BASURA “REMANENTE” PARA INDOCUMENTADOS

21 Diciembre 2008
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Tras una ausencia de este foro durante unos días, obligado por mis ocupaciones habituales (entre las que se cuenta la atención de mucho correo procedente de distintas partes del mundo de personas deseosas de abandonar las sectas), es un placer volver para desenmascarar ante los foristas los turbios manejos sectarios de ciertos personajillos que afirman pertenecer a una supuesta “iglesia” remanente. En esta ocasión, volveremos a destacar una de las obras de la secta remanente que tengo archivadas entre los libros de chistes de mi biblioteca. Hablo, naturalmente, del tomo 2 del Symposium on Revelation, publicado por el Instituto de Investigación “Bíblica” de la secta. Hoy nos entretendremos en desenmascarar los disparates más descarados del capítulo 9, obra de Jan Paulsen, hasta hace poco presidente de la Asociación General, de dicho librucho.

En su sucedáneo de exégesis de varios textos del Apocalipsis en griego, el sujeto en cuestión nos cuenta (página 283), con referencia a Apoc. 14:7, que el significado de elthen he hora tes kriseos autou (“llegó [o ha llegado] la hora del juicio de él [Dios]”) significa “que ha llegado el momento histórico en el que Dios iniciará un proceso de juicio (krisis, “tamizado”), como algo separado del cotidiano ir y venir de la vida”. Fijémonos en el aparentemente inocente uso del verbo ‘iniciar’ por parte del sectario Paulsen. En vano buscamos ese verbo en las palabras del ángel. Dirán los embusteros profesionales de la secta que eso “se sobrentiende”. Pues bien, vamos a ver qué “sobrentienden” estos pájaros en otro pasaje del Apocalipsis que, por una de esos reveses curiosos del destino, utiliza los mismos sustantivos y el mismo verbo que Apoc. 14:7. Encontramos el pasaje en Apoc. 18:10. La parte sustancial afirma: mia hora elthen he krisis sou (“en una hora llegó [o ha llegado] el juicio tuyo”). Interesante, ¿verdad? ¿Qué nos dirán Paulsen y sus abyectos cómplices? ¿Que se ha iniciado el juicio de Babilonia? Después de todo, ellos “sobrentienden” estos detalles sabrosones en su permanente “exégesis” para indocumentados, ¿no? Atendamos las “explicaciones” del pájaro en cuestión (página 285). Según él, aquí las mismas palabras que en Apoc. 14:7 significan, nada más y nada menos, que la “ejecución de la sentencia”.

¡Qué fascinante cuentecito! Supongo que será mucho pedir que la desvergonzada patulea adventista que pulula por este foro nos explique debidamente a qué se debe que su mendaz expresidente diga que, en un sitio, unas ciertas palabras significan “el inicio” de un juicio (ese que cuentan que empezó el 22 de octubre de 1844, pffffffffffffffffff), mientras que, en otro sitio, las mismas palabras significan no “el inicio” de un juicio, sino únicamente la “ejecución de la sentencia”.

Pero no se queda Paulsen en este frustrado intento de insultar la inteligencia de los cristianos. El sujeto fue bastante más allá. Aparte de las consabidas sandeces y típicos cuentecitos del adventismo (por ejemplo, la boba noción de que al lugar santísimo solo pudiese acceder el sumo sacerdote una única vez al año, el Día de la Expiación [invariablemente, estos majaderos olvidan que los levitas podían entrar allí siempre que fuese necesario, por ejemplo para desmontar el tabernáculo y transportar el arca]; o la noción extrabíblica de que el Yom Kippur fuese un “día de juicio”), el expresidente de los adventistas afirma alegremente (página 293) que “Dios, que es capaz de reunir todos los acontecimientos y todos los datos en un solo momento instantáneo de toma de decisiones, elige, por el bien de sus seres creados, espaciar en el tiempo sus datos y los factores que contribuyen a su toma de decisiones”. Buscamos en vano una justificación bíblica en apoyo de tan estúpida afirmación. Tampoco tenemos mayor suerte en nuestra búsqueda de justificación de la siguiente memez: “[Dios] invita al “tribunal a sentarse” y a observar lo que se dispone a hacer” (ibíd.). Por lo visto, el diosito impotente de los adventistas, enzarzado en ese indeciso “gran conflicto”, se ve en la necesidad incesante de “vindicarse” sin cesar ante las “inteligencias celestiales”. Al parecer, esas “inteligencias celestiales” participan de la naturaleza mongoloide que vemos aquí entre los propagandistas de la secta remanente, y tienen dudas permanentes acerca de la justicia de Dios. Tan mongólicas “inteligencias” se ven asaltadas de continuo por dudas sobre la justicia divina; según constatamos, la “inteligencia” no les llegó para captar la trascendencia de la cruz, que demostró por sí misma ante todo el universo Quién es Dios, sino que tuvieron que esperar al 22 de octubre de 1844 para que el dios adventista empezara a convencerlos de que es justo. Pero ni eso les aclarará sus permanentes dudas, pues la cosa investigadora y reivindicativa seguirá hasta mil años después del fin del “juicio investigador” ese. Según nos cuentan estos “entendidos”, la cosa parará entonces, sin duda por agotamiento y empacho de tan larguísimo ejercicio de investigación e reivindicación.

Pero sigamos constatando la “sabiduría” de la “exégesis” de Paulsen. Contaba ese pájaro (ibíd.): “Puede aceptarse fácilmente que este juicio previo al advenimiento, al que alude 11: 19, es el mismo juicio previo al advenimiento descrito en Daniel 7 . En respuesta al clamor: «¿Cuánto tiempo […]?» (Dan. 8: 13), se anuncia que al final de los 2,300 días/años Dios respondería públicamente ante su universo en un acto de investigación y de juicio. Esta profecía encontró su cumplimiento a partir de 1844”. Naturalmente, no hay prueba alguna de ello. Lo curioso es que el tal Paulsen metiese la pata al hablar de un “clamor” en Daniel 8:13. ¿Qué versión de la Biblia usa ese sujeto? La mía dice que hay dos santos que hablan, y no consta que ninguno de los dos esté gritando. Curiosos estos sectarios remanentes.

Sigamos comprobando el “nivel” de la “exégesis” adventista. Según Paulsen (páginas 293, 294), los adventistas “[d]ecimos que en esta fase del juicio [la iniciada el 22 de octubre de 1844] [Dios] justifica su derecho en el marco formal de un procedimiento judicial. La fe de los creyentes en él tiene que ser vindicada ante el universo. Es la única forma en que el universo puede aprender el himno doxológico: ‘Justo y verdadero [es] tu proceder’”. ¡Qué interesante historieta! Ni una justificación bíblica de que Dios tenga que justificar “su derecho” “en el marco formal de un procedimiento judicial”. Ni una justificación bíblica de que “la fe de los creyentes” (léase “adventistas del séptimo día”) tenga “que ser vindicada ante el universo”. Encima, va el sectario Paulsen y suelta el huevo de que ese invento del 22 de octubre de 1844 es “la única forma en que el universo puede aprender el himno doxológico: ‘Justos y verdaderos son tus caminos’”. Si esa es “la única forma” en que el universo puede reconocer la justicia y la verdad de los caminos de Dios, ¿nos pueden aclarar los propagandistas de la secta remanente si David se precipitó indebidamente cuando, sin esperar al veredicto de las mongólicas “inteligencias celestiales” esas, afirmó: “Justo es Jehová en todos sus caminos y misericordioso en todas sus obras” (Sal. 145:17)? ¡Qué digo David! Ya Moisés afirmó: “Jehová es justo” (Éxo. 9:27). ¿Quizá pecó de imprudencia Moisés? ¿Debería haberse asesorado con alguna de esas dubitativas “inteligencias celestiales” sabrosonas del adventismo?

