Re: Soy cristiano y soy gay
por mas vuelta que le den al asunto, el homosexualismo no complementa, dice alguien que Jesucristo nunca habló de los homosexuales, sin embargo destruyó una ciudad, perdida en pecados la cual el homosexualismo era manifiesto entre la inmoralidad de esas ciudades.A veces la ficción supera la realidad.
Por lo visto ahora cualquiera puede ser creyente. Pero eso dista mucho de ser un hijo de Dios.
La apostasía ha calado tanto en muchos a tal nvel que ya vemos que van en pos de ideas que estén conforme a sus propias concupiscencias.
Como dije más arriba, ahora cualquiera es un "creyente". Desde ya empieza blesfemando. Habla de una "realidad". Hombre, la delincuencia también es una realidad y no por eso uno debe aceptarla como algo normal.
¿No es una enfermedad? Es una enfermedad del alma que solo se puede curar con Cristo en el corazón. Si fuera una enfermedad desde el punto de vista médico, como el autismo, el mogolismo, etc., entonces sería una cosa natural y Dios no condenaría la homosexualidad ya que, por ser una enfermedad se le daría un tratamiento médico para revertirla o amortguarla. Y muchos versículos de la Biblia serían suprimidos con justicia.
¿No es una perversión? El término pervesión dice bastante, la Biblia la condena, así que ese es un contrasentido por parte de alguien que dice ser un creyente cristiano.
¿No es un pecado? Alguien que se diga cristiano no puede contradecir la Biblia ya que es la autoridad que tiene como creyente de la doctrina de Cristo. De eso se trata, de ser consecuentes; si el creyente es consecuente, entonces se dará cuenta de que tal comportamiento es un pecado.
Lo que faltaba: es un don de Dios, cuanta blasfemia.La fe no la descubre nadie, es algo que se recibe y se recibe por el oir (espiritualmente) la Palabra de Dios, por lo tanto no es un sentimiento.
Ninguno de los tres significados del Amor (Agape, Filos, Eros) tiene que ver con la homosexualidad. O tal ves sí; al amor Filos por ejemplo pero, ese amor parte de los hijos de Dios hacia sus semejentes, en este caso hacia el homosexual.
Más bien la actitud debería ser la misma que Dios tiene para con nosotros los pecadores: de compasión.
Dios es un padre amororso, pero como todo padre amoroso nos da límites que no debemos romper en aras de llevar una buena relación con El.
Jesús perdonó a mucha gente y de paso, les dijo que no pecaran más.
Arrepentimiento.
A estas alturas ya resulta infructuoso acusar al catolicismo de algo que -en este caso específico- el catolicismo no tiene que ver. No debemos justificar nuestros pecados escudándonos en un prejuicio. Si yo me vuelvo homosexual no es por culpa de nadie.
Eso da a entender que quienes denunciamos el pecado de la homosexualidad estamos viviendo en ataduras... esas ya son palabras mayores y a la vez ofensivas.
Ninguna persna que se diga cristiana depende de lo que le diga la jerarquía; antes que la congregación la autoridad está en la Palabra de Dios, dicho sea de paso autoridad a la que muchos creyentes llevados por sus propias sensaciones carnales le muestran su rebeldía.Y seguimos blasfemando. No debemos mezclar papas con camotes. Si esa persona tuviera el Espíritu Santo de Dios... para empezar ya habría dejado de ser homosexual.
Para qué echarle la culpa a los demás por las consecuencias de nuestras propias malas decisiones, decisiones que lo único que provocan es apartarnos de Dios; y sin Dios... no hay paz.
Esas expresiones no tienen nada que ver, ni por asomo, con la homosexualidad.
Seguimos revolviendo las cosas. Nada tiene que ver la condición económica en la que vivía la familia de Jesús con la condición espiritual en la que vive el hombre pecador, en este caso el homosexual.
Dios jamás se equivocó al crear las cosas y mucho menos a la hora de crear al hombre y a la mujer. Todos somos sus hijos desde el punto de vista de que El nos creó. Pero la Biblia dice que todos hemos pecado y que hemos sido destituídos de la gloria de Dios; ahora ya no es simple y fácil decir alegremente y con soltura que somos hijos de Dios (en sentido espiritual).
Dios ahora declara hijos a quienes le obedezcan, ¿Cómo? Pues ahí está el manual que es su Santa Palabra contenida en la Biblia.
Nosotros los cristianos amamos al homosexual y porque le amamos es que le decimos lo incorrecto, lo errado de su proceder que lo aparta más y más de Dios. A Dios no le alegraría para nada si al homosexual, como pecador que es, le dijéramos que no está pecando y que siga con su vida de pecado.
Dejen de blasfemar por favor.
Esto es lo que se llama "teología gay". Como dice la Biblia, falsos maestros enseñan un evangelio diferente, con doctrinas totalmente opuestas al verdadero evangelio... doctrinas de demonios.
No, el homosexual no es excluído; es el homosexual el que como consecuencia de su pecado se aleja de Dios. Y quien se aleja de Dios es presa fácil de los más voraces y negativos sentimientos.
Todo lo que se siembra se cosecha.
¿Y entonces por qué tanta fanfarronería?¿Por qué tanta osadía para querer demostrar lo indemostrable?Esto es solo un botón de muestra de hasta dónde puede llegar el autoengaño.
Satanás es el padre de la mentira y no descansa en la búsqueda de nuevas víctimas a las cuales sembrarles la idea de que "el pecado no es pecado".
La teología gay (ahora cualquiera es teólogo) se estrella y cae estrepitosamente ante la misma Biblia que condena lo que ellos quieren santificar. A lo malo le llaman bueno.