Juan el Bautista esperaba a otro Mesías de Jesús

Re: Juan el Bautista esperaba a otro Mesías de Jesús

Otras pautas adicionales a que la duda no era de Juan:

1 - “¿Qué salisteis a ver al desierto? ¿Una caña sacudida por el viento?” (Mt 11:7; Lc 7:24). La acción del viento contra la caña equivale en el término griego “saleuomenon” al fluctuar de las olas del mar, y en las 15 veces que aparece en el NT se traduce con sinónimos castellanos como: agitar, mover, perturbar, conmover y menear. Nos hace acordar de Ef 4:14: “niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina”, y de Stg 1:6: “el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra”. No parecería coherente, que si Jesús hubiera tomado la pregunta que le enviaba Juan como una duda del Bautista, tan pronto se sobrepusiera a la pena que le habría causado para introducir esta metáfora en alusión a Juan. Más bien, la valentía y el arrojo de Juan se identifica con el de Elías desafiando al pueblo de Israel: “¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos?” (1Re 18:21). La duda de si Jehová es Dios o lo es Baal, era del pueblo, no de Elías.
2 - “¿A un hombre cubierto de vestiduras delicadas? Pero los que tienen vestidura preciosa y viven en deleites, en los palacios de los reyes están” (Lc 7:25). Es característica de los cortesanos que su criterio oscile entre la opinión pública y la del soberano, atendiendo también a la de los ministros más influyentes. Hoy podrán decir una cosa y mañana otra, no perdiendo tiempo en pensar por sí mismos, sino apenas para acomodarse a lo que de momento mejor convenga. No había vestido más rústico y barato que el de pelo de camello, estilo Elías (2Re 1:8). Ahora Juan seguía con su raído vestido, pero en el calabozo. Como su antecesor Micaías, allí fue a parar por hablar con la verdad al rey (2Cr 18:26). Juan el Bautista parecía ser un hombre de profundas convicciones, capaz de morir por sus principios, y no como quien ahora sucumbe a la duda sobre la persona y misión de aquel a quien se ha dedicado a prepararle el camino.
3 – “¿A un profeta? Sí, os digo, y más que profeta” (Mt 11:9; Lc 7:26). Difícilmente Jesús tuviera libertad para testificar de tal forma acerca de Juan con tan reciente precedente de su duda, si tal fuera el caso. Recordemos que la duda planteada en aquella pregunta no era un nimio detalle, sino de lo más atinente a la persona y obra del Señor.
Los profetas no están para plantear dudas sino para resolverlas (Dan 5:12); no dudan sino que convencen (Jud 22). El valor de Juan al decirle al rey Herodes “No te es lícito” (Mt 14:4), apenas es precedido en su patetismo por el del profeta Natán al decirle a David: “Tú eres aquel hombre” (2Sa 12:7).
Cuando se psicoanaliza a Juan el Bautista como si la estadía en el calabozo lo hubiese sumido en profunda depresión, se olvida que él no era un cortesano habituado a las comodidades y lujos palaciegos, sino a la rusticidad del desierto. Ni el suelo donde se echaba a dormir era más duro, ni la ración de comida era más magra a la acostumbrada.
4 – “Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él dio testimonio de la verdad. Él era antorcha que ardía y alumbraba” (Jn 5:33,35). “Juan, a la verdad, ninguna señal hizo; pero todo lo que Juan dijo de este era verdad” (Jn 10:41).
Santiago nos dice del Padre de las luces “no hay mudanza ni sombra de variación” (1: 17). Si Juan el Bautista se hubiese hecho acreedor de la mentada duda, cuesta creer que Jesús usando otra metáfora dijera que “era antorcha que ardía y alumbraba”. Las dudas afectan a nuestra comprensión de la verdad, tanto como las nubes cubriendo el sol a la claridad del día. Humanamente, todas nuestras dudas son legítimas; pero el viento del Espíritu las disipa no bien la Palabra de Dios nos ilumina y confirma en la fe. No hay rastros en los evangelios que nos lleven a pensar que en algún momento de la vida de Juan, su lámpara dejara de arder con la certeza de la fe, para echar el humo de la duda.
Amables saludos para todos.
Ricardo.

1. Realmente, Ricardo, no comprende tú manera de interpretar o entender la lectura. . ¿Ahora la caña agita por el viento, fluctuante e indeciso tampoco se refiera Juan? Desde luego es muy coherente que Jesús indignado se refiera a Juan como la caña agitado por el viento, porque es justo la persona más preparado por Dios que debía preparar al pueblo para aceptarle, quien le hiciese semejante pregunta. <?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:eek:ffice:eek:ffice" /><o:p></o:p>

2 -Si, seguramente Juan murió por sus principios éticos, pero su muerte prematura, que se la buscó él solito y nada tuvo que ver con su misión providencial, precipitó a Jesús a un vacio. Juan no había preparado al pueblo dispuesto a recibir al Señor, al Mesías. Juan ya había declarado que él no era Elías, ni el profeta y su muerte hizo que la profecía de la vuelta de Elías quedará incumplida. Sólo retumbada en los oídos del pueblo judío la afirmación de Jesús, ese joven que se autoproclamaba Mesías: “Juan es el Elías que iba a venir”. Una estrategia muy hábil para hacerse pasar por Mesías. ….<o:p></o:p>

3 –Ricardo, Jesús continuó diciendo: “De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él. <SUP>12</SUP> Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan. <SUP>13</SUP> Porque todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan. <SUP>14</SUP> Y si queréis recibirlo, él es aquel Elías que había de venir. <SUP>15</SUP> El que tiene oídos para oír, oiga”<o:p></o:p>
Cuando Jesús dice que Juan es el mayor nacido de mujer, pero el menor en el reino de los ellos es mayor que él? ¿Por qué lo dice, qué quiso decir? Y luego cuando dice: que el reino de los cielos sufre violencia desde los días de Juan el bautista hasta ahora y los violentos lo arrebaten? ¿A qué se refiere?<o:p></o:p>
4 -Pero yo no recibo testimonio de hombre alguno; mas digo esto, para que vosotros seáis salvos. <SUP>35</SUP> El era antorcha que ardía y alumbraba; y vosotros quisisteis regocijaros por un tiempo en su luz. <SUP>36</SUP> Mas yo tengo mayor testimonio que el de Juan; porque las obras que el Padre me dio para que cumpliese, las mismas obras que yo hago, dan testimonio de mí, que el Padre me ha enviado. <SUP>37</SUP> También el Padre que me envió ha dado testimonio de mí. <o:p></o:p>
Juan 5 dice que Juan era antorcha que ardía y alumbraba en las que los judíos quisieron regocijarse un tiempo en su luz. Y dice Jesús que él tiene mayor testimonio que el de Juan, que son las obras que él hace. <o:p></o:p>
Los judíos no debieron refugiarse un tiempo en la luz de Juan, Juan debería desde que supo quien era Jesús, haber llevado al pueblo a regocijarse en la luz de Jesús, el Mesías Juan 8:12: Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. de modo que él no tuviera que dar testimonio de si mismo haciendo milagros. “.Entonces los fariseos le dijeron: Tú das testimonio acerca de ti mismo; tu testimonio no es verdadero”. A Jesús le faltó alguien que diera testimonio de él, que le preparar un pueblo bien dispuesto, cuál era el cometido de Juan. <o:p></o:p>
Que Dios te bendiga<o:p></o:p>
 
Re: Juan el Bautista esperaba a otro Mesías de Jesús

No, no se trata de una reencarnación. Un espíritu no puede volver a nacer con otro cuerpo para vivir otra vida terrenal. Sin embargo, si alguien ha dejado algo pendiente en la tierra puede regresar y trabajar a través de otro persona en la tierra que tenga afinidad con él. El espíritu desencarnado colabora y asiste al espíritu de la persona en la tierra y si éste obra correctamente el espíritu desencarnado se benéfica de sus acciones. Por eso Pablo dijo en Hebreos 11:35, un versículo poco usado y pasado por alto: “ Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido; <SUP>40</SUP> proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros.<?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:eek:ffice:eek:ffice" /><o:p></o:p>
Más aún en el caso de figuras centrales en la providencia de Dios, si dejan sus misiones inacabadas, alguien en el futuro vendrá que retome la estafeta o vara de relevo. La nueva persona aparte de cumplir su propia misión también carga la de su predecesor. Así, Elías se fue al más allá de manera prematura y Dios profetizó que volvería antes del día grande y terrible del Señor, antes de la venida del Mesías. Y esto es lo que Jesús indicó, que Juan era el Elías que iba a venir. Juan era una persona distinta a Elías, pero desde el punto de vista de la misión son la misma persona. El espíritu de Elías estaba con Juan y colaboraba con él. <o:p></o:p>
Esto puede explicar porqué Juan negó ser Elías, porque no era Elías. La colaboración entre un espíritu desencarnado y uno que reside en su cuerpo terrenal no es fácil. Si la persona en la tierra tiene dudas y se desvía de su misión principal, el espíritu desencarnado no puede seguir con él, porque se pierde la afinidad, la base común. Es comparable a un conductor y el co-piloto. El co-piloto puede indicarle el camino al conductor, pero si éste hace caso omiso y va por donde quiere, el co-piloto nada puede hacer, porque es el conductor quien tiene control del volante y los mandos del vehículo. El co-piloto sólo puede guiar e indicarle el camino. No es exacto, pero es un símil comprensible. <o:p></o:p>
Esto también arroya una nueva luz sobre la segunda venida de Cristo, no es una explicación nada ortodoxa sino más bien herética desde el prisma cristiano convencional, pero Jesús nos enseña que su segunda venida podía realizarse como el regreso de Elías, mediante otra persona que acabe la misión que él por su muerte prematuro no pude completar….
Lo sé, suena a herejía pura, pero también cuando vino Jesús dijo cosas que hicieron rasgarse las vestiduras a los ortodoxos judíos….Lo que estoy explicando no es mi propia interpretación, es lo que enseña el señor de la segunda venida. Y es un aspecto del Mesáis es actuar de profeta, los profetas no vienen a decirnos lo que queremos escuchar, no son políticos que buscan los votos de la gente. No viene a repetir lo que ya sabemos, sino a revelarnos nuevos facetas de la verdad que revoluciona nuestras creencias convencional. Pero así es como Dios trabaja.
Que Dios te bendiga<o:p></o:p>
Ahora aún me has dejado ms mareada!

No, no se trata de una reencarnación. Un espíritu no puede volver a nacer con otro cuerpo para vivir otra vida terrenal.
Hay quienes creen que si, y son varios cientos de millones de personas en todo el planeta

Sin embargo, si alguien ha dejado algo pendiente en la tierra puede regresar y trabajar a través de otro persona en la tierra que tenga afinidad con él. El espíritu desencarnado colabora y asiste al espíritu de la persona en la tierra y si éste obra correctamente el espíritu desencarnado se benéfica de sus acciones
¿Como es eso de que el espíritu desencarnado se beneficia de lo que haga otra persona? ¿No dice la escritura que cada cual será responsable de lo que él haga?

Y esto es lo que Jesús indicó, que Juan era el Elías que iba a venir. Juan era una persona distinta a Elías, pero desde el punto de vista de la misión son la misma persona. El espíritu de Elías estaba con Juan y colaboraba con él.
Pero la escritura dice claramente en malaquias que quien iba ha venir era el propio Elías (precisamente porque se suponía que no murió y que fue llevado al cielo por un merkaba) y no "alguien con ideas similares"; y los judíos esperaban la vuelta del propio Elías y asi lo enseñaban los doctores de la ley. Y Jesús asegura que Juan es Elías y que es "el ha de venir". Abro mi biblia y leo en Mt 11:14: "Y si queréis oirlo él es Elías, que ha de venir"
 
Re: Juan el Bautista esperaba a otro Mesías de Jesús

Ahora aún me has dejado ms mareada!


