"Y hablaron contra Dios, Diciendo: ¿Podrá poner mesa en el desierto? He aquí ha herido la peña, y brotaron aguas, y torrentes inundaron la tierra.. Salmo 78:19,20
UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
1°. de febrero
Estad siempre gozosos. 1. Tesalonicenses 5: 16.
¿Cómo es posible esto? ¿Cómo podemos gozamos en medio de dificultades? ¿De dónde proviene el gozo? No lo podemos fabricar. Si no lo tenemos, de hecho no lo tenemos. En otro de sus escritos Pablo nos revela su secreto. Hemos de gozarnos en el Señor. Hemos de vivir por el gozo de aquel que donde tú y yo hubiéramos desmayado “se regocijó en espíritu” con aquellas palabras victoriosas:
“Padre, porque así te agradó” (Lucas 10:21). Su gozo es el tuyo. Aprendamos a vivir por El, superando nuestros problemas. Cuando te sientas tentado a languidecer, mira hacia arriba y pregunta si ha perdido el Señor su gozo hoy. Sólo si El ha perdido su gozo, puedo resignarme a perder el mío. No se trata tanto de mi gozo, sino del Suyo. El gozo del Señor es tu fortaleza.
¡Jesús es el Señor!
2. de febrero
Oh, si me dieras bendición... y me libraras de mal, para que no me dañe. 1 Crónicas 4:10.
Una vida de bendición debe ser la vida normal de un cristiano. Su preocupación principal debe ser el no obstruir de ninguna manera la corriente de bendición. Si se detiene es porque hay una causa y la explicación no ha de buscarse en cosas externas. En una ocasión observé que un creyente estaba en desavenencia con otro. Le oí protestar que él tenía razón y en efecto no había nada malo en su proceder, en lo que había dicho y lo que había hecho. Pero pensé para mí mismo: “Hermano, puedes estar totalmente en lo correcto, pero si tu corrección está huérfana de la bendición del Señor, ¿de qué vale?” En la obra del Señor, todo fracasa si la bendición de Dios desaparece. Si estamos determinados a disfrutar del favor de Dios, encontraremos que hay limitaciones a las palabras que podemos decir, y a toda la conducta de nuestra vida. La corrección no es nuestra meta. La prueba a que sometemos nuestras acciones no debe ser, “¿son correctas o incorrectas?”, sino siempre, “¿reposa la bendición divina sobre ellas?”
¡Jesús es el Señor!
3. de febrero
¿No era Esaú hermano de Jacob?, dice Jehová. Y amé a Jacob. Malaquías 1:2.
Dios ha dicho, en efecto: “A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí” (Ro. 9:13), y Dios bendice a quien ama. Este es un tema muy solemne. David falló, y Abraham se equivocó; Isaac era débil y Jacob astuto; sin embargo la bendición de Dios estuvo sobre todos ellos. Quizás tú seas una persona mucho mejor que Jacob, pero sin el favor divino, ¿dónde estás? Aprende a tener en alta estima la bendición y a mirar con sospecha todo lo que podría hacerte perderla. Quizás has sido tentado a despreciar a un hermano que es menos dotado que tú, y que sin embargo es bendecido por el Señor. Tú has hecho vez tras vez lo correcto y no obstante su bendición ha sido retenida. ¿Te atreves a decir que Dios se ha equivocado? Tengamos cuidado de no ofendernos por las acciones de Dios. Envidiar la vocación de otro hombre puede traer el desastre a tu ministerio. Nuestro fruto para Dios depende de sus bendiciones, pero es muy fácil detener su corriente por medio de nuestras palabras, actitudes y opiniones. Confiemos en el Señor para que trate con nosotros de tal manera que sin su bendición: ¡no podamos vivir!
¡Jesús es el Señor!
4. de febrero
Lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es. 1 Corintios 1:28.