¿Nos querrá aclarar algún secuaz de la secta remanente estos extremos tan reveladores? Algo me dice que, siguiendo su inveterada costumbre, se saldrán por la tangente, sin intentar siquiera responder con honradez a nada de lo expuesto. Es la naturaleza de los hilos que abro en este foro. Desde el mismo comienzo, el catastrófico resultado para la secta remanente está cantado. Como siempre, es un placer.
 
Re: BASURA “REMANENTE” PARA INDOCUMENTADOS

Tras una ausencia de este foro durante unos días, obligado por mis ocupaciones habituales (entre las que se cuenta la atención de mucho correo procedente de distintas partes del mundo de personas deseosas de abandonar las sectas), es un placer volver para desenmascarar ante los foristas los turbios manejos sectarios de ciertos personajillos que afirman pertenecer a una supuesta “iglesia” remanente. En esta ocasión, volveremos a destacar una de las obras de la secta remanente que tengo archivadas entre los libros de chistes de mi biblioteca. Hablo, naturalmente, del tomo 2 del Symposium on Revelation, publicado por el Instituto de Investigación “Bíblica” de la secta. Hoy nos entretendremos en desenmascarar los disparates más descarados del capítulo 9, obra de Jan Paulsen, hasta hace poco presidente de la Asociación General, de dicho librucho.

En su sucedáneo de exégesis de varios textos del Apocalipsis en griego, el sujeto en cuestión nos cuenta (página 283), con referencia a Apoc. 14:7, que el significado de elthen he hora tes kriseos autou (“llegó [o ha llegado] la hora del juicio de él [Dios]”) significa “que ha llegado el momento histórico en el que Dios iniciará un proceso de juicio (krisis, “tamizado”), como algo separado del cotidiano ir y venir de la vida”. Fijémonos en el aparentemente inocente uso del verbo ‘iniciar’ por parte del sectario Paulsen. En vano buscamos ese verbo en las palabras del ángel. Dirán los embusteros profesionales de la secta que eso “se sobrentiende”. Pues bien, vamos a ver qué “sobrentienden” estos pájaros en otro pasaje del Apocalipsis que, por una de esos reveses curiosos del destino, utiliza los mismos sustantivos y el mismo verbo que Apoc. 14:7. Encontramos el pasaje en Apoc. 18:10. La parte sustancial afirma: mia hora elthen he krisis sou (“en una hora llegó [o ha llegado] el juicio tuyo”). Interesante, ¿verdad? ¿Qué nos dirán Paulsen y sus abyectos cómplices? ¿Que se ha iniciado el juicio de Babilonia? Después de todo, ellos “sobrentienden” estos detalles sabrosones en su permanente “exégesis” para indocumentados, ¿no? Atendamos las “explicaciones” del pájaro en cuestión (página 285). Según él, aquí las mismas palabras que en Apoc. 14:7 significan, nada más y nada menos, que la “ejecución de la sentencia”.

¡Qué fascinante cuentecito! Supongo que será mucho pedir que la desvergonzada patulea adventista que pulula por este foro nos explique debidamente a qué se debe que su mendaz expresidente diga que, en un sitio, unas ciertas palabras significan “el inicio” de un juicio (ese que cuentan que empezó el 22 de octubre de 1844, pffffffffffffffffff), mientras que, en otro sitio, las mismas palabras significan no “el inicio” de un juicio, sino únicamente la “ejecución de la sentencia”.

Pero no se queda Paulsen en este frustrado intento de insultar la inteligencia de los cristianos. El sujeto fue bastante más allá. Aparte de las consabidas sandeces y típicos cuentecitos del adventismo (por ejemplo, la boba noción de que al lugar santísimo solo pudiese acceder el sumo sacerdote una única vez al año, el Día de la Expiación [invariablemente, estos majaderos olvidan que los levitas podían entrar allí siempre que fuese necesario, por ejemplo para desmontar el tabernáculo y transportar el arca]; o la noción extrabíblica de que el Yom Kippur fuese un “día de juicio”), el expresidente de los adventistas afirma alegremente (página 293) que “Dios, que es capaz de reunir todos los acontecimientos y todos los datos en un solo momento instantáneo de toma de decisiones, elige, por el bien de sus seres creados, espaciar en el tiempo sus datos y los factores que contribuyen a su toma de decisiones”. Buscamos en vano una justificación bíblica en apoyo de tan estúpida afirmación. Tampoco tenemos mayor suerte en nuestra búsqueda de justificación de la siguiente memez: “[Dios] invita al “tribunal a sentarse” y a observar lo que se dispone a hacer” (ibíd.). Por lo visto, el diosito impotente de los adventistas, enzarzado en ese indeciso “gran conflicto”, se ve en la necesidad incesante de “vindicarse” sin cesar ante las “inteligencias celestiales”. Al parecer, esas “inteligencias celestiales” participan de la naturaleza mongoloide que vemos aquí entre los propagandistas de la secta remanente, y tienen dudas permanentes acerca de la justicia de Dios. Tan mongólicas “inteligencias” se ven asaltadas de continuo por dudas sobre la justicia divina; según constatamos, la “inteligencia” no les llegó para captar la trascendencia de la cruz, que demostró por sí misma ante todo el universo Quién es Dios, sino que tuvieron que esperar al 22 de octubre de 1844 para que el dios adventista empezara a convencerlos de que es justo. Pero ni eso les aclarará sus permanentes dudas, pues la cosa investigadora y reivindicativa seguirá hasta mil años después del fin del “juicio investigador” ese. Según nos cuentan estos “entendidos”, la cosa parará entonces, sin duda por agotamiento y empacho de tan larguísimo ejercicio de investigación e reivindicación.

Pero sigamos constatando la “sabiduría” de la “exégesis” de Paulsen. Contaba ese pájaro (ibíd.): “Puede aceptarse fácilmente que este juicio previo al advenimiento, al que alude 11: 19, es el mismo juicio previo al advenimiento descrito en Daniel 7 . En respuesta al clamor: «¿Cuánto tiempo […]?» (Dan. 8: 13), se anuncia que al final de los 2,300 días/años Dios respondería públicamente ante su universo en un acto de investigación y de juicio. Esta profecía encontró su cumplimiento a partir de 1844”. Naturalmente, no hay prueba alguna de ello. Lo curioso es que el tal Paulsen metiese la pata al hablar de un “clamor” en Daniel 8:13. ¿Qué versión de la Biblia usa ese sujeto? La mía dice que hay dos santos que hablan, y no consta que ninguno de los dos esté gritando. Curiosos estos sectarios remanentes.