Hay quienes creen que si, y son varios cientos de millones de personas en todo el planeta


¿Como es eso de que el espíritu desencarnado se beneficia de lo que haga otra persona? ¿No dice la escritura que cada cual será responsable de lo que él haga?


Pero la escritura dice claramente en malaquias que quien iba ha venir era el propio Elías (precisamente porque se suponía que no murió y que fue llevado al cielo por un merkaba) y no "alguien con ideas similares"; y los judíos esperaban la vuelta del propio Elías y asi lo enseñaban los doctores de la ley. Y Jesús asegura que Juan es Elías y que es "el ha de venir". Abro mi biblia y leo en Mt 11:14: "Y si queréis oirlo él es Elías, que ha de venir"

Efectivamente. Así dice la escritura y por eso muchos entendidos de la ley creían que la vuelta de Elías sería algo espectacular, ¡Imagínate a Elías bajando del cielo en un carro de fuego movido por un torbellino, bajarse del carro, sacudir sus sandalias y grita a viva voz, ¡Yo soy Elías el profeta, ha llegado el día grande y terrible del señor” pero nada de eso ocurrió. Jesús fue el único que se percató de cómo Dios lleva a cabo una segunda venida, no vuele la misma persona, sino otra con la misma misión. Es una transferencia de misión. Si Juan era el propio Elías cuando si preguntaron eres tú Elías, deberá haber respondido: “Si, lo soy”. Lo reencarnacionisitas nos dicen que no recordamos nuestros vidas anteriores porque sería una carga muy pesado que soportar, pero en el caos de un profeta que estaba haciendo la voluntad de Dios, no sólo esto sería innecesario, sino inconveniente, porque Juan negó ser Elías. <?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:eek:ffice:eek:ffice" /><o:p></o:p>

En el fondo, se está diciendo que cuando reencarnamos somos otro persona con una nueva individualidad y que eso poco importa, ya que el espíritu no tiene individualidad….la idea de asociación de espíritus es muy similar, salvo el pequeño y gran matiz de que el espíritu si tiene individualidad, que somos la misma persona después de morir que antes, estemos en la tierra o en el mundo espiritual y que no vuelve a nacer y vivir otra vida. <o:p></o:p>

La idea de la reencarnación ya estaba muy extendió en Oriente y Asia en aquel tiempo, no creo que el concepto fuese ajeno a Jesús, si él hubiera creído que Juan era la reencarnación de Elías, lo hubiera dicho: pero no dijo eso, dijo que Juan era el Elías que iba a venir. <o:p></o:p>

Que Dios te bendiga
 
Re: Juan el Bautista esperaba a otro Mesías de Jesús

Yo tengo el tema de la reencarnación un poco apartado, no se ni me atrevo a posicionarme. Conozco que en todas las grandes religiones hay subgrupos que creen firmemente en la reencarnación y que desde la antiguedad ha sido una creencia generalizada, pero Cristo tampoco se posicionó y hasta parece que lo dejó al criterio de cada cual. Un ejemplo es el que citas de que dijo que Juan era Elías y que tiene que volver, otro ejemplo es cuando pregunta quienes dicen que es él y responden con nombres de profetas antiguos ¿Porque Jesús no dijo que eso no era posible porque la reencarnación no existe?. Otro ejemplo es cuando preguntan a Jesús si el ciego nació ciego por su culpa o por la de sus padres y Jesús tampoco se posiciona y se limita a decir que lo curará para la gloria de Dios. También da mucho que pensar el que el cristianismo de los primeros siglos tuviera entre sus creencias la reencarnación, no se, yo estoy muy confundida con todas estas cosas
 
Respuesta a Mensaje #18

Respuesta a Mensaje #18

Apreciado smm:
Una forma de negar lo que otro dice es cuando se interpreta alegóricamente lo que por su contexto resulta obvio que debe tomarse literalmente, o viceversa, como si yo tomara las figuras de la coraza y yelmo en esta misma epístola (5:8) e insistiera que debíamos los cristianos vestirnos con tales implementos metálicos. Si las disposiciones que en casa doy a mis hijos ellos las fueran a tomar de manera simbólica, en vez de hogar aquello sería un loquero.
b) Ciertamente que la Biblia no registra las palabras “La duda planteada en la pregunta se originaba en el propio Juan” como tampoco: “La duda planteada en la pregunta se originaba en los discípulos de Juan”. En uno u otro caso, no nos hallaríamos ahora discutiendo el punto. Admito también, que el desprevenido lector de los evangelios que por primera vez se halla frente a la tal pregunta y consiguiente respuesta, naturalmente atribuirá a Juan la duda y verá a sus discípulos apenas como mensajeros. La división de los capítulos en secciones con su particular título, coopera a tal idea. Incluso, si se le ocurre consultar biografías bíblicas de Juan el Bautista o Comentarios de eximios expositores de las Escrituras, en algunos de ellos hallará suficiente abono para la idea de que la duda era del Bautista. Lamentablemente, casi todos ellos son muertos y no tenemos la opción de discutirles el punto. En cuanto a los predicadores, rehusarán revisarlo ya que profesionalmente dicen lo que saben sin haberlo aprendido bien y a veces ni creyendo siquiera en lo que enseñan. Que yo tome los contextos inmediatos, tanto lo que precede como lo que sigue a la consulta que Juan hace a Jesús, es el procedimiento correcto en hermenéutica y nadie me cuestionará por ello. Lo que ocurre, es que el acostumbramiento a considerar las divisiones (no originales) de los textos bíblicos, conduce a leer la Biblia con anteojeras, no percatándose del entorno de lo que se está leyendo, incurriendo fácilmente en interpretaciones erróneas.
c) Con lo que decías sorprenderme no lo has hecho, pues es sabido. Pero sí con lo que sigue: según tú parece que Juan por su propia iniciativa no prosiguió como debía sino que se embarcó en una empresa independiente. Además de su inconstancia, haces responsable a Juan de que Jesús se viera forzado a hacer lo que el otro había descuidado. Insistes también con la inversión de los respectivos papeles, como si el precursor del Mesías debía convertirse en su seguidor, cuando tal no era su cometido según el específico ministerio al que había sido llamado. Yo no podría orar contristando al Espíritu Santo consultándole sobre la tesis que propones.
d) ¿No es acaso descabellado basar una probabilidad con evidencias a futuro? Si los dichos y hechos de Jesús que podrían hacerle dudar de la legitimidad de su mesianismo, fueron posteriores, no podrían haberle afectado. Para completar el puzzle, no puedes forzar las piezas metiéndolas donde no van. Los ejemplos que diste de cosas que Jesús dijo e hizo no puedes ubicarlos dentro del plazo que dices. El autotestimonio del Bautista dice Pablo que lo dio “Cuando Juan terminaba su carrera” (Hch 13:25).
e) Aunque no respondes a mis razonamientos, y comprendo el motivo, no tengo yo inconveniente a contestar tus preguntas, aunque sean ajenas a la discusión:
1 – Los anteriores a Juan profetizaron del Mesías que vendría; pero Juan del que ya había venido y lo señaló. Por eso podía ser considerado por el Señor como mayor a todos sus antecesores.
2 – El más pequeño en el reino de los cielos, al haber creído al evangelio del Cristo muerto, sepultado y resucitado (1Co 15:1-4), disfruta el que Cristo viva en él (Gl 2:20). Juan no alcanzó nunca a tan íntima relación con el Señor.
3 – El v. 12 da para mucho, así que me limito a dar mi opinión en cuanto a una doble violencia: de los enemigos del reino que luchan por impedir la entrada de los que llegan (Mt 23:13) y los que se esfuerzan por entrar (Lc 16:16). A estos últimos es a quienes como iglesia Jesucristo promete que no se les resistirá las puertas del infierno (Mt 16:18).
f) Nada es como yo quiera sino como esencialmente es. Cuando te conviene, lo que es literal lo tomas como simbólico; y cuando te vuelve a convenir tomas literalmente la vinculación que hace Jesús de Elías con Juan. De paso, soslayas el detalle que lo que dijo Jesús fue posterior a la negación de Juan de que él fuese Elías.
Fíjate que casi la mitad de tu mensaje no son comentarios tuyos sino reproducción de los míos.
Recibe mis afectuosos saludos.
Ricardo
 
Re: Respuesta a Mensaje #18

Re: Respuesta a Mensaje #18

Apreciado smm:
Una forma de negar lo que otro dice es cuando se interpreta alegóricamente lo que por su contexto resulta obvio que debe tomarse literalmente, o viceversa, como si yo tomara las figuras de la coraza y yelmo en esta misma epístola (5:8) e insistiera que debíamos los cristianos vestirnos con tales implementos metálicos. Si las disposiciones que en casa doy a mis hijos ellos las fueran a tomar de manera simbólica, en vez de hogar aquello sería un loquero.
b) Ciertamente que la Biblia no registra las palabras “La duda planteada en la pregunta se originaba en el propio Juan” como tampoco: “La duda planteada en la pregunta se originaba en los discípulos de Juan”. En uno u otro caso, no nos hallaríamos ahora discutiendo el punto. Admito también, que el desprevenido lector de los evangelios que por primera vez se halla frente a la tal pregunta y consiguiente respuesta, naturalmente atribuirá a Juan la duda y verá a sus discípulos apenas como mensajeros. La división de los capítulos en secciones con su particular título, coopera a tal idea. Incluso, si se le ocurre consultar biografías bíblicas de Juan el Bautista o Comentarios de eximios expositores de las Escrituras, en algunos de ellos hallará suficiente abono para la idea de que la duda era del Bautista. Lamentablemente, casi todos ellos son muertos y no tenemos la opción de discutirles el punto. En cuanto a los predicadores, rehusarán revisarlo ya que profesionalmente dicen lo que saben sin haberlo aprendido bien y a veces ni creyendo siquiera en lo que enseñan. Que yo tome los contextos inmediatos, tanto lo que precede como lo que sigue a la consulta que Juan hace a Jesús, es el procedimiento correcto en hermenéutica y nadie me cuestionará por ello. Lo que ocurre, es que el acostumbramiento a considerar las divisiones (no originales) de los textos bíblicos, conduce a leer la Biblia con anteojeras, no percatándose del entorno de lo que se está leyendo, incurriendo fácilmente en interpretaciones erróneas.
c) Con lo que decías sorprenderme no lo has hecho, pues es sabido. Pero sí con lo que sigue: según tú parece que Juan por su propia iniciativa no prosiguió como debía sino que se embarcó en una empresa independiente. Además de su inconstancia, haces responsable a Juan de que Jesús se viera forzado a hacer lo que el otro había descuidado. Insistes también con la inversión de los respectivos papeles, como si el precursor del Mesías debía convertirse en su seguidor, cuando tal no era su cometido según el específico ministerio al que había sido llamado. Yo no podría orar contristando al Espíritu Santo consultándole sobre la tesis que propones.
d) ¿No es acaso descabellado basar una probabilidad con evidencias a futuro? Si los dichos y hechos de Jesús que podrían hacerle dudar de la legitimidad de su mesianismo, fueron posteriores, no podrían haberle afectado. Para completar el puzzle, no puedes forzar las piezas metiéndolas donde no van. Los ejemplos que diste de cosas que Jesús dijo e hizo no puedes ubicarlos dentro del plazo que dices. El autotestimonio del Bautista dice Pablo que lo dio “Cuando Juan terminaba su carrera” (Hch 13:25).
e) Aunque no respondes a mis razonamientos, y comprendo el motivo, no tengo yo inconveniente a contestar tus preguntas, aunque sean ajenas a la discusión:
1 – Los anteriores a Juan profetizaron del Mesías que vendría; pero Juan del que ya había venido y lo señaló. Por eso podía ser considerado por el Señor como mayor a todos sus antecesores.
2 – El más pequeño en el reino de los cielos, al haber creído al evangelio del Cristo muerto, sepultado y resucitado (1Co 15:1-4), disfruta el que Cristo viva en él (Gl 2:20). Juan no alcanzó nunca a tan íntima relación con el Señor.
3 – El v. 12 da para mucho, así que me limito a dar mi opinión en cuanto a una doble violencia: de los enemigos del reino que luchan por impedir la entrada de los que llegan (Mt 23:13) y los que se esfuerzan por entrar (Lc 16:16). A estos últimos es a quienes como iglesia Jesucristo promete que no se les resistirá las puertas del infierno (Mt 16:18).
f) Nada es como yo quiera sino como esencialmente es. Cuando te conviene, lo que es literal lo tomas como simbólico; y cuando te vuelve a convenir tomas literalmente la vinculación que hace Jesús de Elías con Juan. De paso, soslayas el detalle que lo que dijo Jesús fue posterior a la negación de Juan de que él fuese Elías.
Fíjate que casi la mitad de tu mensaje no son comentarios tuyos sino reproducción de los míos.
Recibe mis afectuosos saludos.
Ricardo

