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Meditaciones y Alimento Diario

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UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
25 de Mayo

El pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia. Romanos 6:14.

Cuando la ley de Dios se introduce por primera vez dentro de mi corazón, mi único clamor es por el perdón, porque reconozco que he cometido pecados delante de Él; pero cuando he recibido el perdón de pecados, hago un nuevo descubrimiento, esto es, que todavía tengo la naturaleza de un pecador. Existe una inclinación interior hacia el pecado, un poder de pecado que impulsa. Cuando ese poder actúa en mí, cometo pecados. Puedo buscar y recibir el perdón, pero luego vuelvo a pecar, y así la vida se desarrolla en un círculo vicioso, de pecar y ser perdonado, y volver a pecar. Aprecio el hecho bendito del perdón de Dios, pero anhelo algo más. Me regocijo en el perdón de lo que he hecho, pero necesito también liberación de lo que soy. Necesito que la cruz de Cristo arranque la misma raíz de mi capacidad de pecar. La sangre de Cristo ha cubierto mis pecados, pero sólo el poder de su muerte y resurrección son suficientes para tratar con mí mismo, con lo que soy.

¡¡¡Jesús es el Señor!!!
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¿Hacemos nosotros a Dios mentiroso?

Colosenses 3:4 Cuando Cristo, nuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con El en gloria.
2 Corintios 12:9 Y me ha dicho: Bástate Mi gracia; porque Mi poder se perfecciona en la debilidad...

En Chefoo le pregunté a una hermana si ella ya había soltado todas las cosas, y ella respondió: “Sí, porque Dios dice que estoy juntamente crucificada con Cristo”. Después le pregunté si ella había vencido, pero no se atrevía a decir que sí, porque no se sentía segura. Le dije de una manera franca: “Hermana, Dios dice que Jesucristo es su vida, pero usted dice que quizás no lo sea. Dios dice que Jesucristo es su santificación, pero usted dice que es posible que Cristo no sea su santificación. Dios dice que Su gracia le basta a usted, y usted dice que la gracia de Dios tal vez no le sea suficiente. Entre usted y Dios, uno debe de estar mintiendo. O Dios está equivocado o usted lo está. ¿Se atreve usted a decir que Dios es mentiroso? Dios dice que Cristo es su vida, pero usted dice que tal vez no lo sea. Dios dice que Cristo es su santificación, pero usted dice que quizás no. ¿Está usted dando a entender que la Palabra de Dios no es confiable?” En ese momento la expresión de su rostro cambió y replicó inmediatamente: “No quise decir eso. Yo sí creo en la Palabra de Dios”. Hermanos y hermanas, si aún están dudando, si todavía se preguntan si Cristo es su vida, o si Él es su santificación, esto no es insignificante. Puedo decirles francamente que están haciendo a Dios mentiroso.

Los versículos del Nuevo Testamento son tomados de la Versión Recobro del Nuevo Testamento. Los versículos del Antiguo Testamento son tomados de la versión Reina Valera 1960."Palabras del ministerio" proviene de La vida que vence, escrito por Watchman Nee, págs. 131-132.Ambos son publicados por Living Stream Ministry, Anaheim, CA.

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Alimento Diario 7ª. Semana – Miércoles
LA ECONOMIA DE DIOS

Leer Ef..6:17b-20; Jn.6:63; Col.1:26; Hch.20:29-32

“Y ahora hermanos, os encomiendo a Dios, y a la palabra de su gracia, que tiene poder para sobreedificaros y daros herencia con todos los santificados” (Hechos 20:32)

ORAR-LEER LA PALABRA DE DIOS

En la lucha espiritual tenemos varios elementos de la armadura de Dios que son para defensa, pero tenemos uno que es de ataque: la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios (Ef..6:17b). La espada del Espíritu es la palabra de Dios. La palabra de Dios es Espíritu y vida (Jn.6:63), y la tomamos para luchar contra el enemigo. Por medio del Espíritu, podemos orar y suplicar en todo tiempo, vigilando con toda perseverancia y suplica por todos los santos (Ef.6:18). Mientras oramos y suplicamos, necesitamos usar la Palabra. Estoes lo que llamamos orar-leer la Palabra. Mientras oramos, usamos la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.
Por esa razón cuando oramos, no lo hacemos con nuestras palabras, sino con la palabra de Dios. Cuando leemos la palabra de Dios, volvemos a nuestro espíritu y la leemos en forma de oración. Nuestra lucha es contra los principados y las potestades, contra los dominadores de este mundo tenebroso; no es contra ningún hombre, sino contra el enemigo de Dios. De esta manera debemos resistirlo, con el equipo espiritual y el arma espiritual. Por tanto, tomamos el arma espiritual y, por medio de la palabra de Dios, lo resistimos.
En el versículo 19, Pablo dice: “ Y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada la palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio”. Pablo nos muestra cómo es el combate: con la palabra de Dios, con intrepidez, para hacer conocido el misterio del evangelio. Hay muchas personas bajo las garras de Satanás. Vamos a usar el misterio del evangelio para salvarlos. Eser misterio estuvo oculto por siglos y edades. Pero ahora ha sido manifestado a Sus santos (Col.1:26). Con ese misterio que nos fue revelado, liberamos a todos los incrédulos, y ellos reciben la esperanza de la gloria.
Pablo concluye en Efesios 6:20: “por el cual soy embajador en cadenas; que con denuedo hable de él, como debo hablar”. Por eso, debemos estar atentos porque en nuestra lucha, el blanco no es el hombre; el blanco es Satanás. No usamos nuestras fuerzas para luchar; necesitamos la fuerza del poder de Dios, porque estamos haciendo guerra contra un enemigo espiritual.
Ciert vez, camino de Jerusalén, estando en Mileto, Pablo mandó llamar a los ancianos de Éfeso y tuvo una franca comunión con ellos. El dice en Hechos 20;29: “ porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán el rebaño”. Era como si Pablo les dijera: “Después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces. Es necesario que ustedes militen la buena milicia. Luchen, peleen contra esos lobos rapaces”.
Los lobos vienen de afuera, pero hay algo peor que se menciona en el versículo 30: “Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos”. Esto quiere decir que un grupo de personas se levantaría para hablar cosas pervertidas y no las enseñanzas saludables de Dios, para atraer a los discípulos tras ellos. Por eso, Pablo les advirtió que vigilaran (V.31a). Externamente, los ancianos debían luchar contra los lobos; internamente debían vigilar por causa de hombres que harían esas cosas pervertidas para engañar a los discípulos. La intención de esas personas era controlar a todos hermanos. Ya en aquella época Pablo profetizaba con relación a esto. Por eso, al salir de la prisión y pasar nuevamente por Éfeso, le pidió a Timoteo que permaneciera allí a fin de prevenir a los hermanos de esas cosas.

Palabra clave: Orar-leer
Pregunta: ¿Cuál es la mejor oración?
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¡¡¡Jesús es el Señor!!!
 
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UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
26 de Mayo

Porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. Gálatas 3:28.

Para nosotros, los que creemos, la cruz de Cristo es central; central en toda la historia, porque es central a toda la obra de Dios. Alabamos al Señor por habernos mostrado esto con claridad. Pero además, es central en nuestras vidas. Debemos recordar que en su obra para el pecador individual, la cruz fue y es un medio para un fin, y no un fin en sí mismo. El propósito divino al cual conduce, es el de ser un hombre nuevo en Cristo. La salvación, la santidad personal, la vida en victoria, el andar en el Espíritu; todos estos preciosos frutos de la redención son nuestros para ser disfrutados, pero no están designados para ser aplicados meramente a nosotros como a muchos millones de unidades separados y dispersos por toda la tierra. Sus valores van más allá. Cada uno de ellos es nuestro con relación al cuerpo de Cristo. Puede ser verdad que los hijos de Abraham sean como las estrellas en multitud. No obstante, como cristianos, Dios quiere que no nos veamos como hombres, sino como un hombre. La meta del pensamiento divino es, en efecto, un hombre celestial, no una hueste de pequeños hombres.

¡¡¡Jesús es el Señor!!!
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La prueba de vuestra fe (1)
~~~~~ Versículos de la Biblia ~~~~~
1 Pedro 1:6-7 En el cual vosotros exultáis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, seáis afligidos en diversas pruebas, para que la prueba de vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Cristo.
~~~~~ Palabras del ministerio ~~~~~
[Parte 1 de 2]

Dios prueba nuestra fe a fin de que podamos crecer. Ningún cristiano puede crecer si su fe no ha sido sometida a prueba. La fe de todo cristiano que está creciendo debe ser puesta a prueba. Puedo decir con toda certeza que la fe de todo creyente debe ser probada. La fe sólo puede crecer por medio de la prueba. La única forma en que Dios nos ayuda a crecer es probando nuestra fe. Podemos acercarnos a Dios y recibir toda Su gracia por medio de la fe. Una vez que nuestra fe sea probada, creceremos espontáneamente.

Dios prueba nuestra fe, no sólo para que crezcamos, sino también para hallar satisfacción. Nadie que haya creído en el Señor y haya recibido Su gracia puede evitar la prueba de la fe. La prueba de la fe tiene como fin demostrarnos que nuestra fe es genuina. Solamente la fe genuina satisface a Dios. Una fe que haya sido aprobada glorifica el nombre de Dios. El nombre de Dios es glorificado en este mundo mediante una fe aprobada. Si al pasar por tribulaciones, persecuciones, obstáculos y oscuridad, seguimos creyendo y permanecemos firmes después de todas estas pruebas, tendremos la fe que glorifica el nombre de Dios.

[Continúa mañana]
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Los versículos del Nuevo Testamento son tomados de la Versión Recobro del Nuevo Testamento. Los versículos del Antiguo Testamento son tomados de la versión Reina Valera 1960. "Palabras del ministerio" proviene de La vida que vence, escrito por Watchman Nee, págs. 133-134. Ambos son publicados por Living Stream Ministry, Anaheim, CA.
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Alimento Diario 7ª. Semana – Jueves
LA ECONOMIA DE DIOS

Leer 1 Ti.1:18-20; 2 Co.10:2-5; 2 Ti. 2:6, 1-3

“Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas” (2 Corintios 10:4)

UNA LUCHA ESPIRITUAL

En 1 Timoteo 1:18 leemos: “Este mandamiento, hijo Timoteo, te encargo, para que conforme a las profecías que se hicieron antes en cuanto a ti, milites por ellas la buena milicia”. Nuestra conciencia necesita la coraza de justicia, para que no tengamos ninguna ofensa, ninguna falta. Nosotros necesitamos la fe para luchar. Si la rechazamos somos derrotados, así como alguien que naufragó en la fe.
Pablo dice que, entre quienes naufragaron en la fe, estaban Himeneo y Alejandro (v.20). Como se trataba de una lucha espiritual, Pablo los entregó a Satanás, para que fueran castigados por él a fin de que no blasfemaran. Pablo aquí nos muestra una lucha, no exterior, sino especialmente interior, porque es en el campo espiritual.
En 2 Corintios 10:2 leemos: ”Ruego, pues, que cuando esté presente, no tenga que usar de aquella osadía con que estoy dispuesto a proceder resueltamente contra algunos que nos tienen como si anduviésemos según la carne”. En otras palabras, Pablo decía: “No deseo ir a ustedes teniendo que usar de autoridad. Pero, si es necesario, seré atrevido para tratar con ellos. Sin embargo, espero que no haya necesidad”.
En los versículo 3 a 5 Pablo nos muestra sofismas, que son justificaciones de quienes argumentan a favor de sí mismos. En el alma, ellos tienen muchos razonamientos y doctrinas para impedir la obra de Dios. Todo eso los hace altivos. Pero Pablo usa la palabra de la economía de Dios para destruir tales sofismas, tales argumentos. Queremos enfatizar nuevamente que lo que Pablo quiere decir con pelear la buena batalla no es luchar contra las personas, sino una lucha en el aspecto espiritual, contra Satanás. Para eso podemos equiparnos con toda la armadura de Dios, para resistir contra todos los ataques del enemigo; aún tenemos el arma de ataque: la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.
Lo más importante en esta lucha son los que están entre nosotros y lo que está dentro de nosotros: nuestro hombre natural. Por eso debemos poner atención al hecho de que nuestro carácter, nuestro hombre natural puede ser usado por el enemigo. Muchos de nosotros tenemos un carácter perezoso. Si ese carácter no es conquistado, no tendremos futuro espiritual. Entonces 2 Timoteo 2:6 nos dice que, para tratar con tal carácter necesitamos ser como un labrador. Si el labrador es diligente, debe ser el primero en participar de los frutos. Si es perezoso, no tendrá ningún fruto en su labranza. Por lo general, un labrador esta de pie antes de que el día amanezca, listo para trabajar. Él tiene un buen carácter, un carácter muy diligente.
En 2 Timoteo 2:1 Pablo animó a Timoteo a fortalecerse en la gracia que está en Cristo Jesús. No podemos continuar debilitados, debemos ser fortalecidos, fuertes. Pablo había enseñado a Timoteo principalmente a través de muchos testigos. Toda enseñanza que él ganó de Pablo, debía transmitirla a hombres fieles (v.2). Eso quiere decir que, en primer lugar, necesitamos equiparnos con la palabra de la economía neotestamentaria de Dios, porque se trata de una lucha espiritual. Después debemos transmitir a hombres fieles, para que hagan lo mismo.
En el versículo 3 leemos: “Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo”. Usar la palabra para enseñar a los demás es la tarea de un buen soldado. La palabra es la espada del Espíritu y es el Espíritu. El Espíritu es la palabra de Dios. Y esa palabra necesita ser transmitida siempre. Esta misma palabra debe equiparnos, para que podamos luchar contra el enemigo.

Palabra clave: El Buen Soldado
Pregunta: ¿Cuál es nuestro principal enemigo y qué armas debemos usar para combatirlo?
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¡¡¡Jesús es el Señor!!!
 
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UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
27 de Mayo

Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. Hebreos 10:23.

