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Re: www.exadventista.com y sus mentiras.

Respondo: Si maliciosamente señalas que el mensaje del primer ángel que predicó Guillermo Miller era satánico, tus argumentos pueriles se van nuevamente al tacho de la basura, Miller cumplió fielmente con el trabajo que Dios le inspiró: "Temed a Dios y dadle gloria porque la hora de su juicio ha llegado".

Miller cumplió fielmente con el trabajo de Satanás ya que Jesús dijo: "Nadie sabe el día y la hora" pero Miller dijo "Jesús regresa en algún momento entre el 21 de marzo de 1843 y el 21 de marzo de 1844". Este engaño es muy similar a el relato de Edén:
Gen 3:3 "pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: "No comeréis de él, ni lo tocaréis, para que no muráis".
Gen 3:4 Entonces la serpiente dijo a la mujer: --No moriréis--.

Respondo: O te faltó conocimiento o persistes en el engaño, ya que ella claramente señaló:

"Nunca he declarado ni escrito que el mundo fue sentenciado o condenado. En ninguna circunstancia, nunca he usado ese lenguaje para nadie, no importa cuán pecador fuera. Siempre he tenido mensajes de reproche para los que usaban esas expresiones ásperas" (Carta 2, 1874)

Los comentarios de EGW equivalen a un ladrón cuando asegura que nunca ha robado. Tú sabes muy bien que EGW lo escribió y luego lo borró.

Te invito a salir de la oscuridad y entrar en la luz pero para eso debes dejar tu agenda engañosa y afrontar la realidad.
 
Re: www.exadventista.com y sus mentiras.

Estimado ernesto gil. Saludos cordiales.

Miller cumplió fielmente con el trabajo de Satanás ya que Jesús dijo: "Nadie sabe el día y la hora" pero Miller dijo "Jesús regresa en algún momento entre el 21 de marzo de 1843 y el 21 de marzo de 1844". Este engaño es muy similar a el relato de Edén:
Gen 3:3 "pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: "No comeréis de él, ni lo tocaréis, para que no muráis".
Gen 3:4 Entonces la serpiente dijo a la mujer: --No moriréis--.

Respondo: Miller predicó el mensaje del pronto regreso de nuestro Señor. Si bien es cierto que él se equivocó de evento la Biblia decía con claridad: "Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él." Daniel 7:13

¿Ves que no es ningún engaño, ya que está relacionada con la parábola de las 10 vírgenes?

"Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle!" Mateo 25:6


Los comentarios de EGW equivalen a un ladrón cuando asegura que nunca ha robado. Tú sabes muy bien que EGW lo escribió y luego lo borró.

Te invito a salir de la oscuridad y entrar en la luz pero para eso debes dejar tu agenda engañosa y afrontar la realidad .

Respondo:. Ella dice: " Nunca he declarado ni escrito que el mundo fue sentenciado o condenado"

Eso me basta y sobra para rebatir tu ingenua acusación, y no te olvides que tú has actuado "n" veces como Ely Curtis, mintiendo, engañando y terjiversando las declaraciones de otros, así que tu invitación guardatela para tí, que te hayas en el pozo de amargura y maldad.

Bendiciones.

Luego todo Israel será salvo.
 
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Re: www.exadventista.com y sus mentiras.

Respondo: Miller predicó el mensaje del pronto regreso de nuestro Señor. Si bien es cierto que él se equivocó de evento...

¿Qué dices? ¿El Señor no regresa pronto? ¡Favor aclarar!

Respondo:. Ella dice: " Nunca he declarado ni escrito que el mundo fue sentenciado o condenado"

Ella mintió y tú te nutres de sus mentiras.
 
Re: www.exadventista.com y sus mentiras.

Estimado ernesto gil. Saludos cordiales.

Tú dices:

¿Qué dices? ¿El Señor no regresa pronto? ¡Favor aclarar!

Respondo: Con gusto.

"Y él dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado." Daniel 8:14


Miller se equivocó de evento, Cristo no venía a la tierra como pensaba para purificar el santuario, (la tierra no era el santuario). Él pasa del lugar santo al lugar santísimo del Santuario celestial precisamente eñ 22 de Octubre de 1844.

"Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él.
Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido. " Daniel 7:13,14.

¿Quién te dijo que Jesús no regresa pronto?


Ella mintió y tú te nutres de sus mentiras.

Respondo: En realidad el que miente y engaña eres tú, para los oscuros propósitos que te empeñas en desacreditar la verdad, como se ha comprobado en este foro.

Bendiciones.

Luego todo Israel será salvo.
 
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Re: www.exadventista.com y sus mentiras.

¿Quién te dijo que Jesús no regresa pronto?

Tú. Esto fue lo que dijiste:

"Respondo: Miller predicó el mensaje del pronto regreso de nuestro Señor. Si bien es cierto que él se equivocó de evento...".

Si Miller solo predico el mensaje del "pronto regreso de nuestro Señor" entonces, ¿por qué dices que él se equivocó de evento"?

Respondo: En realidad el que miente y engaña eres tú, para los oscuros propósitos que te empeñas en desacreditar la verdad, como se ha comprobado en este foro.

Sacado de la página oficial de EGW:

5. Diciembre de 1844. En la primera visión de Elena Harmon, se le mostró que la puerta de la misericordia estaba cerrada a causa de (a) aquellos mileritas que negaron que Dios los había guiado en el Movimiento del “Clamor de Medianoche” de 1844, y (b) “todo el mundo malvado” que Dios había rechazado. También se le mostró “los santos vivos, que eran 144.000” que esperaban el regreso de Cristo.

