Pruebas de la existencia después de la Muerte:
Heb 11:4 Por fe Abel presentó a DIOS una ofrenda mejor que Caín, por medio de la cual recibió aprobación de que era justo, habiendo dado DIOS testimonio de sus ofrendas y, muerto, aún habla por medio de ella.
Con la ofrenda dada, Abel, ¨muerto¨, aún hablaba por ella debajo del sol.
Heb 11:19 considerando que DIOS es poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también lo volvió a recibir.
Así como Abel, hombre de fe, DIOS recibió (ver pasado) a Abraham, cuya muerte lo llama el Espíritu Santo: sentido figurado.
Ambos, Abel y Abraham (entre muchos), se convirtieron en Primicias, ayer (para nosotros en el tiempo), en acción:
Mat 12:29 ¿O cómo puede alguno entrar en la casa del fuerte y saquear sus bienes, si primero no ata al fuerte? Y entonces saqueará su casa.
Pues, Cristo, Poderoso en quitar el poder a la Muerte, de aquellos que se encontraba cautivos, tanto en la vida terrenal (sanación de un endemoniado ciego y mudo), como de aquellos en el Seol, entra a ese lugar, ata al fuerte (Muerte) y ¨saquea sus bienes¨. Cómo LO HIZO?
Sal 107:20 Envió su palabra y los sanó, Y los libró de sus sepulcros.
Con el LOGOS.
Los que estaban dentro del lugar, oyeron su VOZ y le conocía, y salieron porque ese Redil, llamado Primicias, conoce el sonido de su Pastor:
Mat 8:8 Pero el centurión, respondiendo, dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo, tan solo pronuncia una palabra y mi criado será sanado,
Porque la Palabra de Cristo posee Autoridad tanto en el Cielo como en la Tierra.
Asimismo, los de Cristo FUIMOS resucitados en tierra para recibir una herencia en los Cielos:
Col 3:1 Puesto que fuisteis resucitados juntamente con CRISTO, buscad las cosas de arriba, donde está sentado CRISTO a la diestra de DIOS.
Col 3:2 Pensad en las cosas de arriba, no en las de la tierra.
Col 3:3 Porque moristeis, y vuestra vida ha sido escondida con CRISTO en DIOS.
Cuánto más en el Cielo:
Col 3:24 sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia: a CRISTO el Señor servís;