EL MANTO DE ELÍAS EN LAS MANOS DE ELISEO
CONFERENCIA DE MÉRIDA ONLINE
Por Don Samuel Rojas
Como se ha anunciado, nos estamos basando en la porción de 2Reyes 2:6-15
El manto de Elías es mencionado en 4 pasajes:
1Re 19:13 Y cuando lo oyó Elías, cubrió su rostro con su manto, y salió, y se puso a la puerta de la cueva. Y he aquí vino a él una voz, diciendo: ¿Qué haces aquí, Elías?
Es la primera ocasión cuando él lo usa para cubrir su rostro ante la presencia de Jehová. Salir de la cueva de la desanimación y pararse en la entrada de la cueva para un encuentro con su Dios, después de escuchar el silbo apacible y delicado.
En ese mismo capítulo está la segunda mención, cuando el echó su manto sobre Eliseo:
1Re 19:19 Partiendo él de allí, halló a Eliseo hijo de Safat, que araba con doce yuntas delante de sí, y él tenía la última. Y pasando Elías por delante de él, echó sobre él su manto.
Enviado por Dios, instruido por Dios, él fue a llar a Eliseo para que se uniera a él, se enyugara con él y, con el tiempo, llegar a ocupar el lugar de él, en el servicio público de Dios a la nación de Israel.
La tercera mención la encontramos aquí:
2Re 2:8 Tomando entonces Elías su manto, lo dobló, y golpeó las aguas, las cuales se apartaron a uno y a otro lado, y pasaron ambos por lo seco.
Elías junto con Eliseo se paran frente al río Jordán, entonces Elías toma su manto, lo dobla y golpea las aguas.
Y las aguas se abren y ellos cruzan en seco.
Y, por último, después del arrebatamiento de Elías, el manto de Elías es tomado por Eliseo y cuando regresa de nuevo a la tierra de Canaán, él dobla igualmente el manto como Elías lo había hecho, y golpea las aguas igualmente invocando el nombre de Dios:
¿DÓNDE ESTÁ EL DIOS DE ELÍAS?
Y se experimenta el mismo efecto, el mismo portento que Elías había experimentado, antes de su arrebatamiento.
El río Jordán se abre y él cruza y los hijos de los profetas que está observando, concluyen que el espíritu de Elías había venido a Eliseo.
La primera mención tiene que ver con:
- “LA RESTAURACIÓN EMOCIONAL”
1Re 19:13 Y cuando lo oyó Elías, cubrió su rostro con su manto, y salió, y se puso a la puerta de la cueva. Y he aquí vino a él una voz, diciendo: ¿Qué haces aquí, Elías?
Necesitamos ser restaurados. Elías estaba desanimado, deseando morir, que Dios le diera la muerte. Pero Dios restaura al profeta y le da una comisión.
Todavía no ha terminado su servicio antes del arrebatamiento y él no lo sabía.
Había otros deberes que cumplir.
Otras acciones que realizar en su ministerio.
En el segundo caso, encontramos el relevo generacional:
1Re 19:19 Partiendo él de allí, halló a Eliseo hijo de Safat, que araba con doce yuntas delante de sí, y él tenía la última. Y pasando Elías por delante de él, echó sobre él su manto.
Guiado por Dios, Elías se consagra a formar su relevo, así como el apóstol Pablo lo hizo con varios, especialmente con Timoteo.
Vemos allí claramente el relevo generacional, el echó su manto sobre Eliseo. Esa acción tiene mucho significado. Es el llamado de Eliseo para tomar el lugar y exhibir el carácter y actuar en el espíritu del dueño de ese manto.
Eliseo lo entendió así. Sus instintos espirituales comprendieron e interpretaron bien este acto.
Inmediatamente dejó los bueyes y siguió a Elías.
Elías dejó a Eliseo enteramente bajo su propia responsabilidad.
Cuando Eliseo le habló, Elías le dijo: “Vaya, haga lo que está pensando… ¿Qué te he hecho yo?”
Su servicio a Dios no era por fuerza, no era obligado. Tenía que ser no bajo presión, sino libremente en su consagración para el servicio a Dios.