Cierto, Hermano, sabes que hay muchos hermanos que insisten en que hay que tomarse todo en la Biblia a pie de la letra, lo que nos haría suponer que Pablo nos exhortaba a ponernos armaduras y blandear armas para luchar contra el enemigo…..así mismo, toman literal que el Señor en la segunda venida va a venir en las nubes del cielo para arrebatarlos a ellos (a quien sino) en los aires…..<?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:eek:ffice:eek:ffice" /><o:p></o:p>

b) Vuelvo a reitérate, querido hermano, que lo que yo te planteó aquí no es de mí cuenta, no hago más que transmitir lo que el Señor de la segunda venida personalmente elegido por Jesucristo ha comunicado al mundo acerca del tema. Esa es la autoridad de la idea que planteo. <o:p></o:p>

En varias ocasiones en discursos públicos en los EEUUU él dijo: “En esos discursos él decía a la gente: A veces dar testimonio de la verdad es una tarea dolorosa. Sin embargo, es una misión que debo cumplir. El contenido de mi mensaje de esta noche puede ser contrario a vuestras ideas previas. Algunas cosas pueden ser muy nuevas para vosotros. Os pido que penséis seriamente en lo que vais a oír. A no ser que tuviera algo nuevo que revelar, no vendría aquí a hablaros en absoluto. ¿Para qué venir sólo a repetir las cosas que ya sabéis? Me gustaría que vosotros y yo pasáramos este tiempo juntos sin prejuicios para que el espíritu de Dios pueda hablarnos directamente en nuestros corazones”

<o:p></o:p>

La revelación que trae el Revdo Moon no resultado sólo del estudio de la Biblia. Por supuesto que lo hace. Para descubrir esta nueva revelación estudió arduamente las Sagradas Escrituras y sus Biblias estaban empapados de gotas de lágrimas. También pasó incontables horas en profunda oración. Y deambuló en el mundo espiritual entrevistándose con los protagonistas de la Biblia. En sus palabras: Podéis de nuevo preguntarme, "¿Con qué autoridad dices estas cosas?". Yo hablé con Jesucristo en el mundo espiritual y también hablé con Juan el Bautista. Ésta es mi autoridad. Si no podéis daros cuenta en este momento de que mis palabras son la verdad, seguramente lo descubriréis en el transcurso del tiempo. Estas son verdades ocultas presentadas a vosotros como nuevas revelaciones. Me habéis oído hablar según la Biblia. Si creéis en la Biblia debéis creer lo que estoy diciendo<o:p></o:p>
c) Me alegro que digas que es sabido que Jesús hizo milagros para que la gente creyera en él. Pero esa parte no era lo novedoso. Era lo que sigue. ¿Acaso no es cierto que la misión de Juan era prepararle al Señor un pueblo bien dispuesto? ¿Dispuesto a qué? ¿A no creer en él y a oponerse? ¿A perseguirle hasta mandarle a la muerte? ¿O por el contrario, no sería el deseo de Dios que el pueblo y sus líderes religiosos pudieran reconocer en Jesús al Mesías esperado y que colaboraran con él para llevar a buen término su misión? “Mucha es la mies y poco los labradores”, se lamentaba Jesús. Jesús al empezar su ministerio público declaró sin titubear: “¡Arrepentíos, arrepentíos, que está cerca el Reino de los Cielos”. <o:p></o:p>
Era, y es, desde luego una tarea colosal, convertir el mundo pecaminoso, el mundo del mal en un mundo donde reine el amor y la bondad de Dios. No era algo que pudiera hacerse con su mera presencia como Mesías y de manera mágica o instantánea, sino ya lo hubiera hecho. Era una misión, una tarea ardua a realizar, de gran envenenadora y mucha paciencia, y toda ayuda le sería poca. Por algo Dios preparó a ese pueblo elegido, para ser el fundamento con el que el Mesías pudiera empezar su misión de establecer firmemente el Reino de los Cielos en la tierra. <o:p></o:p>
<o:p> </o:p>
d) Ricardo, todos sabemos que los evangelios no fueron escritos para ser un registro histórico fidedigno de una cronología perfecto sobre la vida de Jesús y los eventos que lo rodeaban. Su propósito esencial es dar un testimonio histórico de que el Mesías había venido en la persona de Jesús. Lo que desde luego es claro es que Juan y Jesús fueron contemporáneos, en ese sentido, Juan no era un predecesor en el tiempo. Y que aparte del momento en el que Jesús es bautizado por Juan, no hay más registro de que hubieran trabajado juntos. Dices tú: “No era esa la misión de Juan”. Pero su misión era preparar al pueblo para recibir al Mesáis, para que luego se pudiera escribir. Vino a los suyos y los suyos le recibieron”. ¡Qué mejor manera de hacerlo que formar una piña con Jesús! Pero esto no ocurrió, lo cual no significa que no debiera ocurrir o que ese no fuera el deseo de Dios. <o:p></o:p>
Si a Juan en la prisión le llegaron a sus oídos los hechos de Cristo podemos suponer que también llegaron a sus oídos los rumores que circulaban acerca de él….<o:p></o:p>

1 –Cierto, Juan era el profeta contemporáneo con el Mesáis vivo…<o:p></o:p>

2 –Es una posible interpretación, pero en el momento en el que Jesús habló así de Juan él aún no había resucitado. Recuerda que era justo después de que los discípulos de Juan se hubieran retirado y Jesús habla de Juan a la gente. Si antes estaba hablando de los profetas lo más seguro es que seguía hablando de esos profetas que desde el mundo espiritual sabían que Jesús era el Mesías. Pero Juan que les representaba a todos estaba dudando. ¡Cuánto no le hubiera gustada a Jesús que Juan hubiera estado entre sus discípulos a los que exhorto!: “Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen. <SUP>17</SUP> Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron”<o:p></o:p>
3 –Ya, pero allí claramente Jesús hablaba y nombre claramente a Juan el Bautista, después de decir que el menor en el reino de los cielos es mayor que él. Como ya dije, establecer el Reino de los cielos es la tarea del Mesías, pero no exclusivamente. Para llevarlo a cabo necesita toda la mies posible. Juan era un personaje calve y fundamental para esa colaborar con Jesús en la creación del reino de los cielos, creando un fundamento en Israel favorable a Jesús. Pero Juan no lo hizo, al contrario, dejó de creer que él fuera el mesías, y Jesús se lo echa en cara: .”Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo <o:p></o:p>
f) Hermano Ricardo, en ningún momento he dicho que la declaración de Jesús fuese antes o después que la de Juan. Tanto da. Si lo hubiera dicho antes, dejó claro a los doctores y al pueblo judío que Elías no había venido, y si lo dijo después, también. Sin Elías el Mesías no podía aparecer. Dijera lo que dijera, hiciera lo que hiciera Jesús era muy complicado convencerles de que era el Mesías. <o:p></o:p>
Que Dios te bendiga<o:p></o:p>
 
Respuesta a Mensaje # 21:

Respuesta a Mensaje # 21:

Respetado smm:
1 – Ahora soy yo quien no sale de su asombro, pues jamás esperaría que alguien insinuara siquiera que la caña mecida por el viento pudiera representar a Juan el Bautista. De los tres casos que el Señor propone a la gente, únicamente el último puede responderse por la afirmativa, pero de manera enfática, excediendo y eclipsando a los profetas anteriores. De principio a fin el Señor Jesús recurre a la ironía, y es evidente que en los dos primeros casos la respuesta es un contundente ¡No! Justo lo que el mismo Señor al decirlo sabe que cada conciencia respondería negativamente, tú, ingenuamente, lo das por hecho. ¿Cómo podría Jesús estar simultáneamente indignado contra Juan y a la vez encomiarlo públicamente?
2 – La “muerte prematura” que le atribuyes a Juan no cuadra con que Pablo recordara que su autotestimonio fuese al fin de su carrera, como ya dije en mi mensaje anterior (Hch 13:25). Incluso, en la forma que dices la cosa, cualquiera pensaría que si el pastor de tu iglesia en vida de su esposa se casa con su cuñada, tú mirarías para otro lado sin decir “esta boca es mía”. No sé hasta donde alcanza tu extraña declaración “Una estrategia muy hábil para hacerse pasar por Mesías…”. ¿No lo dirás por Juan ni por Jesús, verdad?
3 – A esto di respuesta en mi mensaje anterior.
4 – El Señor Jesús en Juan 5 del v.30 al final no censura a los judíos por haberse regocijado por un tiempo a la luz de Juan, ni a este por no haberles declarado que sólo Jesús era la luz del mundo. Paradójicamente, los judíos que rechazaban a Jesús a pesar de haber venido en nombre del Padre, ingenuamente recibirían a quien viniera en su propio nombre por más que eso lo delatara como un anticristo más entre los muchos que hay en la historia y por las naciones.
Respetuosos saludos.
Ricardo.
 
Re: Respuesta a Mensaje # 21:

Re: Respuesta a Mensaje # 21:

Respetado smm:
1 – Ahora soy yo quien no sale de su asombro, pues jamás esperaría que alguien insinuara siquiera que la caña mecida por el viento pudiera representar a Juan el Bautista. De los tres casos que el Señor propone a la gente, únicamente el último puede responderse por la afirmativa, pero de manera enfática, excediendo y eclipsando a los profetas anteriores. De principio a fin el Señor Jesús recurre a la ironía, y es evidente que en los dos primeros casos la respuesta es un contundente ¡No! Justo lo que el mismo Señor al decirlo sabe que cada conciencia respondería negativamente, tú, ingenuamente, lo das por hecho. ¿Cómo podría Jesús estar simultáneamente indignado contra Juan y a la vez encomiarlo públicamente?
2 – La “muerte prematura” que le atribuyes a Juan no cuadra con que Pablo recordara que su autotestimonio fuese al fin de su carrera, como ya dije en mi mensaje anterior (Hch 13:25). Incluso, en la forma que dices la cosa, cualquiera pensaría que si el pastor de tu iglesia en vida de su esposa se casa con su cuñada, tú mirarías para otro lado sin decir “esta boca es mía”. No sé hasta donde alcanza tu extraña declaración “Una estrategia muy hábil para hacerse pasar por Mesías…”. ¿No lo dirás por Juan ni por Jesús, verdad?
3 – A esto di respuesta en mi mensaje anterior.
4 – El Señor Jesús en Juan 5 del v.30 al final no censura a los judíos por haberse regocijado por un tiempo a la luz de Juan, ni a este por no haberles declarado que sólo Jesús era la luz del mundo. Paradójicamente, los judíos que rechazaban a Jesús a pesar de haber venido en nombre del Padre, ingenuamente recibirían a quien viniera en su propio nombre por más que eso lo delatara como un anticristo más entre los muchos que hay en la historia y por las naciones.
Respetuosos saludos.
Ricardo.

