Re: ¿Qué decir y cómo a un adventista?
Hola a todos.
Estimados hermanos, contrariamente a la actitud de los sectarios que intervienen en estos foros, yo he sostenido claramente mi posición, que es oponerme resueltamente al proselitismo dañino de todas las sectas; especialmente a las más agresivas, que son los adventistas, testigos y mormones; lo cual no quiere decir, que personalmente "odie" a sus miembros. Incluso, en el caso de los adventistas, eso sería completamente imposible. Esto así, porque parte de mis familiares, como sería el caso de mis padres, son adventistas; incluyendo a mis mejores amigos. Pero, dejando de lado el fallido intento de Hiram G. por sermonearme y quizás descalificarme, vemos que su interés ha quedado reducido a tratar de negar que la secta adventista afirme o pretenda, ser "el pueblo de Dios" o "la iglesia remanente", de manera exclusiva. Aunque debo aclarar, que este asunto se refiere al nivel corporativo no al nivel individual. Es decir, el punto no es que como dice Hiram G. "Dios tenga ovejas en otro redil"; sino que la organización adventista afirma que ella es "el único redil verdadero"; por lo tanto, cuando estos señores dicen que Dios tiene "ovejas en otro redil", se refieren al nivel personal, y en consecuencia ello implica que esas personas en algún momento se adhieran al "único redil verdadero", que por supuesto es la secta adventista. Ese es el meollo del asunto, y lo que el adventismo trata desesperadamente de ocultar.
De todas formas, como prueba de mi posición presento lo siguiente:
-Ellen G. White y la Iglesia Adventista del Séptimo Día se consideran a sí mismos como "la Iglesia Remanente," la única especialmente llamada por Dios en 1844 sobre todas las otras iglesias, que ellos llaman Babilonia. Léase "Seventh-day Adventists Believe 27" [Los Adventistas del Séptimo Día Creen 27], Capítulo 12, The Remnant and Its Mission, p. 153. Esta idea es una poderosísima cadena que ata a los miembros a la iglesia, pues ellos creen que se perderán si abandonan la iglesia remanente. La idea entera de la importancia de permanecer en la iglesia remanente está basada en Ellen White: "Todos los que deseen apartarse del pueblo remanente de Dios (los Adventistas del Séptimo Día) para seguir sus propios corazones corruptos se estarán arrojando voluntariamente en los brazos de Satanás, y deberían tener el privilegio." - Testimonies, tomo 1, p. 439, escrito en 1864. Los Adventistas del Séptimo Día Creen: "Uno de los dones del Espíritu Santo es es de la profecía. Este don es una marca que identifica a la iglesia remanente, y se manifestó en el ministerio de Ellen G. White." "Seventh-day Adventists Believe 27," p. 216.
-Declaraciones de Ellen White:
"En el último conflicto, el sábado será el punto especial de controversia a través de toda la cristiandad. Los gobernantes seculares y los dirigentes religiosos se unirán para hacer cumplir la observancia del domingo; y como las medidas más suaves fallarán, se harán efectivas las leyes más opresivas. Se insistirá en que los pocos que se oponen a una institución de la iglesia y una ley del país no deberían ser tolerados, y finalmente se dictará un decreto denunciándolos como merecedores del castigo más severo, y dándole libertad a la gente para que, después de cierto tiempo, los maten. Spirit of Prophecy, vol. 4, p. 444). El fin de todas las cosas está a las puertas. El tiempo de angustia está a punto de caer sobre el pueblo de Dios. Será entonces cuando saldrá un decreto prohibiendo que los que guardan el sábado del Señor compren o vendan, y amenazándolos con castigarlos, y hasta ejecutarlos, si no observan el primer día de la semana como si fuera el sábado. (Historical Sketches, p. 156). La ira del hombre se despertará especialmente contra los que honran el sábado del cuarto mandamiento; y por fin , un decreto universal les denunciará como merecedores de la muerte. (Prophets and Kings, p. 512). Vi que las iglesias nominales han caído; en su medio reinan la frialdad y la muerte. (Primeros Escritos, p. 116). Los pecados de las iglesias populares han sido blanqueados. ¡Babilonia ha caído y se ha convertido en albergue de toda ave inmunda y aborrecible!. (Testimonies, tomo 4, p. 13). "Conforme vaya acercándose el tiempo señalado en el decreto, el pueblo conspirará para extirpar la secta aborrecida. Se