Mientras orábamos en el altar familiar, descendió sobre mí el Espíritu Santo y me pareció ser levantada cada vez más arriba, muy por encima del oscuro mundo. Me volví para buscar al pueblo adventista en el mundo, pero no lo hallé en parte alguna, y entonces una voz me dijo: 'Vuelve a mirar un poco más arriba'. Alcé los ojos, y vi un sendero recto y angosto trazado muy por encima del mundo. El pueblo adventista andaba por ese sendero en dirección a la ciudad que se veía en su último extremo. En el comienzo del sendero, detrás de los que ya andaban, había una brillante luz, que, según me dijo un ángel, era el “clamor de media noche”. Esta luz brillaba a todo lo largo del sendero, para que no tropezaran. Delante de ellos iba Jesús guiándolos hacia la ciudad, y si no apartaban los ojos de él, iban seguros. Pero no tardaron algunos en cansarse, diciendo que la ciudad estaba todavía muy lejos, y que contaban con haber llegado más pronto a ella. Entonces Jesús los alentaba levantando su glorioso brazo derecho, del cual provenía una luz que ondeaba sobre la hueste adventista, y exclamaban: “¡Aleluya!”. Otros negaron temerariamente la luz que brillaba tras ellos, diciendo que no era Dios quien los había guiado hasta allí. Pero entonces se extinguió para ellos la luz que estaba detrás y dejó sus pies en tinieblas, de modo que tropezaron y, perdiendo de vista el blanco y a Jesús, cayeron fuera del sendero abajo, en el mundo sombrío y perverso. Era tan imposible que ellos recobraran el camino y fueran a la ciudad, como todo el mundo impío que Dios había rechazado. Cayeron a todo lo largo del sendero, uno tras otro, hasta que escuchamos la voz de Dios semejante al ruido de muchas aguas, que nos anunció el día y la hora de la venida de Jesús. Los 144.000 santos vivientes reconocieron y entendieron la voz; pero los malvados se figuraron que era fragor de truenos y de terremoto. Cuando Dios declaraba el tiempo, derramaba sobre nosotros su Santo Espíritu, y nuestros rostros estaban iluminados y refulgían por la gloria de Dios como el rostro de Moisés al bajar del Monte Sinaí. –Elena G. de White, A Word to the Little Flock [Una palabra al pequeño rebaño], p. 14.

La primera visión de Elena G. de White fue publicada inicialmente por Enoc Jacobs en el Day-Star [Estrella matutina] de Cincinnati, el 24 de enero de 1846; luego Jaime White lo volvió a publicar el 6 de abril de 1846, en el folleto “To the Little Remnant Scattered Abroad” [Al pequeño remanente disperso]. El 30 de mayo de 1847, fue nuevamente publicado por Jaime White en el folleto, A Word to the Little Flock [Una palabra al pequeño rebaño] (disponible en forma facsimilar en cualquier Adventist Book Center).


Ya que el folleto "A Word to the Little Flock" está "disponible en forma facsimilar en cualquier 'Adventist book Center'" ¿te atreves a citar del mismo tal y como te he pedido en muchas ocasiones o vas a seguir mintiendo?
 
Re: www.exadventista.com y sus mentiras.

Tú. Esto fue lo que dijiste:

"Respondo: Miller predicó el mensaje del pronto regreso de nuestro Señor. Si bien es cierto que él se equivocó de evento...".

Si Miller solo predico el mensaje del "pronto regreso de nuestro Señor" entonces, ¿por qué dices que él se equivocó de evento"?

Respondo: Cristo no venía a la tierra como pensaba para purificar el santuario, (la tierra no era el santuario). Él pasa del lugar santo al lugar santísimo del Santuario celestial precisamente eñ 22 de Octubre de 1844.

"Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él.
Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido. " Daniel 7:13,14.

Bueno, acá nuevamente actúas como Ely Curtis, al poner este término de tu propia autoría a la cita anterior: "solo"

"Si Miller solo predico el mensaje del...", no te olvides amigo engañador que Miller predicó el mensaje del primer ángel.

Sacado de la página oficial de EGW:

5. Diciembre de 1844. En la primera visión de Elena Harmon, se le mostró que la puerta de la misericordia estaba cerrada a causa de (a) aquellos mileritas que negaron que Dios los había guiado en el Movimiento del “Clamor de Medianoche” de 1844, y (b) “todo el mundo malvado” que Dios había rechazado. También se le mostró “los santos vivos, que eran 144.000” que esperaban el regreso de Cristo.

Mientras orábamos en el altar familiar, descendió sobre mí el Espíritu Santo y me pareció ser levantada cada vez más arriba, muy por encima del oscuro mundo. Me volví para buscar al pueblo adventista en el mundo, pero no lo hallé en parte alguna, y entonces una voz me dijo: 'Vuelve a mirar un poco más arriba'. Alcé los ojos, y vi un sendero recto y angosto trazado muy por encima del mundo. El pueblo adventista andaba por ese sendero en dirección a la ciudad que se veía en su último extremo. En el comienzo del sendero, detrás de los que ya andaban, había una brillante luz, que, según me dijo un ángel, era el “clamor de media noche”. Esta luz brillaba a todo lo largo del sendero, para que no tropezaran. Delante de ellos iba Jesús guiándolos hacia la ciudad, y si no apartaban los ojos de él, iban seguros. Pero no tardaron algunos en cansarse, diciendo que la ciudad estaba todavía muy lejos, y que contaban con haber llegado más pronto a ella. Entonces Jesús los alentaba levantando su glorioso brazo derecho, del cual provenía una luz que ondeaba sobre la hueste adventista, y exclamaban: “¡Aleluya!”. Otros negaron temerariamente la luz que brillaba tras ellos, diciendo que no era Dios quien los había guiado hasta allí. Pero entonces se extinguió para ellos la luz que estaba detrás y dejó sus pies en tinieblas, de modo que tropezaron y, perdiendo de vista el blanco y a Jesús, cayeron fuera del sendero abajo, en el mundo sombrío y perverso. Era tan imposible que ellos recobraran el camino y fueran a la ciudad, como todo el mundo impío que Dios había rechazado. Cayeron a todo lo largo del sendero, uno tras otro, hasta que escuchamos la voz de Dios semejante al ruido de muchas aguas, que nos anunció el día y la hora de la venida de Jesús. Los 144.000 santos vivientes reconocieron y entendieron la voz; pero los malvados se figuraron que era fragor de truenos y de terremoto. Cuando Dios declaraba el tiempo, derramaba sobre nosotros su Santo Espíritu, y nuestros rostros estaban iluminados y refulgían por la gloria de Dios como el rostro de Moisés al bajar del Monte Sinaí. –Elena G. de White, A Word to the Little Flock [Una palabra al pequeño rebaño], p. 14.