1 – Hermano Ricardo, no creo que Jesús estuviese de humor como para recurrir a la ironía. Era un momento trivial en la providencia de Dios. Con Juan en la cárcel, habiendo declarado que él no era Elías y el pueblo de Israel indebidamente preparado para recibir al Mesías, Jesús se vio forzado a hacer de precursor de él mismo, de preparar para el Señor (él mismo) un pueblo bien dispuesto. Sí, Juan era el mayor de los profetas ya que los profetas anunciaron la futura legada del Mesías, pero Juan pudo ser contemporáneo con el Mesías preparando para él un pueblo listo para recibirle. Y cuando Jesús dijo que el menor en el reino de los Cielos era mayor que Juan, ciertamente no estaba alabando a Juan, ni diciendo que hubiera cumplido bien su tarea, la cual era: “, os digo, y más que profeta. <SUP>27</SUP> Este es de quien está escrito: He aquí, envío mi mensajero delante de tu faz,El cual preparará tu camino delante de ti“, cuando dijo de Jaun: Desde los dias de Jaun el bautista el reino de los cielos sufre violencias, y los violentos lo arrebatan“.....<?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:eek:ffice:eek:ffice" /><o:p></o:p>

2 – La “muerte prematura” que le atribuyes a Juan no cuadra con que Pablo recordara que su autotestimonio fuese al fin de su carrera, como ya dije en mi mensaje anterior (Hch 13:25). Incluso, en la forma que dices la cosa, cualquiera pensaría que si el pastor de tu iglesia en vida de su esposa se casa con su cuñada, tú mirarías para otro lado sin decir “esta boca es mía”. No sé hasta donde alcanza tu extraña declaración “Una estrategia muy hábil para hacerse pasar por Mesías…”. ¿No lo dirás por Juan ni por Jesús, verdad?<o:p></o:p>
Ser decapitado es una muerte prematura, pues no es natural. En otras palabras, si Juan no se hubiera metido en líos innecesarios él podría haber seguido con su misión de enderezar los caminos del señor. Juan no fue un precursor de Jesús en el tiempo, Jesús no vino “tras él” sino que lo tenía delante de sus narices. Tú pareces decir que ya había cumplido y que se podía dedicar a otros menesteres, pero incluso de tu interpretación se desprende que Juan no logró ni que sus propios discípulos creyesen en Jesús como Mesías, más allá de ser un gran profeta. ¿Si ni siquiera su propios discípulos habían creído en Jesús como Mesías, cómo su misión de preparar un pueblo bien dispuesto delante del señor ya estaba cumplido? No encaja con la demanda providencial, hermano. –Y puesto que el pueblo quedó mal preparado con Juan declarando que no es Elías, ellos pensaron que Jesús elabora una estrategia inteligente para hacerse pasar por Mesías, diciendo que Juan era el Elías…..<o:p></o:p>

4 –Hermano Ricardo, no podemos vendarnos los ojos ante algo obvio, tras la muerte de Juan a Jesús se le complicaron las cosas. El pueblo a pesar del bautismo de Juan no estaba preparado para recibir a Jesús como Mesías, no era un pueblo bien dispuesto, ni el camino no se acabó de enderezar. Los aproximadamente tres años de ministerio público de Jesús no los realizó en calidad de Mesías sino de su propio precursor, el misino tuvo que hacer el trabajo que se supone ya debería estar hecho. <o:p></o:p>

Que Dios te bendiga<o:p></o:p>
 
Respuesta a Mensaje # 26

Respuesta a Mensaje # 26

Estimado smm:

No es necesario un derroche de sabiduría sino la sensatez de toda persona cuerda, cuando la interpretación de la Biblia -generalmente tomada literalmente-, requiere por su contexto reparar en las figuras de dicción que aconsejan la interpretación alegórica. En cuanto a los abusos en uno y otro sentido, más difícilmente se cae exagerando en la literalidad de los textos, mientras que desde los tempranos tiempos de Orígenes es proverbial la tendencia a espiritualizar bastante, mucho y demasiado. En cuanto a lo primero, apenas recuerdo en este momento la literalidad aplicada a las palabras del Señor "esto es mi cuerpo", "esto es mi sangre" que llevara a la formulación del dogma de la transubstanciación del pan y del vino en la Cena del Señor. En cuanto a lo segundo, es oportuno aprovechar tu propio ejemplo de tomar simbólicamente la segunda venida de Cristo en las nubes a buscar a los suyos.
b) En mi país hay también unos cuantos hermanos elegidos personalmente por Jesucristo como lo soy yo y tantísimos hermanos en este Foro (Jn 15:16,19; 1Pe 1:2), que tienen sus ideas particulares respecto a la segunda venida de Cristo. Me consta que son hombres de oración, espirituales, y estudiosos serios y profundos de la Biblia. No son famosos debido a su pobreza material, pero por si la trascendencia de su ministerio hubiera llegado hasta ti, te doy algunos nombres por si has oído de ellos, sus vidas, predicaciones y escritos: José Rodríguez, Juan Fernández, Pedro García, Pablo González, Santiago Gómez, Julio Pereyra y Carlos Ferreira. Aunque yo los respeto mucho, he aprendido sin embargo, que el Dios que nos ha hablado muchas veces y de muchas maneras, en estos últimos días nos ha hablado por el Hijo, por lo que la Palabra de Dios me brinda tal seguridad, que la de los hombres -tan limitados como lo puedo ser yo, y sin mejor unción que la que por gracia de Dios hemos todos nosotros recibido (1Jn 2:27)-, no me puede distraer para desoir la voz de Dios por prestar atención a las elucubraciones de hombres que muchas veces no pasan de ser maníacos religiosos.
c) Volviendo a nuestro tema, basta leer los evangelios para que esté yo bien convencido que Juan cumplió cabalmente el ministerio para el cual fue llamado y dotado espiritualmente. Efectivamente, preparó para el Señor un pueblo bien dispuesto, cuyos efectos perduran hasta hoy y repercuten todavía en quienes leemos la historia y los dichos del Bautista. Aunque el texto no lo diga expresamente, al leer acerca de la fama de Jesús en el inicio de su ministerio (p.ej. Mt 4:23-25), no dudo que tan grandes resultados provenían del trabajo previo hecho por Juan. Por supuesto, el ministerio de Jesús era mucho más amplio, ya que aparte de los milagros "la gente estaba admirada de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad y no como los escribas" (Mt 7:29). Con frecuencia leemos en los evangelios que Jesús se veía rodeado de mucha gente o que multitudes lo seguían. Fuese cual fuese el motivo por lo que lo hacían, no sería justo atribuir tal éxito únicamente a los prodigios que hacía y a las enseñanzas que daba, olvidándonos de que Juan había preparado ese terreno. Cuando el ministerio de Jesús comenzaba a crecer, menguaba el de Juan. Cuando empezó Jesús a obrar muchos y grandes milagros, predicando el evangelio por todas partes, Juan estaba recluido en la cárcel. Cuando Jesús está en la plenitud de su labor, Juan ya está muerto. Lo primero que hacen los discípulos de Juan tras sepultarle, fue ir a darle la noticia a Jesús (Mt 14:12). Luego, cuando la fama de Jesús llega a Herodes, lo primero que se le ocurre es que Juan hubiera resucitado (Mt 14:1,2). La consecución e identificación del ministerio de Jesús con el de Juan su precursor era tan evidente para el rey como para todo el pueblo. Ya al final de su vida terrenal, estando en el Templo desafía Jesús a los sacerdotes y los ancianos con la pregunta de si el bautismo de Juan era del cielo o de los hombres. Dicen no saberlo, temiendo al pueblo "porque todos tienen a Juan por profeta" (Mt 21:23-27). Esto nos da la pauta que todavía el prestigio de Juan seguía en alto, y hasta el mismo Jesús aprovechó esta circunstancia.
Yo lamento que el ministerio del Bautista no colmara tus expectativas; pero a los lectores de los evangelios nos deja la impresión que lo cumplió a plena satisfacción del que lo encomendó.
d) Que sepamos que el propósito de los evangelios no fuera el de rendir un informe ordenado en el tiempo de los hechos sucesivos que se narran, tampoco nos autoriza a acomodar la cronología a nuestro capricho. Ni tú ni yo podemos viajar en el tiempo para entrevistar a Juan y aconsejarle que lo mejor que puede hacer es asociarse a Jesús o seguirle como el principal de sus discípulos. Ante tal imposibilidad, no es justo tampoco que lo juzguemos porque hace dos mil años no hubiera captado tu idea. Juan, por su fidelidad a Dios y la misión encomendada, tuvo una vida pobre y breve. Otros, expertos en la manipulación de incautos, se dan una buena vida llegando a longevos. La diferencia es obvia.
2 - Pocos años pasarían para que muchos de los oyentes de Jesús entonces, conocieran experimentalmente lo que era que Cristo habitara por la fe en sus corazones (Ef 3:17).
3 - Difícilmente encuentres hermanos que acompañen lo que dices: "Pero Juan no lo hizo, al contrario, dejó de creer que él fuera el mesías, y Jesús se lo echa en cara".
Es un colmo de audacia aseverar esas tres cosas respecto a Juan, que no sólo la Biblia no lo dice, sino que no hay pautas que lo sugieran.
f) En dos momentos pones a Juan contradiciendo a Jesús, cuando su testimonio va primero:
En el último párrafo de tu mensaje # 9 habías dicho: "Sin embargo, Juan dijo lo contrario, que él no era Elías. Luego el pueblo de Israel debía decidirse entre si las palabras de Jesús o de Juan eran ciertas, y desde luego Juan tenia mayor reputación que Jesús, decidieron que Jesús estaba mintiendo. La negación de Juan ponía a Jesús como un mentiroso, un falso Mesías pues sin la vuelta de Elías el Mesías no podía aparecer, según la profecía. Y en el Mensaje 12: "f) Veo que tú fe en Juan y su infalibilidad es absoluto, hermano Ricardo. Tanto que no quieres ver lo obvio, que contradijo directamente a Jesús. Jesús dijo: “Juan es Elías” y Juan dijo: “Yo no soy Elías”.
Como ves, la imprecisión en esto, aquello y lo otro no inspira confianza en lo que puedas escribir, ya sea que el pensamiento original sea tuyo o provenga de otro de quien lo tomas, y que por lo visto que tampoco fue diligente en su manejo de las Escrituras.
Recibe mis amables saludos.
Ricardo.
 
