Re: 2300 Tarde y Mañana, su antes y después.
Estimado gatomarco. Saludos cordiales.
Tú dices:
Estoy de acuerdo con vos hermano y lo mismo se lo he preguntado al hermano Joel (post N° 25 de éste epígrafe). ¿Como es posible que el diablo y todas sus huestes malévolas atacaran al santuario Celestial y más encima lo profanaran?
Pensar que el santuario Celestial fué purificado a consecuencia de una ataque y una profanación, es una locura.
Roguemos por los hermanos que estan equivocados en esas pósturas para que puedan comprender que estan errados y que si logran pedir la dirección del E.Santo, van a poder comprender la verdadera interpretación de los 2300 tardes y mañanas.
Dios le bendiga hermanito
G@TO
Respondo: Nuestro Señor está hoy, ministrando en el Santuario celestial.
"Haz todas las cosas conforme al modelo que te fue mostrado en el monte" (Heb. 8:5).
El Santuario era el corazón del sistema típico (simbólico). Allí puso el Señor su nombre, manifestó su gloria y conversó con el sumo sacerdote, en relación con el bien de Israel. Al preguntar a las Escrituras en qué consiste el Santuario, expulsemos de la mente todo prejuicio educacional. La Biblia define con claridad cuál es el Santuario, y responde a toda cuestión razonable que quepa hacer sobre él.
El nombre "Santuario" se aplica a diversas cosas en el Antiguo Testamento, y el Todopoderoso no dijo a Daniel qué Santuario había de ser purificado al final de los 2.300 días, pero lo denominó Santuario, como si Daniel comprendiese bien a qué se estaba refiriendo. El hecho de que Daniel no le preguntase en qué consistía, confirma lo anterior. Pero dado que la identificación del Santuario ha venido a ser tema de discusión, nuestra única seguridad consiste en buscar en el Nuevo Testamento, que es el comentario divino sobre él. Su decisión debiera poner fin a toda controversia entre cristianos.
Pablo se refiere ampliamente a ese asunto en la epístola a los Hebreos, a quienes pertenecía el pacto típico. "El primer pacto tenía reglas para el culto, y también un Santuario terrenal" (Heb. 9:1-5).
"Se levantó una tienda. En su primera parte, llamada Lugar Santo (hagia), estaban las lámparas, la mesa y los panes de la Presencia.
"Tras el segundo velo estaba la parte llamada Lugar Santísimo (hagia hagion).
"Este tenía el incensario de oro y el Arca del Pacto cubierta de oro. Esta Arca contenía una urna de oro con el maná, la vara de Aarón que reverdeció y las tablas del pacto.
"Sobre ella los querubines de gloria cubrían el Propiciatorio. De estos objetos no hablaremos ahora en detalle."
Encontramos una descripción detallada en los últimos cuatro libros del Pentateuco. "Santuario" fue el primer nombre que el Señor le dio. En Éxodo 25:8 abarca, no solamente el Tabernáculo con sus dos departamentos, sino también el atrio (o patio), así como todos los utensilios del ministerio. A todo ello Pablo lo denomina el Santuario del primer pacto, que "es símbolo para el tiempo actual, según el cual se ofrecen presentes y sacrificios" (Heb. 9:9).
"Pero Cristo ya vino, y ahora es el Sumo Sacerdote de los bienes definitivos. El Santuario donde él ministra es más grande y más perfecto; y no es hecho por mano de hombre, es decir, no es de este mundo" (vers. 11).
Los sacerdotes entraban en lo que era "símbolo" o "copia de las realidades" que constituían los "lugares celestiales mismos" en los que entró Cristo, cuando "entró en el mismo cielo" (vers. 23 y 24). Cuando Cristo ascendió a la diestra del Padre, a "las realidades celestiales mismas", vino a ser "ministro del Santuario, de aquel verdadero Santuario que el Señor levantó, y no el hombre" (Heb. 8:1 y 2). Ese es el Santuario del "pacto mejor (nuevo)" (vers. 6).
El Santuario que ha de ser purificado al final de los 2.300 días es también el Santuario del nuevo pacto, ya que la visión del Santuario echado por tierra hace referencia a un período posterior a la crucifixión. Vemos que el Santuario del nuevo pacto no está en la tierra, sino en el cielo. El verdadero Tabernáculo que forma parte del Santuario del nuevo pacto, fue hecho y construido por el Señor, en contraste con el del primer pacto, que fue hecho y levantado por el hombre en obediencia al mandamiento de Dios (Éxo. 25:8).
Ahora, ¿qué dice el mismo apóstol que el Señor ha construido? "Porque esperaba la ciudad con fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios" (Heb. 11:10). ¿Cuál es su nombre? La "Jerusalén celestial" (Heb. 12:22; Apoc. 21). "Un edificio celestial, una casa eterna, hecha no por manos humanas" (2 Cor. 5:1). "En la casa de mi Padre hay muchas moradas" (Juan 14:2).