Sigamos comprobando el “nivel” de la “exégesis” adventista. Según Paulsen (páginas 293, 294), los adventistas “[d]ecimos que en esta fase del juicio [la iniciada el 22 de octubre de 1844] [Dios] justifica su derecho en el marco formal de un procedimiento judicial. La fe de los creyentes en él tiene que ser vindicada ante el universo. Es la única forma en que el universo puede aprender el himno doxológico: ‘Justo y verdadero [es] tu proceder’”. ¡Qué interesante historieta! Ni una justificación bíblica de que Dios tenga que justificar “su derecho” “en el marco formal de un procedimiento judicial”. Ni una justificación bíblica de que “la fe de los creyentes” (léase “adventistas del séptimo día”) tenga “que ser vindicada ante el universo”. Encima, va el sectario Paulsen y suelta el huevo de que ese invento del 22 de octubre de 1844 es “la única forma en que el universo puede aprender el himno doxológico: ‘Justos y verdaderos son tus caminos’”. Si esa es “la única forma” en que el universo puede reconocer la justicia y la verdad de los caminos de Dios, ¿nos pueden aclarar los propagandistas de la secta remanente si David se precipitó indebidamente cuando, sin esperar al veredicto de las mongólicas “inteligencias celestiales” esas, afirmó: “Justo es Jehová en todos sus caminos y misericordioso en todas sus obras” (Sal. 145:17)? ¡Qué digo David! Ya Moisés afirmó: “Jehová es justo” (Éxo. 9:27). ¿Quizá pecó de imprudencia Moisés? ¿Debería haberse asesorado con alguna de esas dubitativas “inteligencias celestiales” sabrosonas del adventismo?

¿Nos querrá aclarar algún secuaz de la secta remanente estos extremos tan reveladores? Algo me dice que, siguiendo su inveterada costumbre, se saldrán por la tangente, sin intentar siquiera responder con honradez a nada de lo expuesto. Es la naturaleza de los hilos que abro en este foro. Desde el mismo comienzo, el catastrófico resultado para la secta remanente está cantado. Como siempre, es un placer.
 
Re: BASURA “REMANENTE” PARA INDOCUMENTADOS

Tras una ausencia de este foro durante unos días, obligado por mis ocupaciones habituales (entre las que se cuenta la atención de mucho correo procedente de distintas partes del mundo de personas deseosas de abandonar las sectas), es un placer volver para desenmascarar ante los foristas los turbios manejos sectarios de ciertos personajillos que afirman pertenecer a una supuesta “iglesia” remanente. En esta ocasión, volveremos a destacar una de las obras de la secta remanente que tengo archivadas entre los libros de chistes de mi biblioteca. Hablo, naturalmente, del tomo 2 del Symposium on Revelation, publicado por el Instituto de Investigación “Bíblica” de la secta. Hoy nos entretendremos en desenmascarar los disparates más descarados del capítulo 9, obra de Jan Paulsen, hasta hace poco presidente de la Asociación General, de dicho librucho.

En su sucedáneo de exégesis de varios textos del Apocalipsis en griego, el sujeto en cuestión nos cuenta (página 283), con referencia a Apoc. 14:7, que el significado de elthen he hora tes kriseos autou (“llegó [o ha llegado] la hora del juicio de él [Dios]”) significa “que ha llegado el momento histórico en el que Dios iniciará un proceso de juicio (krisis, “tamizado”), como algo separado del cotidiano ir y venir de la vida”. Fijémonos en el aparentemente inocente uso del verbo ‘iniciar’ por parte del sectario Paulsen. En vano buscamos ese verbo en las palabras del ángel. Dirán los embusteros profesionales de la secta que eso “se sobrentiende”. Pues bien, vamos a ver qué “sobrentienden” estos pájaros en otro pasaje del Apocalipsis que, por una de esos reveses curiosos del destino, utiliza los mismos sustantivos y el mismo verbo que Apoc. 14:7. Encontramos el pasaje en Apoc. 18:10. La parte sustancial afirma: mia hora elthen he krisis sou (“en una hora llegó [o ha llegado] el juicio tuyo”). Interesante, ¿verdad? ¿Qué nos dirán Paulsen y sus abyectos cómplices? ¿Que se ha iniciado el juicio de Babilonia? Después de todo, ellos “sobrentienden” estos detalles sabrosones en su permanente “exégesis” para indocumentados, ¿no? Atendamos las “explicaciones” del pájaro en cuestión (página 285). Según él, aquí las mismas palabras que en Apoc. 14:7 significan, nada más y nada menos, que la “ejecución de la sentencia”.

¡Qué fascinante cuentecito! Supongo que será mucho pedir que la desvergonzada patulea adventista que pulula por este foro nos explique debidamente a qué se debe que su mendaz expresidente diga que, en un sitio, unas ciertas palabras significan “el inicio” de un juicio (ese que cuentan que empezó el 22 de octubre de 1844, pffffffffffffffffff), mientras que, en otro sitio, las mismas palabras significan no “el inicio” de un juicio, sino únicamente la “ejecución de la sentencia”.

Pero no se queda Paulsen en este frustrado intento de insultar la inteligencia de los cristianos. El sujeto fue bastante más allá. Aparte de las consabidas sandeces y típicos cuentecitos del adventismo (por ejemplo, la boba noción de que al lugar santísimo solo pudiese acceder el sumo sacerdote una única vez al año, el Día de la Expiación [invariablemente, estos majaderos olvidan que los levitas podían entrar allí siempre que fuese necesario, por ejemplo para desmontar el tabernáculo y transportar el arca]; o la noción extrabíblica de que el Yom Kippur fuese un “día de juicio”), el expresidente de los adventistas afirma alegremente (página 293) que “Dios, que es capaz de reunir todos los acontecimientos y todos los datos en un solo momento instantáneo de toma de decisiones, elige, por el bien de sus seres creados, espaciar en el tiempo sus datos y los factores que contribuyen a su toma de decisiones”. Buscamos en vano una justificación bíblica en apoyo de tan estúpida afirmación. Tampoco tenemos mayor suerte en nuestra búsqueda de justificación de la siguiente memez: “[Dios] invita al “tribunal a sentarse” y a observar lo que se dispone a hacer” (ibíd.). Por lo visto, el diosito impotente de los adventistas, enzarzado en ese indeciso “gran conflicto”, se ve en la necesidad incesante de “vindicarse” sin cesar ante las “inteligencias celestiales”. Al parecer, esas “inteligencias celestiales” participan de la naturaleza mongoloide que vemos aquí entre los propagandistas de la secta remanente, y tienen dudas permanentes acerca de la justicia de Dios. Tan mongólicas “inteligencias” se ven asaltadas de continuo por dudas sobre la justicia divina; según constatamos, la “inteligencia” no les llegó para captar la trascendencia de la cruz, que demostró por sí misma ante todo el universo Quién es Dios, sino que tuvieron que esperar al 22 de octubre de 1844 para que el dios adventista empezara a convencerlos de que es justo. Pero ni eso les aclarará sus permanentes dudas, pues la cosa investigadora y reivindicativa seguirá hasta mil años después del fin del “juicio investigador” ese. Según nos cuentan estos “entendidos”, la cosa parará entonces, sin duda por agotamiento y empacho de tan larguísimo ejercicio de investigación e reivindicación.

Pero sigamos constatando la “sabiduría” de la “exégesis” de Paulsen. Contaba ese pájaro (ibíd.): “Puede aceptarse fácilmente que este juicio previo al advenimiento, al que alude 11: 19, es el mismo juicio previo al advenimiento descrito en Daniel 7 . En respuesta al clamor: «¿Cuánto tiempo […]?» (Dan. 8: 13), se anuncia que al final de los 2,300 días/años Dios respondería públicamente ante su universo en un acto de investigación y de juicio. Esta profecía encontró su cumplimiento a partir de 1844”. Naturalmente, no hay prueba alguna de ello. Lo curioso es que el tal Paulsen metiese la pata al hablar de un “clamor” en Daniel 8:13. ¿Qué versión de la Biblia usa ese sujeto? La mía dice que hay dos santos que hablan, y no consta que ninguno de los dos esté gritando. Curiosos estos sectarios remanentes.