La primera visión de Elena G. de White fue publicada inicialmente por Enoc Jacobs en el Day-Star [Estrella matutina] de Cincinnati, el 24 de enero de 1846; luego Jaime White lo volvió a publicar el 6 de abril de 1846, en el folleto “To the Little Remnant Scattered Abroad” [Al pequeño remanente disperso]. El 30 de mayo de 1847, fue nuevamente publicado por Jaime White en el folleto, A Word to the Little Flock [Una palabra al pequeño rebaño] (disponible en forma facsimilar en cualquier Adventist Book Center).


Ya que el folleto "A Word to the Little Flock" está "disponible en forma facsimilar en cualquier 'Adventist book Center'" ¿te atreves a citar del mismo tal y como te he pedido en muchas ocasiones o vas a seguir mintiendo?

Respondo: No te olvides de lo que hizo Ely Curtis en 1845.

Él tomó artículos que ella había escrito y completamente los transformo y distorsionó, entresacando una frase aquí y otra allí, sin su contexto, y luego, después de haber insertado sus propias ideas, les añadió el nombre de la Sra. White, como si vinieran directamente de ella.

¿Dónde mandó Ely Curtis este material escrito? ----> ¡¡¡Al periódico Day Star.!!!


La primera visión de Elena G. de White fue publicada inicialmente por Enoc Jacobs en el Day-Star [Estrella matutina] de Cincinnati, el 24 de enero de 1846.

¡Más claro que el agua!

Bendiciones.

Luego todo Israel será salvo.
 
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Re: www.exadventista.com y sus mentiras.

Respondo: Cristo no venía a la tierra como pensaba para purificar el santuario, (la tierra no era el santuario). Él pasa del lugar santo al lugar santísimo del Santuario celestial precisamente eñ 22 de Octubre de 1844.

Lo que dices no tiene sentido pues no explica tu posición anterior:

"Respondo: Miller predicó el mensaje del pronto regreso de nuestro Señor. Si bien es cierto que él se equivocó de evento...".

Al parecer estás diciendo que Miller se equivocó al predicar un evento: "el pronto regreso de nuestro Señor". ¿Crees que es una equivocación predicar el "pronto regreso de nuestro Señor"? Favor explicar.

Respondo: No te olvides de lo que hizo Ely Curtis en 1845.

Él tomó artículos que ella había escrito...

¿Qué artículos había escrito EGW en el 1845?

... y completamente los transformo y distorsionó, entresacando una frase aquí y otra allí, sin su contexto y luego, después de haber insertado sus propias ideas, les añadió el nombre de la Sra. White, como si vinieran directamente de ella.

Para el beneficio de los foristas, voy a citar la visión tal y como aparece en "A Word To The Little Flock" y quiero que me indiques exáctamente lo que el tal Eli Curtis "completamente transformó y distorcionó entresacando una frase aquí y otra allí, sin su contexto":

