Re: ¿Por qué hay desacuerdo?
Re: ¿Por qué hay desacuerdo?
Originalmente enviado por: Kiseo
Leo los escritos de Juan30 y estoy en todo de acuerdo con él. Después leo las objeciones de Maripaz y no me parece que sean contradicciones. Veo que ocurre, una vez más, lo mismo que ha ocurrido a lo largo de la historia del cristianismo. ¿Por qué no va a haber distintas escuelas, si somos todos diferentes? Que yo sepa, sólo a Jesús se le dio el Espíritu sin medida y por eso quien le vio a El podía decir que había visto al Padre. En todos los demás, el Espíritu se personaliza según la medida que a cada cual se le da. Por eso la postura de uno no tiene por qué ser la mejor para otro. ¿Acaso no está escrito que no debemos dejarnos conducir por ningún hombre? (entendiendo "hombre" por "ser humano").
Es necesario encontrar siempre los puntos de entendimiento y respetar las diferencias, que es una piedra en la que siempre han tropezado los cristianos, procurando recordar las palabras de Jesús: "en esto reconocerán todos que sois mis discípulos: en que os amáis unos a otros".
Respecto a la pregunta inicial de Juan30, mi opinión y mi certeza es afirmativa. Esto, sin obviar que todos estamos en proceso de evolución. Salud.
Lucas 21.
5 Como dijeran algunos, acerca del Templo, que estaba adornado de bellas piedras y ofrendas votivas, él dijo:
6 «Esto que veis, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea derruida.»
7 Le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo sucederá eso? Y ¿cuál será la señal de que todas estas cosas están para ocurrir?»
8 El dijo: «Mirad, no os dejéis engañar. Porque vendrán muchos usurpando mi nombre y diciendo: "Yo soy" y "el tiempo está cerca". No les sigáis.
9 Cuando oigáis hablar de guerras y revoluciones, no os aterréis; porque es necesario que sucedan primero estas cosas, pero el fin no es inmediato.»
10 Entonces les dijo: «Se levantará nación contra nación y reino contra reino.
11 Habrá grandes terremotos, peste y hambre en diversos lugares, habrá cosas espantosas, y grandes señales del cielo.
12 «Pero, antes de todo esto, os echarán mano y os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y cárceles y llevándoos ante reyes y gobernadores por mi nombre;
13 esto os sucederá para que deis testimonio.
14 Proponed, pues, en vuestro corazón no preparar la defensa,
15 porque yo os daré una elocuencia y una sabiduría a la que no podrán resistir ni contradecir todos vuestros adversarios.
16 Seréis entregados por padres, hermanos, parientes y amigos, y matarán a algunos de vosotros,
17 y seréis odiados de todos por causa de mi nombre.
18 Pero no perecerá ni un cabello de vuestra cabeza.
19 Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas.
20 «Cuando veáis a Jerusalén cercada por ejércitos, sabed entonces que se acerca su desolación.
21 Entonces, los que estén en Judea, huyan a los montes; y los que estén en medio de la ciudad, que se alejen; y los que estén en los campos, que no entren en ella;
22 porque éstos son días de venganza, y se cumplirá todo cuanto está escrito.
23 ¡Ay de las que estén encinta o criando en aquellos días! «Habrá, en efecto, una gran calamidad sobre la tierra, y Cólera contra este pueblo;
24 y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones, y = Jerusalén = será = pisoteada por los gentiles, = hasta que se cumpla el tiempo de los gentiles.
25 «Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y de las olas,
26 muriéndose los hombres de terror y de ansiedad por las cosas que vendrán sobre el mundo; porque las fuerzas de los cielos serán sacudidas.
27 Y entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube con gran poder y gloria.