Nada satisface tanto al Señor como nuestra confesión de Él, confesar lo que El es. Jesús dijo con frecuencia: “Yo soy”. Le agrada oírnos decir: “Tú eres”. Debiéramos hacerlo con más frecuencia. Cuando todo sale mal, y todo es confusión, no ores. Confiesa: “Tú eres Señor”. Cuando el mundo de hoy está alborotado, ponte de pie y proclama que Jesucristo es Rey de reyes y Señor de señores. Le agrada oírnos decir lo que conocemos.
Satanás tiembla cuando oye a los santos hacer declaraciones de hechos positivos. El nombre de Jesús esta por sobre todo otro nombre. Decláralo. Díselo al enemigo. Cuando la oración no logra resultados la palabra de nuestro testimonio con frecuencia será efectiva. Se nos exhorta que hablemos directamente a la montaña y digamos: “Quítate y échate”.

¡¡¡Jesús es el Señor!!!

La prueba de vuestra fe (2)
1 Pedro 1:6 En el cual vosotros exultáis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, seáis afligidos en diversas pruebas.

[Parte 2 de 2]

Dios prueba nuestra fe no sólo con el propósito de que crezcamos o de hallar satisfacción para Sí; pues nuestra fe, una vez aprobada, hará callar a Satanás. Satanás no va a aceptar tan fácilmente que hayamos creído, y tampoco nos permitir decir que hemos recibido aquello en lo que hemos creído. El siempre vendrá para engañarnos y molestarnos... Al ver que no le cedemos terreno, tendrá que retroceder. Mientras Satanás logre engañarnos, él nos detendrá y no nos dejar en paz. Si lo permitimos, hasta nos quitará la bendición de Dios. El no nos soltará hasta no haber agotado todos los recursos. Dios tiene que probar nuestra fe a fin de cerrarle la boca a Satanás.

Para que podamos ayudar a otros. Otra razón por la que Dios prueba nuestra fe, es que así podamos ayudar a los demás. Una fe que no haya pasado por la prueba no puede ayudar a otros. Solamente cuando nuestra fe es probada, pueden otros recibir ayuda de nuestra parte. Si un hombre ha creído, pero su fe no ha sido probada, su fe no es confiable. Solamente esta fe ayudará a la iglesia. Hermanos y hermanas, la fe que ha sido probada es mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego.
Los versículos del Nuevo Testamento son tomados de la Versión Recobro del Nuevo Testamento. Los versículos del Antiguo Testamento son tomados de la versión Reina Valera 1960. "Palabras del ministerio" proviene de La vida que vence, escrito por Watchman Nee, pág. 134. Ambos son publicados por Living Stream Ministry, Anaheim, CA
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Alimento Diario 7ª. Semana – Viernes
LA ECONOMIA DE DIOS

Leer 2 Ti.2:4, 14-15; 2 P.3:15-16

“Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de que avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad” (2 Timoteo 2:15)

LA PALABRA DE PABLO Y LA EXPLICACIÓN DE JUAN

En 2 Timoteo 2:4, Pablo dice: “Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a Aquel que lo tomó por soldado”. Quien nos reclutó fue nuestro Señor Jesús, porque somos los soldados de Cristo. Debemos satisfacer y agradar a Cristo Jesús. Para eso, debemos ser fieles y seguirlo. No debemos enredarnos con las cosas de esta vida, los negocios del mundo. Si queremos seguir al Señor, no debemos sobrecargarnos de preocupación y ansiedades, sino preocuparnos solamente por Cristo y la iglesia.
En el versículo 14 Pablo dice a Timoteo: “Recuérdales esto, exhortándoles delante del Señor a que no contiendan sobre palabras, lo cual para nada aprovecha, sino que es para perdición de los oyentes”. ¿Por qué hay contiendas sobre palabras? Porque quien contiende de esa forma vive todo el tiempo en el alma, y eso no aprovecha nada; por el contrario, daña a los oyentes. Pero nosotros estamos aquí para satisfacer al Señor.
Enseguida, pablo nos muestra que debemos tener mucha claridad en cuanto a la palabra de la verdad y definirla muy bien: “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de que avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad” (2 Timoteo 2:15). El verbo “usa” puede ser traducido como “cortar ricamente”, como carpintero. La verdad no puede ser cortada tortuosamente. Si alguien que no es carpintero corta un pedazo de madera, el corte será torcido. Pero debemos ser como un buen carpintero, que asierra la madera rectamente y con precisión.
Cuando vayamos a definir la verdad, no debemos interpretarla de acuerdo con nuestra voluntad. Debemos ser ese carpintero que corta rectamente la palabra de Dios.
Al respecto de Pablo, Pedro dice: “Como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito, , casi en todas sus epístolas, hablando en ella de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición” (2 P.3:15b-16). Las palabras de Pablo están de acuerdo con la sabiduría que le fue dada. Torcer las palabras de Pablo y las demás Escrituras por causa de nuestra ignorancia o inestabilidad causa destrucción personal y gran daño a la iglesia. No debemos interpretar de cualquier manera las palabras de Pablo. Solamente un buen “carpintero” puede cortar rectamente la palabra de verdad. Finalmente, el apóstol Juan logró explicar, interpretar y aplicar las epístolas de Pablo de manera recta. Entonces esto se convierte en nuestra arma. Podemos usar la palabra de Pablo, pasando por la explicación y aplicación de Juan, y resistir contra todas las trampas del diablo hasta aquí. Pero nosotros mismos necesitamos estar firmes en la palabra de Dios. Nuestra mejor arma es la economía neotestamentaria de Dios.

Palabra clave: Buen carpintero
Pregunta: Relacione la obra de un carpintero con el resultado final del trabajo de la palabra de Dios en nosotros.
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¡¡¡Jesús es el Señor!!!
 
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UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
28 de Mayo

Os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.
Marcos 11:24.

La fe es la aceptación del hecho de Dios. ¿Has pensado en esto? La fe verdadera siempre tiene su raíz en el pasado. Lo que se relaciona con el futuro es mas bien una esperanza, aunque por supuesto ambos están muy vinculados. En estas palabras de Jesús tienes la seguridad de que si crees que ya has recibido tu petición (por supuesto, en Él) entonces “os vendrá”. Creer que posiblemente obtengas algo, o que puedes obtenerlo, o aun que lo obtendrás, no es fe en el sentido que aquí se menciona. La fe consiste en creer que ya lo tienes. Tal fe no dice: “Dios puede” o “Dios lo hará” o “Dios debe”, sino que afirma positivamente, que Dios lo ha hecho. La vida cristiana comienza y es vivida en forma progresiva por fe en hechos divinos.

¡¡¡Jesús es el Señor!!!

La fe genuina es inconmovible
Hebreos 4:2-3 Pues, también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva lo mismo que a ellos; pero no les aprovechó la palabra oída, por no ir mezclada con la fe en los que la oyeron. Porque los que hemos creído entramos en el reposo, de la manera que El dijo: “Como juré en Mi ira, ¡No entrarán en mi reposo!” aunque Su obra creadora fue acabada desde la fundación del mundo.
Veamos ahora la relación que existe entre la prueba de nuestra fe y la victoria. Dios desea poner a prueba nuestra fe para asegurarse de que sea una fe verdadera. La fe genuina perdura, pero la fe que no dura mucho no es fe en absoluto. La fe genuina siempre dura un largo tiempo. Seguirá creyendo después de tres días, un mes, un año, diez años o hasta cincuenta años. La fe genuina puede vencer uno, cinco o diez obstáculos, y seguirá creyendo aun después de ser probada una vez, cinco veces o siete veces. La fe que es efímera, que se derrumba o se desvanece después de una leve sacudida, no es fe en absoluto. La fe es perdurable.
En la Biblia podemos ver que vencer depende de creer en la Palabra de Dios. Dios dice que Su Hijo es nuestra vida, nuestra cabeza, nuestra victoria, nuestra santificación y nuestro poder. Sabemos que Él llevó nuestras cargas y se responsabilizó de todos nuestros asuntos. Sabemos que Él nos da perseverancia y mansedumbre, y que Él abastece nuestro interior de todo lo que necesitamos. Damos gracias y alabamos al Señor porque sabemos esto y lo creemos. Pero esta fe necesita pasar por la prueba.
Los versículos del Nuevo Testamento son tomados de la Versión Recobro del Nuevo Testamento. Los versículos del Antiguo Testamento son tomados de la versión Reina Valera 1960. "Palabras del ministerio" proviene de La vida que vence, escrito por Watchman Nee, págs. 134-135. Ambos son publicados por Living Stream Ministry, Anaheim, CA.
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Alimento Diario 7ª. Semana – Sábado
LA ECONOMIA DE DIOS

Leer: 2 Ti.4:1; 1 P.4:17; Mt.24:14; 2 Ti.4:2, 5-8

“Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que aman su venida” (2 Timoteo 4:8)

AMAR LA VENIDA DEL SEÑOR

Pablo peleó la batalla toda la vida, y cuando estaba para partir, dijo palabras muy importantes a Timoteo: “Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino” (2 Ti.4:1). En Su venida, el Señor juzgará a vivos y muertos, pero antes juzgará a los de la casa de Dios que somos nosotros (1 P.4:17). Para la manifestación del Señor es necesario que prediquemos el evangelio del reino (Mt.24:14). Por eso después de hablar de “Su manifestación” y de “Su reino”, Pablo le dijo a Timoteo que predicara la palabra, es decir, que anunciara la palabra saludable que es la economía neotestamentaria de Dios.
Pablo le dijo a Timoteo que debía insistir, a tiempo y fuera de tiempo. Y también que debía corregir, reprender, exhortar (2 Ti.4:2). Y, en el versículo 5, añadió: “Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio”. Todo esto era para que Timoteo militara la buena milicia, usando la espada del Espíritu con la palabra saludable de Dios, que es la economía neotestamentaria de Dios.
Finalmente Pablo dice: “Porque yo ya estoy para ser santificado, y el tiempo de mi partida está cercano. He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe” (vs.6-7). Ahora sabemos cual es la buena milicia. Es la batalla a favor de la economía neotestamentaría de Dios, que muchas veces es torcida por aquellos que son anímicos, es decir, quienes viven en el alma, quienes se entregan a las fábulas y genealogías interminables. El combate de Pablo tenía como meta preservar la economía divina. Ahora él ya había peleado la batalla, completado la carrera y guardado la fe. Pablo también dice: “Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida” (v.8). Él tenía esa seguridad, porque ya había peleado la buena batalla. Con relación a la vida del alma, ya la había derrotado y tenía la certeza de que la corona de justicia estaba reservada para él.
Sin embargo, Pablo aún no ha sido coronado. Él debe esperar hasta el día en que llegue el Señor, el Juez Justo. En aquel día, él recibirá la corona. Pablo dice con mucha convicción, que en aquel día el Señor le dará la corona no solamente a él, sino también a todos los que aman Su venida. Debemos preguntarnos: ¿Yo amo la venida y la manifestación del Señor? Algunos no la aman, porque no pelean la buena batalla. Aunque tengan la cruz a su disposición, ellos no están dispuestos a tomarla ni a hacer morir su naturaleza caída, su vida del alma. Por el contrario su alma aún permanece fuerte y ellos tienen cierto recelo y temor de la manifestación de Cristo. Sin embargo algunos dicen: “¡Maranatha!”, que quiere decir “ven, Señor Jesús”. Ellos esperan que el Señor venga inmediatamente.

Palabra clave: Corona
Pregunta: ¿Para quiénes está destinada la corona de justicia?
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¡¡¡Jesús es el Señor!!!
 
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UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
29 de Mayo

A nadie hemos agraviado, a nadie hemos corrompido, a nadie hemos engañado. II Corintios 7:2.

Los siervos de Dios deben estar dispuestos a que otros se abusen de ellos, pero jamás deben aprovecharse de otros. Es vergonzoso profesar nuestra confianza en Dios y a la vez hacer el papel de un indigente, descubriendo nuestras necesidades a otros y provocando que tengan lastima de nosotros. El que realmente ve la gloria de Dios y su propia posición gloriosa como uno de sus obreros, bien puede darse el lujo de ser independiente de otros, y más aún, ser liberal. Está muy bien gozar de la hospitalidad de nuestros hermanos, pero debemos guardarnos rígidamente respecto a tomar ventajas personales aún en cosas triviales como alojamiento, comidas, el uso de enseres del hogar o aún de un periódico. Nada revela tanto la pequeñez de carácter como el procurar pequeñas ventajas personales. ¿Soy un mendigo, pidiendo limosnas, o un siervo del Dios viviente?

¡¡¡Jesús es el Señor!!!
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¿Por qué los cristianos pecan?

Gálatas 2:20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a Sí mismo por mi.

1 Corintios 15:10 Pero por la gracia de Dios soy lo que soy...

Después de haber vencido y dejado de pecar por una, dos, tres, cuatro o cinco semanas, uno llega a pensar que es bueno, que ha mejorado y que ha madurado. Es posible que comience a valorarse y a gloriarse en sí mismo. Por lo tanto, Dios lo pondrá a prueba y hará que caiga para que usted pueda ver que no ha cambiado nada. Si logra perseverar en algo, no es porque haya mejorado, sino porque ha sido intercambiado. El Señor ha perseverado en lugar de usted. Si cree haberse corregido, sin duda caerá. Debe entender que si hay alguna perseverancia, es Cristo quien persevera por usted. Si en usted hay alguna mansedumbre, es Cristo quien es manso en usted. Si en usted hay alguna santidad, esa santidad es Cristo. No importa cuánto tiempo haya vencido, usted seguirá siendo usted.

Doy gracias al Señor y lo alabo porque la victoria es Cristo y no tiene nada que ver con nosotros. Yo todavía puedo caer en pecado; no he cambiado en lo absoluto. Unos misioneros de la misión al interior de la China en Chefoo, me preguntaron una vez cuál era la diferencia entre una enmienda y un intercambio. Les dije que de no ser por la gracia, Pablo, Juan y Pedro sólo habrían sido pecadores. Estos habrían sido como cualquier otro hombre si se les hubiese quitado la gracia. Si se le quita la gracia a una persona, viene a ser igual que los ladrones y las prostitutas de las calles. La gracia significa que Cristo nos reemplaza.