"Así como Dios me ha mostrado en santa visión, el viaje del pueblo del Advento hacia la Ciudad Santa, y la rica recompensa que le será dada a aquellos que esperaron la venida de su Señor de las bodas, puede ser mi deber darle un pequeño resumen de lo que Dios me ha revelado. Los queridos santos han pasado por muchas pruebas. Pero nuestras pequeñas aflicciones, que son apenas momentáneas, hicieron en nosotros un más excedente y eterno peso de gloria – porque no estuvimos mirando las cosas que se ven, porque las cosas que se ven son temporales, pero las cosas que no se ven son eternas. He tratado de traer un buen informe, y unas pocas uvas de la Canaán celestial, por las cuales podrían apedrearme, así como la congregación así como la congregación quiso apedrear a Caleb y a Josué debido a su informe, (Num. 14:10). Pero yo les digo, mis hermanos y hermanas en el Señor, es un buen país, y nosotros somos bien capaces de ir y poseerlo.
Mientras orábamos en el altar familiar, el Espíritu Santo vino sobre mí, y me vi subiendo y su-biendo cada vez más alto, lejos del mundo en tinieblas. Me volví para mirar al pueblo del Advento en el mundo, pero no los pude encontrar – cuando una voz me dijo, "mira nuevamente, y mira un poco más alto". Entonces levanté mis ojos y vi un camino angosto y estrecho, (a) bien separado sobre el mundo. En este camino el pueblo del Advento estaban caminando hacia la Ciudad, la cual estaba en el extremo más lejano del camino. Ellos tenían una gran luz atrás de ellos en el comienzo del camino, la cual, me dijo un ángel, era el Clamor de Medianoche. (b) Esta luz brillaba a lo largo de todo el camino, y alumbraba sus pies de manera que no tropezaran. Y si ellos mantenían sus ojos fijos en Jesús, el cual estaba justamente delante de ellos, guiándolos a la Ciudad, entonces estaban seguros. Pero muy luego algunos se cxansaron, y dijeron que la Ciudad estaba muy lejos, y que habían esperado llegar (entrar) mucho antes. Entonces Jesús los animó levantando su glorioso brazo derecho, y de su brazo salió una luz gloriosa la cual osciló sobre el pueblo del Advento, y ellos gritaron ¡Aleluya! Otros precipitadamente negaron la luz que estaba atrás de ellos, y dijeron que no era Dios el que los había guiado tan lejos. La luz que estaba atrásde ellos los abandonó dejando sus pies en perfectas tinieblas, y ellos tropezaron y dejaron de mirar los hitos y perdieron de vista a Jesús, y cayeron del camino del camino hacia la oscuridad y al mundo impío de abajo. Les era tan imposible a ellos mantenerse en el camino nuevamente e ir hacia la Ciudad, como a todos los impíos a los cuales Dios había rechazado. Uno tras otro fueron cayendo a lo largo del camino, hasta que escuchamos la voz de Dios como muchas aguas, (c) la cual nos dio el día y la hora de la venida de Jesús. (d) Los santos vivos, 144.000 en número, conocieron y entendieron la voz, mientras que los impíos pensaron que fuese un trueno y un terremoto. (e) Cuando Dios dijo el tiempo, él derramó sobre nosotros el Espíritu Santo, y nuestros rostros comenzaron a ilu-minarse y a brillar con la gloria de Dios, así como sucedió con Moisés cuando descendió del Monte Si-naí. (f)
A esta altura los 144.000 estaban todos sellados y perfectamente unidos. En sus frentes estaba es-crito, Dios, Nueva Jerusalén, y una gloriosa Estrella que contenía el nuevo nombre de Jesús. (g) Mien-tras nosotros estábamos alegres con nuestro santo estado, los impíos estaban enfurecidos, y querían co-locar violentamente sus manos sobre nosotros para arrojarnos en prisión, cuando estrecharíamos nuestras manos en el nombre del Señor, y los impíos caerían indefensos al suelo. Entonces fue que la sinagoga de Satanás sabía que Dios nos había amado, los que podíamos lavarnos los pies unos a otros, y saludar a los santos hermanos con un ósculo santo, y ellos adoraron a nuestros pies. (h) Muy luego nuestros ojos se volvieron hacia el Este, porque una pequeña nube negra había aparecido como de la mitad de la palma de una mano de hombre, la cual todos sabíamos que era la señal del Hijo del hombre. (i) Todos en solemne silencio miramos hacia la nube a medida que se acercaba, más iluminada, y más brillante, gloriosa, y aun más gloriosa, hasta que se convirtió en una gran nube blanca. (j) La barte de abajo parecía como fuego, había un arco iris sobre ella, alrededor de la nube habían diez mil ángeles cantando el más amoroso canto. Y sobre ella estaba sentado el Hijo of hombre, (k) sobre su cabeza habían coronas, (l) su cabello era blanco y crespo y caía sobre sus hombros. (m) Sus pies tenían la apariencia de fuego, (n) en su mano derecha había una afilada hoz, (o) en su izqueirda una trompeta de plata. (p) Sus ojos eran como una llama de fuego, (q) los cuales buscaban a sus hijos por todas partes. Entonces todos los rostros palidecieron, y aquellos a quienes Dios había rechazado se ennegrecieron. Entonces todos gritamos, ¿quién será capaz de permanecer en pie? ¿Está mi ropa sin mancha? Entonces los ángeles cesaron de cantar, y hubo un tiempo de tremendo (espantoso, pavoroso, horrible) silencio, (r) cuandom Jesús habló. Aquellos que tenían manos limpias y corazón puro podrán per,manecer en pie, mi gracia es suficiente para ellos. A esta altura, nuestros rostros estaban iluminados y la alegría llenaba todos los corazones. Y los ángeles dieron una nota más alta y cantaron nuevamente mientras la nube se acercaba aun más a la tierra. Entonces sonó la trompeta de plata de Jesús, a medida que descendía en la nube, envuelta en llamas de fuego. (s) Él miró hacia las tumbas de los santos que dormían, entonces levantó sus ojos y sus manos al cielo y gritó, (t) ¡Despertad! ¡Despertad! ¡Despertad! Vosotros que dormís en el polvo y levantaos. Entonces hubo un tremendo terremoto. Se abrieron las tumbas, y los muertos salieron vestidos con la inmortalidad. Los 144.000 gritaron, ¡Aleluya! Cuando reconocieron a sus amigos que habían sido separados de ellos por la muerte, y en el mismo momento fuimos transformados y fuimos reunidos con ellos para encontrarnos con el Señor en el aire. (u) Todos entramos juntos en la nube, y estuvimos ascendiendo siete días hacia el mar de vidrio, cuando Jesús trajo las coronas y con su propia diestra las colocó sobre nuestras cabezas. (v) Él nos dio arpas de oro y palmas de victoria. (w) Aquí en el mar de vidrio los 144.000 estaban en pie en un cuadrado perfecto. Algunos de ellos tenían coronas muy brillantes, otros no tan brillantes. Algunas coronas parecían estar pesadas con estrellas, mientras que otras tenían pocas estrellas. Todos estaban perfectamente satisfechos con sus coronas. Y todos estaban vestidos con un glorioso y blanco manto desde sus hombros hasta los pies. (x) Los ángeles estabn todos a nuestro alrededor mientras marchábamos sobre el mar de vidrio hacia la puerta de la Ciudad. Jesús levantó su glorioso y poderoso brazo, se paró delante de la puerta y la abrió haciéndola girar sobre sus goznes de oro, y nos dijo, vosotros habéis lavado vuestras ropas en mi sangre, per-maneciendo firmes por mi verdad, entrad. (y) Todos entramos marchando y sentimos que teníamos per-fecto derecho para entrar en la Ciudad. Ahí vimos el árbol de la vida, y el trono de Dios. Fuera del tro-no salía un puro río de agua, y de cada lado del río estaba el árbol de la vida. (z) A un lado del río había un tronco de un árbol y un tronco en el otro lado del río, ambos de oro puro transparente.
