No existen verdaderos "crímenes contra la humanidad" si no se realiza una acción perjudicial y criminal para toda la humanidad. Ningún grupo humano representa a toda la humanidad. La destrucción del medio ambiente, causada por las malas actividades humanas, además de ser un crimen contra la naturaleza podría ser considerado un verdadero crimen contra la humanidad. Porque en este caso sus consecuencias afectan al conjunto de la humanidad. La cosmovisión antropocentrista es un desastre. No se puede poner a la humanidad y sus necesidades y caprichos por encima de todo. En este planeta hay otros seres creados por Dios. Compartimos el planeta con ellos y merecen respeto. Hay que proteger el medio ambiente en el que todo vivimos. No hacerlo es el verdadero crimen y pecado.
La construcción de presas puede perjudicar al medio ambiente. Las presas alteran el curso de los ríos y tienen efectos perjudiciales a nivel geológico y biológico. Retienen sedimentos que no llegan al mar y favorecen la intrusión del mar hacia dentro de los ríos. Además; impiden a las especies animales que viven en una parte del rio puedan llegar a otras partes. Provocan aislamiento de las poblaciones de seres vivos (sobre todo peces). Hay que ser muy precavidos y racionales con el diseño y construcción de presas y embalses.
En el caso del desastre en la Comunidad Valenciana, y territorios cercanos en España, no ha habido ningún problema con ninguna presa. El problema es que ha llovido más de lo habitual; por alteraciones climáticas, favorecidas por la contaminación causada por industrias y transportes a nivel mundial.
Sigue existiendo "personas" que niegan la existencia del incremento del calentamiento planetario que favorece los cambios climáticos planetarios. Contaminar el medio ambiente si es un verdadero crimen (y un pecado contra la obra de Dios). Pero todavía hay personas que no entienden la necesidad de proteger y defender al medio ambiente de las malas actividades humanas. Y por esto ocurren estas tragedias.
En lugar de esto; hay personas que hacen sensacionalismo y demagogia para culpar de todo a sus oponentes ideológicos. Nunca asumen su propia responsabilidad. Siempre intentan sacar beneficios políticos de los desastres.