Los versículos del Nuevo Testamento son tomados de la Versión Recobro del Nuevo Testamento. Los versículos del Antiguo Testamento son tomados de la versión Reina Valera 1960. "Palabras del ministerio" proviene de La vida que vence, escrito por Watchman Nee, págs. 135-136. Ambos son publicados por Living Stream Ministry, Anaheim, CA.
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Alimento Diario 7ª. Semana – Domingo

LA ECONOMIA DE DIOS

Leer: 2 Timoteo 4:6-8; Lucas 9:23

“Y decía a todos, Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese así mismo, tome su cruz cada día, y sígame” (Lucas 9:23)

TOMAR LA CRUZ DIARIAMENTE

Aún tenemos una buena batalla para pelear, aún tenemos una buena carrera para completar, por eso necesitamos continuar combatiendo. Pablo ya completó su batalla, y ahora anima a Timoteo a hacer lo mismo. Nosotros somos los Timoteos de hoy, cada uno de nosotros debe militar la buena milicia.

Un día hablaremos con Pablo: “Por pelear la buena batalla, completé la carrera, guarde la fe, la economía neotestamentaria de Dios. Ahora me esta guardada la corona de justicia. El Señor, el Juez Justo, vendrá luego. Quiero ser arrebatado delante de su trono”. En ese momento, Pablo también estará allá con nosotros. Todos allí seremos coronados juntos.

Para eso, necesitamos militar la buena milicia. Es una lucha espiritual. No es una lucha contra carne y sangre, sino Principalmente contra nosotros mismos, negarnos a nosotros mismos, tomar la cruz para combatir. Cuando descubrimos que tenemos nuestra vida del alma bien fuerte, tomemos la cruz para perderla. Sí, el Señor Jesús murió en la cruz una vez para siempre. Ya completó la salvación, pero nosotros necesitamos tomar la cruz todos los días y hacer morir nuestra vida del alma, las opiniones humanas, el carácter inadecuado. Un día seremos como Pablo y tendremos el coraje de decir: “Ahora me está guardada la corona de justicia, la cual el Señor Juez Justo, me dará en aquel día, y no solamente a mí, sino a todos los que aman Su venida” (v.9). ¡Aleluya! ¡Gracias al Señor!

Palabra clave: Cruz
Pregunta: ¿Contra quién luchamos y qué arma debemos usar?
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UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
30 de Mayo

Y el gallo cantó la segunda vez. Entonces Pedro se acordó de las palabras que Jesús le había dicho: Antes de que el gallo cante dos veces, me negaras tres veces. Y pensando en esto lloraba. Marcos 14:72.

A veces pensamos que somos tan buenos como Pedro o quizás un poco mejor, dado que el fue tentado y cayó tan vergonzosamente. Sin embargo. Me pregunto, si no fue él en su caída mejor que muchos de nosotros, quienes no hemos caído a su manera. El negó, pero no fue insensible. Recordó las palabras del Señor, y cuando pensó en ellas, lloró. El creyente a quien la palabra de Dios no tiene poder de renovar es un cristiano pobre, indigno del nombre. Su palabra es el instrumento de limpieza y renovación. Si sólo nos diéramos cuenta de esto y permitiéramos que la palabra haga su obra en nosotros, aun cuando fracasemos, no pasará mucho tiempo sin que reconozcamos nuestra falta.

¡¡¡Jesús es el Señor!!!
La fe genuina es perdurable
Hebreos 4:2 Pues, también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva lo mismo que ha ellos; pero no les aprovechó la palabra oída, por no ir mezclada con la fe en los que la oyeron. (3) Porque los que hemos creído entramos en el reposo, de la manera que Él dijo: "Como juré en Mi ira, ¡No entrarán en Mi reposo!" aunque Su obra creadora fue acabada desde la fundación del mundo.
Veamos ahora la relación que existe entre la prueba de nuestra fe y la victoria. Dios desea poner a prueba nuestra fe para asegurarse de que sea una fe verdadera. La fe genuina perdura, pero la fe que no dura mucho no es fe en absoluto. La fe genuina siempre dura un largo tiempo. Seguirá creyendo después de tres días, un mes, un año, diez años o hasta cincuenta años. La fe genuina puede vencer uno, cinco o diez obstáculos, y seguirá creyendo aun después de ser probada una vez, cinco veces o siete veces. La fe que es efímera, que se derrumba o se desvanece después de una leve sacudida, no es fe en absoluto. La fe es perdurable.
En la Biblia podemos ver que vencer depende de creer en la Palabra de Dios. Dios dice que Su Hijo es nuestra vida, nuestra cabeza, nuestra victoria, nuestra santificación y nuestro poder. Sabemos que Él llevó nuestras cargas y se responsabilizó de todos nuestros asuntos. Sabemos que Él nos da perseverancia y mansedumbre, y que Él abastece nuestro interior de todo lo que necesitamos. Damos gracias y alabamos al Señor porque sabemos esto y lo creemos. Pero esta fe necesita pasar por la prueba.
Los versículos del Nuevo Testamento son tomados de la Versión Recobro del Nuevo Testamento. "Palabras del ministerio" proviene de La vida que vence, escrito por Watchman Nee, págs. 134-135. Ambos son publicados por Living Stream Ministry, Anaheim, CA. Los versículos del Antiguo Testamento son tomados de la versión Reina Valera 1960.

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Alimento Diario 8ª. Semana – Lunes
LA ECONOMIA DE DIOS
Leer: 1 Timoteo 2:1; Efesios 4:7, 11; Génesis 2:18

“Exhorto ante todo, a que se hagan peticiones, oraciones, intercesiones y acciones de gracias, portados los hombres” (1 Timoteo 2:1 - VR)

LA ORACIÓN: EL MEDIO POR EL CUAL DIOS
OBTIENE LA PRESENCIA DEL HOMBRE

En 1 Timoteo hay un aspecto importante en la iglesia: la oración. Primera Timoteo 2:1 dice: “Exhorto ante todo, a que se hagan peticiones, oraciones, intercesiones y acciones de gracias, portados los hombres”. Pablo dice: “ante todo”, por tanto, la oración es uno de los puntos primarios que necesitamos en la vida de la iglesia. Todos necesitamos tener el ministerio de la oración. Debemos ser capaces de levantar las manos y orar a cada momento. La oración debe convertirse en un hábito. Hay algunas familias en las que los padres oran constantemente. Al ver el ejemplo de los padres, los hijos también oran, desde cuando comienzan a balbucear las primeras palabras. En esas familias, inclusive los hijos pequeños, cuando no logran dormir por la noche se levantan a orar. Al terminar de orar vuelven a la cama y se duermen.
Como padres, debemos tener la práctica de orar y ser ejemplo para los hijos en casa. Necesitamos ejercer el ministerio de la oración desarrollado a partir del don de la oración que todos los salvos recibieron del Espíritu Santo. Orar es muy espontáneo. Todos los santos, todos los salvos oran. Si embargo, algunos oran solamente cuando tienen necesidad. Eso es bueno, pero no suficiente. Debemos ir siempre delante del Señor y orar. Cuando oramos ejercitamos nuestro don. Cuanto más usamos nuestro don, más gracia es añadida a nosotros. La gracia es el Hijo de Dios concedido gratuitamente a nosotros. Cuando oramos continuamente, el Hijo de Dios es concedido continuamente.
Cuando hablamos del Hijo de Dios, nos referimos a la vida. Los dones también tienen que ver con la vida. Cuando usamos los dones la gracia viene a nosotros, y entramos en el ámbito de la vida. Cuanto más usamos los dones, recibiremos más gracia, porque la gracia está de acuerdo con la medida del don (Ef.4:7). Finalmente, ese don se convierte en ministerio. En efesios 4:11 tenemos cuatro grupos de personas dotadas: 1) Los apóstoles, 2) Los profetas, 3) Los evangelistas y 4) Los pastores y maestros. Todos son “hombres-dones”. Esos hermanos son quienes usaron sus dones, y les fue añadida más gracia. Si no usamos el don no recibiremos más gracia. Hay una fórmula bien simple para el ministerio: don más gracia es igual a ministerio. De esta manera, en la iglesia no solo nosotros debemos orar, sino que debemos levantar más hermanos para ejercer el ministerio de la oración. Orar es uno de los primeros elementos que practicamos en la vida de la iglesia. Esto es lo que Pablo le enseñó a Timoteo, en su primera epístola.
En 1 Timoteo 2:1 tenemos cuatro grupos de oraciones: peticiones, oraciones, intercesiones y acciones de gracias. Las peticiones son diferentes de las oraciones. La oración es para Dios. La súplica se refiere a orar a favor de nuestras necesidades. En realidad, gran parte de nuestras oraciones no son oraciones, sino peticiones. Cuando oramos, las oraciones son para con Dios, es en pro de los intereses de Dios. La petición es en pro de nuestras necesidades. Pero, cuando hacemos peticiones, nos aproximamos a Dios, y Dios atiende también nuestras peticiones.
En verdad Dios quiere que nos acerquemos a Él por medio de la oración. Dios creó al hombre, porque quería que el hombre le hiciera compañía. Y cuando habló con respecto a Adán, que no era bueno que el hombre estuviera solo, que Él le haría una ayuda idónea (Gn.2:18), mostró que no era sólo el hombre quien necesitaba compañía, sino que Dios mismo la necesitaba. Según nuestro concepto natural, el hombre tiene necesidad de Dios; sin embargo debemos saber que Dios también necesita de nosotros como Su ayuda idónea, complemento y pareja, para ayudarlo. Dios ama estar con el hombre.
Cuando el hombre comió el fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal y se escondió, Dios vino a buscarlo. Al preguntarle: “¿Dónde estás?”, Dios buscaba la presencia del hombre. Esto muestra la necesidad de Dios. Dios quiere la presencia del hombre creado. La oración es nuestra ida a Dios para que Él tenga nuestra presencia. En el Nuevo Testamento, Dios se encarnó y fue llamado Emmanuel, que significa: “Dios con nosotros”. La encarnación de Dios muestra que no solamente el hombre necesita la presencia de Dios, sino Dios también necesita la presencia del hombre. Cuando dios pierde la presencia del hombre, se entristece.

Palabra clave: Oración
Pregunta: ¿Cómo se constituye el ministerio?
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¡¡¡Jesús es el Señor!!!
 
Meditaciones y Alimento Diario

Meditaciones y Alimento Diario

UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
31 de Mayo

Fuisteis rescatados… con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha, y sin contaminación.
I Pedro 1:18 ss.

El pecado presenta para Dios un triple problema. Introduciéndose como un acto de desobediencia, crea en primer lugar un alejamiento entre Dios y el hombre. Dios no puede tener ya compañerismo con la humanidad porque hay algo que interfiere. Por esta razón Dios dice: “que todos están bajo pecado” (Romanos 3:9). En segundo lugar, el pecado en el hombre que constituye una barrera para su amistad crea en él un sentimiento de culpa. Aquí, es el hombre mismo, quien con la ayuda de su conciencia despertada dice: “He pecado” (Lucas 15:18). Pero esto no es todo. El pecado también ofrece a Satanás una base para acusarnos en nuestro corazón, de manera que en tercer lugar, el acusador de los hermanos (Apocalipsis 12:10), también nos dice ahora: “Tú has pecado”.
Por lo tanto, para redimirnos y llevarnos nuevamente al propósito de Dios, el Señor Jesús tuvo que hacer algo para resolver estos tres problemas del pecado, la culpabilidad y la acusación de Satanás. Sólo Su sangre preciosa, derramada por muchos, era suficiente para resolver el problema, satisfaciendo las demandas de Dios, cubriendo nuestra culpa y derrotando totalmente a nuestro gran acusador.