Respuesta a Mensaje # 28:

Respuesta a Mensaje # 28:

Respuesta a Mensaje # 28:
Respetable smm:

1 - Yo no sé si tú eres un norteamericano que sabe español o un hispano que vive entre anglos, pues de a ratos me confundes con el uso que haces del castellano, y por eso es que te excuso. Pero en el idioma de Cervantes no cabe la noción de que alguien pueda ser precursor de sí mismo, como lo aseguras en este primer párrafo y vuelves a repetir en el último. Otros podrán precedernos o seguirnos, pero nadie puede andar delante o detrás de sí, salvo su propia sombra.
2 – Es realmente insólito que la intrepidez de Juan al enrostrarle al rey Herodes todas sus maldades (Lc 3:19) equivalga para ti a que “se hubiera metido en líos innecesarios”. Poco ya te estará faltando para decir que Jesús tampoco fue prudente al manejar el látigo en el Templo.
Dices: “Jesús no vino “tras él” sino que lo tenía delante de sus narices.”. Pero Juan decía “el que viene tras mí” (Mt 3:11; Mr 1:7). Dados los trastoques de tiempos que haces, digo: ¿Contradices tú a Juan o es él que te contradice a ti? Tal como lo dices, parece como que insinuaras que Juan procuraba que Jesús se topase con él. Sin embargo, salvo la ocasión del bautismo de Jesús, no sabemos de otro encuentro entre ambos. Que los discípulos de Juan todavía no creyesen en Jesús como Mesías, era la materia pendiente que Juan tenía; pero cuyo examen rendiría pronto con éxito al enviarlos a Jesús como portadores de una pregunta.
¿De cuál pasaje percibes tú que el pueblo podía pensar de Jesús que estaba siguiendo una estrategia elaborada para hacerse pasar por Mesías a costa de Juan como supuesto Elías? En los evangelios, no veo rastros.
4 – Estimado smm: es que bien vendados tendríamos que tener los ojos para aceptar que la muerte de Juan le hubiera complicado las cosas a Jesús. Si bien es cierto que los enemigos del reino de los cielos y emisarios de Satanás estorbaron todo lo que pudieron, Jesús resolvía las dificultades de inmediato, ya fuesen demonios indesalojables, falta de comida, celadas para atraparle, tempestades en el mar, etc. Pero ya fuese que Jesús hablase a las gentes en las sinagogas, en el Templo, en la ladera del monte o junto a la ribera del mar, vastas multitudes se juntaban para oírle.
Afectuosos saludos.
Ricardo.
 
El autor del epígrafe

El autor del epígrafe

Lo que yo no entiendo, es como Mapzero, el autor del epígrafe, nos haya dejado hablando solos, ausentándose del debate que él mismo abrió, y donde varios hemos estado dando lo mejor de nosotros en la elucidación del tema propuesto. Su opinión actual seguramente que sería muy bien recibida por todos.
Saludos.
Ricardo.
 
Re: Respuesta a Mensaje # 28:

Re: Respuesta a Mensaje # 28:

Respuesta a Mensaje # 28:
Respetable smm:

1 - Yo no sé si tú eres un norteamericano que sabe español o un hispano que vive entre anglos, pues de a ratos me confundes con el uso que haces del castellano, y por eso es que te excuso. Pero en el idioma de Cervantes no cabe la noción de que alguien pueda ser precursor de sí mismo, como lo aseguras en este primer párrafo y vuelves a repetir en el último. Otros podrán precedernos o seguirnos, pero nadie puede andar delante o detrás de sí, salvo su propia sombra.
2 – Es realmente insólito que la intrepidez de Juan al enrostrarle al rey Herodes todas sus maldades (Lc 3:19) equivalga para ti a que “se hubiera metido en líos innecesarios”. Poco ya te estará faltando para decir que Jesús tampoco fue prudente al manejar el látigo en el Templo.
Dices: “Jesús no vino “tras él” sino que lo tenía delante de sus narices.”. Pero Juan decía “el que viene tras mí” (Mt 3:11; Mr 1:7). Dados los trastoques de tiempos que haces, digo: ¿Contradices tú a Juan o es él que te contradice a ti? Tal como lo dices, parece como que insinuaras que Juan procuraba que Jesús se topase con él. Sin embargo, salvo la ocasión del bautismo de Jesús, no sabemos de otro encuentro entre ambos. Que los discípulos de Juan todavía no creyesen en Jesús como Mesías, era la materia pendiente que Juan tenía; pero cuyo examen rendiría pronto con éxito al enviarlos a Jesús como portadores de una pregunta.
¿De cuál pasaje percibes tú que el pueblo podía pensar de Jesús que estaba siguiendo una estrategia elaborada para hacerse pasar por Mesías a costa de Juan como supuesto Elías? En los evangelios, no veo rastros.
4 – Estimado smm: es que bien vendados tendríamos que tener los ojos para aceptar que la muerte de Juan le hubiera complicado las cosas a Jesús. Si bien es cierto que los enemigos del reino de los cielos y emisarios de Satanás estorbaron todo lo que pudieron, Jesús resolvía las dificultades de inmediato, ya fuesen demonios indesalojables, falta de comida, celadas para atraparle, tempestades en el mar, etc. Pero ya fuese que Jesús hablase a las gentes en las sinagogas, en el Templo, en la ladera del monte o junto a la ribera del mar, vastas multitudes se juntaban para oírle.
Afectuosos saludos.
Ricardo.
La segunda venida de Cristo seguirá el patrón que Dios siempre ha usado en Su providencia. Si la providencia pudiera realizarse de manera sobrenatural y espectacular, hace tiempo que ya se hubiera cumplido….

<?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:eek:ffice:eek:ffice" /><o:p></o:p>
b) De eso trata precisamente la segunda venida, tristemente se va a repetir lo que ocurrió hace 2.000 años. Los descendientes de los judíos que rechazaron a Jesús siguen haciéndolo, siguen considerándolo un completo y total impostor,
en su presunción de ser el Mesías y esperando a su Mesías, a su Rey de Israel. , Eso sí, expectativa y paciencia tienen. Así mismo muchos cristianos de hoy en día siguen mirando al cielo para ver a Jesús volver en las nubes y lanzarles como cohetes en los aires a su encuentro, mientras que Biblia en mano ignoran y persiguen al Cristo de la segunda venida….<o:p></o:p>
c) Hermano Ricardo, si Juan hubiera cumplido cabalmente su misión preparando para el Señor un pueblo bien dispuesto, hubiera conseguido por lo menos que gran parte de sus propios discípulos hubieran seguido a Jesús. Pero según tú mismo nos cuentas, ellos no creyeron en Jesús como el Mesías, a pesar de que Juan lo tenía claro en todo momento y nunca dudó, hasta el final de sus días. <o:p></o:p>
Siento Juan el líder de su grupo y quien tanto esperaba el día grande del Señor, y anunciaba la venida de aquel al que no era digno ni de desatar sus sandalias, después de bautizarle en el rió Jordán y haber dado testimonio de él como el cordero de Dios que quita el pecado del mundo, era de suponer que el entusiasmo de Juan de por fin encontrarse cara a cara con aquel al que tanto había anunciado y esperado, debería haber contagiado a la mayoría de sus discípulos. Es bien sabido que esto no ocurrió, sino que los discípulos estaban sorprendidos y confundidos al ver que Jesús bautizando a un lado del Jordán y Juan al otro. Y Juan respondió lo que tú dices: “conviene qué el crezca y yo mengue”. No podemos entender la situación sino si nos ponemos en el lugar de los protagonistas. Imagínate que tú eres Juan el Bautista, esperando y anunciando al Misias que viene pronto. Bautizáis a la gente para el perdón de los pecados en preparación. Finalmente llega el gran día en el que te encuentras con el Mesías que te pide que le bautices. Rehúsas pero el ínstate y lo haces. Ahora bien, ¿Qué se supone que debes hacer ahora? ¡Si te verdad crees que esa persona es el Mesías, no dejarías todo para seguir a él? Como ultimo profeta además tendrías el honor de ayudar a Jesús a crear su fundamento. Si Jesús crece, crecerías con él, y si menguaba maguaría con él. No sólo tú te unirías a Jesús sino que llevarías a tú grupo. <o:p></o:p>
Si el grupo de Juan y de Jesús en vez de bautizar separadamente se hubieran fundido en uno sólo con Juan diciendo que es el Elías y anunciando a Jesús como Mesías, seguro que la historia de los evangelios e hubiera escrito de otra manera. <o:p></o:p>
¿Dios le incomodó a Juan meterse con Herodes y su matrimonio? ¿Eso qué tenía que ver con su misión de enderezar los caminos del señor y prepararle un pueblo bien dispuesto? <o:p></o:p>

d) Lo que no es de recibo es que se piense que todo lo que pasa es porque así Dios lo dispuso. Que el ser humano no es más que un monigote en el escenario de la vida y la historia preprogramado por Dios. Y que todas las piezas del puzzle caen en su sitio por un divina providencia predestinada. <o:p></o:p>

Luego justificar el martirio como el modelo de vida santa y la vida longeva como lo contrario, no tiene ni pies ni cabeza. Por eso criterio Abraham o Moisés que vivieron mucho tiempo serían “expertos que manipular incautos”. <o:p></o:p>

2 – Pocos años pasarían para que muchos de los oyentes de Jesús entonces, conocieran experimentalmente lo que era que Cristo habitara por la fe en sus corazones (Ef 3:17).

<o:p></o:p>
3 - Pues en este mismo epígrafe ya puedes ver a algunos……

<o:p></o:p>
f) Hermano, Ricardo, tanto da si lo negó antes o después de que Jesús le declaró ser el Elías. La cuestión es que Juan dijo: NO soy Elias y Jesús dijo “Él es Elías”. Si no quieres ver lo obvio allá tú. El asunto de la vuelta de Elías era primordial para los judíos, una clara señal de que la llegada del Mesías estaba próxima. Juan dijo que él no era Elías, cuando su padre Zacarías recibió del ángel este conociendo: ira delante del señor con el poder y el espíritu de Elías. Si Elías no había venido aún, de ninguna manera el Mesías no podía haber venido. - .<o:p></o:p>

1 -Esta bien el chiste, hermano Ricardo. Un chiste es siempre buen para hacer notar nuestro desacuerdo. Pues si no entiendes lo que digo te lo diré de otra manera, como Juan no preparó bien al pueblo para recibir al Mesías, Jesús al encontrarse con tan poco fundamento de aceptación asumió el mismo el papel de Juan el Bautista. En esos tres años de vida pública Jesús tuvo el ardua trabajo de dar testimonio de sí mismo, lo que los judíos le echaron en cara, porque no estaba Juan para hacerlo. Hizo de su propia sombra, si quieres. <o:p></o:p>

2 – ¿Realmente crees que enrostrarle a Herodes sus maldades era más importante que apoyar a Jesús, el Mesías? <o:p></o:p>
¿Tú crees que fue casualidad que Juan y Jesús fueran contemporáneos, con apenas seis meses de diferencia de edad? ¿Acaso te resulta extraño que Juan al encontrarse con el tan esperado Mesías quisiera seguirle, especialmente si Dios en persona le dijo que era Su hijo amado? ¿Hubiera sido un pecado si Juan y su grupo se uniesen a Jesús? ¿Cómo no iba a ser la tarea pendiente de Juan que sus propios discípulos no creyesen en Jesús si el propio Juan no lo tenía claro? Sus discípulos se lo decían, “Maestro, aquel del que diste testimonio”,… -es decir, habían escucha de propia boca de Juan que Jesús era el Mesías, saber lo sabían, pero luego también veían que Juan no movía ficha: Rabí, mira que el que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien tú diste testimonio, bautiza, y todos vienen a él. ….Creo que esto claramente demuestra que los discípulos estaban dispuestos a seguir a Jesús, pero veían que Juan no lo hacía.. <o:p></o:p>

4 –Si claro, Jesús hizo milagros y resolvió de inmediato la falta de incredulidad de la gente hacia él como Mesías: <o:p></o:p>
Mat 11: 21: “Entonces comenzó a reconvenir a las ciudades en las cuales había hecho muchos de sus milagros, porque no se habían arrepentido, diciendo: <SUP>21</SUP> Ay de ti, Corazín! Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en vosotras, tiempo ha que se hubieran arrepentido en cilicio y en ceniza. <SUP>22</SUP> Por tanto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para Tiro y para Sidón, que para vosotras. <SUP>23</SUP> Y tú, Capernaum, que eres levantada hasta el cielo, hasta el Hades serás abatida; porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en ti, habría permanecido hasta el día de hoy. <SUP>24</SUP> Por tanto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma, que para ti”.<o:p></o:p>

De los diez leprosos que curó sólo uno volvió para agradecérselo.

