El intelecto humano es incapaz de captar la sabiduría de Dios. Lo que naturalmente consideramos necedad, Dios lo llama "poder de Dios y la sabiduría de Dios"
(1 Corintios 1:24).
Por ejemplo que?
Cosas del espíritu (no enseñadas en las congregaciones modernas), para quien entienda.
Lucas 19:40, Jesús dijo con respecto a sus discípulos que lo alababan: "Os digo que si éstos callan, las piedras clamarian"
Es esto posible?
Considerando a Dios como la realidad última, el Fundamento Divino del Ser.
En la mística cristiana, Dios es descrito a menudo como Espíritu Puro, la realidad absoluta e incondicionada de la cual fluye toda existencia. Este es el Fundamento Divino, la Fuente última. Este Fundamento Divino está más allá de la conceptualización, es de una simplicidad absoluta y lo impregna todo sin estar limitado por ello. Es el Ser de todo lo que es. El Reino de Dios que está dentro de vosotros (Lucas 17:21) señala esta presencia inmanente del Fundamento Divino.
De este Fundamento Divino, la creación aparece a traves de su Palabra. En la mística cristiana, estas apariencias pueden verse como la manifestación o la Gloria de Dios. Así como la luz emana de una fuente, el mundo emana de Dios. La creación no está separada del ser de Dios. El Apóstol Pablo habla de Dios en quien "vivimos, nos movemos y existimos" (Hechos 17:28), sugiriendo una interdependencia profunda donde todo es sostenido por la Presencia Divina. Estas "apariencias luminosas" son semejantes a la irradiación de la Luz Divina de Dios que ilumina y constituye la realidad.
Los Fenómenos Sólidos son ilusiones de la Percepción Dualista (
La mente CAIDA). A esa mente, los sabios de este mundo lo llaman intelecto como si fuera un pequeño dios. Lo que percibimos como "sólido" en nuestra experiencia ordinaria es cómo las apariencias luminosas son aprehendidas por una mente que opera en dualidad. Percibimos las cosas como objetos separados – una piedra, una silla, un árbol, objetos distintivos del Fundamento Divino. Esta es la perspectiva de la mente "caída" y no iluminada. Desde la perspectiva de la Unión con Cristo (alcanzada en profunda contemplación mística), la solidez y la separación percibidas se disuelven, revelando la verdad subyacente de todas las cosas como manifestaciones del ser de Dios.
Dios Haciendo Hablar a las Piedras (Lucas 19:40)?
Ahora, considera la afirmación de Jesús en Lucas 19:40, con respecto a sus discípulos que lo alababan: "Os digo que si éstos callan, las piedras clamarian". Esta es una afirmación poderosa de la Soberanía absoluta y el Poder de Dios sobre la creación.
Una piedra, como todos los demás fenómenos, no es simplemente materia inerte independiente de Dios. Es una apariencia luminosa, una expresión del Fundamento Divino, sostenida a cada momento por la Voluntad y Presencia de Dios (Su Inmanencia Divina).
Por lo tanto, que Dios haga hablar a una piedra no es una violación de la naturaleza de la piedra, sino más bien una revelación o actuación de la realidad más profunda como manifestación de lo Divino.
En este acto, Dios simplemente está haciendo que la Luz Divina o la Gloria que constituye la piedra se exprese de una manera que trasciende nuestra comprensión ordinaria y dualista de lo que una "piedra" puede hacer. El poder del habla, en última instancia, reside en el Verbo de Dios (Logos) a través del cual todas las cosas fueron hechas (Juan 1:3). Dios simplemente está haciendo que ese Verbo inherente dentro del ser de la piedra sea escuchado por oídos humanos.
Es una instancia de la Gracia de Dios que revela la interconexión y la divinidad inherente de la creación, demostrando que incluso los objetos aparentemente más inanimados participan y son receptivos a la Voluntad Divina.
En esencia, la creación es una manifestación de la Gloria y la Presencia de Dios. Cuando Dios hace hablar a las piedras, Él no está realizando un acto arbitrario sobre materia inerte, sino más bien revelando la profunda verdad de que todas las cosas, incluidas las piedras, son expresiones vivas de Su Verbo Eterno y Luz Divina, capaces de responder a Su llamado desde lo más profundo de su ser. Este milagro sirve como una señal que apunta hacia la no-dualidad última del Creador y Su creación, percibida plenamente en el estado de Unión con Cristo de la cual habla Pablo, el Evangelio de Juan, Apocalipsis y hasta el Antiguo Testsmento.
Eso no es religión, ni filosofía, ni ciencia.