¡¡¡Jesús es el Señor!!!
Ya no más atados a nuestros pecados
1 Corintios 6:17 Pero el que se une al Señor, es un solo espíritu con Él.
Romanos 8:4 Para que el justo requisito de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al espíritu.
El Señor ya nos salvó y ya es nuestra vida vencedora. Podemos decir: “Señor, te alabo porque la victoria de Cristo ha venido a ser mi victoria. Te doy gracias porque la santidad de Cristo ha llegado a ser mi santidad”. Esta es Cristo, quien vive en nuestro lugar. Si un hermano estaba atado por su impaciencia, ésta debe desaparecer. Un hermano pudo haber estado lleno de dudas, y éstas pudieron haberle causado muchas molestias. Pudo haber sido una persona muy locuaz, y puede haberse sentido desesperado por esto. Una persona puede haber estado atada a cualquiera de las ocho clases de pecados que mencionamos al principio, y haber sido muy mortificada por ello. Ahora, ella puede esperar que Dios erradique todos estos pecados. Una vez que una persona ha vencido, debe decirle a Dios: “Señor, vengo a Ti para que pongas todos estos pecados bajo mis pies”.
Es necesario eliminar muchos otros problemas relacionados con el pecado. Por ejemplo, usted puede haber ofendido a otras personas. Ahora usted debe pedirles perdón. Antes, no contaba con la fuerza para pedirles perdón, pero ahora la tiene. Antes, pudo haber estado atado a algo, pero ahora Cristo vive en usted, y usted es libre. En consecuencia, inmediatamente después de que un hermano o hermana empieza a experimentar la victoria, él o ella debe pedirle al Señor que lo libre de su pecado específico, es decir, aquel pecado que lo ha estado asediando y enredando constantemente.
Los versículos del Nuevo Testamento son tomados de la Versión Recobro del Nuevo Testamento. Los versículos del Antiguo Testamento son tomados de la versión Reina Valera 1960. "Palabras del ministerio" proviene de La vida que vence, escrito por Watchman Nee, pág. 146. Ambos son publicados por Living Stream Ministry, Anaheim, CA

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Alimento Diario 8ª. Semana – Martes
LA ECONOMIA DE DIOS

Leer: Éxodo 8:1-11; 2:23-25

“Y oyó Dos el gemido de ellos, y se acordó de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob. Y miró Dios a los hijos de Israel, los reconoció Dios” (Éxodo 2:24-25)

PETICIONES, ORACIONES, INTERCESIONES Y ACCIONES DE GRACIAS

Si no tomamos la iniciativa de buscar vivir en la presencia de Dios por medio de la oración, Él levantará situaciones que nos hagan volvernos a Él y le supliquemos. En Génesis vemos que cuando los hijos de Israel descendieron a Egipto, habitaron en la tierra de Gosén, lo mejor de la tierra y allí prosperaron (Gn.47:4, 6, 11). Mientras estaban en Egipto y tenían un vivir confortable, no sentían la necesidad de ir delante de Dios y no lo buscaban. Ellos dejaron de orar y buscar al Señor. Nosotros también somos así. A veces, cuando Dios nos bendice materialmente y estamos saciados, nos olvidamos de Él, especialmente los que son más capaces, y dejamos de orar.
Puesto que los hijos de Israel se olvidaron de Dios, Dios permitió que se levantara un Faraón que no conocía a José. Ese Faraón usó astucia para con el pueblo de Israel para que no se multiplicara, pues en caso de guerra ellos podían aliarse con los enemigos de Egipto para luchar contra los egipcios. El mismo pueblo egipcio puso al pueblo de Israel bajo capataces de obras y los esclavizó para edificar ciudades y graneros para Faraón (Ex.1:8-11). En tales sufrimientos, los hijos de Israel clamaron y su clamor subió a Dios. Dios miró la condición de ellos (2:23-25). Si no hubieran sido esas las circunstancias, tal vez jamás ellos hubieran suplicado a Dios.
La oración no sólo tiene como meta satisfacer nuestras necesidades, sino mucho más, satisfacer la necesidad de Dios. Muchos santos oran procurando solamente satisfacer sus necesidades y, cuando éstas dejan de existir, dejan de orar. Esto es anormal. En ese caso, Dios es forzado a levantar circunstancias en la familia o en el trabajo, para llevarlos a suplicar.
Y nosotros, que ya conocemos la voluntad de Dios y que estamos con Él y Él con nosotros, debemos ver que la manera más simple de acercarnos a Dios es orar. La oración es para con Dios; es en pro de los intereses de Dios en la tierra, en pro de la economía de Dios y a favor de Su obra. Por eso nosotros oramos. Igualmente cuando vamos a Él por causa de nuestras necesidades, haciendo peticiones por nosotros mismos, por medio de esas peticiones nos acercamos a Él.
Dios quiere que nos acerquemos más a Él y lo contactemos más. Entonces pone en nosotros otro encargo: la intercesión. En la intercesión, no sólo oramos por nuestras necesidades, sino también por las necesidades de los demás. Cuando intercedemos por los hermanos, vamos delante de Dios y, cuando Él ve esto, se pone feliz. Él dice: “Mi hijo, está otra vez conmigo”. De esta manera, también necesitamos interceder por otros.
Además de interceder, también debemos agradecer; son las acciones de gracias. Debemos agradecer a Dios por todo lo que Él hizo: por las oraciones oídas, por las peticiones respondidas, por las intercesiones atendidas. Ya sean peticiones, oraciones, intercesiones o acciones de gracias, el objetivo final es que estemos junto a Dios.

Palabra clave: Unión
Pregunta: Apunte algunos obstáculos que nos obligan a volvernos a Dios en oración y cómo actúa Él en esas ocasiones
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Meditaciones y Alimento Diario

Meditaciones y Alimento Diario

UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
1º. de junio

Se extenderán sus ramas, y será su gloria como la del olivo, y perfumará como el Líbano. Oseas 14:6.

Oseas seguramente conocía algo acerca del perfume de las coníferas. Por medio del Líbano nos ilustra un cuadro de lo que la vida del cristiano debiera ser en su efecto sobre otras personas. La impresión de Cristo que ofrece el creyente debería penetrar en todas partes como lo hace la fragancia de los pinos. El olfato es uno de los sentidos más delicados del hombre. Por medio de él recibe impresiones de aquello que está más allá de su tacto y aún de su vista. Ni siquiera se requiere decir algo pues donde hay fragancia, su efecto está en todas partes, penetrándolo todo. No se puede esconder. De esta manera, al igual que el cedro, aquél cuyas raíces están en Cristo difunde el perfume de quien es su fuente de vida invisible. Llevamos con nosotros la modesta hermosura del Espíritu figurada por el olivo y su efecto es sólo el de hacer conscientes a las personas que nos rodean, de una fragante influencia de Cristo. Esta no puede ser ocultada.
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¿En Adán o en Cristo?
Romanos 1:17 Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: “Más el justo por la fe tendrá vida y vivirá”.

1 Corintios 15:22 Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados.
La Biblia nos muestra que la vida de un cristiano es una vida de fe. “Mas el justo por la fe tendrá vida y vivirá”. El justo recibe la vida por la fe; ésta es la experiencia inicial. El justo también vive por la fe; ésta es la experiencia continua.
Tenemos dos mundos delante de nosotros. Uno es el mundo físico, y el otro es el mundo espiritual. Cuando ejercitamos nuestros órganos físicos, vivimos en el mundo físico, pero cuando ejercitamos nuestra fe, vivimos en el mundo espiritual. Cuando ejercitamos nuestros ojos para mirarnos a nosotros mismos, vemos que todavía somos pecadores; seguimos siendo impuros, orgullosos y no somos mejores que ninguna otra persona. Pero cuando ejercemos la fe para vernos en Cristo, vemos que nuestro mal genio y nuestra contumacia han desaparecido. Todo se ha desvanecido. Existen dos mundos en la actualidad, y todos los días tenemos que escoger entre ellos.
Si vivimos según los sentidos de nuestros órganos físicos, en el mundo físico, le daremos sustantividad al mundo físico; pero si vivimos por la fe en el mundo espiritual, daremos sustantividad al mundo espiritual. En otras palabras, cuando usamos nuestros sentidos, vivimos en Adán; pero cuando ejercemos nuestra fe, inmediatamente vivimos en Cristo. Siempre estamos en medio de estas dos cosas. Cuando vivimos por nuestros sentidos, vivimos en Adán; y cuando vivimos por la fe, vivimos en Cristo. Cuando vivimos en Cristo, todo lo que está en Él será nuestra experiencia.
Los versículos del Nuevo Testamento son tomados de la Versión Recobro del Nuevo Testamento. Los versículos del Antiguo Testamento son tomados de la versión Reina Valera 1960. "Palabras del ministerio" proviene de La vida que vence, escrito por Watchman Nee, pág. 151. Ambos son publicados por Living Stream Ministry, Anaheim, CA
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Alimento Diario 8ª. Semana – Miércoles
LA ECONOMIA DE DIOS

Leer: Jn.3:-5; Mt.6:25-33; 1 Ti.2:1; Jn.3:16

“Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra” (Mateo 6:9-10)

INTERCESIONES A FAVOR DE LOS INTERESES DE DIOS
Y POR TODOS LOS HOMBRES

La mejor oración es aquélla a favor de los intereses de Dios. En Mateo 6:9-13 está ña oración que el Señor nos enseñó: “Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra” (vs.9-10). Aquí tenemos tres deseos; santificar el nombre, hacer que el reino venga y hacer la voluntad de Dios. Dios desea que Su nombre sea santificado, exaltado; y la manera más simple es invocarlo. No es componer un largo discurso; es simplemente clamar ¡Oh Señor Jesús!, y así santificamos el nombre del Señor. Donde está el nombre del Señor, allí está el reino de los cielos.
Pablo escribió 1 Corintios para la iglesia en Corinto y para todos aquellos que en cualquier lugar invocan el nombre del Señor (1 Co.1:2). El evangelio que Pablo predicaba tenía como meta introducir a las personas en el espíritu. La manera más fácil de entrar en el espíritu, es invocar el nombre del Señor. Cuando invocamos el nombre del Señor, nosotros lo exaltamos. Además, cuando invocamos Su nombre el reino de Dios viene a la tierra. El reino es el lugar donde se hace la voluntad de Dios. La voluntad de Dios se hace en los cielos, porque el cielo es el reino de Dios. Pero ahora dios quiere que Su reino venga también a la tierra y Su voluntad sea hecha en la tierra.
Cuando el Señor Jesús comenzó a predicar el evangelio, dijo: “Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado” (Mt.4:17). El reino se había acercado, porque el Señor Jesús, el Rey del reino de los cielos, aún no había muerto y resucitado. Por la muerte y resurrección, Él liberó la vida divina. Ahora, cuando creemos en el Señor, nacemos de nuevo, nacemos del Espíritu y entramos en el reino de Dios (Jn.3:3-5), es decir, somos introducidos en la iglesia. De este modo, la oración que el Señor enseñó se cumple con relación al nombre, al reino y a la voluntad de Dios.
También debemos ver como interceder. En Mateo 6:25-32 el Señor nos muestra que necesita el hombre. El hombre siempre está ansioso, en cuanto a qué comerá, beberá y vestirá. El Señor dijo en esos versículos que por más ansioso que esté, el hombre no logrará añadir un codo a su estatura. Por tanto no debemos inquietarnos diciendo: ¿Qué comeremos?, ¿Qué beberemos?, ¿Qué vestiremos? Debemos buscar el reino de Dios y su justicia, y todas las demás cosas nos serán añadidas (v.33). Esa debe ser nuestra súplica: cuando suplicamos, aprovechamos para estar con Dios, y Dios disfruta nuestra presencia. No necesitamos pedir por la comida, la bebida o el vestido.
Ahora veremos acerca de la intercesión. El ámbito de la intercesión es muy amplio. La intercesión es el resultado de nuestra comunión con Dios por medio de la oración. El amor engendrado en esa comunión nos lleva a interceder por todos los hombres y por los hermanos. En 1 Timoteo 2:1, Pablo dice que ante todo debemos interceder a favor de todos los hombres para que sean salvos. En Juan 3:16 dice que Dios amó al mundo de tal manera que dio a Su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en Él cree no perezca, sino que tenga vida eterna. Dios desea que todos los hombres sean salvos para que se conviertan en discípulos del Señor.

Palabra clave: Intercesión
Pregunta: ¿Cuál es la mejor oración?
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UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
2. de junio

Se sentarán bajo su sombra; serán vivificados como trigo, y florecerán como la vid. Oseas 14:7.

¿Quién jamás dio importancia a la flor de la vid? En realidad es una de las flores que menor tiempo de vida tienen; prácticamente no es vista y casi siempre pasada por alto antes que desaparezca y se convierta en fruto. En naturaleza podemos distinguir tres tipos de plantas: aquellas que florecen y no dan fruto; aquellas como el duraznero, que sobresale tanto por su flor como por su fruto y aquella como la vid, cuyas flores son casi imperceptibles, y que los hombres sólo valoran por su fruto. Es evidente que en este caso Dios asigna un gran valor a esta última.
¡Con cuanta facilidad publicamos aquello que es impresionante a los ojos de los hombres, para ser admirado! Pero el Padre nos ha puesto como pámpanos en la Vid. Allí, lo que busca por sobre todo lo demás, es fruto.

¡¡¡Jesús es el Señor!!!
La importancia de leer la Biblia

2 Timoteo 3:16 Toda la Escritura es dada por el aliento de Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, (17) a fin de que el hombre de Dios sea cabal, enteramente equipado para toda buena obra.

Colosenses 3:16 La palabra de Cristo more ricamente en vosotros en toda sabiduría, enseñándoos y exhortándoos unos a otros con salmos e himnos y cánticos espirituales, cantando con gracia en vuestros corazones a Dios.

Todos los creyentes deben leer la Biblia. La Biblia nos muestra las muchas cosas que Dios ha hecho por nosotros y la forma cómo Él ha guiado a los hombres en el pasado. Si queremos conocer las riquezas y la vastedad de la provisión de Dios para nosotros y si queremos saber lo que Dios quiere de los hombres paso por paso, debemos leer la Biblia.

Las palabras que Dios dirige al hombre en la actualidad se basan en lo que Él ya dijo. Él raras veces dice lo que no haya expresado en la Biblia. Aunque una persona haya avanzado mucho en su caminar espiritual, la revelación que reciba de Dios se basará en lo que Él hizo constar en la Biblia. Por lo tanto, lo que Dios enuncia hoy es simplemente una repetición de Su Palabra. Es muy difícil que una persona reciba la revelación de Dios si desconoce lo que Dios ha dicho en el pasado.