Sigamos comprobando el “nivel” de la “exégesis” adventista. Según Paulsen (páginas 293, 294), los adventistas “[d]ecimos que en esta fase del juicio [la iniciada el 22 de octubre de 1844] [Dios] justifica su derecho en el marco formal de un procedimiento judicial. La fe de los creyentes en él tiene que ser vindicada ante el universo. Es la única forma en que el universo puede aprender el himno doxológico: ‘Justo y verdadero [es] tu proceder’”. ¡Qué interesante historieta! Ni una justificación bíblica de que Dios tenga que justificar “su derecho” “en el marco formal de un procedimiento judicial”. Ni una justificación bíblica de que “la fe de los creyentes” (léase “adventistas del séptimo día”) tenga “que ser vindicada ante el universo”. Encima, va el sectario Paulsen y suelta el huevo de que ese invento del 22 de octubre de 1844 es “la única forma en que el universo puede aprender el himno doxológico: ‘Justos y verdaderos son tus caminos’”. Si esa es “la única forma” en que el universo puede reconocer la justicia y la verdad de los caminos de Dios, ¿nos pueden aclarar los propagandistas de la secta remanente si David se precipitó indebidamente cuando, sin esperar al veredicto de las mongólicas “inteligencias celestiales” esas, afirmó: “Justo es Jehová en todos sus caminos y misericordioso en todas sus obras” (Sal. 145:17)? ¡Qué digo David! Ya Moisés afirmó: “Jehová es justo” (Éxo. 9:27). ¿Quizá pecó de imprudencia Moisés? ¿Debería haberse asesorado con alguna de esas dubitativas “inteligencias celestiales” sabrosonas del adventismo?

¿Nos querrá aclarar algún secuaz de la secta remanente estos extremos tan reveladores? Algo me dice que, siguiendo su inveterada costumbre, se saldrán por la tangente, sin intentar siquiera responder con honradez a nada de lo expuesto. Es la naturaleza de los hilos que abro en este foro. Desde el mismo comienzo, el catastrófico resultado para la secta remanente está cantado. Como siempre, es un placer.
 
Re: BASURA “REMANENTE” PARA INDOCUMENTADOS

Hola Sylvester.
En su sucedáneo de exégesis de varios textos del Apocalipsis en griego, el sujeto en cuestión nos cuenta (página 283), con referencia a Apoc. 14:7, que el significado de elthen he hora tes kriseos autou (“llegó [o ha llegado] la hora del juicio de él [Dios]”) significa “que ha llegado el momento histórico en el que Dios iniciará un proceso de juicio (krisis, “tamizado”), como algo separado del cotidiano ir y venir de la vida”. Fijémonos en el aparentemente inocente uso del verbo ‘iniciar’ por parte del sectario Paulsen. En vano buscamos ese verbo en las palabras del ángel. Dirán los embusteros profesionales de la secta que eso “se sobrentiende”. Pues bien, vamos a ver qué “sobrentienden” estos pájaros en otro pasaje del Apocalipsis que, por una de esos reveses curiosos del destino, utiliza los mismos sustantivos y el mismo verbo que Apoc. 14:7. Encontramos el pasaje en Apoc. 18:10. La parte sustancial afirma: mia hora elthen he krisis sou (“en una hora llegó [o ha llegado] el juicio tuyo”). Interesante, ¿verdad? ¿Qué nos dirán Paulsen y sus abyectos cómplices? ¿Que se ha iniciado el juicio de Babilonia? Después de todo, ellos “sobrentienden” estos detalles sabrosones en su permanente “exégesis” para indocumentados, ¿no? Atendamos las “explicaciones” del pájaro en cuestión (página 285). Según él, aquí las mismas palabras que en Apoc. 14:7 significan, nada más y nada menos, que la “ejecución de la sentencia”.

¡Qué fascinante cuentecito! Supongo que será mucho pedir que la desvergonzada patulea adventista que pulula por este foro nos explique debidamente a qué se debe que su mendaz expresidente diga que, en un sitio, unas ciertas palabras significan “el inicio” de un juicio (ese que cuentan que empezó el 22 de octubre de 1844, pffffffffffffffffff), mientras que, en otro sitio, las mismas palabras significan no “el inicio” de un juicio, sino únicamente la “ejecución de la sentencia”.
La palabra krisis a veces significa "juicio" (juzgar) (Juan 7:24;1 Ti 5:24) y a veces "condenación" (ejecución de ese juicio) (Mat 23:33; Juan 5:29).

Entonces el contexto determina cual es el significado. En el caso que nos mostrás, aunque estén envueltas las mismas "palabras", el sentido es bien diferente. Pues una cosa es que haya llegado "la hora del juicio", y otra cosa es que "tu juicio" haya llegado "en una hora".

En el caso de Apoc. 14, no se ve que se trate de una ejecución de sentencia, sino que la sentencia está aún en el futuro ("beberá del vino de la ira de Dios..."). Sin embargo en Apo. 18 el contexto indica claramente la ejecución de una sentencia, pues Babilonia está siendo quemada, recibe plagas, etc.

Saludos.
 
Re: BASURA “REMANENTE” PARA INDOCUMENTADOS

Hola Sylvester.

La palabra krisis a veces significa "juicio" (juzgar) (Juan 7:24;1 Ti 5:24) y a veces "condenación" (ejecución de ese juicio) (Mat 23:33; Juan 5:29).

Entonces el contexto determina cual es el significado. En el caso que nos mostrás, aunque estén envueltas las mismas "palabras", el sentido es bien diferente. Pues una cosa es que haya llegado "la hora del juicio", y otra cosa es que "tu juicio" haya llegado "en una hora".
Tu "explicación" es, amén de boba, del todo insuficiente, sectario. Los sustantivos son los mismos, y el verbo también es el mismo. Ya conozco el significado de krisis. Lo que no conozco es el cuentecito podrido ese de que "krisis" signifique el "inicio" de un proceso judicial. ¿Cuentas con algún léxico griego que insinúe esa memez en la que tan interesada está tu secta? Va a ser que no, ¿verdad? Ya ves lo fácil que resulta pararos en seco vuestras payasadas.
 
Re: BASURA “REMANENTE” PARA INDOCUMENTADOS

Tu "explicación" es, amén de boba, del todo insuficiente, sectario. Los sustantivos son los mismos, y el verbo también es el mismo. Ya conozco el significado de krisis. Lo que no conozco es el cuentecito podrido ese de que "krisis" signifique el "inicio" de un proceso judicial. ¿Cuentas con algún léxico griego que insinúe esa memez en la que tan interesada está tu secta? Va a ser que no, ¿verdad? Ya ves lo fácil que resulta pararos en seco vuestras payasadas.
Nuevamente tu "cristianismo" me impresiona. Lo que te resulta "fácil" es ponernos "adjetivos". Será porque tus "explicaciones" y análisis exegéticos no son suficientes para nada. Suerte con tu "payasada".
 