¿Dónde estaban las multitudes que le escuchar cuando se enfrentó a su juico? ¿Alguien salió en defensa de Jesús, diciendo? : “Yo he escuchado a ese hombre y las cosas que dice son de Dios”, “Yo fue curado por eso hombre”. No, en cambio, la multitud, instigados por algunos fariseos gritan en unísono; “Liberad a Barrabás, crucificad a Jesús”….<o:p></o:p>

Que Dios te bendiga<o:p></o:p>
 
Respuesta al Mensaje # 32

Respuesta al Mensaje # 32

Estimado smm:
1 - Si al Cristo de la segunda venida es menester que el cielo retenga hasta que Dios lo envíe nuevamente (Hch 3:20,21), nadie tiene como perseguirlo; a menos que quieras decir que cualquiera que persigue a un discípulo suyo es como si lo hiciera con Él; porque en todos los siglos, siempre hubo miles de perseguidos como sucede hoy en día. Además, el propio Jesús preanunció que así sucedería, como Saulo con su iglesia, p.ej.
2 - No necesitamos estar mirando a los nubes quienes posicionalmente ya estamos sentados juntamente con Cristo en los lugares celestiales (Ef 2:6). Pero obviamente que hay muchos que sí viven en las nubes. El modo repentino y sobrenatural de la segunda venida de Cristo por los suyos es un aspecto no afectado por la paciencia del Señor en lo que a muchos ya parece tardanza.
3 – Los judíos rechazaron a su verdadero Mesías (Jesucristo) pero aceptarán al falso cuando se presente (el Anticristo); prefigurando su próxima manifestación, actualmente hay diversos candidatos imbuidos en aquel mismo espíritu. De muchas naciones, y de todos los colores. Esto forma parte del “misterio de iniquidad”. Es necesario que quienes no quieran creer a la verdad de buena gana crean al error, por más burdo y grosero que se le presente ¡a lo bestia! (2Ts 2:3-12).
4 – Yo sí creo que los discípulos de Juan comenzaron a creer en el genuino mesianismo de Jesús desde que presenciaron los milagros de Jesús y lo escucharon (los mensajeros, y a su regreso, los demás).
5 – Lo que fuera de suponer que mejor haría Juan con sus discípulos ante Jesús y los suyos, no pasa de ser suposiciones humanas como naturalmente lo son las mías y las tuyas. Lo que ocurrió quedó registrado en los anales de la historia, y a casi dos milenios de distancia es irrisoria cualquier pretensión de juzgar como equivocado lo acontecido y como una notoria mejora nuestra propuesta. ¡Hasta yo me atrevería ahora a señalar los errores de Napoleón y sugerir como debió de haber planteado la guerra para no perder en Waterloo! Pero lamentablemente, no formé parte de su Estado Mayor. Por ello, a tu pregunta concreta, contesto que en mi caso (si hubiera yo estado en la situación de Juan), habría hecho como él hizo, en plena obediencia a Dios, y no siguiendo el dictado de su propio razonamiento o dejándose arrastrar por sus sentimientos. No se me ocurriría mirar ambos ministerios como fundiéndose en una multiempresa capaz de lograr los más altos dividendos para sus asociados. No vería la obra del Mesías y de su precursor con los ojos de un avezado hombre de negocios llevado de afán mercantilista. El asunto era de trascendencia eterna: el reino de Dios y la salvación de los pecadores. Vería en lontananza el filo de la espada pendiente sobre el cuello del Bautista, y una cruz alzándose en el camino de Jesús. Y dejaría que uno y otro caminaran su diversa senda, pese a que torrentes de lágrimas fluyeran de mis ojos.
Estoy feliz de contento con que la historia de los evangelios se escribiera tal como fue escrita. No tengo ninguna sugerencia que ofrecerle a Juan.
6 – El Espíritu Santo que llenaba a Juan el Bautista era seguramente quien le impulsaba a proceder como lo hacía. Es aventurado pensar que se dejaba llevar por sus estados de ánimo. Él no era un voluble, frenético a veces, y depresivo otras. La mente calenturienta de algunos comentaristas, predicadores y libretistas llevó a incluir tales cosas en su guión; pero apartándose de la Palabra de Dios. El libreto que debía seguir Juan se escribía desde arriba, y por eso desentonaba con los pensamientos naturalmente más bajos de los hombres.

7 – Lo que es de recibo es lo que Dios ha dispuesto para nosotros en su Palabra. Pero todo lo bueno y justo que podamos hacer, nunca lo alcanzaríamos, si no recibiésemos gracia suficiente para ello. Librados a nuestra propia suerte, no lograríamos más que obrar el mal que no queremos sin poder hacer el bien que quisiéramos.
8 – Si continúas diciendo chistes, no me queda otra que celebrar tu humor riéndome de buena gana. Este segundo es semejante al primero, ¡pero mucho mejor! En aquel decías que Jesús se vio precisado a ser su propio precursor ante la deserción de Juan. Ahora dices que Jesús ¡“hizo de su propia sombra”! En este momento salgo afuera, miro hacia el sol próximo a su ocaso, y volteando mi cabeza veo tras mi la larga sombra del cuerpo proyectada en el piso. Entonces, concentro mi pensamiento en mi amigo smm y me digo: ¿cómo podría haberse hecho Jesús su propia sombra? La verdad, que como chiste ¡muy bueno!
Aprovecho este momento de hilaridad para enviarte mis simpáticos saludos.
Ricardo.
 
Re: Respuesta al Mensaje # 32

Re: Respuesta al Mensaje # 32

Estimado smm:
1 - Si al Cristo de la segunda venida es menester que el cielo retenga hasta que Dios lo envíe nuevamente (Hch 3:20,21), nadie tiene como perseguirlo; a menos que quieras decir que cualquiera que persigue a un discípulo suyo es como si lo hiciera con Él; porque en todos los siglos, siempre hubo miles de perseguidos como sucede hoy en día. Además, el propio Jesús preanunció que así sucedería, como Saulo con su iglesia, p.ej.
2 - No necesitamos estar mirando a los nubes quienes posicionalmente ya estamos sentados juntamente con Cristo en los lugares celestiales (Ef 2:6). Pero obviamente que hay muchos que sí viven en las nubes. El modo repentino y sobrenatural de la segunda venida de Cristo por los suyos es un aspecto no afectado por la paciencia del Señor en lo que a muchos ya parece tardanza.
3 – Los judíos rechazaron a su verdadero Mesías (Jesucristo) pero aceptarán al falso cuando se presente (el Anticristo); prefigurando su próxima manifestación, actualmente hay diversos candidatos imbuidos en aquel mismo espíritu. De muchas naciones, y de todos los colores. Esto forma parte del “misterio de iniquidad”. Es necesario que quienes no quieran creer a la verdad de buena gana crean al error, por más burdo y grosero que se le presente ¡a lo bestia! (2Ts 2:3-12).
4 – Yo sí creo que los discípulos de Juan comenzaron a creer en el genuino mesianismo de Jesús desde que presenciaron los milagros de Jesús y lo escucharon (los mensajeros, y a su regreso, los demás).
5 – Lo que fuera de suponer que mejor haría Juan con sus discípulos ante Jesús y los suyos, no pasa de ser suposiciones humanas como naturalmente lo son las mías y las tuyas. Lo que ocurrió quedó registrado en los anales de la historia, y a casi dos milenios de distancia es irrisoria cualquier pretensión de juzgar como equivocado lo acontecido y como una notoria mejora nuestra propuesta. ¡Hasta yo me atrevería ahora a señalar los errores de Napoleón y sugerir como debió de haber planteado la guerra para no perder en Waterloo! Pero lamentablemente, no formé parte de su Estado Mayor. Por ello, a tu pregunta concreta, contesto que en mi caso (si hubiera yo estado en la situación de Juan), habría hecho como él hizo, en plena obediencia a Dios, y no siguiendo el dictado de su propio razonamiento o dejándose arrastrar por sus sentimientos. No se me ocurriría mirar ambos ministerios como fundiéndose en una multiempresa capaz de lograr los más altos dividendos para sus asociados. No vería la obra del Mesías y de su precursor con los ojos de un avezado hombre de negocios llevado de afán mercantilista. El asunto era de trascendencia eterna: el reino de Dios y la salvación de los pecadores. Vería en lontananza el filo de la espada pendiente sobre el cuello del Bautista, y una cruz alzándose en el camino de Jesús. Y dejaría que uno y otro caminaran su diversa senda, pese a que torrentes de lágrimas fluyeran de mis ojos.
Estoy feliz de contento con que la historia de los evangelios se escribiera tal como fue escrita. No tengo ninguna sugerencia que ofrecerle a Juan.
6 – El Espíritu Santo que llenaba a Juan el Bautista era seguramente quien le impulsaba a proceder como lo hacía. Es aventurado pensar que se dejaba llevar por sus estados de ánimo. Él no era un voluble, frenético a veces, y depresivo otras. La mente calenturienta de algunos comentaristas, predicadores y libretistas llevó a incluir tales cosas en su guión; pero apartándose de la Palabra de Dios. El libreto que debía seguir Juan se escribía desde arriba, y por eso desentonaba con los pensamientos naturalmente más bajos de los hombres.

7 – Lo que es de recibo es lo que Dios ha dispuesto para nosotros en su Palabra. Pero todo lo bueno y justo que podamos hacer, nunca lo alcanzaríamos, si no recibiésemos gracia suficiente para ello. Librados a nuestra propia suerte, no lograríamos más que obrar el mal que no queremos sin poder hacer el bien que quisiéramos.
8 – Si continúas diciendo chistes, no me queda otra que celebrar tu humor riéndome de buena gana. Este segundo es semejante al primero, ¡pero mucho mejor! En aquel decías que Jesús se vio precisado a ser su propio precursor ante la deserción de Juan. Ahora dices que Jesús ¡“hizo de su propia sombra”! En este momento salgo afuera, miro hacia el sol próximo a su ocaso, y volteando mi cabeza veo tras mi la larga sombra del cuerpo proyectada en el piso. Entonces, concentro mi pensamiento en mi amigo smm y me digo: ¿cómo podría haberse hecho Jesús su propia sombra? La verdad, que como chiste ¡muy bueno!
Aprovecho este momento de hilaridad para enviarte mis simpáticos saludos.
Ricardo.


1 -Se le está persiguiendo porque ha venida de la única manera que la gran mayoría de los distintos cristianos no esperan su regreso; nacido de mujer, como una persona más, porque se aferran al aviso de Jesús sobre los falsos Mesías….<?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:eek:ffice:eek:ffice" /><o:p></o:p>

2 - Se puede seguir esperando el modo repentino y sobrenatural de Cristo otros 2.000 años pues nunca ocurrirá de esa manera……<o:p></o:p>

3 –Hay que ponerse en su lugar, ¿Si tú hubieras vivido en Israel en tiempos de Jesús, crees que huyeras creído en Jesús como Mesías? Y hoy en día, muchos cristianos también están rechazando a aquel que el Señor Jesús ha elegido personalmente como la segunda venida….