Alimento Diario 8ª. Semana – Jueves
LA ECONOMIA DE DIOS

Leer: 1 Timoteo 2: 4 – 8

“Porque es bueno y aceptable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al pleno conocimiento de la verdad” (1 Timoteo 2:3-4 - VR)

ORAR POR LOS INCRÉDULOS Y POR TODOS LOS HIJOS DE DIOS

El asunto de interceder para que las personas sean salvas es muy importante. ¿Cómo practicamos la vida de la iglesia? Primero, debemos interceder por todos los hombres, para que todos puedan creer y recibir al Señor. Los hombres son engañados por Satanás, y caminan rumbo a la perdición. Todas las personas del mundo están sumergidas en el pecado, Las fiestas y diversiones mundanas nos muestran eso. Gracias al Señor, El nos ha separado de esas cosas y nos ha puesto en la iglesia, un lugar santo, para oír su palabra. De nuestra parte, debemos interceder por todas las personas. Cuando ellas reciban al Señor debemos dar acciones de gracias por esas personas. Dios desea que todos los hombres sean salvos y vengan al pleno conocimiento de la verdad, al pleno conocimiento de la fe.
Primera Timoteo 2:5-6 dice: “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a si mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo”. Debemos ayudar a quienes fueron salvos por nuestra intercesión, haciéndoles entender que tenemos un solo Mediador, Cristo Jesús. El derramo Su sangre para rescatarnos de nuestros pecados.
El versículo 7 continua: “Para esto yo fui constituido predicador y apóstol (digo verdad en Cristo, no miento), y maestro de los gentiles en fe y verdad”. Nosotros somos designados apóstoles para ser enviados por Dios con el fin de traer las personas de regreso a la casa de Dios. Somos maestros de los gentiles, es decir de los incrédulos, llevándolos a creer y a conocer la verdad. Esta es la intercesión a favor de todos los hombres. Deseamos que todos los hombres sean salvos y por esa razón intercedemos por ellos.
En el versículo 8, vemos que también debemos orar por todos los hijos de Dios: “Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda”. La iglesia esta conformada por todos los que creyeron en el Señor. Pero, a veces, la situación en la iglesia es totalmente anormal. Entonces necesitamos interceder por los hermanos. Que todos puedan levantar manos santas y cumplir su ministerio de oración; y cada uno, al orar, pueda tener la presencia de Dios y también proporcionarle a Dios su presencia.
Conforme vimos arriba, primero oramos por todos los hombres, para que sean salvos y vengan al pleno conocimiento de la verdad; esto es para con los incrédulos. Después, oramos por los hermanos de la iglesia, con manos santas, sin ira ni contienda. Entre los varones es muy fácil que haya ira y contienda. Ellos son extremadamente racionales, discuten, se justifican, consideran que siempre están en lo correcto y los demás errados, Pero, cuando oramos por los hermanos, no debemos airarnos ni contender. No obstante, debemos preguntar: ¿Será que la ira y la contienda es exclusiva de los varones? ¿Acaso las hermanas no se aíran y tienen contiendas? Si, sin duda. Por tanto, la esfera de nuestra oración es muy amplia. No solo los hermanos deben orar sin ira ni contienda; también deben hacerlo las hermanas. Lo que Pablo nos quiere mostrar es que debemos tener el encargo de conocer la situación de cada hermano, de orar por el; el deseo de él es que todos los hijos de Dios tengan el ministerio de la oración.
Esperamos que no haya contienda entre nosotros. Por medio de la oración, volvemos al espíritu. En el espíritu no hay contiendas; en el espíritu somos uno. Todos debemos ser personas de oración.

Palabra clave: Mediador
Pregunta: ¿En que reside la eficacia de nuestra oración?
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UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
3. de junio

Todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto. Juan 15:2.

Toda la enseñanza y la educación hoy día, está dirigida a desarrollar el alma del hombre natural, para hacerlo independiente, altivo, autosuficiente y seguro de sí mismo. Esta generación valora a los hombres que saben cómo sacar ventaja de los demás. Al capacitarlos de esta forma, la educación está haciendo su trabajo para Satanás.
En contraste, lo que Dios está haciendo en ti y en mí, es el trabajo de poda que hace el labrador. Ese impropio crecimiento en nuestras almas debe ser controlado y recortado. Por una parte, Dios está procurando llevarnos al punto donde vivamos por la vida de su Hijo plantada en nosotros por el nuevo nacimiento. Por otra, está haciendo una obra directa en nuestros corazones para debilitar nuestros recursos naturales, y que son los que en primera instancia condujeron al pecado de Adán. Todos los días aprendemos estas dos lecciones: un surgir de la vida en Cristo, y un freno, control y entrega a muerte de esa otra vida natural, de manera que a los ojos del mundo aparecemos como hombres débiles e ignorantes que con frecuencia tienen que admitir. “Yo no sé, pero Él sabe. Y eso es suficiente”. Que Dios nos guarde de la arrogancia de alma que tanto predomina hoy.

¡¡¡Jesús es el Señor!!!
eManná
La vida está en el Hijo
1 Juan 5:11-12 Y éste es el testimonio: Que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en Su Hijo. El que tiene al Hijo tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.
¿Cómo se nos da la vida vencedora? Se nos da en el Hijo. Es imposible recibir la vida vencedora por otro medio que no sea el Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida. Cuando Dios nos da a Su Hijo, no solamente nos da una receta médica, sino al doctor mismo. Dios no meramente nos da la vida; El nos la da en Su Hijo. Tener la vida vencedora no es simplemente un asunto de recibir la vida, sino de recibir al Hijo de Dios. Por lo tanto, cuando nuestra relación con Cristo no es correcta, surgen los problemas. Una vez que dudemos de la fidelidad de Cristo y de Sus promesas, tendremos problemas en nuestro interior. Dios no nos da la paciencia, la mansedumbre ni la humildad independientemente de Cristo. Él nos da la paciencia, la mansedumbre y la humildad en Su Hijo. Tan pronto surge algún problema en nuestra relación con Su Hijo, perdemos la victoria. Es por esto que necesitamos tener la debida relación con Cristo todos los días.
Todos los días debemos decir: “Señor, Tú eres mi Cabeza y yo soy un miembro Tuyo. Señor, Tú sigues siendo mi vida y mi santidad”. Si ponemos la mirada en nosotros mismos, no encontraremos ninguna de estas cosas. Pero si nuestra mirada se vuelve a Cristo, lo tendremos todo. Esto es fe. No podemos aferrarnos a la santidad, la victoria, la paciencia ni la humildad aparte de Cristo. Una vez que tenemos a Cristo, tenemos la santidad, la victoria, la paciencia y la humildad.
Los versículos del Nuevo Testamento son tomados de la Versión Recobro del Nuevo Testamento. Los versículos del Antiguo Testamento son tomados de la versión Reina Valera 1960. "Palabras del ministerio" proviene de La vida que vence, escrito por Watchman Nee, pág. 153. Ambos son publicados por Living Stream Ministry, Anaheim, CA.
Alimento Diario 8ª. Semana – Viernes
LA ECONOMIA DE DIOS

Leer: 1 Timoteo 2: 9; Génesis 3:21

“Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió” (Génesis 3:21)

LAS VESTIDURAS DE LAS HERMANAS – EXPRESIÓN DE LA VIDA DIVINA

En 1 Timoteo 2:9 leemos: Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, no perlas, ni vestidos costosos”. Debemos orar de manera especial por las hermanas, para que vistan con pudor y modestia. La palabra modestia, o decoro, significa “con cierto sentido de vergüenza”. Las hermanas saben aquello que les es vergonzoso vestir. Entonces, deben saber si un vestido es vergonzoso y no deben usarlo. Una hermana debe tener decoro y ser modesta en su vestimenta.
¿Qué es vergonzoso y qué es modesto? En el versículo 9 Pablo usa la expresión “vestidos costosos”. En la iglesia, eso es un problema muy serio hoy. Por un lado, aquí no tenemos un “código de trajes”, en el cual haya normas que restrinjan a las hermanas a usar solamente vestidos y faldas y les prohíban usar falda larga. No hay reglamento. Por otro lado, es necesario que las hermanas se cuiden que su traje sea decente, es decir, que cubra la desnudez y no despierte la concupiscencia.
Cada país tiene sus costumbres. En la china y en el sudeste asiático es costumbre de las mujeres que trabajan en el campo usar faldas largas. Y eso terminó por extenderse a otras actividades. Pero en el occidente, especialmente en Europa y en las Américas, se acostumbra a que ellas usen falda o vestido. Muchas usan vestidos largos; otras usan vestidos cortos. Pero muchas de esas son costumbres nacionales y regionales, y entonces las mujeres creen que lo que visten son trajes decentes. Cuando llegamos la Brasil, las hermanas usaban vestidos y faldas. En los grupos más tradicionales del cristianismo, las personas usaban ropas que cubrían casi todo su cuerpo. Las hermanas se vestían con ropas de mangas largas, y el vestido o la falda descendían hasta los tobillos. En verdad eso tiene algún fundamento bíblico.
La ropa tiene como meta cubrir la desnudez del hombre caído. En Génesis 3, después que Adán y Eva comieron del fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal, se abrieron sus ojos interiores, y vieron que estaban desnudos. Entonces hicieron delantales de hojas de higuera para cubrirse. Los delantales no cubren todo el cuerpo. Además las hojas se secarían y la desnudez se expondría nuevamente. El objetivo de la ropa es cubrir la vergüenza de la desnudez. De esta manera, en lugar de delantales de hojas de higuera, Dios hizo para adán y Eva vestidos de pieles y los vistió (v.21). Al final de cuentas, ¿qué es un traje decente?: ¿Es una falda larga?, ¿Es el vestido o la falda?, ¿Qué es decente? En verdad eso depende de la costumbre de cada región, de cada nación. Pero su objetivo es único e igual en todos los países: cubrir la vergüenza de la desnudez. Entonces las mujeres deben estar vestidas decentemente. Es decir, desde que cubra adecuadamente el cuerpo para no despertar la concupiscencia, la ropa es decente. Este es el principio bíblico.
¿Y las ropas de hoy? ¿Cubren o no la vergüenza de la desnudez? No solo no la cubren, sino que cada vez tienden a cubrir menos. La cintura de las faldas femeninas está cada vez más abajo, y la parte inferior de la falda cada día más arriba; y las blusas cada día más escotadas,.lo mismo la parte inferior de la blusa cada vez está mas arriba, dejando expuesta la cintura. Cada año que pasa, aparece más carne. Si Adán pudiese viajar en el tiempo y estar hoy aquí, él les diría a las mujeres: “¡Qué cosa tan fea!” Las hermanas deben vestirse decentemente. Todas las hermanas deben conocer el Principio de vestirse: la ropa debe cubrir la vergüenza de la desnudez. La Biblia no dice qué clase de ropa podemos usar y qué ropa no podemos usar. En cuanto a los colores, debe ser algo que no llame la atención, algo discreto y decente. No usemos ropas exóticas. Hoy parece que en cuanto más exótica sea la ropa femenina, es mejor, porque así los ojos de los hombres se vuelven a ellas para mirarlas. Sin embargo, en la vida de la iglesia no debe ser así.

Palabra clave: Cobertura
Pregunta: ¿Para que sirven las vestimentas?
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Meditaciones y Alimento Diario

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UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
4. de junio

Cuando soy débil, entonces soy fuerte. II Corintios 12:10.

Esta paradoja está clavada en el corazón de cada experiencia cristiana. Llegué a comprender esto en el transcurso de una prueba personal, en que, como Pablo, con el aguijón en la carne, recibí como respuesta a mi plegaria pidiendo alivio un “No”. En aquella ocasión me vino el pensamiento de una embarcación que no podía avanzar debido a una piedra que desde el lecho del río sobresalía aproximadamente un metro y medio. En mi prueba había estado pidiéndole al Señor que removiera la piedra. Pero luego surgió en mí la pregunta: ¿Qué sería mejor, que la piedra fuera quitada, o que el nivel del agua en el río subiera un metro y medio? Al pedido de Pablo fue dada la respuesta: “Bástate mi gracia”. Por supuesto, sería mejor que el nivel del agua aumentara. Mi problema desapareció. La vida cristiana no radica en remover piedras, sino en navegar en aguas más profundas.

¡¡¡Jesús es el Señor!!!

La bendición de conocer nuestros pecados

2 Pedro 3:18 Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo…
Juan 1:17 Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la realidad vinieron por medio de Jesucristo.

Necesitamos estudiar la Palabra de Dios diariamente de una manera cuidadosa para poder ver lo que es pecaminoso. Cuanto más veamos nuestros pecados, más tendremos que decirle al Señor: “Dios, muéstrame en estos asuntos que Cristo es mi victoria y mi suministro”. Si deseamos crecer, es indispensable que tengamos la luz de la verdad. La luz de la verdad expondrá nuestros errores y nos mostrará nuestra propia vulnerabilidad. Una vez que la luz de la verdad exponga nuestra condición, nuestra capacidad aumentará, y cuanto más aumente nuestra capacidad, más podremos asimilar.

¿Qué es la gracia? La gracia consiste en que Dios haga algo por nosotros. Crecer en la gracia significa que necesitamos que Dios obre más en nuestro lugar. Supongamos que Dios ya ha hecho cinco cosas por mí. Pero todavía quedan otras tres cosas que El debe hacer. Dado que mi necesidad ha aumentado, necesito que Dios haga más por mí. En esto consiste la relación entre la gracia y la verdad: la verdad pone de manifiesto nuestra necesidad, mientras que la gracia suple esa necesidad. La verdad nos muestra dónde está nuestra escasez, mientras que la gracia llena este vacío. ¡Aleluya! Dios no sólo tiene la verdad, sino también la gracia. En el Antiguo Testamento, los hombres fracasaban repetidas veces porque sólo tenían la verdad; ellos no tenían la gracia. Tenían la ley, pero no tenían la fuerza para guardarla. Damos gracias y alabanzas al Señor, “pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la realidad vinieron por medio de Jesucristo” (Jn 1:17). Damos gracias al Señor por habernos mostrado la verdad y suministrado la gracia. ¡Aleluya!

Los versículos del Nuevo Testamento son tomados de la Versión Recobro del Nuevo Testamento. Los versículos del Antiguo Testamento son tomados de la versión Reina Valera 1960. "Palabras del ministerio" proviene de La vida que vence, escrito por Watchman Nee, págs. 155-156. Ambos son publicados por Living Stream Ministry, Anaheim, CA.