La cruz es el gran medio nivelador del universo. Nos lleva a todos al punto cero. Ofrece a toda la humanidad un nuevo comienzo. La diferencia entre un cristiano que crece rápidamente y uno que lo hace lentamente, radica en la fidelidad y obediencia, pero nunca en algo que posee por naturaleza. Hay muchas cosas demasiado fuertes e imponentes para que Dios las pueda utilizar. En cambio, El no sólo elige las cosas débiles y despreciadas Sino que va más allá. Pareciera que el apóstol se siente incapaz de expresar las cosas tan débiles y despreciables a los ojos de los hombres, que Dios elige utilizar. Las resume en una frase llamativa: “lo que no es”.
¿Encuadras tú en esta categoría? No desesperes. Lejos de estar en desventaja con los demás, puede que estés en mejor posición que otros. Por lo menos, ya has llegado al punto cero, y no tienes mucho que recorrer para llegar al punto inicial de Dios. Cree sencillamente, y obedece.
¡Jesús es el Señor!
5. de febrero
Abraham oró a Dios; y Dios sanó a Abimelec y a su mujer y a sus siervas, y tuvieron hijos. Genesis 20:17,
Una evidencia notable de la vida espiritual de este hombre es que podia orar para que les sean dados hijos a otros mientras sus oraciones para su propia esposa quedaban sin respuesta. Intercedió por Abimelec, y Dios lo oyó.
Es difícil comprender por qué Abraham recurrió a esa media mentira acerca de que Sara era su hermana, especialmente en vista de la profunda comunión que acababa de experimentar. En esta ocasión, nos hace saber que el arreglo que había sido acordado con Sara se remontaba a los tiempos en que estaban en Mesopotamia. Alguna raiz de incredulidad había quedado escondida a través de todos estos años, y ahora finalmente salió a la a superficie. Al principio de su peregrinación Abraham parece haber temido que sería separado de Sara. Sin embargo, para este tiempo, ya tendría que haberse dado cuenta que Dios asumía la responsabilidad plena de que esto no ocurriera.
Finalmente aquí en Gerar, el temor escondido salió a la luz y fue condenado, dejandolo a Abraham en libertad para orar por otros. Ya no oraba por Sara, pues no tenía necesidad de hacerlo. Inmediatamente después fue concebido Isaac.
¡Jesús es el Señor!
UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
1°. de febrero
Estad siempre gozosos. 1. Tesalonicenses 5: 16.
¿Cómo es posible esto? ¿Cómo podemos gozamos en medio de dificultades? ¿De dónde proviene el gozo? No lo podemos fabricar. Si no lo tenemos, de hecho no lo tenemos. En otro de sus escritos Pablo nos revela su secreto. Hemos de gozarnos en el Señor. Hemos de vivir por el gozo de aquel que donde tú y yo hubiéramos desmayado “se regocijó en espíritu” con aquellas palabras victoriosas:
“Padre, porque así te agradó” (Lucas 10:21). Su gozo es el tuyo. Aprendamos a vivir por El, superando nuestros problemas. Cuando te sientas tentado a languidecer, mira hacia arriba y pregunta si ha perdido el Señor su gozo hoy. Sólo si El ha perdido su gozo, puedo resignarme a perder el mío. No se trata tanto de mi gozo, sino del Suyo. El gozo del Señor es tu fortaleza.
¡Jesús es el Señor!
2. de febrero
Oh, si me dieras bendición... y me libraras de mal, para que no me dañe. 1 Crónicas 4:10.
Una vida de bendición debe ser la vida normal de un cristiano. Su preocupación principal debe ser el no obstruir de ninguna manera la corriente de bendición. Si se detiene es porque hay una causa y la explicación no ha de buscarse en cosas externas. En una ocasión observé que un creyente estaba en desavenencia con otro. Le oí protestar que él tenía razón y en efecto no había nada malo en su proceder, en lo que había dicho y lo que había hecho. Pero pensé para mí mismo: “Hermano, puedes estar totalmente en lo correcto, pero si tu corrección está huérfana de la bendición del Señor, ¿de qué vale?” En la obra del Señor, todo fracasa si la bendición de Dios desaparece. Si estamos determinados a disfrutar del favor de Dios, encontraremos que hay limitaciones a las palabras que podemos decir, y a toda la conducta de nuestra vida. La corrección no es nuestra meta. La prueba a que sometemos nuestras acciones no debe ser, “¿son correctas o incorrectas?”, sino siempre, “¿reposa la bendición divina sobre ellas?”