En el tercer caso es la reafirmación ministerial:
- “LA REAFIRMACIÓN MINISTERIAL”
2Re 2:8 Tomando entonces Elías su manto, lo dobló, y golpeó las aguas, las cuales se apartaron a uno y a otro lado, y pasaron ambos por lo seco.
Dios confirma por este mismo portento, el ministerio público de Elías, que él es el hombre de Dios, y abre el Jordán, reafirmando el poder de él, la presencia de Dios en este hombre, en su ministerio.
Pero quiero enfatizar el manto de Elías en las manos de Eliseo. Y allí vemos una reproducción experimental post generacional. Una siguiente generación en la Obra de Dios, en la causa de Dios, experimentando el mismo poder de Dios que experimentó la generación anterior.
Y eso queremos verlo.
Estamos en tiempos críticos. Esta generación ha tenido que enfrentar una prueba, unas circunstancias que generaciones anteriores en las asambleas no habían enfrentado.
No hay antecedentes, en la historia de las asambleas, en este siglo moderno, parecidos a estas circunstancias.
¿Y cómo va a reaccionar la generación posterior?
Anhelamos, oramos, queremos ver esta reproducción en la experiencia de las nuevas generaciones.
Elías aprendió en el monte Horeb, que él no era el único. Dios no pierde el control, puede ser desconocido para nosotros, pero Dios tiene su hombre y sus hombres y sus mujeres que son fieles a él. Que no han doblado sus rodillas al desvío, a la corrupción moral, a la apostasía que hay en el mundo y que había en Israel en ese tiempo. Dios no ha perdido el control.
Dios no se ha olvidado de su pueblo, y estamos confiando en él, que él tiene los hombres y las mujeres que sí quieren hacer las cosas bien, que si quieren seguir las sendas antiguas; que, si quieren ver en su vida reproducida las evidencias del poder y de la bendición de Dios y de la gracia de Dios, que han visto, que han experimentado generaciones anteriores.
Consideremos tres cosas en cuanto esto.
- El aprendizaje de Eliseo, porque aquí en este capítulo 2 del segundo libro de los reyes, el anduvo pegado, unido, no quiso separarse, del hombre que iba a ser arrebatado, iba a ser tomado arriba al cielo y estuvo con él visitando a Gilgal, visitó a Bethel, visitaron a Jericó y también fueron al Jordán, Dios le indicó a Elías que fuera a estos sitios
- y ahí vemos el entrenamiento final del relevo generacional. Toda generación que va a relevar a otra, que va a experimentar ver reproducido en ellos el poder y la bendición de Dios, tiene que pasar por este mismo entrenamiento, tiene que tener este mismo aprendizaje y aspiración. Porque Elías lo reta: “Pídeme lo que tu quieras antes que sea quitado de ti” y Eliseo respondió: “Una doble porción de tu espíritu”- “Cosa difícil has pedido”- respondió. Y le pone una condición: “Si me vieres cuando yo sea quitado de ti, te será hecho, si no, no”. La aspiración de Eliseo.
- Y. Por último, la autoridad, las evidencias del llamado, del poder y del respaldo del cielo en su vida. Gilgal había sido el sitio donde rodó la carne y el centro de campaña de la conquista de Canaán en el libro de Josué. Muy importante, pero cuando visitaron a Gilgal, este lugar había perdido ese honor, ya no era el mismo, todo lo contrario, la nación, el pueblo, no estaba juzgando la carnalidad, no estaba experimentando el poder emancipador de Dios. Estaban totalmente ligados a la corrupción moral y espiritual de aquel tiempo. El rey Acab y sus descendientes gobernando y qué días más negros, más trágicos, eran aquellos. Tenemos que aprender eso. La “cristiandad profesante”, los que se llaman “cristianos” no están juzgando el pecado. Triste y trágicamente, la mayoría ni son salvos. No han nacido de nuevo. Un arrepentimiento sin fe en Cristo, es una reforma religiosa, pero una profesión de fe en Cristo, sin un genuino arrepentimiento para con Dios, es una emoción religiosa y eso es lo que vemos, abunda en la cristiandad profesante. Triste y trágicamente, una asamblea puede llegar a la situación de la asamblea que estaba en Sardis, en Apocalipsis: “tienes nombre de que vives y estás muerto”. La mayoría de sus miembros no eran salvos, estaban muertos espiritualmente, y eso abunda en la cristiandad profesante. Tenemos que tener claro eso. Tenemos que aprender de eso claramente en nuestro aprendizaje y preparación para Dios.