Alimento Diario 8ª. Semana – Sábado
LA ECONOMIA DE DIOS

Leer: 1 Timoteo 2: 9-11; Pr.31:10; 1 Co.7:25-28

“Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas” (Proverbios 31:10)

EL VIVIR QUE EXPRESA A DIOS

Algunos dicen que las mujeres no son orgullosas, sino que el hombre es orgulloso. ¡Pero, no! Las mujeres son orgullosas y vanidosas. Son como el pavo real, que cuando alguien se acerca, abre su cola, como quien dice: “¡Yo soy el mas hermoso! ¡Qué orgullo!” Una ropa que llame la atención no es decente. La ropa decente es aquella que logra mezclarse en medio de la multitud, sin llamar la atención de nadie. Finalmente, ¿Por qué queremos ser el centro de las atenciones?
No debemos condenar a nadie por lo que viste o deja de vestir. Pero debemos orar por quien no viste decentemente. Si una hermana tiene la cintura de la falda y o del pantalón muy baja y la blusa muy corta, no vamos a expulsarla de la iglesia. Debemos interceder por ella. Nuestra intercesión en la iglesia es para que la vida de la iglesia se normalice cada vez más.
Después de hablar del vestido del las hermanas, Pablo habla de peinados y maquillaje (1 Ti 2:9b). En otras palabras, las hermanas no necesitan maquillaje. ¿Por qué las mujeres usan maquillaje y adornos? Primero, por causa de la vanidad. Ellas piensan: “¡Ah, yo tengo una apariencia mejor y una ropa mejor!” Las hermanas de la vida de la iglesia no necesitan joyas ni maquillaje. Joyas y maquillaje en el mundo son para llamar la atención de los demás.
¿Por que usar ropa especial y querer lucirse tanto para llamar la atención de los hombres? Especialmente las casadas, ¿será que es insuficiente la atención del marido? ¿Para que llamar la atención de otros hombres? Conociendo este principio, y por tener su esposo, cada una debe usar ropa común. Esto es suficiente. No necesitan hacerse peinados especiales en el cabello, ni joyas, ni adornos aquí y allá, pendientes. Además, no son las mujeres, si no incluso los hombres los que hoy usan esa clase de cosas, no solo en la oreja sino también en otras partes del cuerpo. No los reprendemos ni les prohibimos. Los hermanos que sirven en la recepción de los locales de reunión de las iglesias no deben decir a tales hermanos: “Tu no puedes entrar…”. Antes, debemos todos interceder por ellos. Este es el principio bíblico.
En 1 Timoteo 2:10, hablando aun acerca de las mujeres Pablo dice: “Sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad”. Proverbios 31:10 habla de la mujer virtuosa: “Mujer virtuosa, ¿quien la hallara? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas”. Aquí tenemos una mujer en una situación bien normal. Es decir, una mujer no debe adornarse de joyas, si no de los valores que tiene. El adorno de joyas es exterior; las virtudes son interiores. En el versículo 11 leemos que su marido confía totalmente en ella, pues ella no solo lo sirve, si no le da su total apoyo.
En 1 Corintios 7, Pablo nos habla de la relación conyugal. Los versículos 25-28 hablan de las dificultades del matrimonio. El matrimonio fue determinado por Dios, pero por causa de la situación caída del hombre, si nos casamos tendremos angustias. Debemos estar dispuestos a pasar por angustias y sufrimientos cuando nos casamos. Por la providencia divina, generalmente nos casamos con alguien opuesto a nosotros, pero necesitamos a nuestro cónyuge. Si un hermano tiene una esposa totalmente sumisa en todo tiempo, puede enorgullecerse. De esta manera el Señor puede darle una esposa que discute con él. Sin embargo, el sufrimiento le traerá mucho beneficio y provecho si el va delante del Señor. Tal vez llore frente al Señor y le diga: “Señor, mi esposa dice tales y tales cosas de mi. ¿Será que realmente soy así?” Esas situaciones nos hacen acercarnos a Dios más. Si ese hermano tuviera una esposa ideal, no necesitaría orar, ni su vida natural seria eliminada. Si la vida natural no es eliminada, no podemos entrar en el reino milenario.

Palabra clave: Virtud
Pregunta: ¿Qué lecciones podemos extraer de las dificultades en la relación conyugal?
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UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
5. de junio

Todos los que le tocaban quedaban sanos. Marcos 6:56.

Recuerda el incidente entre el fariseo y el publicano, orando en el templo. El fariseo entendía todo lo referente a los diezmos y las ofrendas, sin embargo no hubo en él una expresión de corazón hacia Dios. Fue el publicano quien exclamó: “Señor ten misericordia de mí”. Algo salio de ese hombre que halló una respuesta inmediata, y Jesús lo señala como el hombre a quien Dios justifica. ¿En que consiste ser justificado? En tomar contacto con Dios. La gran debilidad de tanta predicación del Evangelio en nuestros días es que tratamos de hacer entender a las personas el plan de salvación y vemos poco y nada de fruto. ¿Dónde hemos fracasado? Estoy seguro que es en esto, que nuestros oyentes no alcanzan a ver al Señor. No presentamos en forma adecuada a la Persona del Señor. Les señalamos sólo su pecado, o la salvación, mientras que su verdadera necesidad es la de ver al Salvador mismo, encontrarse con Él, y tomar contacto con Él.

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eManná
La clave para experimentar a Dios—el espíritu humano

Juan 3:6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. (7) No te maravilles que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.

Nacer de nuevo es nacer del Espíritu en nuestro espíritu. El Espíritu divino regenera nuestro espíritu humano con la vida divina de Dios. La regeneración, esto es, recibir la vida divina, es absolutamente un asunto que sucede en nuestro espíritu. Nuestro espíritu fue hecho por Dios con este propósito. Tenemos este órgano especial, nuestro espíritu humano, muy dentro de nosotros. En la creación, Dios nos hizo con un espíritu con el propósito de que un día lo ejercitáramos para tener contacto con Él y recibirle en nuestro ser. La función del espíritu humano es tener contacto con Dios.

Dios es Espíritu, y solamente un espíritu puede tocar un Espíritu. Solamente un espíritu puede nacer de un Espíritu. Para ser regenerado, usted no tiene que ejercitar su mente, su voluntad o su emoción. Simplemente abra su ser, olvidando lo que usted es, y desde lo profundo de su espíritu invoque el nombre del Señor Jesús, creyendo en Él. Si usted hace esto, inmediatamente, Dios el Espíritu tocará su espíritu.

Watchman Nee

Alimento Diario 8ª. Semana – Domingo
LA ECONOMIA DE DIOS

Leer: 1 Timoteo 2: 11-15; 1 Co.14:26; 1 Ti.1:5; 3:15

“Venid a Mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28)

EL MATRIMONIO ES PARA CONSAGRARSE AL SEÑOR

Continuando en el capitulo 7 de 1 Corintios, Pablo dijo que es mejor que el hombre no se case porque quería que los santos fuesen libres de preocupaciones (v.32) y para que los hermanos pudiesen servir al Señor sin estorbos (vs.33-35).
Pero, cuando nuestro cónyuge nos causa dificultades y nos volvemos al Señor, nuestro hombre natural puede ser un poco más eliminado y nuestro servicio al Señor no se perjudica. Como hermanos que sirven al Señor, muchas veces tenemos preocupaciones por causa de la familia, pero si, por esas preocupaciones nos acercamos a Dios, El nos dice: “Dame toda tu ansiedad y echa sobre Mi todo el peso; voy a cargarlo contigo” (cfr. Mt 11:28-30).
Si, el hombre que no tiene esposa puede preocuparse exclusivamente por las cosas de Dios. El otro extremo es aquel que tiene esposa y no se preocupa por las cosas de la casa. Entonces la mujer tiene la culpa por el hecho de que el marido no se preocupa por las cosas de Dios. ¿Cuál es el sentimiento de las hermanas en cuanto a esto? ¿Será que como esposas, ellas quieren que el marido se preocupe solo por ellas y deje a un lado las cosas de Dios? En verdad no. Lo ideal es que la mujer le diga al marido: “No se preocupe por mi. Preocúpese por las cosas de Dios”. Esta es la mujer virtuosa. ¡Esto seria excelente! Nuestro consejo a los hermanos no es que no se casen, sino que al casarse no escojan ni hagan exigencias demasiado elevadas: apariencia hermosa, mucha instrucción, que ganen mucho dinero, que hablen otros idiomas, que sean elocuentes y cosas así. Si ponen condiciones demasiado elevadas, los hermanos se quedaran solteros y las hermanas también. Ni siquiera a los ochenta años de edad encontraran a alguien que satisfaga sus condiciones tan elevadas. No necesitamos imponer requisitos demasiado elevados, Lo que necesitamos es orar: “Señor, ¿será que ese hermano o esa hermana es el cónyuge que Tu tienes para mi?” Muchos jóvenes escogen primero y después oran para que el Señor les confirme su elección. De esta manera la elección es de ellos mismos y no del Señor. Aprendamos a dejar que Dios escoja; El siempre hace las mejores selecciones, la elección ideal para nosotros. ¡Gracias al Señor!
En Timoteo 2:11, Pablo dice: “La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción”. La mujer debe someterse al marido (Ef 5:22; Col 3:18; 1 P 3:1). Pero algunas mujeres dicen: “Si mi marido esta correcto, yo me someto. Sino, no puedo someterme a el”. Otras dicen: “Yo puedo someterme al marido de aquella hermana, pero no al mió”. En verdad, si el marido de la otra hermana fuese el marido de ella, tampoco se sometería. Por eso la Biblia dice que cada una debe someterse a su propio marido, siempre, con toda sumisión. No hay ninguna condición preestablecida.
En 1 Timoteo 2:12, Pablo dice: “Porque no permitido a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio”. Esta enseñanza se refiere a enseñar verdades y a establecer doctrinas. No quiere decir que la mujer no pueda hablar. Hay hermanas fuertes en la palabra. Cuando hablan, repiten la palabra del Señor de manera sistemática, porque realmente absorbieron la palabra. Necesitamos que las hermanas hablen por el Señor, especialmente en las reuniones de casa, no en tono de enseñanza, sino para la edificación (1Co 14:26).
Primera Timoteo 2:13-15 muestra los motivos de esa palabra con relación a las hermanas: la mujer fue engañada y cayó en trasgresión. Pero será preservada engendrando hijos, si permanece en fe, amor y santidad, con cordura.
Alabado sea el Señor, porque el primer elemento de la vida de la iglesia es la oración. Necesitamos hacer peticiones, orar, interceder y dar gracias. De esta manera debemos conducirnos en la casa de Dios, que es la iglesia. Primero debemos conocer la economía de Dios y practicarla, de esta manera la fe objetiva es infundida en nuestra fe subjetiva. La practica de la economía neotestamentaria de Dios es mediante el amor que viene de la fe sin fingimiento y de la buena conciencia (1 Ti 1:5). Luego, debemos ser hombres de oración y que cumplen el ministerio de la oración. Una persona que practica la oración, la petición, la intercesión y las acciones de gracias, no solamente tendrá el don de la oración, sino el ministerio de la oración. Primero debemos orar por todos los hombres para que sean salvos, entren en la iglesia y vivan la vida de la iglesia. Después debemos hablar por el Señor, para ser predicadores, apóstoles y maestros de los gentiles. Luego debemos interceder por todos los hermanos. Estas son instrucciones de Pablo a Timoteo, de cómo debe conducirse en la casa de Dios (1 Ti 3:15).

Palabra clave: Elección
Pregunta: ¿Para qué sirve el matrimonio en la vida de la iglesia?
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Re: Meditaciones

UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
6. de junio

Todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad. I Pedro 5:5.

El cuerpo se edifica a sí mismo en amor. No se trata de que haya obreros apostólicos especiales que puedan permanecer fuera del Cuerpo, como si fuera una “cosa” y edificarlo desde afuera. Existe el peligro, al cual todos estamos expuestos, de pensar en el Cuerpo de Cristo como algo que esta fuera de nosotros, a lo cual estamos sirviendo. Esto no es posible. Si hemos de contribuir a la vida del Cuerpo debemos tomar nuestro lugar de sumisión con humildad dentro de él, recibiendo y contribuyendo a su mutuo misterio de vida. ¿No es más fácil humillarnos delante de Dios que humillarnos delante de nuestros hermanos? Recuerda que sin un ejercicio continuo de humildad, es imposible servir el uno al otro. Somos miembros de ese Cuerpo, al cual no podemos renunciar. Ofendemos a un hermano, y ofendemos a Dios. Acepta ayuda de los hermanos y como resultado podrás ayudar a otros. Sirvamos a otros, y nosotros mismos seremos bendecidos. Somos colaboradores de Dios, somos el Edificio de Dios.

¡¡¡Jesús es el Señor!!!

La cultura nos distrae de Cristo
Filipenses 3:4-8 Aunque yo tengo también de que confiar en la carne. Si alguno piensa de que tiene de que confiar en la carne, yo más: circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo, hijo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo; en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, llegué a ser irreprensible. Pero cuantas cosas eran para mi ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida, por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo.
Es fácil ver que las cosas materiales pueden llegar a reemplazar a Cristo en nuestra vida e impedirnos disfrutarlo. Pero es difícil darse cuenta de que cosas como por ejemplo, la religión, la filosofía y la cultura, pueden también sustituir a Cristo. Durante el transcurso de los años he conocido a muchos hermanos de distintas nacionalidades, que eran espirituales y buscaban al Señor con sinceridad. Y aunque hasta cierto punto todos progresaron espiritualmente, prácticamente ninguno de ellos abandonó por completo su cultura nacional. Por ejemplo, entre los hermanos de China, eran pocos los que vivían fuera de la ética china. En la mayoría de ellos, la filosofía china formaba parte de su constitución. Ni aún los mejores cristianos pueden liberarse completamente de esta influencia. Con esto no quiero decir que las enseñanzas morales sean malas, pues durante siglos han preservado a las personas. Sin embargo, dichas enseñanzas no son Cristo mismo. Dios no desea que vivamos conforme a ciertas enseñanzas morales. La ética no forma parte de la nueva creación ni forma parte de Cristo, del Espíritu, ni de la vida de resurrección. Todo lo que se relaciona con Cristo debe estar en resurrección, en la nueva creación y debe pertenecer al Espíritu.
El problema más grave no es el hecho de vivir según una ética filosófica, sino el hecho de no ver la diferencia que existe entre dicha ética y Cristo mismo... por muy sinceros que sean los creyentes en su búsqueda del Señor, siguen bajo la influencia de sus características nacionales. En su vida diaria dependen más de su cultura que de Cristo. Cuando Pablo dijo que estimaba todas las cosas como pérdida, él no se refería principalmente a las cosas materiales, sino a la religión, la cultura y la filosofía. Tal vez estemos dispuestos a estimar las cosas materiales como pérdida por causa de Cristo, pero no estamos dispuestos a dejar nuestra cultura ni nuestras características nacionales. Sin embargo, la religión, la cultura y las características nacionales formaban parte de las cosas que Pablo consideró como pérdida, a fin de ganar a Cristo y ser hallado en El. Todas estas cosas pueden ser buenas, pero no están en resurrección ni pertenecen a la nueva creación. Además, tampoco provienen de Cristo ni del Espíritu.
Los versículos del Nuevo Testamento son tomados de la Versión Recobro del Nuevo Testamento y los versículos del Antiguo Testamento, de la versión Reina Valera 1960. Las "Palabras del ministerio" provienen de Estudio-vida de Filipenses, escrito por Witness Lee, págs. 179-181. Ambos son publicados por Living Stream Ministry, Anaheim, CA.
 