Cuando nuestro Salvador estuvo en Jerusalén, y declaró su casa desierta, los discípulos le señalaron el edificio del templo. Él dijo entonces: "Os aseguro que no quedará piedra sobre piedra, que no sea derribada" (Mat. 24:1 y 2). El templo era su Santuario (1 Crón. 22:17-19; 28:9-13; 2 Crón. 29:5, 21; 36:14, 17). Una sentencia como la que pronunció habría de llenarles de temor y congoja, como premonición del quebranto, cuando no de la total caída de su sistema religioso por completo. Pero a fin de darles ánimo e instrucción, les dijo: "En la casa de mi Padre hay muchas moradas" (Juan 14:1-3).
Estando, como era el caso, en la línea divisoria entre el pacto típico y el antitípico, y habiendo acabado de declarar que la casa del primero dejaba de estar vigente en vista de su anunciada destrucción, cuán lógico era que dirigiera la atención de sus discípulos al Santuario del segundo, en el que habrían de centrarse sus afectos e intereses tal como lo hicieran antes con el primero. El Santuario del nuevo pacto está relacionado con la Nueva Jerusalén, de igual forma en que lo estaba el del antiguo pacto con la antigua Jerusalén. De igual forma en que ese era el lugar en donde ministraban los sacerdotes de ese pacto, así sucede en el cielo, lugar en donde ministra el Sacerdote del nuevo pacto. A ese lugar, y sólo a ese, aplica el Nuevo Testamento el término de "Santuario", lo que debiera zanjar toda discusión al respecto.
Pero dado que se nos ha instruido repetidamente a mirar hacia la tierra al pensar en el Santuario, es apropiado preguntarse, ¿bajo la autoridad de qué Escritura hemos sido así enseñados? Yo no puedo encontrar ninguna. Si alguien lo logra, que lo haga saber. Es necesario recordar que la definición de Santuario es "un lugar santo o sagrado". ¿Es la tierra, es Palestina, un lugar tal? La única respuesta es: ¡No! ¿Se instruyó así a Daniel? Analicemos su visión.
"Y el lugar de su Santuario fue echado por tierra" (Dan. 8:11). Ese ser echado por tierra fue en los días – y por intermedio – del poder Romano; por lo tanto, el Santuario al que señala ese texto no era la tierra ni Palestina, ya que el primer Santuario fue destruido en la caída, y el posterior en la cautividad, más de 4.000 y 700 años respectivamente antes del evento al que apunta ese texto, y ninguno de ellos por intermedio de Roma.
El Santuario que fue echado por tierra es aquel contra el que Roma se había exaltado, aquel al que pertenecía el Príncipe de los príncipes, Jesucristo; y Pablo enseña que su Santuario se halla en el cielo. También Daniel 11:30 y 31,
"Porque vendrán contra él naves de Quitim, y él se desalentará. Entonces volverá, y se enojará contra el pacto santo (la cristiandad). Volverá, pues, y favorecerá a los que abandonen el santo pacto (sacerdotes y obispos). Sus fuerzas (civiles y religiosas) profanarán el Santuario de la fortaleza (Roma y los que olvidan el pacto santo), quitarán el continuo, y pondrán la abominación asoladora".
¿Qué fue eso que Roma y los apóstatas del cristianismo habrían de contaminar con su abominación asoladora? Esa combinación se formaría contra el "santo pacto", y fue el Santuario de ese pacto el que contaminarían (asolarían), cosa que harían igualmente con el nombre de Dios (Jer. 34:16; Eze. 20; Mal. 1:7).
Eso equivalía a profanar o blasfemar su nombre. En ese sentido, esa bestia político-religiosa desoló el Santuario (Apoc. 13:6), y lo echó por tierra, desde su lugar en el cielo (Sal. 102:19; Jer. 17:12; Heb. 8:1 y 2) al llamar a
Roma la santa ciudad (Apoc. 21:2) e
instalar allí al Papa bajo los títulos: "
Señor Dios el Papa", "
Cabeza de la iglesia", etc. Y esa
falsificación del "templo de Dios" profesa realizar aquello que Jesús hace en su Santuario (2 Tes. 2:1-8). El Santuario ha sido echado por tierra (Dan. 8:13), lo mismo que el Hijo de Dios (Heb. 10:29).
Daniel oró: "
Haz que tu rostro resplandezca sobre tu Santuario asolado" (Dan. 9:17). Se trataba del Santuario típico edificado por Salomón. "Ahora que el Eterno te ha elegido para que edifiques una casa que sea su Santuario. ¡Esfuérzate y hazla!" (1 Crón. 28:10-13). El Santuario compartió la suerte con Jerusalén en sus setenta años de desolación (Dan. 9:2; 2 Crón. 36:14-21). Fue re-edificado tras la cautividad (Neh. 10:39). A Moisés se le dio el modelo del Santuario, edificado al pie del Sinaí tras haber estado con el Señor cuarenta días en la nube, sobre el monte; y a David se le dio el modelo del que edificó Salomón, que superaba al de Moisés, con sus cámaras, porches, atrios de los sacerdotes y levitas, y todos los utensilios del servicio, según "los planos que el Espíritu había puesto en su mente" (2 Crón 28:10-13).