convendrá en dar una noche el golpe decisivo, que reducirá completamente al silencio la voz disidente y reprensora. El pueblo de Dios - algunos en las celdas de las cárceeles, otros escondidos en ignorados escondrijos de bosques y montañas - invocan aún la protección divina, mientras que por todas partes compañías de hombres armados, instigados por legiones de ángeles malos, se disponen a emprender la obra de muerte". El Conflicto de los Siglos, p. 693. “Dios está guiando a un pueblo. Ha elegido un pueblo, una iglesia en el mundo, a quien ha hecho depositario de su ley. Les ha confiado un legado sagrado y una verdad eterna que deben presentar al mundo. Él los reprenderá y los corregirá.” “El mensaje que afirma que la Iglesia Adventista del Séptimo Día es Babilonia, y que llama a la gente a salir de ella, no procede de ningún mensajero celestial, ni de ningún instrumento humano inspirado por el Espíritu de Dios.” (Id. Pág. 75). “Quiero decir en el temor y el amor de Dios, que sé que el Señor tiene pensamientos de amor y de misericordia para restaurar y curar a aquellos que se han apartado. Él tiene una obra que debe ser hecha por su iglesia. No debe decirse que sus miembros son Babilonia, sino que son la sal de la tierra y la luz del mundo.” (Id., Pág. 76). “Nuevamente digo: El Señor no ha hablado mediante ningún mensajero que llame Babilonia a la iglesia que guarda los mandamientos de Dios. Sé que el Señor ama a su iglesia, la cual no ha de ser desorganizada ni dispersa en átomos independientes.” “Dejad que la cizaña y el trigo crezcan juntos hasta la cosecha, cuando los ángeles llevarán a cabo la obra de separación.”. “Amonesto a la iglesia adventista a ser cuidadosa en la forma como recibe cada concepto, y también a los que pretenden poseer gran luz.”. “El Señor envía amonestaciones a su pueblo no para destruirlo, sino para corregir sus errores…” (Id., Págs. 77-81.
-Afirmaciones de Ellen White Acerca de sus Escritos:
"Debemos seguir las instrucciones impartidas por medio del Espíritu de Profecía [los escritos de la Sra. White]. ... Dios nos ha hablado por medio de su Palabra. Él nos ha hablado por medio de los Testimonios a la iglesia y a través de los libros que nos han ayudado a aclarar nuestro deber actual y la posición que deberíamos ocupar ahora". (Testimonies, Tomo 8, p. 298). "El Espíritu Santo es el Autor de las Escrituras y del Espíritu de Profecía". (Selected Messages, Tomo 3, p. 30). "En los tiempos antiguos, Dios habló por boca de los profetas y los apóstoles. En estos tiempos, Él ha hablado por medio de los Testimonios de su Espíritu". (Testimonies, Tomo 4, p. 148; Tomo 5, p. 661). "Dios ha trazado su plan en su Palabra, y en los Testimonios que Él ha enviado a su pueblo". (Battle Creek Letters, p. 74). "Los testimonios no se leen ni se aprecian. Dios les ha hablado a ustedes. Ha estado haciendo brillar luz desde su palabra y desde los testimonios, y ambos han sido menospreciados y desatendidos". (Testimonies, Tomo 5, p. 217). "Si ustedes disminuyen la confianza del pueblo de Dios en los testimonios que Él les ha enviado, se están rebelando contra Dios tan ciertamente como Coré, Datán, y Abiram". (Testimonies, Tomo 5, p. 66). Estos libros contienen la verdad clara, honesta, e inalterable, y ciertamente deberían ser apreciados. Las instrucciones que contienen no son de humana producción. (Carta H-339, Dic. 26, 1904). "Cuando fui a Colorado, escribí muchas páginas para que fueran leídas en las reuniones al aire libre ... Dios estaba hablando por medio de la arcilla. Ustedes dirán que esta comunicación era sólo una carta. Sí, era una carta, pero inspirada por el Espíritu de Dios, para poner delante de las mentes de ustedes las cosas que me habían sido mostradas. En estas cartas que yo escribo, ... les presento lo que el Señor me ha presentado a mí. Yo no escribo ni un sólo artículo sobre el papel expresando meramente mis propias ideas. Ellas son lo que Dios ha abierto delante de mí en visión - preciosos rayos de luz que brillan desde el trono". (Testimonies, Tomo 5, pp. 63-67). Tomé la preciosa Biblia y la rodeé de varios Testimonios para la Iglesia, dados para el pueblo de Dios. Aquí, dije yo, se encuentran los casos de casi todos. ... A Dios le ha complacido dároslos, renglón por renglón y precepto por precepto.Testimonies, Tomo 5, p. 605.
