Hace casi 400 años, un grupo de monjes alemanes tenía un problema.
Durante la Cuaresma no podían comer carne, ni pan, ni casi nada.
Pero había una excepción: sí podían beber.
Y lo que hicieron a partir de ahí…cambió la historia de la cerveza para siempre



1/ Múnich, 1634
En el monasterio de Neudeck ob der Au, un grupo de monjes de la Orden de los Mínimos (también llamados “Paulaner”) se enfrentaba a un dilema.
Durante la Cuaresma, el ayuno era estricto:
- Nada sólido
- Nada sabroso
- Nada “placentero”
Pero sí estaba permitido el líquido nutritivo...

2/ Así que los monjes idearon algo brillante:
Crear una cerveza muy densa y muy rica en nutrientes que pudiera contar como “alimento líquido”
Y que no violara las reglas del ayuno
Había nacido la Salvator, la primera “Doppelbock” bávara.
3/ Era tan espesa que le llamaban “pan líquido”
Y tan sabrosa… que al principio tuvieron dudas de si era demasiado indulgente para la Cuaresma.
¿Qué hicieron?
- Enviaron barriles a Roma para que el Papa decidiera.
- El viaje fue tan largo y caluroso que la cerveza llegó agria.
- A Roma le pareció “lo bastante desagradable” como para aprobarla.

4/ Los monjes brindaron. Literalmente.
Y la cerveza Paulaner se convirtió en tradición.
Tanto que los ciudadanos de Múnich pedían probarla durante la Cuaresma.
Los monjes empezaron a regalarla en su monasterio…
Hasta que en 1780 se fundó la cervecería Paulaner que hoy conocemos.

5/ Lo que empezó como una solución creativa en tiempos de escasez, se transformó en una de las cervezas más icónicas de Alemania.
Hoy, Paulaner es símbolo de Oktoberfest, de Múnich, y de tradición cervecera.
Y todo gracias a unos monjes que no querían romper las reglas… pero tampoco pasar hambre