Re: BASURA “REMANENTE” PARA INDOCUMENTADOS

Nuevamente tu "cristianismo" me impresiona. Lo que te resulta "fácil" es ponernos "adjetivos". Será porque tus "explicaciones" y análisis exegéticos no son suficientes para nada. Suerte con tu "payasada".

A cada cual lo suyo, sectario. Como es habitual, mi análisis en el primer mensaje de este hilo ya era mortal de necesidad para las pérfidas enseñanzas antibíblicas de tu secta. Como queda patente, las payasadas aquí son todas vuestras, infeliz. Si no, ¿qué pasó con ese léxico fantasma en el que se cuente la milonga adventista de que "krisis" significa el "inicio" de un juicio? ¿Está perdido? ¿Quizá se esconda detrás de un quiasmo o debajo de una estructura? ¿Estará sepultado bajo un rebuzno de algún pionero? Oye, y la memez esa de que Dios necesita "vindicarse" sin parar ante las "inteligencias celestiales", ¿qué neuronita sectaria la parió?
 
Re: BASURA “REMANENTE” PARA INDOCUMENTADOS

Estimado eduardo martínez rancaño, el chismoso. Saludos cordiales.

Tú dices:

Tras una ausencia de este foro durante unos días, obligado por mis ocupaciones habituales (entre las que se cuenta la atención de mucho correo procedente de distintas partes del mundo de personas deseosas de abandonar las sectas), ++++ chismes, ++++ chismes y mas chismes......

Respondo: ¿Le has contado tu paranoia de que Jesús regresó en el año 70 d. C.?


Al parecer es el último golpe de gracia que le das a tus víctimas luego de engañarlas con tus cuentos melodramáticos.

Bendiciones.

Luego todo Israel será salvo.
 
Re: BASURA “REMANENTE” PARA INDOCUMENTADOS

Respondo: ¿Le has contado tu paranoia de que Jesús regresó en el año 70 d. C.?
Despreciable basura: Creer en las palabras de Jesús acerca de la parusía, razonablemente cercana en sus días, no es ninguna paranoia. Paranoia es lo de ciertos tipejos que afirman (sin pruebas, naturalmente) que la parusía era para tiempos lejanos. Dado que ese cuentecito es desconocido para la Biblia, es sencillo barrerlo junto con el resto de la basura de tu secta.


Al parecer es el último golpe de gracia que le das a tus víctimas luego de engañarlas con tus cuentos melodramáticos.
Despreciable basura: La constatación de que la parusía se produjo, tal como anunció el propio Jesús, en tiempos antiguos no es ningún golpe para los cristianos que amamos la Biblia. Es, sin duda, una sonora bofetada para los sectarios que propugnáis una mentira desconocida para los apóstoles y para el mismísimo Dios.

Aquí el engaño de tu secta, y el tuyo personal, ha quedado demostrado de manera palmaria. ¿Qué nos cuentas, papanatas, de la parida esa de que las "inteligencias celestiales" esas no puedan afirmar la bondad de Dios hasta que este consiga "vindicarse" en el juicio bobo ese del 22 de octubre de 1844? ¿Se precipitaron indebidamente Moisés y David cuando afirmaron que Dios es bueno sin esperar el veredicto del juicio vindicativo ese de marras? ¿Nos lo aclaras, gavialito?
 
Re: BASURA “REMANENTE” PARA INDOCUMENTADOS

Estimado deshonesto y chismoso eduardín. Saludos cordiales.

Tú dices:


Despreciable basura: Creer en las palabras de Jesús acerca de la parusía, razonablemente cercana en sus días, no es ninguna paranoia. Paranoia es lo de ciertos tipejos que afirman (sin pruebas, naturalmente) que la parusía era para tiempos lejanos. Dado que ese cuentecito es desconocido para la Biblia, es sencillo barrerlo junto con el resto de la basura de tu secta.

Respondo: Según tú, tenías el versículo que decía que Cristo vino en el año 70.d. C.

¡Aún no lo escribes!, en consecuencia, aparte de lo deshonesto y chismoso ahora quedas como mentiroso y manipulador de las Escrituras.


"Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro.
El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús." Apoc. 20:19,20.


Despreciable basura: La constatación de que la parusía se produjo, tal como anunció el propio Jesús, en tiempos antiguos no es ningún golpe para los cristianos que amamos la Biblia. Es, sin duda, una sonora bofetada para los sectarios que propugnáis una mentira desconocida para los apóstoles y para el mismísimo Dios.

Respondo: En definitiva ¡nadie vio regresar a nuestro Señor en el año 70 d. C.!

Tu problema es que confundes los relatos y los hechos.

Nuestro Señor en su discurso profético de Mateo 24, habló de la destrucción de Jerusalén como así mismo del fin del mundo y de las señales que precederían su advenimiento.

Sabemos que dichas señales ya han ocurrido en su mayoría, pero aún faltan otras, de tal manera que su venida está a las puertas.

La parusía no podía ocurrir en el siglo I, Pablo certeramente señala el porqué.

"Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos,
que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca.
Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición,
el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.
¿No os acordáis que cuando yo estaba todavía con vosotros, os decía esto?
Y ahora vosotros sabéis lo que lo detiene, a fin de que a su debido tiempo se manifieste.
Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio.
Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida;
inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos,
y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos.
Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira,
a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia." 2 Tesalonicenses 2:1-12.


Aquí el engaño de tu secta, y el tuyo personal, ha quedado demostrado de manera palmaria. ¿Qué nos cuentas, papanatas, de la parida esa de que las "inteligencias celestiales" esas no puedan afirmar la bondad de Dios hasta que este consiga "vindicarse" en el juicio bobo ese del 22 de octubre de 1844? ¿Se precipitaron indebidamente Moisés y David cuando afirmaron que Dios es bueno sin esperar el veredicto del juicio vindicativo ese de marras? ¿Nos lo aclaras, gavialito?

Respondo: Con leer lo que dicen las Escrituras me basta y sobra para entender que esto es así:

"Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones,
que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza.
Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos." Apocalipsis 5:11-13.

Bendiciones.

Luego todo Israel será salvo.
 
Re: BASURA “REMANENTE” PARA INDOCUMENTADOS

Respondo: Según tú, tenías el versículo que decía que Cristo vino en el año 70.d. C.
Despreciable basura: Como sabes, hay muchos más versículos de los que a ti te gustaría, y es para mí ocasión de ENORME gratificación personal citar la verdad y hundirte, si cabe, más en el lodo. He aquí lo que te atormenta, infeliz:

La noción de que las palabras de Jesús y los apóstoles en cuanto a la parusía haya que desvincularlas del contexto histórico y del medio literario propio de la sociedad en la que se produjeron no puede sino llevar a continuos y amargos desengaños. La venida de la divinidad en las nubes significa protección para su pueblo y castigo para sus adversarios, como en el éxodo y en tantos otros episodios de la historia de Israel. Ninguna de tales venidas supuso el fin del mundo, aunque la del éxodo sí supuso un nuevo orden, con un Estado teocrático, nuevas leyes, etc. La parusía había de significar no el fin del cosmos (kosmos en griego), sino el fin del "siglo" (aion en griego), o sea, el fin de la era en la que vivían. ¿Cuándo acabó la era en la que vivían? Mateo 24 y los pasajes paralelos de los sinópticos son clarísimos:

"Jesús salió del Templo y, cuando ya se iba, se acercaron sus discípulos para mostrarle los edificios del Templo. Respondiendo él, les dijo: -- ¿Veis todo esto? De cierto os digo que no quedará aquí piedra sobre piedra que no sea derribada. Estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: -- Dinos, ¿cuándo serán estas cosas y qué señal habrá de tu venida y del fin del siglo?" (Mat. 24:1-3).