Al principio pensé que eran dos árboles. Miré nuevamente y vi que estaban unidos en la parte más alta en un solo árbol. De tal manera que era el árbol de la vida, a cada lado del río de la vida; sus ramas se inclinaban hacia el lugar donde estábamos; y el fruto era glorioso, el cual parecía oro mezclado con plata. Todos caminamos debajo del árbol, y nos sentamos para ver la gloria del lugar, cuando los hermanos Fitch y Stockman, que habían predicado el evangelio del reino, y a quienes Dios los había hecho descansar en la tumba para salvarlos, vinieron hacia nosotros y nos preguntaron qué es lo que habíamos pasado mientras ellos habían estado durmiendo. Tratamos de recordar nuestras mayores pruebas, pero parecían tan pequeñas comparadas con el tan grandioso y eterno peso de gloria (aa) que nos rodeaba, que no pudimos decirles nada, (bb) y todos gritamos Aleluya, el cielo es muy barato, y to-camos nuestras gloriosas arpas e hicimos con que los arcos del cielo sonaran. Y mientras estábamos mirando las glorias del lugar nuestros ojos fueron atraidos hacia arriba a algo que parecía ser de plata. Le pregunté a Jesús que me dejase ver lo que había ahí dentro. En un momento estábamos volando hacia arriba y entramos; ahí vimos al buen padre Abraham, Isaac, Jacob, Noé, Daniel, y muchos como ellos. Y vi un velo con una pesada franja de plata y oro, con un borde en la parte inferior; era muy bonito. Le pregunté a Jesús qué es lo que había dentro del velo. Él lo levantó con su propio brazo derecho, y me ordenó que prestase atención. Vi allí una gloriosa arca, recubierta de puro oro, y tenía un glorioso borde, parecido a las coronas de Jesús; y en él habían dos ángeles brillantes – sus alas cubrían el arca mientras permanecían uno en cada extremo, con sus rostros el uno hacia el otro y mirando hacia abajo. (cc) En el arca, cerca de donde llegaban las alas de los ángeles, había un pote con Maná, de un tinte amarillo; y vi una vara, la cual me dijo Jesús que era de Aarón; yo la vi brotada, florida con fruto. (dd) Y vi dos varas largas de oro, de las cuales colgaban ramas de plata, y sobre las ramas habían muchas uvas gloriosas; un racimo era más que lo que un hombre aquí podría cargar. Y vi a Jesús levantarse y tomar Maná, almendras, uvas y granadas, y las llevó hacia la Ciudad, y las colocó sobre la mesa de la cena. Yo me levanté para ver cuánto estaba siendo llevado, y aun quedaba lo mismo; y nosotros gritamos Aleluya - Amén. Todos descendimos de este lugar hacia la Ciudad, y con Jesús a nuestra cabeza todos descendimos con la Ciudad hasta esta tierra, sobre una grande y poderosa montañaon, la cual no pudo soportar a Jesús, y se partió en dos, y se convirtió en una tremenda planicie. (ee) Entonces miramos hacia arriba y vimos la gran Ciudad, con doce fundamentos, doce puertas, tres a cada lado, y un ángel en cada puerta, todos diciendo, "la Ciudad, la gran Ciudad, está viniendo, está descendiendo de Dios, del cielo"; (ff) y vino y se instaló en el lugar donde estábamos. Entonces comenzamos a mirar las cosas gloriosas fuera de la Ciudad. Entonces vi las más gloriosas casas, que tenían la apariencia de plata, apoyadas por cuatro pilares, con perlas, las más gloriosas para ser admiradas, las cuales debían ser habitadas por los santos; (gg) dentro de ellas había un estante de oro; vi a muchos santos entrar en las casas, sacarse sus relucientes coronas y dejarlas en el estante, y entonces salir al campo alrededor de las casas para hacer algo con la tierra; (hh) no como lo hacemos aquí con la tierra; no, no. Una gloriosa luz resplandecía alrededor de sus cabezas, y ellos estaban continuamente alabando y ofreciendo oraciones a Dios.
Y vi otro campo lleno de todo tipo de flores, y a medida que las cogía, exclamaba, ellas nunca se marchitarán. Después vi un campo de alto pasto, muy glorioso para ser observado; era de un verde vivo, y poseía una reflejo de plata y oro, a medida que se ondeaba soberbiamente a la gloria del Rey Jesús. Entonces entramos en un campo lleno de todo tipo de bestias – el león, el Cordero, el leopardo y el lobo, todos juntos en perfecta armonía; (ii) pasamos en medio de ellos, y ellos nos siguieron pacífi-camente. Entonces entramos en un bosque, no como los oscuros bosques que tenemos aquí, no, no; sino luminoso, y por sobre todo glorioso; las ramas de los árboles se mecían de un lado al otro, y todos diji-mos, "habitaremos seguros en el desierto y dormiremos en estos bosques". (jj) Pasamos a través del bosque, porque estábamos a camino del Monte Sión. Mientras caminábamos, encontramos una com-pañía que también estaba admirando las glorias del lugar. Me percaté que tenían un borde rojo en sus vestimentas; sus coronas eran brillantes; sus ropas eran totalmente blancas. A medida que los saludá-bamos, le pregunté a Jesús quiénes eran. Él me dijo que eran mártires que habían muerto por Él. Con ellos había una innumerable compañía de pequeños; ellos también tenían un borde rojo en sus vesti-mentas. (kk) El Monte Sión estaba justamente delante de nosotros, y sobre el Monte había un glorioso templo, y alrededor de él habían otras siete montañas, sobre las cuales crecían rosas y lirios, (ll) y vi a los pequeños subir, o si lo preferían, usar sus pequeñas alas para volar hasta la cima de las montañas, y coger las flores que nunca se marchitarían. Había todo tipo de árboles alrededor del templo para embellecer el lugar; el boj, el pino, el abeto, la oliva, el mirto, la granada, y el higo se inclinaban con el peso de sus higos, los cuales hacían que todo el lugar luciese en forma gloriosa. (mm) Y cuando estábamos a punto de entrar en el santo templo, Jesús alzó su amorosa voz y dijo, solamente los 144.000 entran en este lu-gar, y nosotros dijimos Aleluya.
Bien, alabado sea el Señor, queridos hermanos y hermanas, es una reunión especial para aquellos que poseen el sello del Dios vivo. (nn) Este templo estaba soportado por siete pilares, todos de oro transparente, llenos de las más gloriosas perlas. Las cosas gloriosas que yo vi allí, no las puedo describir. Oh, si pudiese hablar en la lengua de Canaán, entonces les podría contar un poco de la gloria del mundo superior; pero, si usted es fiel, usted mismo lo podrá conocer. Allí vi las tablas de piedra en las cuales estaban grabados los nombres de los 144.000 en letras de oro; después de haber contemplado la gloria del templo, salimos. Entonces Jesús nos dejó, y fue a la Ciudad; muy luego, escuchamos su amorosa voz nuevamente, diciendo - "Venid pueblo mío, habéis salido de una gran tribulación, y habéis hecho mi voluntad; habéis sufrido por mi; venid a la cena, porque yo mismo me ataviaré y os serviré". (oo) Todos dijimos Aleluya, gloria, y entramos en la Ciudad.
Y vi una mesa de pura plata, que tenía muchos kilómetros de alrgo, y sin embargo nuestros ojos podían verla completamente. Y vi el fruto del árbol de la vida, el maná, almendras, higos, granadas, uvas, y muchas otras frutas. Todos nos sentamos a la mesa. Le pedí a Jesús que me dejara comer del fruto. Él dijo que ahora no. Aquellos que comen del fruto de este campo, no vuelven más a la tierra. Pe-ro en muy poco tiempo, si son fieles, podréis comer el fruto del árebol de la vida, y beber del agua de la montaña; y él dijo, tú debes volver a la tierra nuevamente, a contarle a otros, lo que yo te he revelado. Entonces un ángel me conujo gentilmente de vuelta a este mundo oscuro. Algunas veces pienso que no puedo permanecer más aquí, las cosas de la tierra parecen tan deprimentes – me siento muy sola aquí, porque he visto una tierra mejor. Oh, si pudiese tener alas como una paloma, entonces volaría lejos, y descansaría.

