Re: La Extraña Presencia de Rigoberto en la casa de mis abuelos
Hola, Buenas tardes
Hace aproximadamente unos meses y por motivos de residenciarme en la universidad, me fui a vivir en casa de mis abuelos, es una casa pequeña pero comoda; el asnto es que hace aproximadamente unos 4 años en esa casa se suicidó un primo que ví apenas algunas veces, su nombre era Rigoberto y tenia 29 años de edad cuando cometió su suicidio, nunca se supieron a exactitud las causas por lo que hizo eso, y en la familia cada vez que se toca el tema se cambia la conversación. Yo estamndo en esa casa puedo sentir presencia de cuerpos extraños y la figura de un hombre joven y apuesto que llora y pide ayuda, se lo comente a una amiga Cristiana y ella fue orar a mi casa y hubo unos 15 días que no sentí nada, ahora ha regresado, el pastor dice que es imposible que los muertos aparezcan que es un demonio que está molestando y quiere engañar haciendose pasar por en tal caso ese primo, sin embargo otras personas opinan que si es él y que debo hacer rituales ó incluo hacerle alguna misa para su eterno descanso
Yo quisiera irme, pero no tengo suficiente dinero para independizarme, os agradezco lo que vosotros podais hacer por mí desde la distancia, sean conejos u oraciones
Me imagino que has de ser Protestante, yo te recomiendo que busques un sacerdote. El sacerdote tiene el ministerio de los apósotles, que se ha transferido de generación en generación anuestros dís por imposición de las manos. Ellos tienen el minsterio de la reconciliación.
¿Que puedes hacer? ora en voz alta a Dios por el descanso de esta alma, aunque creemos que el suicidio es pecado mortal imperdonable, pide a Dios misericordia por él, y consuelo para tu familia. Dios es infinitamente Justo, y a la vez infinitamente misericordioso, suplicale misericordia por él.
Recuerda que la Plegaria es poderosísima,
ORACIÓN
Dulcísimo Jesús mío, que para redimir al mundo quisisteis nacer, ser circuncidado, desechado de los judíos, entregado con el beso de Judas, atado con cordeles, llevado al suplicio, como inocente cordero; presentado ante Anás, Caifás, Pilato y Herodes; escupido y acusado con falsos testigos; abofeteado, cargado de oprobios, desgarrado con azotes, coronado de espinas, golpeado con la caña, cubierto el rostro con una púrpura por burla; desnudado afrentosamente, clavado en la cruz y levantado en ella, puesto entre ladrones, como uno de ellos, dándoos a beber hiel y vinagres y herido el costado con la lanza. Librad, Señor, por tantos y tan acerbísimos dolores como habéis padecido por nosotros, a las almas del Purgatorio de las penas en que están; llevadlas a descansar a vuestra santísima Gloria, y salvadnos, por los méritos de vuestra sagrada Pasión y por vuestra muerte de cruz, de las penas del infierno para que seamos dignos de entrar en la posesión de aquel Reino, adonde llevasteis al buen ladrón, que fue crucificado contigo, que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.
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ORACIÓN
Dios omnipotente, Padre de bondad y de misericordia, apiadate de las benditas almas del Purgatorio y ayuda a mis queridos padres y antepasados.
A cada invocación se contesta: ¡Jesús mío, misericordia!
Ayudad a mis hermanos y parientes.
Ayudad a todos mis bienhechores espirituales y temporales.
Ayudad a los que han sido mis amigos y súbditos.
Ayudad a cuantos debo amor y oración.
Ayudad a cuantos he perjudicado y dañado.
Ayudad a los que han faltado contra mí.
Ayudad a aquellos a quienes profesáis predilección.
Ayudad a los que están más próximos a la unión con Vos.
Ayudad a los que os desean más ardientemente.
Ayudad a los que sufren más.
Ayudad a los que están más lejos de su liberación.
Ayudad a los que menos auxilio reciben.
Ayudad a los que más méritos tienen por la Iglesia.
Ayudad a los que fueron ricos aquí, y allí son los más pobres.
Ayudad a los poderosos, que ahora son como viles siervos.
Ayudad a los ciegos que ahora reconocen su ceguera.
Ayudad a los vanidosos que malgastaron su tiempo.
Ayudad a los pobres que no buscaron las riquezas divinas.
Ayudad a los tibios que muy poca oración han hecho.
Ayudad a los perezosos que han descuidado tantas obras buenas.
Ayudad a los de poca fe que descuidaron los santos Sacramentos.
Ayudad a los reincidentes que sólo por un milagro de la gracia se han salvado.
Ayudad a los padres que no vigilaron bien a sus hijos.
Ayudad a los superiores poco atentos a la salvación de sus súbditos.
Ayudad a los pobres hombres, que casi sólo se preocuparon del dinero y del placer.
Ayudad a los de espíritu mundano que no aprovecharon sus riquezas o talentos para el cielo.
Ayudad a los necios, que vieron morir a tantos no acordándose de su propia muerte.
Ayudad a los que no dispusieron a tiempo de su casa, estando completamente desprevenidos para el viaje más importante.
Ayudad a los que juzgaréis tanto más severamente, cuánto más les fue confiado.
Ayudad a los pontífices, reyes y príncipes.
Ayudad a los obispos y sus consejeros. Ayudad a mis maestros y pastores de almas.
Ayudad a los finados sacerdotes de esta diócesis.
Ayudad a los sacerdotes y religiosos de la Iglesia católica.
Ayudad a los defensores de la santa fe.
Ayudad a los caídos en los campos de batalla.
Ayudad a los sepultados en los mares.
Ayudad a los muertos repentinamente.
Ayudad a los fallecidos sin recibir los santos sacramentos.
V. Dadles, Señor, a todas las almas el descanso eterno.
R. Y haced lucir sobre ellas vuestra eterna luz.
V. Que en paz descansen.
R. Amén.