Sí, si fuesen sinceros, tendrían que reconocer que toda la Escritura testifica que la Segunda Venida de Cristo y el arrebatamiento, ocurren en el fin del mundo, después de la gran tribulación y de la aparición del Anticristo.
Y la excusa que usan, de que el rapto secreto, fue una revelación personal que se le dio a Pablo, es totalmente falsa. Y para comprobar que es falsa, solamente tienen que leer con atención y sinceridad el texto 2 Tesalonicenses 1:6-10.
Refutación de este argumento perverso.
La afirmación de que "toda la Escritura" testifica que el arrebatamiento ocurre después de la gran tribulación es una generalización que no considera pasajes clave como 1 Tesalonicenses 1:10 ("Jesús, quien nos libra de la ira venidera") y 1 Tesalonicenses 5:9 ("Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo").
Estos versículos indican que los creyentes serán librados de la ira de Dios, lo que concuerda con un arrebatamiento antes del juicio divino.
Además, Apocalipsis 3:10 refuerza esta idea:
"Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero".
Aquí, Cristo promete preservar a los creyentes de un período de prueba global, lo que es consistente con un arrebatamiento antes de la tribulación.
¿Fue el rapto secreto una revelación exclusiva a Pablo?
El argumento de que el rapto secreto es una "revelación personal" dada solo a Pablo es una simplificación errónea.
Si bien Pablo recibió revelaciones específicas sobre el arrebatamiento (1 Corintios 15:51-52; 1 Tesalonicenses 4:16-17), la doctrina del traslado de los creyentes no es exclusiva de él.
Jesús mismo habló de su regreso para llevar a los suyos en Juan 14:2-3: "Voy, pues, a preparar lugar para vosotros... vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo".
¿Refuta 2 Tesalonicenses 1:6-10 el arrebatamiento pretribulacional?
Este pasaje describe el juicio de los impíos cuando Cristo se manifieste con fuego y gloria.
Sin embargo, no aborda directamente el momento del arrebatamiento de la Iglesia en su encuentro con el Señor en el aire.
La clave aquí es que el arrebatamiento y la Segunda Venida son eventos distintos:
El arrebatamiento es para los creyentes (1 Tesalonicenses 4:16-17), mientras que la Segunda Venida es para juicio y restauración del reino (Mateo 24:30-31; Apocalipsis 19:11-16).
El error del argumento de Miniyo es asumir que 2 Tesalonicenses 1:6-10 describe el arrebatamiento, cuando en realidad habla del juicio sobre los incrédulos moradores de la tierra.
Por lo tanto, no contradice la enseñanza de que los creyentes serán arrebatados antes de la ira venidera.
CONCLUSIÓN
La Escritura no enseña que el arrebatamiento ocurre al final del mundo, sino que los creyentes serán librados de la ira venidera.
Además, la doctrina del arrebatamiento no es una revelación exclusiva de Pablo, sino que está presente en toda la enseñanza bíblica y su Autor es Cristo mismo cuando promete que vendrá y nos atraerá hacia el mismo (Jn.14:3) antes de la ira venidera (1Ts.1:10).
Finalmente, 2 Tesalonicenses 1:6-10 no refuta el arrebatamiento pretribulacional, sino que describe el juicio de los impíos en la Segunda Venida.
Más claro no se puede.