a Mat. 7:14, b Mat. 25:6, c Eze. 43:2, Joel, 3:16, Apoc. 16:17, d Eze. 12:25, Mar. 13:32, e Juan 12:29, f Isa. 10:27, g Apoc. 8:12, h Apoc. 3:9, i Mat. 24:30, j Apoc. 14:14, k Luc. 21:27, l Apoc. 19:12, m Apoc. 1:14, n Apoc. 1:15, o Apoc. 14:14, p 1Tes. 4:16, q Apoc. 1:14, r Apoc. 8:1, s 2 Tes. 1:7-8, t Juan 5:25, u 1 Tes. 4:17, v 2 Esdras 2:43, w Apoc. 15:2, Apoc. 7:9, x Apoc. 7:9, y Isa. 26:2, z Apoc. 22:1-2, aa 2 Cor. 4:17, bb Isa. 65:17, cc Exo. 25:18-20, Heb. 9:3-5, dd Num. 17:8, ee Zac. 14:4, ff Apoc. 21:10-13, gg Isa. 65:21, hh Isa. 65:21, ii Isa. 11:6-9, jj Eze. 34:25, kk Jer. 31:15-17, Mat. 2:18, ll 2 Esdras 2:19, mm Isa. 60:13, Isa. 41:19, nn Apoc. 14:3, oo Luc. 12:37.