Re: Meditaciones

UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
13. de junio

Con Cristo estoy juntamente crucificado. Gálatas 2:20.

¿Qué significa para mí ser crucificado? Creo que la respuesta está bien concebida en los términos que la multitud utilizó al referirse a Jesús. “¡Fuera, fuera!” Dios no permite que el ser crucificado con Cristo, sea sólo una teoría para nosotros, aunque confieso que por mucho tiempo para mí no fue más que una teoría. Yo mismo había predicado la cruz en estos términos, sin conocerla en mi propia experiencia hasta que un día vi, de una manera repentina y dramática, que yo, Nee To-Seng, había muerto allí con mi Señor. “Fuera con Él”, habían clamado, y al decir esto, sin saberlo se habían hecho eco del veredicto divino sobre mi persona. Aquella sentencia de Dios para conmigo se había ejecutado en Él. Este nuevo descubrimiento de la salvación, les aseguro que me dejó tan humillado que por un tiempo no pude predicar, a pesar de que hasta aquél día, debo admitirlo, predicar había sido una pasión para mí.

¡¡¡Jesús es el Señor!!!

EMANNA

¿Vienen problemas? Cantemos

2 Crónicas 20:15 ...y tú, rey Josafat. Jehová os dice así: No temáis ni os amedrentéis delante de esta multitud tan grande, porque no es vuestra la guerra, sino de Dios. 17 No habrá para que peleéis vosotros en este caso; paraos, estad quietos y ved la salvación de Jehová con vosotros... 21 ...puso al algunos que cantasen y alabasen a Jehová, vestidos de ornamentos sagrados, mientras salía la gente armada, y que dijesen: Glorificad a Jehová, porque su misericordia es para siempre.

¡La guerra es del Señor! Ni la victoria ni el fracaso dependen de nosotros. Ni el mal genio, el orgullo, las dudas, los pensamientos impuros, la avaricia y todo tipo de pecado nada tienen nada que ver con nosotros. La batalla no es nuestra, sino de Dios. Él dice: “No habrá para qué peleéis vosotros en este caso” (v. 17). Dios sólo nos exige que permanezcamos de pie, firmes. Él quiere que nosotros bajemos las manos y se lo dejemos todo a Él. Sólo necesitamos estar parados, quietos y ver la salvación de Jehová (v. 17). Hermanos y hermanas, no somos nosotros quienes luchamos; somos simples espectadores. Cada vez que dejemos de jactarnos en la victoria caeremos. No debemos tener miedo delante de Dios, porque es El quien peleará por nosotros.

Josafat hizo algo más. Mientras los otros se disponían a atacarlos, ¿qué hacían éstos por su parte? Pidieron a un grupo de levitas que alabaran al Señor. Ellos estaban vestidos de ornamentos sagrados (v. 21) y fueron delante del ejército alabando a Jehová. ¿Estaban locos? Ellos no tenían temor de las rocas ni de las flechas; iban cantando alabanzas a Dios. Este es el tono de la victoria. Ellos tenían el tono de la victoria porque sabían que Jehová les había concedido la victoria y que los enemigos ya estaban derrotados. Sabían que ya habían ganado la batalla. Algunos creen que cuando las tentaciones vienen, deben luchar y resistirlas. Pero “cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza, Jehová puso contra los hijos de Amón, de Moab y del monte de Seir, las emboscadas de ellos mismos que venían contra Judá y se mataron los unos a los otros” (v. 22). Cada vez que entonamos cánticos de alabanzas al Señor, los enemigos son derrotados.
Los versículos del Nuevo Testamento son tomados de la Versión Recobro del Nuevo Testamento. Los versículos del Antiguo Testamento son tomados de la versión Reina Valera 1960. "Palabras del ministerio" proviene de La vida que vence, escrito por Watchman Nee, págs. 163-164. Ambos son publicados por Living Stream Ministry, Anaheim, CA.
 
Meditaciones y eManná

Meditaciones y eManná

UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
14. de junio

Hoy os habéis consagrado a Jehová … para que Él …de bendición hoy sobre vosotros. Exodo 32:29.

Presentarme a Dios “como vivo de entre los muertos” (para utilizar los términos de Pablo) significa el reconocimiento que de aquí en más soy totalmente suyo. Este darme de mí mismo es un acto definitivo, tan definitivo como creer en Cristo Jesús. Debe haber un día en mi vida en que salgo de estar bajo mi control, y paso a estar bajo su gobierno. De ese día en adelante le pertenezco a Él y no soy ya mío. Esto no significa que me consagro para ser predicador o misionero. Lamentablemente, algunos sólo son misioneros porque han consagrado sus dones naturales a la obra, pero eso no es verdadera consagración. ¿A qué nos debemos consagrar entonces? No ha la obra cristiana, sino a la voluntad de Dios, y ser y hacer todo lo que ella requiere.
¡¡¡Jesús es el Señor!!!

La unión orgánica (1)
1 Tesalonicenses 1:1 Pablo, Silvano y Timoteo, a la iglesia de los tesalonicenses en Dios Padre y en el Señor Jesucristo: Gracia y paz sean a vosotros.
[Parte 1 de 2]
Esta epístola y 2 Tesalonicenses fueron dirigidas a la iglesia local en Tesalónica, compuesta de todos los creyentes de Cristo que vivían en esa ciudad. Una iglesia local, como la que vemos aquí, es de los creyentes y está en Dios el Padre y en el Señor Jesucristo. Esto indica que nace de Dios el Padre al recibir Su vida y naturaleza, y que está unida con el Señor Jesucristo orgánicamente en todo lo que Él es y ha hecho. Por lo tanto, es de los hombres (los tesalonicenses en este caso); sin embargo, está en Dios y en el Señor orgánicamente. Esta unión orgánica en la vida y la naturaleza divinas es la base vital sobre la cual los creyentes pueden llevar una vida santa para la vida de la iglesia. Esta vida es el tema de las dos epístolas.
Una característica particular de los escritos de Pablo es que ellos recalcan la unión orgánica que los creyentes tienen con el Dios Triuno. Aunque 1:1 está escrito de una manera simple, incluye la referencia característica de Pablo a la unión orgánica. De hecho, el énfasis en la unión orgánica con Cristo es la característica sobresaliente de los escritos de Pablo. En sus epístolas, Pablo habla repetidas veces de estar en Cristo; indica que la iglesia está en el Dios Triuno. La iglesia está compuesta de seres humanos, pero ellos, los creyentes, están en el Dios Triuno. Por una parte, la iglesia en Tesalónica era de los tesalonicenses; por otra parte, esta iglesia estaba en Dios el Padre.


La unión orgánica (2)
1 Tesalonicenses 1:1 Pablo, Silvano y Timoteo, a la iglesia de los tesalonicenses en Dios Padre y en el Señor Jesucristo: Gracia y paz sean a vosotros.
Juan 1:12-13 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en Su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne ni de voluntad de varón, sino de Dios.
[Parte 2 de 2]
Pablo no dice simplemente que la iglesia está en Dios; él dice que la iglesia está en Dios el Padre. Si Dios no es nuestro Padre, no podemos estar en Él. Nosotros no fuimos creados en Dios; sin embargo, fuimos regenerados, nacimos de nuevo, en Él. Fuimos creados fuera de Dios. Esto significa que en la creación no teníamos ninguna unión orgánica con Dios, ninguna relación vital con Él. En lugar de ello, sólo había la relación entre criatura y Creador. Como resultado de la creación, somos criaturas de Dios, y Él es nuestro Creador. Así que, sólo hay una relación de creación, mas no en vida. Nuestro ser natural no fue hecho de la vida de Dios. Al ser criaturas de Dios, no teníamos la vida de Dios; sólo teníamos nuestra vida creada, nuestra vida humana natural.
Cuando fuimos regenerados, nacidos de Dios, comenzó nuestra relación vital con Dios. Este renacimiento nos introdujo en la unión orgánica con el Dios Triuno. En el momento de nuestra regeneración, de nuestro renacimiento, obtuvimos la vida de Dios. Ahora, Dios no es meramente nuestro Creador, nuestro Dios; Él es nuestro Padre, el que nos ha engendrado. Dios ya no es solamente nuestro Creador, Él es también nuestro engendrador, pues nos ha engendrado con Su vida. Por consiguiente, Él es Dios nuestro Padre.
En cierto tiempo, Dios nos llamó y nos conmovió internamente. Entonces nos arrepentimos, creímos en el Hijo de Dios, Jesucristo, y le recibimos. Al recibir a Cristo, renacimos y llegamos a ser hijos de Dios. Ahora que somos hijos de Dios, somos los componentes de la iglesia, el Cuerpo de Cristo. Puesto que nosotros, como hijos de Dios, somos miembros de Cristo, [1 Tesalonicenses] 1:1 no sólo dice que la iglesia está en Dios el Padre, sino que también dice que la iglesia está en el Señor Jesucristo.
Los versículos del Nuevo Testamento son tomados de la Versión Recobro del Nuevo Testamento y los versículos del Antiguo Testamento, de la versión Reina Valera 1960. Las "Palabras del ministerio" provienen de Estudio-vida de 1 Tesalonicenses, escrito por Witness Lee, mensaje 1, págs. 3-4. Ambos son publicados por Living Stream Ministry, Anaheim, CA.
 
Re: Meditaciones

UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
15. de junio

Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. Mateo 18:20.

El versículo anterior (19), contiene una maravillosa promesa de contestación a la oración, pero es una promesa condicional. Debe haber por lo menos dos, y estos dos deben estar de acuerdo. ¿Por qué es contestada su oración? Porque estos dos o tres, están “congregados en mí nombre”. Esto significa que no sólo se encuentran sino que “están congregados” (voz pasiva). Esta diferenciación es importante. Estar congregados no es meramente reunirse por impulso de nuestra voluntad, sino involucra el ser movidos por el Espíritu de Dios. Los que son congregados, no lo hacen para tratar sus propios asuntos, sino teniendo una preocupación común por los asuntos del Señor. Es precisamente esto que los une en El, en su nombre, y cuando esto ocurre, Jesús dice: “Yo estoy en medio de ellos”, dirigiendo, revelando, iluminando. ¡Alabado sea el Señor, esto no es sólo una promesa, sino la afirmación de un hecho!
¡¡¡Jesús es el Señor!!!

Invocar el nombre del Señor de una manera apropiada
Romanos 10:13 Porque “Todo aquel que invoque el nombre del Señor, será salvo”
Gálatas 4:6 Y por cuanto sois hijos, Dios envió a nuestros corazones el Espíritu de Su Hijo, el cual clama: ¡Abba Padre!

Es muy significativo que en [1 Tesalonicenses] 1:1 Pablo inserte el título “Padre” después de “Dios” y el título “Señor” antes de “Jesucristo”. No es suficiente hablar de Dios ni de Jesucristo. Más bien, debemos decir que Dios es nuestro Padre y que Jesucristo es nuestro Señor. Si Jesucristo no es nuestro Señor, no tenemos nada que ver con Él de una manera práctica. Pero cuando Jesucristo llega a ser nuestro Señor, esto significa que estamos en Él, que estamos orgánicamente unidos a Él.
Cuando invocamos el nombre del Señor Jesús, no sólo debemos decir "Jesús"; debemos decir, "Señor Jesús". En vez de decir: "Jesús, te amo", es mejor decir: "Señor Jesús, te amo". ¡Cuán dulce es invocar el nombre del Señor de esta manera!
Hay cristianos que les gusta decir: "¡Gloria a Dios!" Pero en el Nuevo Testamento se hace énfasis en alabar a Dios el Padre. Debemos darnos cuenta de que para nosotros hoy en día Dios es nuestro Padre y Jesús es nuestro Señor. Según 1 Corintios 12:3, cuando decimos: "Señor Jesús", estamos en el Espíritu. Esto indica que el Espíritu honra el que se invoque debidamente al Señor Jesús. Muchos de nosotros podemos testificar que cuando invocamos: "Señor Jesús", sentimos por dentro la unción del Espíritu. Lo mismo es cierto cuando decimos: "Abba, Padre". Si solamente invocamos a Dios, a Elohim, no sentimos mucha unción. Pero cuando clamamos: "Abba Padre", experimentamos la unción.
Los versículos del Nuevo Testamento son tomados de la Versión Recobro del Nuevo Testamento y los versículos del Antiguo Testamento, de la versión Reina Valera 1960. Las "Palabras del ministerio" provienen de Estudio-vida de 1 Tesalonicenses, escrito por Witness Lee, mensaje 1, pág. 4. Ambos son publicados por Living Stream Ministry, Anaheim, CA.
 
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UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
16. de junio

Los verdaderos adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Juan 4:23.