Jesús no corrigió ningún supuesto "error" de sus discípulos en su pregunta, como si "el fin del siglo" y su parusía fueran diferentes. El "sermón escatológico" de Jesús no tiene nada que ver con ningún "fin del cosmos" en ocasión de una parusía (concepto desconocido para los apóstoles), sino de la destrucción de Jerusalén en relación con esa parusía en juicio contra los judíos incrédulos. El lamento de la desgracia que iba a caer sobre Jerusalén es bastante frecuente hacia el final del ministerio de Jesús (lee, por ejemplo, el final de Mateo 23), y alcanza su culmen en Mateo 24 y paralelos. Que Jesús no contempló ni insinuó en ningún momento una parusía posterior a una prolongadísima "era cristiana" es manifiesto en muchas de sus afirmaciones. De hecho, afirma lo contrario, sin excepciones:

"A estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones diciendo: "Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis […]. Cuando os persigan en una ciudad, huid a otra. De cierto os digo que no acabaréis de recorrer todas las ciudades de Israel antes que venga el Hijo del hombre" (Mat. 10:5-23). Los doce murieron hace tiempo.
"De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí que no gustarán la muerte hasta que hayan visto al Hijo del hombre viniendo en su Reino" (Mat. 16:28). Algunos de los que oyeron esta promesa morirían antes de la parusía; otros no.
"De cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta generación. "¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, pero no quisiste! Vuestra casa os es dejada desierta, pues os digo que desde ahora no volveréis a verme hasta que digáis: "¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!""" (Mat. 23:36-39). ¿Te das cuenta de lo que implica este texto, leído así, sin desgajar sus versículos? A cualquier adventista lo pone frenético. No solo identifica explícitamente la parusía con la destrucción de la ciudad que mataba a los profetas, sino que señala que eso iba a ocurrir en aquella generación.
"De cierto os digo que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca" (Mat. 24:34). Algunos de los que oyeron a Jesús seguirían vivos en el momento de la parusía.
"para que se demande de esta generación la sangre de todos los profetas que se ha derramado desde la fundación del mundo, desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, que murió entre el altar y el Templo; sí, os digo que será demandada de esta generación" (Luc. 11:50, 51). Más de lo mismo.

A los sacerdotes que decretaron su muerte, fallecidos ya hace tiempo, Jesús les anunció:
"[O]s digo que desde ahora veréis al Hijo del hombre sentado a la diestra del poder de Dios y viniendo en las nubes del cielo" (Mat. 26:64).
Y Juan de Patmos confirma la inminencia del cumplimiento de esa predicción:
"He aquí que viene con las nubes: Todo ojo lo verá, y los que lo traspasaron; y todos los linajes de la tierra se lamentarán por causa de él. Sí, amén" (Apoc. 1:7).

Todos estos pasajes, y otros que podrían citarse, COINCIDEN en un mensaje común: aunque la parusía no era inminente (en el sentido de que estuviese a días, semanas o meses de distancia), tampoco era remotamente lejana. Al contrario: parte de los contemporáneos de Jesús, tanto amigos como enemigos, la contemplarían.

A los adventistas no les gustan estos versículos, y hacen muchísima gimnasia mental para intentar deshacerse de ellos. Así, Mat. 16:28 dicen que se refiere a la transfiguración, aunque no consta la muerte de ningún apóstol antes de esa supuesta "venida". Por otra parte, Mat. 26:64 y Apocalipsis 1:7 pretenden "arreglarlos" postulando una resurrección "especial" para que aquellos sacerdotes "vean" una parusía que, supuestamente, aún está en nuestro futuro. Naturalmente, juegos malabares tan necios no hacen sino confirmar la insolvencia bíblica del adventismo y las serias carencias mentales de los que pretenden sustentar un sistema tan corrupto.

Así que, dejando definitivamente olvidadas las patochadas adventistas sobre la segunda venida, es menester que tú o algún otro hombrecillo de Battle Creek nos explique los grotescos errores de Jan Paulsen, hasta hace poco presidente de tu secta. ¡Qué aleccionador resulta la demostración de su burdo engaño!, ¿eh, gavialito?
 
Re: BASURA “REMANENTE” PARA INDOCUMENTADOS

Estimado eduardín el chismoso. Saludos cordiales.

Tú dices:

Despreciable basura: Como sabes, hay muchos más versículos de los que a ti te gustaría, y es para mí ocasión de ENORME gratificación personal citar la verdad y hundirte, si cabe, más en el lodo. He aquí lo que te atormenta, infeliz:

Respondo: Tu paranoia no tiene límites, leído y releído tu artículo se ve que no sale el versículo que tú asegurabas tener de que nuestro Señor regresó en el año 70 d. C.

¿Lo habrás escrito en código encriptado?

Alguno de tus seguidores tendrán acceso al cifrado y descifrado de tus ponencias.

¿Habrá que leerlo al revés como lo hace "semillita"?

Pues fíjate que no pude leer el versículo en cuestión, de que "Jesús regresó en el año 70. d.C?


Así que, dejando definitivamente olvidadas las patochadas adventistas sobre la segunda venida, es menester que tú o algún otro hombrecillo de Battle Creek nos explique los grotescos errores de Jan Paulsen, hasta hace poco presidente de tu secta. ¡Qué aleccionador resulta la demostración de su burdo engaño!, ¿eh, gavialito?

Respondo: Los más célebres interpretes judíos reconocen que el Yom Kippur era un día de Juicio.

¿ Tú no ?

Bendiciones.

Luego todo Israel será salvo.
 
Re: BASURA “REMANENTE” PARA INDOCUMENTADOS

Pues fíjate que no pude leer el versículo en cuestión, de que "Jesús regresó en el año 70. d.C?
No te preocupes, memo. Aquí estoy yo para restragarte por los morros lo que tanto daño te hace.

La noción de que las palabras de Jesús y los apóstoles en cuanto a la parusía haya que desvincularlas del contexto histórico y del medio literario propio de la sociedad en la que se produjeron no puede sino llevar a continuos y amargos desengaños. La venida de la divinidad en las nubes significa protección para su pueblo y castigo para sus adversarios, como en el éxodo y en tantos otros episodios de la historia de Israel. Ninguna de tales venidas supuso el fin del mundo, aunque la del éxodo sí supuso un nuevo orden, con un Estado teocrático, nuevas leyes, etc. La parusía había de significar no el fin del cosmos (kosmos en griego), sino el fin del "siglo" (aion en griego), o sea, el fin de la era en la que vivían. ¿Cuándo acabó la era en la que vivían? Mateo 24 y los pasajes paralelos de los sinópticos son clarísimos:

"Jesús salió del Templo y, cuando ya se iba, se acercaron sus discípulos para mostrarle los edificios del Templo. Respondiendo él, les dijo: -- ¿Veis todo esto? De cierto os digo que no quedará aquí piedra sobre piedra que no sea derribada. Estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: -- Dinos, ¿cuándo serán estas cosas y qué señal habrá de tu venida y del fin del siglo?" (Mat. 24:1-3).