¿Dónde mandó Ely Curtis este material escrito? ----> ¡¡¡Al periódico Day Star.!!!

¿Estás delirando? Yo hago referencia al panfleto "A Word To The Little Flock" y no al periódico Day-Star. ¿Por qué el panfleto "A Word To The Little Flock" tiene ciertos párrafos que no están en el relato de la primera visión de EGW tal y como aparece en Primeros Escritos?

La primera visión de Elena G. de White fue publicada inicialmente por Enoc Jacobs en el Day-Star [Estrella matutina] de Cincinnati, el 24 de enero de 1846.

¡Más claro que el agua!

No entiendo que quieres decir. ¿Puedes ser más específico?

1. ¿Qué relación, según tú, existe entre lo que un tal "Eli Curtis" mandó al periódico Day Star y la primera visión de EGW publicada el 24 de enero de 1846?

2. En el contexto de "alteración de los escritos de EGW", ¿dónde menciona EGW a un tal "Eli Curtis"?

3. ¿En qué fecha se publicaron las teorías de el Sr. Curtis? (Favor mostrar evidencia)

Espero tu respuesta PUNTO POR PUNTO.
 
Re: www.exadventista.com y sus mentiras.

Estimado ernesto gil. Saludos cordiales.

Tú dices:

Lo que dices no tiene sentido pues no explica tu posición anterior:

"Respondo: Miller predicó el mensaje del pronto regreso de nuestro Señor. Si bien es cierto que él se equivocó de evento...".

Al parecer estás diciendo que Miller se equivocó al predicar un evento: "el pronto regreso de nuestro Señor". ¿Crees que es una equivocación predicar el "pronto regreso de nuestro Señor"? Favor explicar.



¿Qué artículos había escrito EGW en el 1845?



Para el beneficio de los foristas, voy a citar la visión tal y como aparece en "A Word To The Little Flock" y quiero que me indiques exáctamente lo que el tal Eli Curtis "completamente transformó y distorcionó entresacando una frase aquí y otra allí, sin su contexto":