El decálogo se inicia con la demanda de Dios que exige adoración exclusiva. Esta experiencia de la voluntad de Dios no es sólo un mandamiento, sino también su deseo. Si por una parte los diez mandamientos nos muestran aquello que produce gozo al Señor, las tentaciones del desierto nos indican claramente qué es lo que trae satisfacción a Satanás. En ambos casos se trata de la adoración, de manera que hay una cosa que tanto Dios como Satanás quieren. Por ella podemos satisfacer al cielo o al infierno. La adoración no tiene precio. Todo el propósito de Satanás consiste en robarle a Dios la adoración que a El le corresponde, enredando a su pueblo en alguna clase de idolatría. La idolatría exige que haya otro, aparte de Dios, que es digno de adoración. Nuestro privilegio es contrarrestarla de manera de ofrecer la adoración en forma exclusiva a Dios.
¡¡¡Jesús es el Señor!!!

La obra de fe, el trabajo de amor y la perseverancia en la esperanza (1)

1 Tesalonicenses 1:3 Acordándonos sin cesar delante del Dios y Padre nuestro de vuestra obra de fe, de vuestro trabajo de amor y de vuestra perseverancia en la esperanza en nuestro Señor Jesucristo.

[Parte 1 de 2]
Nuestra obra es nuestra fe. Tanto la fuerza con la que trabajamos, como la naturaleza de nuestra obra debe ser la fe. Nuestra obra cristiana debe estar constituida de la naturaleza de la fe, no de la naturaleza del conocimiento, habilidad o poder humanos. La obra puede ser algo no muy profundo y que no es muy difícil. El trabajo, en cambio, es más profundo y más difícil que la obra. Cuando hacemos una obra que es difícil de realizar, eso es un trabajo. Este trabajo debe ser de amor. El amor es la motivación y la característica de nuestro trabajo cristiano. Esto significa que el amor es la expresión. Nuestra obra cristiana con el tiempo llega a ser un trabajo, algo que es más profundo y más difícil de realizar. Para este trabajo, la fe sola no es suficiente; también necesitamos amor, un amor perdurable.
El criar hijos es un buen ejemplo de lo que es un trabajo de amor. Las madres saben que cuidar un niño es un trabajo, no meramente una obra. Después de dar a luz, una nueva madre sentirá un tierno amor para con su bebé. Por algún tiempo, ella laborará alegremente para cuidar del niño. Sin embargo, con el tiempo, esa tarea llegará a ser un trabajo que la presionará y la agotará. Sin ese amor, ella no podría sobrellevar la carga de cuidar de su hijo al pasar los años. Este amor la motiva a cuidar a su hijo. Este amor es también la característica, la expresión, de su trabajo. Esto muestra que en la vida cristiana, primero tenemos una obra de fe, y luego, esta obra llega a ser un trabajo de amor.
Los versículos del Nuevo Testamento son tomados de la Versión Recobro del Nuevo Testamento y los versículos del Antiguo Testamento, de la versión Reina Valera 1960. Las "Palabras del ministerio" provienen de Estudio-vida de 1 Tesalonicenses, escrito por Witness Lee, mensaje 1, págs. 5-6. Ambos son publicados por Living Stream Ministry, Anaheim, CA.
 
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UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
17. de junio

Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. Juan 17:3.

Los hombres rechazan a Cristo, no por lo que El dijo, sino en base a lo que El era. También son invitados a creer en lo que El es y quién es, antes de creer en lo que ha hecho. “El que tiene al Hijo tiene la vida”. La apreciación de su obra debe venir, pero el corazón de todo radica en tener o no al Hijo de Dios, y no en comprender todo el plan de la salvación. La primera condición de la salvación no es conocimiento, sino un encuentro con Cristo.
Hay personas acerca de quienes podríamos pensar que se convirtieron por medio de Escrituras inadecuadas. Sus corazones fueron tocados por versículos que ha nuestro entender, no explican la salvación, y hasta podemos llegar a sentir que sobre esa base no pueden haberse convertido realmente. Yo solía desear que aquellos a quienes conducía a Cristo se salvaran en base a algún versículo como Juan 3:16, pero he llegado a comprender que todo lo que se requiere para el paso inicial es que se produzca un contacto personal con Dios. En consecuencia, no importa qué Escrituras Dios elige utilizar para ese primer paso vital.
¡¡¡Jesús es el Señor!!!

La obra de fe, el trabajo de amor y la perseverancia en la esperanza (1)

1 Tesalonicenses 1:3 Acordándonos sin cesar delante del Dios y Padre nuestro de vuestra obra de fe, de vuestro trabajo de amor y de vuestra perseverancia en la esperanza en nuestro Señor Jesucristo.

Nuestra obra es nuestra fe. Tanto la fuerza con la que trabajamos, como la naturaleza de nuestra obra debe ser la fe. Nuestra obra cristiana debe estar constituida de la naturaleza de la fe, no de la naturaleza del conocimiento, habilidad o poder humanos. La obra puede ser algo no muy profundo y que no es muy difícil. El trabajo, en cambio, es más profundo y más difícil que la obra. Cuando hacemos una obra que es difícil de realizar, eso es un trabajo. Este trabajo debe ser de amor. El amor es la motivación y la característica de nuestro trabajo cristiano. Esto significa que el amor es la expresión. Nuestra obra cristiana con el tiempo llega a ser un trabajo, algo que es más profundo y más difícil de realizar. Para este trabajo, la fe sola no es suficiente; también necesitamos amor, un amor perdurable.
El criar hijos es un buen ejemplo de lo que es un trabajo de amor. Las madres saben que cuidar un niño es un trabajo, no meramente una obra. Después de dar a luz, una nueva madre sentirá un tierno amor para con su bebé. Por algún tiempo, ella laborará alegremente para cuidar del niño. Sin embargo, con el tiempo, esa tarea llegará a ser un trabajo que la presionará y la agotará. Sin ese amor, ella no podría sobrellevar la carga de cuidar de su hijo al pasar los años. Este amor la motiva a cuidar a su hijo. Este amor es también la característica, la expresión, de su trabajo. Esto muestra que en la vida cristiana, primero tenemos una obra de fe, y luego, esta obra llega a ser un trabajo de amor.

La obra de fe, el trabajo de amor y la perseverancia en la esperanza (2)
1 Tesalonicenses 1:3 Acordándonos sin cesar delante del Dios y Padre nuestro de vuestra obra de fe, de vuestro trabajo de amor y de vuestra perseverancia en la esperanza en nuestro Señor Jesucristo.
Romanos 8:25 Pero si esperamos lo que no vemos, con perseverancia y anhelo lo aguardamos.

De la obra de fe y del trabajo de amor avanzamos a la perseverancia en la esperanza. La esperanza es la fuente de la perseverancia. Todas las madres saben que para cuidar a los niños se requiere perseverancia. Se requiere perseverancia para que una madre soporte todos los problemas que acompañan la crianza de los hijos.
En la vida de iglesia, así como en la vida de familia, todos necesitamos perseverancia. Debemos ser entrenados, educados, primero para obrar, luego para trabajar y finalmente para perseverar. Un apóstol es uno que persevera. Mientras él tenga perseverancia, está calificado para ser un apóstol. En 2 Corintios podemos ver la perseverancia del apóstol Pablo. Tal perseverancia es el coronamiento de nuestro trabajo. Ancianos, la perseverancia es el coronamiento de la función de anciano. Asimismo, en la obra de pastorear a otros, la perseverancia es crucial. Si vamos a tener éxito en el pastoreo de los santos, debemos ejercer la perseverancia. La perseverancia supone sufrimientos, no disfrute. El pastoreo siempre va acompañado de una cantidad de sufrimientos.
En 1:3 Pablo habla de la perseverancia en la esperanza de nuestro Señor Jesucristo. Esta perseverancia proviene de la esperanza en la venida del Señor, o de la esperanza en el Señor que viene. La esperanza es la fuente de la perseverancia.

Los versículos del Nuevo Testamento son tomados de la Versión Recobro del Nuevo Testamento y los versículos del Antiguo Testamento, de la versión Reina Valera 1960. Las "Palabras del ministerio" provienen de Estudio-vida de 1 Tesalonicenses, escrito por Witness Lee, mensaje 1, pág. 6. Ambos son publicados por Living Stream Ministry, Anaheim, CA.
 
Re: Meditaciones

UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
18. de junio

Si uno murió por todos, luego todos murieron. II Corintios 5:14.

¿Por qué dice Dios que debemos considerarnos muertos? Porque estamos muertos. Suponiendo que tengo mil pesos en mi bolsillo, ¿Qué es lo que anoto en mi libreta de cuentas? ¿Puedo anotar novecientos? O ¿mil cien pesos? No. Sólo puedo anotar en mi libreta lo que realmente tengo, ni más ni menos. La contaduría consiste en el registro de realidades no de fantasías. Dios no podría pedirme que anote en mi libro de cuentas lo que no es cierto. No puede pedirme que me considere muerto si aun estoy vivo. Para este tipo de gimnasia mental la palabra “contaos” sería totalmente inadecuada.
Dios nos pide que hagamos la cuenta; que anotemos: “He muerto”, y luego aferrarnos a ello. ¿Por qué? Porque es un hecho. Cuando el Señor Jesús estaba en la cruz, yo estaba allí, en Él. Por tanto lo cuento como un hecho veraz. Me considero muerto al pecado, pero vivo para Dios en Cristo Jesús.

¡¡¡Jesús es el Señor!!!

Vivir a Cristo para el evangelio
1 Tesalonicenses 1:5 Pues nuestro evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo y en plena certidumbre, como bien sabéis que clase de personas fuimos entre vosotros por amor a de vosotros.
Hechos 20:18 Cuando vinieron a él, les dijo: Vosotros sabéis cómo me he comportado entre vosotros todo el tiempo, desde el primer día que puse pie en Asia.
Los apóstoles no sólo predicaban el evangelio, sino que también lo vivían. Ministraban el evangelio no sólo en palabras, sino también con una vida que exhibía el poder de Dios, una vida en el Espíritu Santo y en la certidumbre de su fe. Ellos eran el modelo de las buenas noticias que divulgaban.
En el versículo 5, el “poder”, “el Espíritu Santo” y la “plena certidumbre” están enlazadas con las palabras “qué clase de personas fuimos entre vosotros por amor de vosotros”. Este versículo revela que si deseamos predicar el evangelio con poder, en el Espíritu Santo y con mucha certidumbre, debemos llevar una vida que corresponda a esta clase de predicación del evangelio. Nuestra forma de vivir debe corresponder al poder, al Espíritu Santo y la certidumbre.
Una persona descuidada, una que no vive a Cristo, no puede predicar el evangelio con poder, en el Espíritu Santo y con plena certidumbre. Para predicar el evangelio de esta manera se necesita que primero vivamos a Cristo y que llevemos una vida que corresponda al poder, al Espíritu Santo y a la certidumbre. En otras palabras, el poder, el Espíritu Santo y la certidumbre requieren cierta manera de vida. Sin un vivir apropiado, no tendremos el poder, el Espíritu Santo ni la certidumbre en nuestra predicación del evangelio, porque nuestra manera de vivir no corresponderán con estas características.
 
Re: Meditaciones

UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
19. de junio

Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor. Apocalipsis 1:10.

¿Quién esta calificado para estudiar el Apocalipsis? La respuesta la encontramos en la propia experiencia de Juan. Su primera visión no fue de hechos futuros, sino del mismo Cristo Jesús. Juan, quien se había recostado sobre el pecho del Señor, debía tener una visión de su eterno Señor que lo derribara en tierra. Recién después de esto se le podrían mostrar las cosas que “han de venir”. Nadie está calificado para estudiar lo que sigue, si no ha visto primero lo que Juan vio, pues sólo de esta manera estará equipado para el conflicto.
Con anterioridad Juan había conocido el amor del Señor. Ahora contemplaba su majestad. Antes lo conocía como el Salvador compasivo; ahora como el Rey glorioso. A no ser que tengamos primero una experiencia como ésta, habiéndolo visto y caído “como muerto a sus pies”, el conocimiento de hechos futuros sólo servirá para estimular nuestra curiosidad y envanecernos, produciendo eventualmente confusión, y aún incredulidad. Este libro proclama la batalla del Señor. Declara la guerra contra todo lo que desafía a su reino. Por tanto su meta es mostrarnos a Cristo Jesús, como Rey sobre el trono. Sólo una visión como esta produce verdaderos guerreros.

¡¡¡Jesús es el Señor!!!
La razón por la cual servimos al Señor
Juan 21:16 ...Sí, Señor, Tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea Mis ovejas.
2 Corintios 5:14-15 Porque el amor de Cristo nos constriñe... y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para Aquel que murió por ellos y fue resucitado.
He escuchado muchas veces que debemos hacer el bien y devolver la gracia de Dios. Esta palabra es muy contradictoria. Si hay devolución, no hay gracia. Y si hay gracia, no hay necesidad de devolver. Gracias al Señor que en todo el Nuevo Testamento nunca se habla de devolver algo. Es verdad que los cristianos debemos hacer buenas obras. ¿Pero por qué debemos tener buenas obras? ¿Por qué debemos sufrir por el Señor? ¿Por qué debemos soportar el vituperio? ¿Por qué servimos al Señor?
Así como el Señor ha tratado con nosotros en amor, así tratamos con el Señor en amor; pero aquí no hay ninguna idea de negociar. No es que Dios me da mucho y yo a cambio doy mucho. Por causa de que Él me ha amado, yo no puedo evitar amarlo; puesto que Él me amó, fue crucificado por mí; y puesto que yo lo amo, por Él llevo la cruz voluntariamente. Lo que Él me ha dado me lo ha dado gratuitamente, y lo que yo le doy también se lo doy gratuitamente. Si hoy obramos, servimos al Señor, sufrimos vituperio, o llevamos la cruz, no es porque queremos devolver Su gracia; es porque lo amamos. El amor con el cual nos amó nos ha agarrado, capturado nuestros corazones y constreñido para servirle.
Los versículos del Nuevo Testamento son tomados de la Versión Recobro del Nuevo Testamento. "Palabras del ministerio" proviene de El evangelio de Dios, escrito por Watchman Nee, págs. 59-60. Ambos son publicados por Living Stream Ministry, Anaheim, CA.