Voy a hablar del fin del mundo, que hoy me he visto inspirado.
Todos sabemos que hay dos posibles finales del mundo:
El primero es el más probable, porque nuestra autoconsciencia inteligente ha alcanzado a comprender cada vez más principios de la ciencia, que viene de la Palabra. Cuanto más nos alejamos de la Palabra, más desordenamos la realidad material y más caos (desordén) generamos ante nosotros y nuestra sociedad, especialmente desde el lado poderoso, donde residen los centros de mando de la sociedad humana.
Nuestro final sería apocalíptico, socialmente catastrófico, muy desordenado y causa de mucho sufrimiento, ya sea por guerras sin control o un descontrol climático que no sea reversible, este final podría acabar con nuestra especie, pero la vida seguirá.
El otro final es el que ya conocemos por la ciencia, nuestra querida estrella agotará su combustible como finita que es y nos absorberá, este proceso será paulatino y podría darse el caso de que trascendamos antes, ya sea espiritualmente por aprender que nuestra consciencia es en realidad la base de nuestra existencia, sin soporte material y podamos traspasarla a computadoras o sistemas construidos en otros planetas, o bien que consigamos colonizar otros lugares habitables así como descubrir la forma de viajar de manera casi instantánea en el universo conocido.
Así que elijan, Apocalipsis o Reino de Dios.