Es un hecho manifiesto que tanto Moisés como David tuvieron visiones proféticas de la Nueva Jerusalén con su Santuario y con Cristo, el Sacerdote oficiante. Cuando el Santuario edificado por Moisés resultó superado por el de Salomón, se trasladó el Arca del uno al otro (2 Crón. 5:2-8). El Santuario comprendía, no sólo el Tabernáculo, sino también los utensilios del ministerio, y también el atrio en cuyo recinto se levantaba el Tabernáculo (Núm. 3:29-31; 10:17, 21). Así, el patio (o atrio) donde el Tabernáculo se asentaba, era llamado con propiedad el Santuario ([según el historiador] Prideaux). Podemos ver lo mismo en 2 Crón. 29:18, 21. "
Ya hemos limpiado toda la casa del Señor, el altar del holocausto, todos sus instrumentos, y la mesa de la Presencia con todos sus utensilios".
El altar de los holocaustos con sus utensilios estaba ante al Tabernáculo, en el atrio. En el versículo 21 a todo eso se lo denomina "Santuario". Bien, dirá alguno, ¿acaso no constituye Palestina el Santuario? No lo creo. Éxodo 15:17: "Tú los introducirás y los plantarás en el monte de tu herencia, en el lugar de tu habitación que tú has preparado, oh Eterno, en el Santuario que afirmaron tus manos".
Cuál es la "habitación que [el Señor ha] preparado", la que afirmaron [sus] manos? Pablo afirma que se trata de una "
ciudad" (Heb. 11:10), de un "
Santuario" (Heb. 8:2), de
"un edificio celestial, una casa eterna, hecha no por manos humanas" (2 Cor. 5:1). Y el Señor ha elegido el monte Sión, en Palestina, como el lugar para su morada definitiva (Sal. 132:13 y 14). "
El Eterno eligió a Sión, la quiso para su morada. Este es siempre el lugar de mi reposo, aquí habitaré, porque la he preferido".
"Los llevó después a los términos de su tierra santa, a ese monte que ganó su mano derecha" (Sal. 78:54), que era su lugar elegido, pero no propiamente el Santuario; no más de lo que el monte Moria, sobre el que se edificó el templo, era el templo mismo. ¿Consideraron ese lugar como el Santuario? Si ellos no lo hicieron, tampoco nosotros debiéramos hacerlo. Una mirada al texto en donde aparece [el Santuario] mostrará: "Y me harán un Santuario, y habitaré entre ellos" (Éxo. 25:8). "El siclo del Santuario" (Éxo. 30:13) y unos veinte más similares. "Así, Bezaleel, Aholiab y todo hombre diestro, a quien el Señor dio sabiduría e inteligencia para ejecutar toda la obra del Santuario, realizaron todo lo que había mandado el Eterno" (Éxo. 26:1-6; 36:1). "El velo del Santuario" (Lev. 4:6). "Sacad a vuestros hermanos de delante del Santuario" (Lev. 10:4). "Ni vendrá al Santuario" (Lev. 12:4). "Expiará el Santuario" (Lev. 16:33). "Reverenciad mi Santuario" (Lev. 19:30; 26:2). "Para no profanar el Santuario de su Dios" (Lev. 21:12). "Los útiles del Santuario" (Núm. 3:31). "Cuidarán del Santuario" (Núm. 3:32, 38). "Utensilios del servicio que se usan en el Santuario" (Núm. 4:12). "Se encargarán del Santuario y de todo lo que hay en él" (Núm. 4:16). "Y cuando Aarón y sus hijos acaben de cubrir el Santuario y todos sus enseres, cuando se haya de mudar el campamento, vendrán los coatitas para transportarlos" (Núm. 4:15; 7:9; 10:21). "Para que no haya plaga en ellos cuando lleguen al Santuario" (Núm. 8:19). "Tú y tus hijos, y la casa de tu padre contigo, cargaréis el pecado cometido contra el Santuario" (Núm. 18:1). "Contaminó el Santuario del Eterno" (Núm. 19:20). Josué "tomó una gran piedra y la levantó allí debajo de una encina que estaba junto al Santuario del Eterno" (Josué 24:26). "Todos los utensilios del Santuario" (1 Crón. 9:29). "Edificad el Santuario de Dios" (1 Crón. 22:19). "Príncipes del Santuario" (1 Crón. 24:5). "El Eterno te ha elegido para que edifiques una casa que sea su Santuario" (1 Crón. 28:10; 2 Crón. 20:8). "Sal del Santuario" (2 Crón. 26:18; 29:21; 30:8). "Purificado según el rito del Santuario" (2 Crón. 30:19; 36:17).
Bendiciones.
Luego todo Israel será salvo.