Jesús no corrigió ningún supuesto "error" de sus discípulos en su pregunta, como si "el fin del siglo" y su parusía fueran diferentes. El "sermón escatológico" de Jesús no tiene nada que ver con ningún "fin del cosmos" en ocasión de una parusía (concepto desconocido para los apóstoles), sino de la destrucción de Jerusalén en relación con esa parusía en juicio contra los judíos incrédulos. El lamento de la desgracia que iba a caer sobre Jerusalén es bastante frecuente hacia el final del ministerio de Jesús (lee, por ejemplo, el final de Mateo 23), y alcanza su culmen en Mateo 24 y paralelos. Que Jesús no contempló ni insinuó en ningún momento una parusía posterior a una prolongadísima "era cristiana" es manifiesto en muchas de sus afirmaciones. De hecho, afirma lo contrario, sin excepciones:

"A estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones diciendo: "Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis […]. Cuando os persigan en una ciudad, huid a otra. De cierto os digo que no acabaréis de recorrer todas las ciudades de Israel antes que venga el Hijo del hombre" (Mat. 10:5-23). Los doce murieron hace tiempo.
"De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí que no gustarán la muerte hasta que hayan visto al Hijo del hombre viniendo en su Reino" (Mat. 16:28). Algunos de los que oyeron esta promesa morirían antes de la parusía; otros no.
"De cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta generación. "¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, pero no quisiste! Vuestra casa os es dejada desierta, pues os digo que desde ahora no volveréis a verme hasta que digáis: "¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!""" (Mat. 23:36-39). ¿Te das cuenta de lo que implica este texto, leído así, sin desgajar sus versículos? A cualquier adventista lo pone frenético. No solo identifica explícitamente la parusía con la destrucción de la ciudad que mataba a los profetas, sino que señala que eso iba a ocurrir en aquella generación.
"De cierto os digo que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca" (Mat. 24:34). Algunos de los que oyeron a Jesús seguirían vivos en el momento de la parusía.
"para que se demande de esta generación la sangre de todos los profetas que se ha derramado desde la fundación del mundo, desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, que murió entre el altar y el Templo; sí, os digo que será demandada de esta generación" (Luc. 11:50, 51). Más de lo mismo.

A los sacerdotes que decretaron su muerte, fallecidos ya hace tiempo, Jesús les anunció:
"[O]s digo que desde ahora veréis al Hijo del hombre sentado a la diestra del poder de Dios y viniendo en las nubes del cielo" (Mat. 26:64).
Y Juan de Patmos confirma la inminencia del cumplimiento de esa predicción:
"He aquí que viene con las nubes: Todo ojo lo verá, y los que lo traspasaron; y todos los linajes de la tierra se lamentarán por causa de él. Sí, amén" (Apoc. 1:7).

Todos estos pasajes, y otros que podrían citarse, COINCIDEN en un mensaje común: aunque la parusía no era inminente (en el sentido de que estuviese a días, semanas o meses de distancia), tampoco era remotamente lejana. Al contrario: parte de los contemporáneos de Jesús, tanto amigos como enemigos, la contemplarían.

A los adventistas no les gustan estos versículos, y hacen muchísima gimnasia mental para intentar deshacerse de ellos. Así, Mat. 16:28 dicen que se refiere a la transfiguración, aunque no consta la muerte de ningún apóstol antes de esa supuesta "venida". Por otra parte, Mat. 26:64 y Apocalipsis 1:7 pretenden "arreglarlos" postulando una resurrección "especial" para que aquellos sacerdotes "vean" una parusía que, supuestamente, aún está en nuestro futuro. Naturalmente, juegos malabares tan necios no hacen sino confirmar la insolvencia bíblica del adventismo y las serias carencias mentales de los que pretenden sustentar un sistema tan corrupto.

Respondo: Los más célebres interpretes judíos reconocen que el Yom Kippur era un día de Juicio.
¿"Los más célebres intérpretes judíos", memo? Aquí nos interesa únicamente lo que diga la Biblia, no lo que digan las fuentes apócrifas del adventismo. ¿Lo captas, zopenco?
 
Re: BASURA “REMANENTE” PARA INDOCUMENTADOS

Estimado eduardín el chismoso. Saludos cordiales.

Tú dices:

No te preocupes, memo. Aquí estoy yo para restragarte por los morros lo que tanto daño te hace.

Respondo: Del versículo que aseguraste tener de que nuestro Señor regresó en el año 70 d. C. ¡Nada!


¿"Los más célebres intérpretes judíos", memo? Aquí nos interesa únicamente lo que diga la Biblia, no lo que digan las fuentes apócrifas del adventismo. ¿Lo captas, zopenco?

Respondo: Aún no te escribo lo que estos eruditos estudiantes de la Palabra de Dios y conocedores de su propia cultura nos pueden decir del Yom Kippur, ¿y tu los descartas siguiendo los causes de tu irracionalidad?

¿A que le temes?

Bendiciones.

Luego todo Israel será salvo.
 
Re: BASURA “REMANENTE” PARA INDOCUMENTADOS

Respondo: Del versículo que aseguraste tener de que nuestro Señor regresó en el año 70 d. C. ¡Nada!
Despreciable monigote: Muy al contrario, he proporcionado un número considerable de textos que muestra esa verdad que te irrita. Aquí los tienes otra vez, pazguato.

La noción de que las palabras de Jesús y los apóstoles en cuanto a la parusía haya que desvincularlas del contexto histórico y del medio literario propio de la sociedad en la que se produjeron no puede sino llevar a continuos y amargos desengaños. La venida de la divinidad en las nubes significa protección para su pueblo y castigo para sus adversarios, como en el éxodo y en tantos otros episodios de la historia de Israel. Ninguna de tales venidas supuso el fin del mundo, aunque la del éxodo sí supuso un nuevo orden, con un Estado teocrático, nuevas leyes, etc. La parusía había de significar no el fin del cosmos (kosmos en griego), sino el fin del "siglo" (aion en griego), o sea, el fin de la era en la que vivían. ¿Cuándo acabó la era en la que vivían? Mateo 24 y los pasajes paralelos de los sinópticos son clarísimos:

"Jesús salió del Templo y, cuando ya se iba, se acercaron sus discípulos para mostrarle los edificios del Templo. Respondiendo él, les dijo: -- ¿Veis todo esto? De cierto os digo que no quedará aquí piedra sobre piedra que no sea derribada. Estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: -- Dinos, ¿cuándo serán estas cosas y qué señal habrá de tu venida y del fin del siglo?" (Mat. 24:1-3).