-Afirmaciones de Ellen White acerca de Sí Misma:
"Desde el comienzo de mi juventud, se me ha preguntado varias veces: ¿Es Ud. profeta? Y siempre he respondido: Soy la mensajera del Señor. Sé que muchos me han llamado profeta, pero yo no he reclamado ese título para mí. Mi Salvador me ha declarado que yo soy su mensajera. 'Tu obra,' me dijo, 'es llevar mi palabra. ... No eres tú quien habla: es el Señor quien da los mensajes de advertencia y reprobación. Nunca te desvíes de la verdad bajo ninguna circunstancia. Da la luz que yo te daré. Los mensajes para estos últimos días serán escritos en libros, y serán inmortalizados, para que testifiquen contra los que una vez se regocijaron en la luz, pero que han sido inducidos a renunciar a ella a causa de la seductora influencia del mal.' ¿Por qué no he afirmado que soy profeta? Porque en estos tiempos muchos que osadamente afirman que son profetas son un reproche para la causa de Cristo, y porque mi obra incluye mucho más de lo que la palabra 'profeta' significa". (Review and Herald, Julio 26, 1907). "Mi comisión abarca la obra de un profeta, pero no termina allí". (Selected Messages, tomo 1, p. 36, 1906).
James White escribe que el pueblo de Dios ya ha salido de Babilonia [las iglesias protestantes]: "Babilonia, la iglesia nominal, ha caído. El pueblo de Dios ha salido de ella. Ella es ahora la 'sinagoga de Satanás' (Apoc. 3:9). 'Habitación de demonios, guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible' (Apoc. 18:2)." (Present Truth, Abril, 1850).
-En una carta dirigida a G. A Irwin, y fechada en Julio 18, 1902, ella escribe: "Él traza mi trabajo delante de mí, y cuando me siento perpleja en cuanto a la palabra adecuada para expresar mi pensamiento, Él la trae a mi mente clara y distintamente."
-Un antiguo editor de Review & Herald, dice: "Los escritos de la Sra. White nunca fueron destinados a ser una adición al canon de la Escritura. Sin embargo, son los mensajes de Dios para la iglesia remanente y deberían ser recibidos como tales, de la misma manera que lo fueron los mensajes de los profetas de la antigüedad. Como Samuel fue profeta a Israel en su tiempo, como Jeremías fue profeta a Israel en el tiempo del cautiverio, como Juan Bautista vino como mensajero especial del Señor para preparar el camino para la aparición de Cristo, así también creemos que la Sra. White fue profeta a la iglesia de Dios hoy en día. Y de la misma manera que los mensajes de los profetas fueron recibidos en los tiempos antiguos, así también los mensajes de ella deberían ser recibidos en la actualidad." (R&H, Oct. 4, 1928).
