NO TODOS
Se requiere experiencia, madurez, y, sobre todo, el reconocimiento que trabajan para velar por los intereses de Cristo en la asamblea.
En Hechos 20:28 entendemos que son puestos por el Espíritu Santo y cuando en otro lugar se nos advierte que reconozcamos a los que nos presiden en el Señor (1Ts.5:12), es porque ya llevan años trabajando para Cristo en la asamblea.
El liderazgo en la asamblea se diferencia con el del mundo gentil y el judaísmo, en que se requiere estar lleno del Espíritu Santo para que sea Él quien controla el culto desde el principio hasta el fin, porque Cristo está en medio de nosotros.
El vino nuevo no se puede echar en los viejos odres del judaísmo, en referencia a estructuras eclesiásticas tradicionales que han sido copiadas siguiendo el viejo sistema religioso judío.
La Autoridad es de Cristo mediante el uso de la Biblia.
Y donde está el Espíritu de Cristo, allí hay libertad.
Los ancianos u obispos que el Espíritu Santo ha puesto para apacentar la grey de Dios no vinculan la autoridad de Cristo y su Palabra con un poder tipo castrense ni con estructuras jerárquicas, donde "El pastor soy yo y me tienen que obedecer".
El principio establecido por Cristo elimina por completo una jerarquía establecida bajo una cadena de mando, como hacen los líderes del mundo gentil, aquí está el texto:
Mat 20:25 Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad.
Mat 20:26 Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor,
Mat 20:27 y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo;
El mismo Señor del cielo y de la tierra, dio el ejemplo cuando se ciñó una toalla y una vasija de agua para lavar los pies de sus discípulos.
El Espíritu Santo en una reunión de asamblea, estando Cristo en medio de nosotros, no vincula la autoridad de la Escritura con una ordenación formada en seminarios, ni posición, ni título, ni ningún protocolo externo.
En la Iglesia primitiva había libertad para participar tal como lo señala Pablo aquí:
1Co_14:26 ¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación. Hágase todo para edificación.
De manera que los ancianos u obispos no dirigían recurriendo a una autoridad investida de posiciones o nombramientos y mucho menos se enseñoreaban de la grey, como hacían los líderes del judaísmo tal como contemplamos en Mateo 23:1-12.
Esto explica porque en la Iglesia de Cristo, estando el presente, se nos ordena a todos, estar llenos del Espíritu Santo manifestando sus frutos:
Gál 5:22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
Gál 5:23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
Por tal motivo la sujeción al anciano es en Cristo.