Jesús no corrigió ningún supuesto "error" de sus discípulos en su pregunta, como si "el fin del siglo" y su parusía fueran diferentes. El "sermón escatológico" de Jesús no tiene nada que ver con ningún "fin del cosmos" en ocasión de una parusía (concepto desconocido para los apóstoles), sino de la destrucción de Jerusalén en relación con esa parusía en juicio contra los judíos incrédulos. El lamento de la desgracia que iba a caer sobre Jerusalén es bastante frecuente hacia el final del ministerio de Jesús (lee, por ejemplo, el final de Mateo 23), y alcanza su culmen en Mateo 24 y paralelos. Que Jesús no contempló ni insinuó en ningún momento una parusía posterior a una prolongadísima "era cristiana" es manifiesto en muchas de sus afirmaciones. De hecho, afirma lo contrario, sin excepciones:

"A estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones diciendo: "Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis […]. Cuando os persigan en una ciudad, huid a otra. De cierto os digo que no acabaréis de recorrer todas las ciudades de Israel antes que venga el Hijo del hombre" (Mat. 10:5-23). Los doce murieron hace tiempo.
"De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí que no gustarán la muerte hasta que hayan visto al Hijo del hombre viniendo en su Reino" (Mat. 16:28). Algunos de los que oyeron esta promesa morirían antes de la parusía; otros no.
"De cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta generación. "¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, pero no quisiste! Vuestra casa os es dejada desierta, pues os digo que desde ahora no volveréis a verme hasta que digáis: "¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!""" (Mat. 23:36-39). ¿Te das cuenta de lo que implica este texto, leído así, sin desgajar sus versículos? A cualquier adventista lo pone frenético. No solo identifica explícitamente la parusía con la destrucción de la ciudad que mataba a los profetas, sino que señala que eso iba a ocurrir en aquella generación.
"De cierto os digo que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca" (Mat. 24:34). Algunos de los que oyeron a Jesús seguirían vivos en el momento de la parusía.
"para que se demande de esta generación la sangre de todos los profetas que se ha derramado desde la fundación del mundo, desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, que murió entre el altar y el Templo; sí, os digo que será demandada de esta generación" (Luc. 11:50, 51). Más de lo mismo.

A los sacerdotes que decretaron su muerte, fallecidos ya hace tiempo, Jesús les anunció:
"[O]s digo que desde ahora veréis al Hijo del hombre sentado a la diestra del poder de Dios y viniendo en las nubes del cielo" (Mat. 26:64).
Y Juan de Patmos confirma la inminencia del cumplimiento de esa predicción:
"He aquí que viene con las nubes: Todo ojo lo verá, y los que lo traspasaron; y todos los linajes de la tierra se lamentarán por causa de él. Sí, amén" (Apoc. 1:7).

Todos estos pasajes, y otros que podrían citarse, COINCIDEN en un mensaje común: aunque la parusía no era inminente (en el sentido de que estuviese a días, semanas o meses de distancia), tampoco era remotamente lejana. Al contrario: parte de los contemporáneos de Jesús, tanto amigos como enemigos, la contemplarían.

A los adventistas no les gustan estos versículos, y hacen muchísima gimnasia mental para intentar deshacerse de ellos. Así, Mat. 16:28 dicen que se refiere a la transfiguración, aunque no consta la muerte de ningún apóstol antes de esa supuesta "venida". Por otra parte, Mat. 26:64 y Apocalipsis 1:7 pretenden "arreglarlos" postulando una resurrección "especial" para que aquellos sacerdotes "vean" una parusía que, supuestamente, aún está en nuestro futuro. Naturalmente, juegos malabares tan necios no hacen sino confirmar la insolvencia bíblica del adventismo y las serias carencias mentales de los que pretenden sustentar un sistema tan corrupto.



Respondo: Aún no te escribo lo que estos eruditos estudiantes de la Palabra de Dios y conocedores de su propia cultura nos pueden decir del Yom Kippur, ¿y tu los descartas siguiendo los causes de tu irracionalidad?
Verás, zopenco. Conozco a una víbora que insiste que no se usen escritos apócrifos para probar lo que a tan ruiz reptil le incomoda. ¡No pretenderás que a tal víbora le demos ventaja! Entonces, cretino, aquí de cuentecitos judaicos, nada de nada. Aquí solo textos de la Biblia, zopenco.
 
Re: BASURA “REMANENTE” PARA INDOCUMENTADOS

Hablando de "gimnasia mental", ¿qué tipo de "gimnasia mental" hará Sylvester con este versículo?:
2Pe 3:10 Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.​
 
Re: BASURA “REMANENTE” PARA INDOCUMENTADOS

Hablando de "gimnasia mental", ¿qué tipo de "gimnasia mental" hará Sylvester con este versículo?:
2Pe 3:10 Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.​

¿Gimnasia mental? ¡Qué va, sectario! Yo jamás hago eso. Verás, los "elementos" de los que habla el apóstol Pedro, son mencionados en otros pasajes del NT. No está hablando del cobalto, el níquel ni el tungsteno. La palabra griega stoijeia se refiere a los principios elementales o rudimentos de cualquier cosa. Por ejemplo, Hebreos 5:12 dice: "Debiendo ser ya maestros después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos (stoijeia) de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales, que tenéis necesidad de leche y no de alimento sólido". No habla del helio ni del niobio de la Palabra de Dios. Habla de los rudimentos. Y los rudimentos del cristianismo están en la religión mosaica, sectario Urías. Por ello, la disolución del mundo judío, que pasó, en efecto, con gran estruendo en el pavoroso incendio de Jerusalén y su templo, cumplió perfectamente lo dicho por el apóstol.

Por cierto, esto era irrelevante para el tema. Se ve que no sabes contestar a mi reto. Como ves, yo sí sé contestar al tuyo, y ahondo vuestra herida. Siempre será así.
 
Re: BASURA “REMANENTE” PARA INDOCUMENTADOS

Estimado eduardín el chismoso. Saludos cordiales.

Tú dices:

Despreciable monigote: Muy al contrario, he proporcionado un número considerable de textos que muestra esa verdad que te irrita. Aquí los tienes otra vez, pazguato.

Respondo: Pero de un versículo en específico que señale que nuestro Señor regresó en el año 70 d. C. ¡Nada!

Lo cierto es que nuestro Señor aún no ha regresado por su pueblo, no en vano nos dio esta amonestación:

"Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis.
Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos.
Ya os lo he dicho antes.
Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis.
Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre
." Mateo 14:23-27



Verás, zopenco. Conozco a una víbora que insiste que no se usen escritos apócrifos para probar lo que a tan ruiz reptil le incomoda. ¡No pretenderás que a tal víbora le demos ventaja! Entonces, cretino, aquí de cuentecitos judaicos, nada de nada. Aquí solo textos de la Biblia, zopenco.

Respondo: Bien pero te desdices y contradices con tus reflexiones inoperantes.

Y los rudimentos del cristianismo están en la religión mosaica

Es consabido que los preteristas odian la ley de Dios y el juicio de Dios, pero no podrán sortear lo que enseña la Biblia:

" El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre.
Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala." Eclesiastés 12:13,14.


Bendiciones.

Luego todo Israel será salvo.
 
Re: BASURA “REMANENTE” PARA INDOCUMENTADOS

Buenas hermanos.

Veo que todavía al "gatito" el Espíritu Santo no lo ha tocado. EMR, ¿Porque no dedicas tu vida a llevar la palabra de Dios en ves de escribir errores y calumniar a la gente...? "Por sus frutos los conoceréis"
 
Re: BASURA “REMANENTE” PARA INDOCUMENTADOS

Buenas hermanos.

Veo que todavía al "gatito" el Espíritu Santo no lo ha tocado. EMR, ¿Porque no dedicas tu vida a llevar la palabra de Dios en ves de escribir errores y calumniar a la gente...? "Por sus frutos los conoceréis"

Despreciable humeado: Dedico buena parte de mi vida a llevar la Palabra de Dios y a destruir los errores y los horrores de la secta adventista, plagio de la religión cristiana. Como me resulta fácil desenmascarar la falsía de los tipejos que constituyen a dicha secta, lo hago sin la menor contemplación, sabedor de que ello irrita a ciertas ratas de esa secta. Así que tú tranquilo, humeado.