-De la página:
http://**********************/; del pastor adventista Luis Cajiga, extraemos lo siguiente:
"Daniel Gagnon se une a unos cuantos que se han atrevido a presentar argumentos contra los adventistas y sus doctrinas. Como los otros, Gagnon muestra que no conoce realmente lo que está escribiendo. Que los argumentos se estrellan cuando se enfrentan con la verdad de la Biblia. Que los adventistas han sido dirigidos por Dios para levantar “los desiertos antiguos”, reparar “los portillos” hechos en la ley de Yahvé y a restaurar las “calzadas para habitar (Isaías 58:12)”. En apenas 150 años, la Iglesia Adventista se ha establecido en todo el mundo, contando con un sistema de salud magnífico y una cadena de colegios y universidades que es la envidia de muchas instituciones. Y sobre todo, ha presentado un mensaje puramente bíblico que ha liberado a millones. Ninguna iglesia jamás ha predicado mensaje igual. La profecía coloca a esta iglesia como “el monte de la casa de Jehová” e indica que “correrán a el todas las gentes (Isaías 2.2,3).” No hay ser humano que pueda detener ese avance adventista, porque no es obra de hombres, sino el cumplimiento del vaticinio profético. Habrá persecución, se tratará de evitar que prediquemos, pero el mensaje final de Dios llegará a todos los seres humanos. Todos tendrán que elegir entre los “mandamientos de Dios” o los “mandamientos de hombre”. Para esta obra sin igual, Dios cuenta con un pueblo especial. “Aquí están los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús (Apocalipsis 14:12)”. Esta es, en síntesis, la historia de un gran movimiento profético. No es una iglesia más en el firmamente eclesiástico, sino un pueblo con el mensaje final de Dios para el mundo. Creemos que en cada denominación cristiana hay individuos sinceros que sirven a Dios y serán salvos. En ese sentido no somos exclusivistas; pero creemos sinceramente que la Iglesia Adventista del Séptimo Día es el Remanente de Dios, con las verdades más grandiosas que jamás el mundo ha experimentado. Es posible que usted se haya preguntado alguna vez: ¿por qué existen tantas iglesias? Si todas creen en el mismo Dios y en el mismo Señor Jesucristo y todas aceptan la misma Biblia como única regla de fe, ¿por qué hay tantas divisiones en el cristianismo?. Con tanta diversidad de doctrina es imposible que todas estén en la verdad. Las profecías apocalípticas presentan con suma claridad cuál es esa iglesia que está en el mundo llevando el mensaje final de Dios. Es fácil reconocer hoy a la verdadera y final iglesia de Jesucristo. Es aquella que respeta y enseña la observancia de los mandamientos de Dios. No es rechazar uno o parte de uno de estos preceptos, sino apreciarlos todos. La iglesia final de Jesucristo, la que es señalada como guardadora de los mandamientos de Dios, no puede referirse a la iglesia católica, que se atrevió a cambiar la santa ley de Dios. Tampoco puede referirse a las iglesias protestantes que declaran nula la santa ley del Altísimo. Sólo hay una iglesia, una que está por todo el mundo predicando el mensaje de “la verdad presente”. Una sola iglesia que cree y enseña la observancia de los 10 mandamientos, tal como aparecen en la Santa Biblia. Una iglesia que muestra al mundo el verdadero Evangelio, el cual no sólo quita los pecados pasados, sino que provee gracia abundante para concedernos el poder de obedecer a Dios. La profecía apunta a esta iglesia, la iglesia Adventista del Séptimo Día, con estas palabras: “Aquí están los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús (Apocalipsis 14:12)”. Pero hay otra característica de la última iglesia de las profecías. Está en la última parte del verso final de Apocalipsis 12, donde dice que, además de guardar los mandamientos de Dios, esta iglesia tiene “el testimonio de Jesucristo.” ¿Y qué es el testimonio de Jesucristo? El mismo libro de Apocalipsis lo revela: “el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía (19:10)”. El don de profecía es el más importante entre los dones concedidos a la iglesia (1 Corintios 14:1). Es el medio que Dios siempre ha usado para comunicar su voluntad a sus hijos. Fruto de ese indispensable don es la Biblia. Pero el indicar que la última iglesia tiene este don es indicio de una manifestación especial de este don en ella. Aunque Elena G. de White murió en el 1915, sus escritos siguen instruyendo a la Iglesia Remanente en su preparación para el reino eterno. Dios tiene hoy, como en toda época, un pueblo especial con un mensaje especial; una iglesia que, como el antiguo Elías, prepara a un pueblo para la segunda venida de Cristo".
En conclusión, estimados hermanos, si como dicen: "para muestra basta un botón"; entonces, aquí tenemos y hemos visto... "muchísimos botones".....de todas las clases y colores.
Dios les bendiga. Saludos.
Billy Vicente