Un escapulario, debidamente aprobado por la Santa Sede, es un sacramental. Éste es un signo instituido por la Iglesia por el poder que le ha dado Cristo por medio del cual se reciben efectos espirituales y nos disponen a recibir la gracia. Un sacramental puede ser una acción, como es una bendición, o un objeto material como el agua bendita o los escapularios.
Ahora bien, con respecto a los escapularios, estos, además de ser un sacramental, expresan la devoción y la vinculación hacia Dios, Cristo, la Virgen o un santo de forma particular; por lo que al aceptar imponerte un escapulario estás aceptando vivir de acuerdo a lo que ese escapulario representa, y también a recibir las gracias necesarias para llevarlo a buen termino y obtener frutos en abundancia.
Existen cerca de 20 escapularios, uno de ellos es el de San Miguel Arcangel, pero el más famoso y conocido es el escapulario del Carmen. <!-- m -->
Para imponerte el escapulario del Carmen solo necesitas comprarte un escapulario de ese tipo y pedirle a un sacerdote que lo bendiga y te lo imponga, aunque lo ideal sería buscar a un sacerdote carmelita, pero da igual.
Los escapularios no son necesarios para nuestra salvación y santificación, pero son muy útiles para alcanzar estas metas y están a nuestra entera disposición, listos para ser usados por nosotros.
Recomiendo que todos se pongan uno... o varios, entre más recibes más bendiciones. Cuando vas a pecar solamente te lo quitas y luego te lo vuelves a poner.