<o:p></o:p>
4 –Está clarísimo que lo crees así. Por si Juan mismo no hubiera dudado es difícil que sus discípulos lo hubieran hecho….De hecho, incluso hoy en día existen un grupo remanente de seguidores de Juan en Irak, los mandeos, que sostienen que Juan fue el verdadera Mesías de Israel y que Jesús le traicionó. Para ellos Jesús fue una falso Mesías y un traidor contra Juan, y ven en la crucifixión de Jesús el castigo de Dios como por volverse contra Juan el Bautista. <o:p></o:p>

Si Juan nunca hubiera dudada de Jesús sus discípulos no hubieran estado consternados y confusos, como Juan no se posicionó claramente hasta el final, una parte de su grupo también se opuso a Jesús. <o:p></o:p>

5 –Pero tampoco podemos pensar que porque algo aconteció de cierta manera es que no pudo haber sido de otra, o que fuera la voluntad de Dios. ¿Realmente crees que Dios se hubiera enfadado con Juan si éste se hubiera unido a Jesús y hubiera dado testimonio de él como Mesías codo a codo? Precisamente porque la “empresa” era de transcendencia providencial, se trataba de inaugurar la era mesiánica y empezar a establecer el reino de los cielos de manera práctica y real, que tanto Juan como Jesús habían anunciado, trayendo la salvación a toda la humanidad, es que la unidad de Juan y Jesús era tan importante. Ora a Dios sobre ello…... <o:p></o:p>

6 –Pero de ninguna manera Juan o cualquier otro ser humano, incluido el Mesías, es un autómata o un actor que interpreta un papel escrito en un guion celestial. Existe la responsabilidad humana y la posibilidad de errar, dudar, perder la fe, traicionar, decepcionar, etc.

<o:p></o:p>
8 –Sigue con tus chistes pero la esencia de la cuestión es ésta: Juan dudó de Jesús y no siguió dando testimonio de que el Mesías había venida. Negó ser el Elías y creó en sus propios discípulos la división, unos pocos que seguirán a Jesús y la gran mayoría que pensaron como el resto del pueblo que Jesús fue un falso Mesías, un impostor. Jesús en vez de ser recibido por un pueblo bien dispuesto. “Vino a los suyos y los suyos no le recibieron”…..Empezando por Juan y gran parte de su grupo….<o:p></o:p>

Que Dios te bendiga<o:p></o:p>
 
Respuesta a mensaje # 34:

Respuesta a mensaje # 34:

Apreciado smm:
1 - Por supuesto que yo creo y espero al Señor de la segunda venida (Hebreos 9:28), quien es el mismo de la primera, según el testimonio de los ángeles a sus discípulos testigos de su ascensión a los cielos (Hechos 1:11). Y me consta también que hay muchísimos otros "señores de la segunda venida" como el propio Señor Jesús previno en Mt 24:11; 23-26. Es cierto que en algunos países se les ha estado persiguiendo, pero no por buenos, santos y justos, sino por negocios dudosos que les permitió amasar fortunas y evadir los impuestos. Pero prefiero que concretemos nuestro debate al tema propuesto en el epígrafe sin distraernos con personalidades públicas.
2 - Que tú lo niegues no invalida la abundante enseñanza al respecto en el NT. El diablo también es experto en decir que "no" a lo que Dios ha dicho. Que algunos incrédulos aleguen la tardanza, no hace más que confirmar lo que hace casi dos mil años se escribió que dirían (2Pedro 3:3-9).
3 - Si yo hubiera vivido en Israel en la época de Jesús, teniendo ocasión de verle y oírle, era inmejorable la oportunidad de creer en Él como Mesías. Con todo, no hubiera jamás creído a menos que Dios me concediera la gracia de la fe, tal como ahora. A quienes los cristianos hoy en día están rechazando es a los falsos cristos de los que hablamos en el primer párrafo. Y los que los aceptan, es porque ya han rechazado al verdadero, en el cual estamos, Jesucristo (1Juan 5:20).
4 - Tu premisa no es lógica: "si Juan mismo no hubiera dudado es difícil que sus discípulos lo hubieran hecho". Normalmente, un maestro no duda, sino sus discípulos. Al discipulador lo identifica no sólo un conocimiento superior, sino una mayor certeza. El aprendiz, en cambio, no solamente posee un conocimiento menor, sino que la seguridad la va adquiriendo al paso que progresa. Sus dudas son oportunas, porque proveen ocasión de ser evacuadas por su maestro.
5 - Dios puede prever cómo actuaría Juan o yo mismo ante determinada situación; pero un hombre como yo jamás puede prever la reacción divina a una fusión del ministerio de Juan con el de Jesús, de haber acontecido. Dios podría haberse complacido, consentido o disgustado, dependiendo todo de cuales fueran las directivas que le hubiera dado a Juan. El enojo de Dios se ve fácilmente en el AT cuando los reyes de Judá e Israel hicieron cosas que Él nunca les mandó. Y con lo poco que tenemos en la Biblia de la índole del ministerio del Bautista, tal parece que no estaba destinado a conjuntarse con el Mesías a quien Juan precedía y preparaba su camino. Si en un ejército unos soldados son destinados a marchar a la vanguardia y otros a la retaguardia, no pueden ellos intercambiar sus lugares sin orden expresa del comandante. Como no hay vestigios siquiera en los evangelios a que Dios le diera a Juan la instrucción que tú propones, lo mejor que podemos hacer es dejar las cosas como están sin pretender cambiar la historia.
6 - Ya desde la época de los antediluvianos Dios vio que todo designio de los pensamientos del corazón del hombre se inclinaba al mal; y ahora, los cristianos, los hijos de Dios, cuando obramos lo bueno, esto sólo es posible "porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad" (Flp 2:13). Por ello Pablo toma cuidado de no atribuirse ninguna buena iniciativa y dice "aunque no yo, sino la gracia de Dios que está conmigo" (1Co 15:10).
8 - La coherencia y firmeza del testimonio de Juan el Bautista hasta el fin, yo lo veo atestiguado en tres escenas posteriores a su muerte:
a) Herodes al oír de la fama de Jesús: "Este es Juan el Bautista; ha resucitado de los muertos y por eso actúan en él estos poderes" (Mt 14:1,2). Si Herodes conservara
como el último recuerdo del Bautista, a un pusilánime y vacilante profeta venido a menos, nunca hubiera expresado tal temor.
b) Lo que la gente decía quien podía ser Jesús: "Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas" (Mt 16:14). El prestigio de Juan seguía en
alto aún después de su muerte. De haberse amilanado y dudado, no identificarían ahora a Jesús con Juan.
c) Los principales sacerdotes y los ancianos: "tememos al pueblo, porque todos tienen a Juan por profeta" (Mt 21:26). Nadie mejor que las máximas autoridades religiosas
para avalar debidamente el concepto en que el pueblo tenía a Juan. Una vez más: esto demanda que el Bautista haya acabado como un mártir victorioso y fiel.
Saludos cordiales.
Ricardo.
 
Re: El autor del epígrafe

Re: El autor del epígrafe

Lo que yo no entiendo, es como Mapzero, el autor del epígrafe, nos haya dejado hablando solos, ausentándose del debate que él mismo abrió, y donde varios hemos estado dando lo mejor de nosotros en la elucidación del tema propuesto. Su opinión actual seguramente que sería muy bien recibida por todos.
Saludos.
Ricardo.

Se discute sobre el papel de Juan y si falló o no en su empresa...

Simplemente No falló en su empresa, que no era la suya sino la de Dios. Dios obró a través de Juan con el Espíritu Santo, y que Juan haya tenido una idea distinta a la del Mesías que luego apreció, no hace que haya fallado en su misión. Juan no es Cristo, y por algunos signos podemos ver que no sabía por completo la realidad de las cosas. En primer lugar, quizás no sabía quien era él como lo vemos en Juan 1:19-23, que Jesús si lo sabía (Mateo 11:14), y además su visión sobre la obra completa de Cristo pues tampoco es probable que la conociera del todo. Tengamos en cuenta que Dios a Juan no le confió todo como a Jesús.

Pero Juan ha sido un profeta muy importante, y Dios no falló en la misión de Juan, y que Juan como humano haya mostrado dudas no le quita mérito a su misión profética, Juan era humano al tiempo de buen instrumento de Dios.
 
Re: Juan el Bautista esperaba a otro Mesías de Jesús

Ahora aún me has dejado ms mareada!


Hay quienes creen que si, y son varios cientos de millones de personas en todo el planeta


¿Como es eso de que el espíritu desencarnado se beneficia de lo que haga otra persona? ¿No dice la escritura que cada cual será responsable de lo que él haga?


Pero la escritura dice claramente en malaquias que quien iba ha venir era el propio Elías (precisamente porque se suponía que no murió y que fue llevado al cielo por un merkaba) y no "alguien con ideas similares"; y los judíos esperaban la vuelta del propio Elías y asi lo enseñaban los doctores de la ley. Y Jesús asegura que Juan es Elías y que es "el ha de venir". Abro mi biblia y leo en Mt 11:14: "Y si queréis oirlo él es Elías, que ha de venir"

Un versículo que Cristo niegue la reencarnación. Encuentralo.

La negación de la reencarnación forma parte de la cultura occidental impuesta por los apologistas cristianos, pero no impuesta por nuestro Dios. Es entendible que se niegue viendo que el hombre no ha conocido la Segunda Venida, pues solo tienen en cuenta la primera venida, la segunda sigue siendo una incógnita ¿Qué sucederá tras y después? Sorpresa, quien lo sabe? Mientras tanto cabe la imaginación y la creación de dogmas de fe. Sepamos que el hombre no puede vivir sin dejar encuadrada su verdad, sea de fe o científica, el hombre necesita tener explicación para todo, pero lo cierto es que no todas las explicaciones aciertan a fin. Negar la reencarnación no es de Cristo, sino de la Iglesia.
 
Re: Respuesta a mensaje # 34:

Re: Respuesta a mensaje # 34:

Apreciado smm:
1 - Por supuesto que yo creo y espero al Señor de la segunda venida (Hebreos 9:28), quien es el mismo de la primera, según el testimonio de los ángeles a sus discípulos testigos de su ascensión a los cielos (Hechos 1:11). Y me consta también que hay muchísimos otros "señores de la segunda venida" como el propio Señor Jesús previno en Mt 24:11; 23-26. Es cierto que en algunos países se les ha estado persiguiendo, pero no por buenos, santos y justos, sino por negocios dudosos que les permitió amasar fortunas y evadir los impuestos. Pero prefiero que concretemos nuestro debate al tema propuesto en el epígrafe sin distraernos con personalidades públicas.
2 - Que tú lo niegues no invalida la abundante enseñanza al respecto en el NT. El diablo también es experto en decir que "no" a lo que Dios ha dicho. Que algunos incrédulos aleguen la tardanza, no hace más que confirmar lo que hace casi dos mil años se escribió que dirían (2Pedro 3:3-9).
3 - Si yo hubiera vivido en Israel en la época de Jesús, teniendo ocasión de verle y oírle, era inmejorable la oportunidad de creer en Él como Mesías. Con todo, no hubiera jamás creído a menos que Dios me concediera la gracia de la fe, tal como ahora. A quienes los cristianos hoy en día están rechazando es a los falsos cristos de los que hablamos en el primer párrafo. Y los que los aceptan, es porque ya han rechazado al verdadero, en el cual estamos, Jesucristo (1Juan 5:20).
4 - Tu premisa no es lógica: "si Juan mismo no hubiera dudado es difícil que sus discípulos lo hubieran hecho". Normalmente, un maestro no duda, sino sus discípulos. Al discipulador lo identifica no sólo un conocimiento superior, sino una mayor certeza. El aprendiz, en cambio, no solamente posee un conocimiento menor, sino que la seguridad la va adquiriendo al paso que progresa. Sus dudas son oportunas, porque proveen ocasión de ser evacuadas por su maestro.
5 - Dios puede prever cómo actuaría Juan o yo mismo ante determinada situación; pero un hombre como yo jamás puede prever la reacción divina a una fusión del ministerio de Juan con el de Jesús, de haber acontecido. Dios podría haberse complacido, consentido o disgustado, dependiendo todo de cuales fueran las directivas que le hubiera dado a Juan. El enojo de Dios se ve fácilmente en el AT cuando los reyes de Judá e Israel hicieron cosas que Él nunca les mandó. Y con lo poco que tenemos en la Biblia de la índole del ministerio del Bautista, tal parece que no estaba destinado a conjuntarse con el Mesías a quien Juan precedía y preparaba su camino. Si en un ejército unos soldados son destinados a marchar a la vanguardia y otros a la retaguardia, no pueden ellos intercambiar sus lugares sin orden expresa del comandante. Como no hay vestigios siquiera en los evangelios a que Dios le diera a Juan la instrucción que tú propones, lo mejor que podemos hacer es dejar las cosas como están sin pretender cambiar la historia.
6 - Ya desde la época de los antediluvianos Dios vio que todo designio de los pensamientos del corazón del hombre se inclinaba al mal; y ahora, los cristianos, los hijos de Dios, cuando obramos lo bueno, esto sólo es posible "porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad" (Flp 2:13). Por ello Pablo toma cuidado de no atribuirse ninguna buena iniciativa y dice "aunque no yo, sino la gracia de Dios que está conmigo" (1Co 15:10).
8 - La coherencia y firmeza del testimonio de Juan el Bautista hasta el fin, yo lo veo atestiguado en tres escenas posteriores a su muerte:
a) Herodes al oír de la fama de Jesús: "Este es Juan el Bautista; ha resucitado de los muertos y por eso actúan en él estos poderes" (Mt 14:1,2). Si Herodes conservara
como el último recuerdo del Bautista, a un pusilánime y vacilante profeta venido a menos, nunca hubiera expresado tal temor.
b) Lo que la gente decía quien podía ser Jesús: "Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas" (Mt 16:14). El prestigio de Juan seguía en
alto aún después de su muerte. De haberse amilanado y dudado, no identificarían ahora a Jesús con Juan.
c) Los principales sacerdotes y los ancianos: "tememos al pueblo, porque todos tienen a Juan por profeta" (Mt 21:26). Nadie mejor que las máximas autoridades religiosas
para avalar debidamente el concepto en que el pueblo tenía a Juan. Una vez más: esto demanda que el Bautista haya acabado como un mártir victorioso y fiel.
Saludos cordiales.
Ricardo.

