicismo romano.

Pero también mire las manos horadadas del Señor, su costado y pies, traspasados, porque vale la pena, el amor a Cristo puede mucho más, entre sus manos hay un mundo nuevo en el que se aprende que quién no arriesga, nunca gana. Y aunque no es fácil caminar a su lado, nuestro amor a él puede mucho más que todas las barreras que oprimen e impiden su Señorío en nosotros sus redimidos.

Está invitado.
Entiendo, entonces tendrás alguna evidencia de ese silencio. Que hicieron, donde se congregaban , quienes fueron los pastores qué te predecieron
Ya que afirmas que los cristianos callaron hasta que aparecieron ustedes, que hablan hasta por los codos.
¿Qué pasó con la gran comisión?
La realizaron en secreto porque eran perseguidos
¿Hasta cuándo?
No dices nada que concuerde con la misión que Jesús encomendó a sus discípulos

Si es como dices, significa que los cristianos después del concilio de nicea se convirtieron en cobardes
 
  • Like
Reacciones: Jima40
FORISTA JORGE ENRIQUE:

Estos interrogantes ya fueron contestados, pero si no analiza:

¿Dónde estaban los cristianos fieles? ¿Qué hicieron? ¿Quiénes los guiaban? ¿Dónde está la evidencia?


Estaban donde siempre han estado los verdaderos discípulos de Cristo—en los márgenes, en las montañas, en las casas, en las Escrituras, y en la fidelidad al Señor, aunque el mundo no los viera.

¿Qué hicieron?

Cumplieron la Gran Comisión, no desde catedrales imperiales, sino desde cuevas, hogares y campos.

La historia registra comunidades cristianas fieles en regiones como Armenia, Siria, Capadocia, el norte de África, y más tarde en los Alpes y los Pirineos. Los valdenses, por ejemplo, predicaban en secreto, traducían la Biblia al idioma del pueblo y evangelizaban casa por casa, siglos antes de la Reforma.

¿Dónde se congregaban?

En las casas de los hermanos en Cristo, como en los días de los apóstoles (Romanos 16:5; Filemón 1:2).

En cuevas, como los cristianos de las catacumbas.

En bosques y montañas, como los anabaptistas y valdenses. La ausencia de templos visibles no es prueba de cobardía, sino de persecución.


¿Quiénes los guiaban?

Pastores y ancianos fieles, muchos de cuyos nombres no quedaron registrados porque la historia oficial fue escrita por los vencedores imperiales.

Pero algunos sí dejaron huella: Novaciano, Donato, Claudio de Turín, Pedro Valdo, y más tarde John Wycliffe y Jan Hus, todos ellos perseguidos por no someterse al magisterio romano.

¿Hasta cuándo fueron perseguidos?

Hasta bien entrado el siglo XIX en algunos lugares.

La Inquisición, los edictos imperiales, y las bulas papales persiguieron a quienes se atrevían a leer la Biblia por sí mismos o a predicar sin autorización eclesiástica.

¿Eso es cobardía? No.

Eso es fidelidad sellada con sangre.


¿Y la Gran Comisión?

Fue cumplida, no por los poderosos, sino por los fieles.

No con espadas ni coronas, sino con lágrimas, oraciones y evangelismo personal.

La Iglesia verdadera no necesita visibilidad imperial para ser efectiva.

Necesita obediencia al Señor.

Conclusión:

No, los cristianos fieles no son cobardes.

Fueron mártires.

No fueron silenciosos por comodidad, sino silenciados por la espada.

Y sin embargo, la Palabra de Dios no estuvo presa (2 Timoteo 2:9).

La historia de la Iglesia no es la historia del Vaticano, sino la historia de millones de creyentes anónimos que prefirieron morir antes que negar a Cristo.

VENGA Y MIRE


Mire las manos horadadas del Señor, su costado y pies, traspasados, porque vale la pena, el amor a Cristo puede mucho más; entre sus manos hay un mundo nuevo en el que se aprende que quién no arriesga, nunca gana.

Y aunque no es fácil caminar a su lado, nuestro amor a él puede mucho más que todas las barreras que oprimen e impiden su Señorío en nosotros sus redimidos.

Está invitado.
 
No existe eso de anticatólico... esto que yo hago no es nada... entiende la diferencia, esto es mero escribir, transcripciones de verdades bíblicas que si no las aceptas nadie te va a cortar la cabeza, ni te va echar a los leones, ni tu cuerpo lo va usar de antorcha para iluminar la ciudad ¿no captas? no soy anticatolica, solo les hablo de las verdades crudas de lo que son uds sin mas consecuencias que quizas me bloquees, me insultes, me faltes el respeto pero hasta ahí... no hay una kkk como se organizaron los antinegros, o como los campos de concentración de los antisemitas... pero tu quieres hacerte la victima, pero la verdad es la verdad, uds no pueden quemar todos los libros de la historia de los crimenes... y aunque se han dedicado a editar informaciones en la web, en wikipedia, en google alterando ciertos datos ¿como llegarán a los archivos del cielo donde está todo registrado y que saldrá a la luz? ¿podrán enviar al ejercito del vaticano al cielo y quemar las evidencias? si estamos horrorizados con los documentos que han sobrevivido ¿como será ver todo lo que ha sido grabado y que se expondrá publicamente ante todos? será algo sumamente asqueroso y repugante... pero no se les puede decir que son complices y que les van a caer el castigo si no se alejan porque se enfadan... al final van a decir: ¿por qué no hicimos caso a @lindaevangelista
Definición:

Anticatólico, ca
Ser contrario al catolicismo.

IMG_8043.jpeg