¡Jesús es el Señor!
3. de febrero
¿No era Esaú hermano de Jacob?, dice Jehová. Y amé a Jacob. Malaquías 1:2.
Dios ha dicho, en efecto: “A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí” (Ro. 9:13), y Dios bendice a quien ama. Este es un tema muy solemne. David falló, y Abraham se equivocó; Isaac era débil y Jacob astuto; sin embargo la bendición de Dios estuvo sobre todos ellos. Quizás tú seas una persona mucho mejor que Jacob, pero sin el favor divino, ¿dónde estás? Aprende a tener en alta estima la bendición y a mirar con sospecha todo lo que podría hacerte perderla. Quizás has sido tentado a despreciar a un hermano que es menos dotado que tú, y que sin embargo es bendecido por el Señor. Tú has hecho vez tras vez lo correcto y no obstante su bendición ha sido retenida. ¿Te atreves a decir que Dios se ha equivocado? Tengamos cuidado de no ofendernos por las acciones de Dios. Envidiar la vocación de otro hombre puede traer el desastre a tu ministerio. Nuestro fruto para Dios depende de sus bendiciones, pero es muy fácil detener su corriente por medio de nuestras palabras, actitudes y opiniones. Confiemos en el Señor para que trate con nosotros de tal manera que sin su bendición: ¡no podamos vivir!
¡Jesús es el Señor!
4. de febrero
Lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es. 1 Corintios 1:28.
La cruz es el gran medio nivelador del universo. Nos lleva a todos al punto cero. Ofrece a toda la humanidad un nuevo comienzo. La diferencia entre un cristiano que crece rápidamente y uno que lo hace lentamente, radica en la fidelidad y obediencia, pero nunca en algo que posee por naturaleza. Hay muchas cosas demasiado fuertes e imponentes para que Dios las pueda utilizar. En cambio, El no sólo elige las cosas débiles y despreciadas Sino que va más allá. Pareciera que el apóstol se siente incapaz de expresar las cosas tan débiles y despreciables a los ojos de los hombres, que Dios elige utilizar. Las resume en una frase llamativa: “lo que no es”.
¿Encuadras tú en esta categoría? No desesperes. Lejos de estar en desventaja con los demás, puede que estés en mejor posición que otros. Por lo menos, ya has llegado al punto cero, y no tienes mucho que recorrer para llegar al punto inicial de Dios. Cree sencillamente, y obedece.
¡Jesús es el Señor!
5. de febrero
Abraham oró a Dios; y Dios sanó a Abimelec y a su mujer y a sus siervas, y tuvieron hijos. Genesis 20:17,
Una evidencia notable de la vida espiritual de este hombre es que podia orar para que les sean dados hijos a otros mientras sus oraciones para su propia esposa quedaban sin respuesta. Intercedió por Abimelec, y Dios lo oyó.
Es difícil comprender por qué Abraham recurrió a esa media mentira acerca de que Sara era su hermana, especialmente en vista de la profunda comunión que acababa de experimentar. En esta ocasión, nos hace saber que el arreglo que había sido acordado con Sara se remontaba a los tiempos en que estaban en Mesopotamia. Alguna raiz de incredulidad había quedado escondida a través de todos estos años, y ahora finalmente salió a la a superficie. Al principio de su peregrinación Abraham parece haber temido que sería separado de Sara. Sin embargo, para este tiempo, ya tendría que haberse dado cuenta que Dios asumía la responsabilidad plena de que esto no ocurriera.
Finalmente aquí en Gerar, el temor escondido salió a la luz y fue condenado, dejandolo a Abraham en libertad para orar por otros. Ya no oraba por Sara, pues no tenía necesidad de hacerlo. Inmediatamente después fue concebido Isaac.
¡Jesús es el Señor!