1 - Si, por supuesto, en tiempos de Jesús aquellos que le persiguieron tenían también buenas razones para considerarle un impostor y falso Mesías,. ….

<?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:eek:ffice:eek:ffice" /><o:p></o:p>
2 - No te preocupes, no quiere quitarle la ilusión, como ya he dicho, los judíos también tienen paciencia y expectativa, esperan la vuelta de Elías desde hace más de 2.000 años, a pesar de que ya vino en la persona de Juan el Bautista y al Mesías que vendrá “tras de él”, a pesar de que ya vino en la persona de Jesús. . …..

<o:p></o:p>
3 -Hermano Ricardo, estás haciendo un juego retrospectivo, en la realidad no sabemos cómo hubiéramos reaccionado. Hay que ponerse en el lugar de la gente que vio y escuchó a Jesús. Tú asumes que verle y escucharle en persona era una oportunidad inmejorable para creer en el Mesías, porque ahora lo has aceptado. Pero imagínate que hubieras estado en aquel sermón donde Jesús de repente proclama: Mat 10: 37: “: El que ama padre ó madre más que á mí, no es digno de mí; y el que ama hijo ó hija más que á mí, no es digno de mí.” O la versión de Lucas: Lucas 14: 26 “Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre y madre, a su mujer e hijos, a sus hermanos y hermanas, y aun hasta su propia vida ¿Crees que te sería fácil aceptarlo como Mesías, te hubiera parecido inspiración de Dios, especialmente sabiendo como estudioso diligente de la Tora que lo que decía iba en contra del mandamiento de honrar al padre y a la madre en el decálogo? <o:p></o:p>

En cuanto a la segunda venida, es lo que quiero ilustrar, hoy es relativamente fácil aceptar a Jesús, primero porque no lo tienes delante como persona y segundo porque ya existe un fundamento de 2. 000 años de gente que ha creído en Jesús y descansamos sobre ese merito de la era. En cuanto a tu suposición de que los que aceptábamos a la segunda venida porque rechazamos a Jesús, estás muy equivocado. Es el mismo Jesús quien ah elegido a su segunda venida: Ap 2:17:Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe”. Ap 3.11: “Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo. <SUP>13</SUP> El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias”.<o:p></o:p>

4 -Si el maestro tiene firmeza y enseña con claridad, sin ambigüedades ni tapujos, los discípulos pueden superar todas sus dudas. Porque suele existir un vinculo de lealtad del discípulo hacia el maestro, basado en el respecto y la admiración. A ti te parece una burado que Juan se hubiera unida a Jesús pero sería la mejor manera de evacuar cualquier duda de sus discípulos, no dejando ningún lugar a dudar de que para él Jesús era el Mesías que estaba esperando. Seguramente la mayoría de los discípulos de Juan hubieran formado parte del nuevo grupo. Claro que en ese nuevo grupo el maestro sería Jesús y Juan su discípulo principal….<o:p></o:p>

5 - Dios puede prever pero no puede cumplir la responsabilidad que es nuestra. Por eso no todo lo que hacemos ni todo lo que ocurre en la historia humana refleja la voluntad de Dios o lo previsto por Él. Porque los evangelios muestren que Juan se mantuvo separado de Jesús después de bautizarlo, no significa que esa era el deseo de Dios. Hermano Ricardo, no podemos esperar ver un pasaje donde literalmente Dios le dice a Juan lo que tiene que hacer. Lo cierto es que Dios no nos lo da todo masticado, sino que deja en nuestras manos el comprobar qué es lo que Él quiere de nosotros. Dios le dio un testimonio directo a Juan sobre quien era Jesús, y a partir de allí era cosa de Juan saber qué esperaba Dios de él…..<o:p></o:p>

El Señor Jesús tiró a Pablo de su caballo mientras éste iba determinado de camino a Damasco para perseguir allí al grupo de cristianos, y le dejó temporalmente ciego. Pero Pablo al llegar a Damasco se encerró en su habitación y oró por tres días en ayunas. Así es como llegó a saber qué es lo que Dios quería de él….Si no lo hubiera hecho posiblemente esa visión se hubiera convertido en experiencia vaga y lejana sin importancia, ….<o:p></o:p>

6 -No sé qué quieres decir, que la humanidad no tiene libre albedrío ni responsabilidad? ¿Si la gente hace el mal es porque Dios produce en ellos el quiere como el hacer , por su “mala” voluntad”?..<o:p></o:p>

8 - La coherencia y firmeza del testimonio de Juan el Bautista hasta el fin, yo lo veo atestiguado en tres escenas posteriores a su muerte:

a) Herodes ciertamente tenía mal conciencia respeto a la muerte de Juan. Él en realidad temía matarlo porque sabía que el pueblo lo tenía por profeta. En realidad la idea de decapitar a Juan fue de Herodías, que usando a su hija pidió la cabeza de Juan en una bandeja de plata. Y Herodes se entristeció a causa del juramento que hizo a su hijastra de darlo cualquier cosa que pidiera…. <o:p></o:p>

Si el testimonio de Juan era que Jesús es el Mesías y esto se hubiera esparcido entre el pueblo, Herodes hubiera reaccionado ante Jesús duplicando tal testimonio. “Éste es el Mesías del que Juan dio testimonio, ciertamente lo es” No, no nos sirve lo que dices….…..<o:p></o:p>

b) Ciertamente Juan había logrado un gran prestigio propio, ¿Quien niega eso? Pero eso atestiguaba de su propio fundamento no de que él hubiera dejado un claro testimonio de que Jesús era el Mesías, porque sino la gente hubiera dicho que Jesús era el Mesías y no algún profeta…Si Jesús tenía que preguntar ¿quién dicen los hombres que es el hijo del hombre? está claro que el pueblo no estaba bien dispuesto a aceptarle, cual era la misión de Juan, preparar un pueblo bien dispuesto. <o:p></o:p>

c) Una vez más, este episodio muestra que el terreno no estuvo preparado por Juan. Sí, Juan tenía un alto concepto entre el pueblo y también entre muchos fariseos, pero que le vinieran a preguntar a Jesús con qué autoridad enseñaba y hacia las cosas que hacía, nos muestra que en este alto concepto de Juan no iba incluido su testimonio acerca de Jesús como Mesías…..Porque sino ellos mismo podrán responderse su pregunta, que escondía una perplejidad similar al que le hicieron a los discípulos de Jesús: “Entonces sus discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Por qué, pues, dicen los escribas que es necesario que Elías venga primero”? La autoridad del Mesías venia de que el Elías hubiera venido antes, y Elías fue Juan, quien negó públicamente serlo. Por eso le seguían incordiando a Jesús con lo mismo uno y otra vez, ¿Quién da testimonio de ti?, tú testimonio es falso porque das testimonio de ti mismo….. <o:p></o:p>

Que Dios te bendiga<o:p></o:p>
 
Re: Juan el Bautista esperaba a otro Mesías de Jesús

Un versículo que Cristo niegue la reencarnación. Encuentralo.

La negación de la reencarnación forma parte de la cultura occidental impuesta por los apologistas cristianos, pero no impuesta por nuestro Dios. Es entendible que se niegue viendo que el hombre no ha conocido la Segunda Venida, pues solo tienen en cuenta la primera venida, la segunda sigue siendo una incógnita ¿Qué sucederá tras y después? Sorpresa, quien lo sabe? Mientras tanto cabe la imaginación y la creación de dogmas de fe. Sepamos que el hombre no puede vivir sin dejar encuadrada su verdad, sea de fe o científica, el hombre necesita tener explicación para todo, pero lo cierto es que no todas las explicaciones aciertan a fin. Negar la reencarnación no es de Cristo, sino de la Iglesia.
Tranquilo Mapzero, yo respeto los que creen en la reencarnación, pero ¿Puedes demostrar tu que negar la reencarnación es solo algo propio de la iglesia occidental? ¿Puedes negar tu que el evangelio nos habla solo de resurrección y no de reencarnación?
 
Re: Juan el Bautista esperaba a otro Mesías de Jesús

Tranquilo Mapzero, yo respeto los que creen en la reencarnación, pero ¿Puedes demostrar tu que negar la reencarnación es solo algo propio de la iglesia occidental? ¿Puedes negar tu que el evangelio nos habla solo de resurrección y no de reencarnación?

El conocimiento del destino de las personas y de sus almas, el como y el cuando para abarcar su totalidad es un misterio que bien llegado el momento lo sabremos...

Prácticamente la cultura cristiana occidental niega la reencarnación y acepta el dogma de una sola muerte y resurrección de cuerpos el día de la Segunda Venida de Cristo.

Yo del Evangelio cuando Cristo habla de Resurrección, lo entiendo tal como lo dice "resurrección de los muertos" no de "cuerpos" algo que luego en el dogma de las Iglesias fue modificado para dar a entender algo que es propio de la creencia de la misma religión. De "resurrección de los muertos" entiendo como que el hombre muere para nacer de nuevo, frase que en el Evangelio Jesús repite. En el día del Juicio los hombres mueren y nacen de nuevo, eso es resurrección de los muertos. Bien, por muerte podemos entenderlo como el hombre que vive en el pecado, y no tal vez se habla de los muertos en carne sino en espíritu.

No niego la capacidad de Dios de resucitar un cuerpo muerto, pero si entiendo de cuando habla de la resurrección de los muertos como el hombre que nace en el Espíritu para nueva vida, una nueva era que será renovada por el Mesías.

Y son tantas cosas que uno toma en forma literal... Bien está correcta la Escritura pero como todo texto, la profundidad del contenido se puede saber con la Gracia de Dios y si Dios lo provee, porque no todo es revelado sino a su tiempo...