Cuando llegaron a Bethel, Casa de Dios, muy lejos, remotamente la Casa de Dios. Las condiciones de Bethel, por donde se había iniciado por Jeroboam una nueva religión, un nuevo culto, un nuevo orden totalmente adaptado a sus pensamientos y a la necedad y maldad del corazón del hombre. 25 veces aparece en este libro “el pecado de Jeroboam”, su maldad con que hizo pecar a Israel dejando a Dios, y volviendo la nación a los demonios y a los ídolos.
Bethel no era a casa de Dios.
Lo que se llama hoy “iglesias de Dios” son iglesias de hombres, pero no son de Dios. No están haciendo lo que Dios manda en su Palabra, en a doctrina apostólica del Nuevo Testamento.
Nosotros no tenemos tal costumbre ni las iglesias de Dios.
Precisamente no son Bethel ahora, eso tiene que estar claro para que corrijamos las desviaciones que se están viendo, las inclinaciones del corazón malo nuestro, corrijamos eso, y volvamos al modelo vigente, divino, antiguo que está en el N.T. La doctrina apostólica.
Jericó había sido construido a pesar de la maldición que había dicho Josué (Jos.6:26), en unas condiciones espirituales para que el hombre retara la palabra de Dios antigua, escrita. Y al costo tan grande un hijo para empezar y de otro hijo para terminar, se construyó Jericó. Y ahora Jericó no es el lugar donde se experimenta los triunfos, las maravillas, los portentos de Dios, sino las derrotas trágicas de la nación de Israel, especialmente estas 10 tribus que están en apostasía. Y entonces llegan al Jordán. Qué día tan glorioso cuando ellos cruzaron el Jordán, el Arca del Pacto, entró primero. Josué experimentó el poder, los portentos, las maravillas de Dios. Y entraron a la tierra cruzando el río Jordán que Dios abrió para que ellos cruzaran.
Ahora el profeta de Dios, el que está llamado para relevarlo, da la espalda a Canaán y cruzan el río Jordán, Jordán representa la muerte, pero no solamente la muerte física, más que todo, la muerte al pecado, la muerte al mundo. Si por el Espíritu de Dios, hacéis morir las obras de la carne, viviréis.
Muerte, sepultura y resurrección es la experiencia diaria.
Experimentando el poder de resurrección que operó en Cristo levantándole de los muertos y llevándole muy por encima de todo y sentándole a la diestra de la Majestad en las alturas. A ese poder, ellos están dándole la espalda y dejan atrás a la nación y cruzan el río Jordán. El aprendizaje de Eliseo, necesitaba eso, tenerlo claro cuando el volvió en la misericordia y en la gracia de Dios para con esta nación apóstata ¡Qué maravilla! El nombre Eliseo significa “Dios el Salvador”. La salvación de Dios para ese pueblo. Una nueva oportunidad en gracia y en bondad para con una nación mala, rebelde, apóstata, representó el regreso de Eliseo y el cruce del río Jordán, dando comienzo a su ministerio público, en la ausencia física del que fue arrebatado al cielo.
Entonces tenemos la aspiración de él.
Ninguna generación del pueblo de Dios ha hecho todo lo que hay que hacer.
Aquella generación que conquistó Canaán encabezada por Josué, dejó mucho terreno que conquistar, Dios les dijo: “No sigan más”. Israel, la generación posterior tendrá que conquistar eso. El reto de la generación de relevo tiene que ser mejor que la anterior. Escribir una historia para Dios que lo honre a él, que permita tener libertad para manifestar sus portentos, porque Dios no ha muerto, Dios no ha cambiado. Las limitaciones las tenemos nosotros por falta de fidelidad a su Palabra, por falta de confianza en él de todo corazón confiando en él.
Y escribir una historia para Dios. ¡Qué aspiración la de Eliseo! El no se conformó pensando “¿Quién puede hacer todo lo que hizo Elías?” O, “eso no es para mí” El pidió una doble porción del espíritu de Elías. Así debe ser. Hay los que quieren cambiar las cosas.
Hay los que tienen libertad de congregarse con gente que no obedece su Palabra, quieren, no la sana doctrina, tienen comezón de oír cualquier otra cosa, se acoplan muy bien.
Eso está sucediendo hoy con gente que amamos, que conocemos, fácilmente, sin convicciones bíblicas se adaptan con cosas reñidas 100 por ciento contra la palabra de Dios.
¿Qué estamos aspirando hermanos?
Ojalá, anhelamos que las nuevas generaciones no se crean más sabias, más hábiles, más capacitadas que las generaciones anteriores.
Cuando conozcan la biblia mejor que los que nos han antecedido.
Cuando Dios los use para hacer mucho más de lo que las generaciones anteriores han hecho con casi 200 asambleas en la geografía de Venezuela, algunas muy débiles, tenemos que reconocerlo y humillarnos delante de Dios por eso, como iglesias en un solo lugar, bueno, ellos cuando vean 400 asambleas más, el poder de Dios haciendo eso. Ellos entonces, quizás, tendrán capacidad de ver si cambian lo que hemos practicado, lo que les costó conseguir y seguir a las generaciones anteriores.
Todo comienza con el pelo cortado en la mujer.
Con el vestido impúdico que usan muchas.
Con la conformación en su presentación externa, conforme a los patrones del mundo con sus pinturas y sus adornos.
No querer usar paltó y corbata, argumentando:
“Eso no está en la biblia, yo no lo veo”
Pero otros que conocieron su biblia, que compraron la verdad si lo distinguieron, si vieron el principio espiritual.
Eso no es más que evidencias externas de un mal interno más grande, más grave, más profundo, su corazón no es recto delante de Dios.
Quieren es satisfacer sus propios deseos, sus concupiscencias. Quieren encontrar un ambiente que no sea el rígido de la palabra de Dios.
Pero gracias a Dios que él si tiene los hombres y las mujeres como Eliseo, que quieren, que aspiran una doble porción
Y. Por último, la autoridad.
Eliseo vio reproducido en él, en forma experimental, el poder de Dios.
De igual modo, Dios nos dio el honor de estar en una pequeña reunión para recordar los 60 años, desde que llegó Don Santiago Walmsley, y su primera esposa, la señora Sally, aquí a Venezuela.
Todo lo que Dios ha hecho a través de este vaso de barro, frágil pero que Dios ha usado. Las nuevas generaciones experimentarán eso, tendremos el mismo espíritu pionero, para entrar en nuevos sitios, predicar el evangelio, ver almas convertidas genuinamente al Señor. Ver asambleas conforme al modelo divino, establecidas y funcionando con la bendición de Dios.
Oh, queremos ver reproducidos en las nuevas generaciones lo mismo, y aún en una doble porción.
Eliseo logró experimentar desde este primer milagro el doble, en cantidad, de los milagros que hizo Elías.
Hermanos, Dios todavía es el mismo, que Dios nos ayude a experimentar, ver reproducidos en nosotros.
Para eso, tenemos que tomar el manto, doblarlo, y golpear las aguas igualmente como lo había hecho Elías, así hizo Eliseo.
Y experimentó el mismo poder de Dios.
No se puede cambiar el método para predicar el evangelio.
No se debería usar materiales indebidos en la sobre edificación en la asamblea.
No debe moverse uno por motivos ulteriores, por proyectos personales sino por corazones sinceros que responden al amor de Cristo.
Viven para él, separados del mundo en plena obediencia a su palabra, sensibles a lo que él dice en comunión con Dios.
Fíjese que él no preguntó: ¿Dónde está Elías? El dijo ¿Dónde está el Dios de Elías?
Tenía convicción, conocía a Dios, tenía comunión con él. Había visto al que había ascendido a la gloria en un torbellino, tenía el poder, el espíritu del que está en gloria(2Re.2:11), en comunión íntima con Dios.
Llenos del Espíritu que el Señor Dios glorificado, exaltado, dio a nosotros, podemos escribir, experimentar, mostrar al Dios vivo y verdadero, aún en nuestros tiempos, antes de que seamos trasladados al cielo, ya no por medio de un torbellino, sino por el poder de atracción del mismo Señor Jesucristo, como está escrito:
1Ts 4:17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.
1Ts 4:18 Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.
Que el Señor prospere su Palabra.