"Así como Dios me ha mostrado en santa visión, el viaje del pueblo del Advento hacia la Ciudad Santa, y la rica recompensa que le será dada a aquellos que esperaron la venida de su Señor de las bodas, puede ser mi deber darle un pequeño resumen de lo que Dios me ha revelado. Los queridos santos han pasado por muchas pruebas. Pero nuestras pequeñas aflicciones, que son apenas momentáneas, hicieron en nosotros un más excedente y eterno peso de gloria – porque no estuvimos mirando las cosas que se ven, porque las cosas que se ven son temporales, pero las cosas que no se ven son eternas. He tratado de traer un buen informe, y unas pocas uvas de la Canaán celestial, por las cuales podrían apedrearme, así como la congregación así como la congregación quiso apedrear a Caleb y a Josué debido a su informe, (Num. 14:10). Pero yo les digo, mis hermanos y hermanas en el Señor, es un buen país, y nosotros somos bien capaces de ir y poseerlo.
Mientras orábamos en el altar familiar, el Espíritu Santo vino sobre mí, y me vi subiendo y su-biendo cada vez más alto, lejos del mundo en tinieblas. Me volví para mirar al pueblo del Advento en el mundo, pero no los pude encontrar – cuando una voz me dijo, "mira nuevamente, y mira un poco más alto". Entonces levanté mis ojos y vi un camino angosto y estrecho, (a) bien separado sobre el mundo. En este camino el pueblo del Advento estaban caminando hacia la Ciudad, la cual estaba en el extremo más lejano del camino. Ellos tenían una gran luz atrás de ellos en el comienzo del camino, la cual, me dijo un ángel, era el Clamor de Medianoche. (b) Esta luz brillaba a lo largo de todo el camino, y alumbraba sus pies de manera que no tropezaran. Y si ellos mantenían sus ojos fijos en Jesús, el cual estaba justamente delante de ellos, guiándolos a la Ciudad, entonces estaban seguros. Pero muy luego algunos se cxansaron, y dijeron que la Ciudad estaba muy lejos, y que habían esperado llegar (entrar) mucho antes. Entonces Jesús los animó levantando su glorioso brazo derecho, y de su brazo salió una luz gloriosa la cual osciló sobre el pueblo del Advento, y ellos gritaron ¡Aleluya! Otros precipitadamente negaron la luz que estaba atrás de ellos, y dijeron que no era Dios el que los había guiado tan lejos. La luz que estaba atrásde ellos los abandonó dejando sus pies en perfectas tinieblas, y ellos tropezaron y dejaron de mirar los hitos y perdieron de vista a Jesús, y cayeron del camino del camino hacia la oscuridad y al mundo impío de abajo. Les era tan imposible a ellos mantenerse en el camino nuevamente e ir hacia la Ciudad, como a todos los impíos a los cuales Dios había rechazado. Uno tras otro fueron cayendo a lo largo del camino, hasta que escuchamos la voz de Dios como muchas aguas, (c) la cual nos dio el día y la hora de la venida de Jesús. (d) Los santos vivos, 144.000 en número, conocieron y entendieron la voz, mientras que los impíos pensaron que fuese un trueno y un terremoto. (e) Cuando Dios dijo el tiempo, él derramó sobre nosotros el Espíritu Santo, y nuestros rostros comenzaron a ilu-minarse y a brillar con la gloria de Dios, así como sucedió con Moisés cuando descendió del Monte Si-naí. (f)
A esta altura los 144.000 estaban todos sellados y perfectamente unidos. En sus frentes estaba es-crito, Dios, Nueva Jerusalén, y una gloriosa Estrella que contenía el nuevo nombre de Jesús. (g) Mien-tras nosotros estábamos alegres con nuestro santo estado, los impíos estaban enfurecidos, y querían co-locar violentamente sus manos sobre nosotros para arrojarnos en prisión, cuando estrecharíamos nuestras manos en el nombre del Señor, y los impíos caerían indefensos al suelo. Entonces fue que la sinagoga de Satanás sabía que Dios nos había amado, los que podíamos lavarnos los pies unos a otros, y saludar a los santos hermanos con un ósculo santo, y ellos adoraron a nuestros pies. (h) Muy luego nuestros ojos se volvieron hacia el Este, porque una pequeña nube negra había aparecido como de la mitad de la palma de una mano de hombre, la cual todos sabíamos que era la señal del Hijo del hombre. (i) Todos en solemne silencio miramos hacia la nube a medida que se acercaba, más iluminada, y más brillante, gloriosa, y aun más gloriosa, hasta que se convirtió en una gran nube blanca. (j) La barte de abajo parecía como fuego, había un arco iris sobre ella, alrededor de la nube habían diez mil ángeles cantando el más amoroso canto. Y sobre ella estaba sentado el Hijo of hombre, (k) sobre su cabeza habían coronas, (l) su cabello era blanco y crespo y caía sobre sus hombros. (m) Sus pies tenían la apariencia de fuego, (n) en su mano derecha había una afilada hoz, (o) en su izqueirda una trompeta de plata. (p) Sus ojos eran como una llama de fuego, (q) los cuales buscaban a sus hijos por todas partes. Entonces todos los rostros palidecieron, y aquellos a quienes Dios había rechazado se ennegrecieron. Entonces todos gritamos, ¿quién será capaz de permanecer en pie? ¿Está mi ropa sin mancha? Entonces los ángeles cesaron de cantar, y hubo un tiempo de tremendo (espantoso, pavoroso, horrible) silencio, (r) cuandom Jesús habló. Aquellos que tenían manos limpias y corazón puro podrán per,manecer en pie, mi gracia es suficiente para ellos. A esta altura, nuestros rostros estaban iluminados y la alegría llenaba todos los corazones. Y los ángeles dieron una nota más alta y cantaron nuevamente mientras la nube se acercaba aun más a la tierra. Entonces sonó la trompeta de plata de Jesús, a medida que descendía en la nube, envuelta en llamas de fuego. (s) Él miró hacia las tumbas de los santos que dormían, entonces levantó sus ojos y sus manos al cielo y gritó, (t) ¡Despertad! ¡Despertad! ¡Despertad! Vosotros que dormís en el polvo y levantaos. Entonces hubo un tremendo terremoto. Se abrieron las tumbas, y los muertos salieron vestidos con la inmortalidad. Los 144.000 gritaron, ¡Aleluya! Cuando reconocieron a sus amigos que habían sido separados de ellos por la muerte, y en el mismo momento fuimos transformados y fuimos reunidos con ellos para encontrarnos con el Señor en el aire. (u) Todos entramos juntos en la nube, y estuvimos ascendiendo siete días hacia el mar de vidrio, cuando Jesús trajo las coronas y con su propia diestra las colocó sobre nuestras cabezas. (v) Él nos dio arpas de oro y palmas de victoria. (w) Aquí en el mar de vidrio los 144.000 estaban en pie en un cuadrado perfecto. Algunos de ellos tenían coronas muy brillantes, otros no tan brillantes. Algunas coronas parecían estar pesadas con estrellas, mientras que otras tenían pocas estrellas. Todos estaban perfectamente satisfechos con sus coronas. Y todos estaban vestidos con un glorioso y blanco manto desde sus hombros hasta los pies. (x) Los ángeles estabn todos a nuestro alrededor mientras marchábamos sobre el mar de vidrio hacia la puerta de la Ciudad. Jesús levantó su glorioso y poderoso brazo, se paró delante de la puerta y la abrió haciéndola girar sobre sus goznes de oro, y nos dijo, vosotros habéis lavado vuestras ropas en mi sangre, per-maneciendo firmes por mi verdad, entrad. (y) Todos entramos marchando y sentimos que teníamos per-fecto derecho para entrar en la Ciudad. Ahí vimos el árbol de la vida, y el trono de Dios. Fuera del tro-no salía un puro río de agua, y de cada lado del río estaba el árbol de la vida. (z) A un lado del río había un tronco de un árbol y un tronco en el otro lado del río, ambos de oro puro transparente.
Al principio pensé que eran dos árboles. Miré nuevamente y vi que estaban unidos en la parte más alta en un solo árbol. De tal manera que era el árbol de la vida, a cada lado del río de la vida; sus ramas se inclinaban hacia el lugar donde estábamos; y el fruto era glorioso, el cual parecía oro mezclado con plata. Todos caminamos debajo del árbol, y nos sentamos para ver la gloria del lugar, cuando los hermanos Fitch y Stockman, que habían predicado el evangelio del reino, y a quienes Dios los había hecho descansar en la tumba para salvarlos, vinieron hacia nosotros y nos preguntaron qué es lo que habíamos pasado mientras ellos habían estado durmiendo. Tratamos de recordar nuestras mayores pruebas, pero parecían tan pequeñas comparadas con el tan grandioso y eterno peso de gloria (aa) que nos rodeaba, que no pudimos decirles nada, (bb) y todos gritamos Aleluya, el cielo es muy barato, y to-camos nuestras gloriosas arpas e hicimos con que los arcos del cielo sonaran. Y mientras estábamos mirando las glorias del lugar nuestros ojos fueron atraidos hacia arriba a algo que parecía ser de plata. Le pregunté a Jesús que me dejase ver lo que había ahí dentro. En un momento estábamos volando hacia arriba y entramos; ahí vimos al buen padre Abraham, Isaac, Jacob, Noé, Daniel, y muchos como ellos. Y vi un velo con una pesada franja de plata y oro, con un borde en la parte inferior; era muy bonito. Le pregunté a Jesús qué es lo que había dentro del velo. Él lo levantó con su propio brazo derecho, y me ordenó que prestase atención. Vi allí una gloriosa arca, recubierta de puro oro, y tenía un glorioso borde, parecido a las coronas de Jesús; y en él habían dos ángeles brillantes – sus alas cubrían el arca mientras permanecían uno en cada extremo, con sus rostros el uno hacia el otro y mirando hacia abajo. (cc) En el arca, cerca de donde llegaban las alas de los ángeles, había un pote con Maná, de un tinte amarillo; y vi una vara, la cual me dijo Jesús que era de Aarón; yo la vi brotada, florida con fruto. (dd) Y vi dos varas largas de oro, de las cuales colgaban ramas de plata, y sobre las ramas habían muchas uvas gloriosas; un racimo era más que lo que un hombre aquí podría cargar. Y vi a Jesús levantarse y tomar Maná, almendras, uvas y granadas, y las llevó hacia la Ciudad, y las colocó sobre la mesa de la cena. Yo me levanté para ver cuánto estaba siendo llevado, y aun quedaba lo mismo; y nosotros gritamos Aleluya - Amén. Todos descendimos de este lugar hacia la Ciudad, y con Jesús a nuestra cabeza todos descendimos con la Ciudad hasta esta tierra, sobre una grande y poderosa montañaon, la cual no pudo soportar a Jesús, y se partió en dos, y se convirtió en una tremenda planicie. (ee) Entonces miramos hacia arriba y vimos la gran Ciudad, con doce fundamentos, doce puertas, tres a cada lado, y un ángel en cada puerta, todos diciendo, "la Ciudad, la gran Ciudad, está viniendo, está descendiendo de Dios, del cielo"; (ff) y vino y se instaló en el lugar donde estábamos. Entonces comenzamos a mirar las cosas gloriosas fuera de la Ciudad. Entonces vi las más gloriosas casas, que tenían la apariencia de plata, apoyadas por cuatro pilares, con perlas, las más gloriosas para ser admiradas, las cuales debían ser habitadas por los santos; (gg) dentro de ellas había un estante de oro; vi a muchos santos entrar en las casas, sacarse sus relucientes coronas y dejarlas en el estante, y entonces salir al campo alrededor de las casas para hacer algo con la tierra; (hh) no como lo hacemos aquí con la tierra; no, no. Una gloriosa luz resplandecía alrededor de sus cabezas, y ellos estaban continuamente alabando y ofreciendo oraciones a Dios.
Y vi otro campo lleno de todo tipo de flores, y a medida que las cogía, exclamaba, ellas nunca se marchitarán. Después vi un campo de alto pasto, muy glorioso para ser observado; era de un verde vivo, y poseía una reflejo de plata y oro, a medida que se ondeaba soberbiamente a la gloria del Rey Jesús. Entonces entramos en un campo lleno de todo tipo de bestias – el león, el Cordero, el leopardo y el lobo, todos juntos en perfecta armonía; (ii) pasamos en medio de ellos, y ellos nos siguieron pacífi-camente. Entonces entramos en un bosque, no como los oscuros bosques que tenemos aquí, no, no; sino luminoso, y por sobre todo glorioso; las ramas de los árboles se mecían de un lado al otro, y todos diji-mos, "habitaremos seguros en el desierto y dormiremos en estos bosques". (jj) Pasamos a través del bosque, porque estábamos a camino del Monte Sión. Mientras caminábamos, encontramos una com-pañía que también estaba admirando las glorias del lugar. Me percaté que tenían un borde rojo en sus vestimentas; sus coronas eran brillantes; sus ropas eran totalmente blancas. A medida que los saludá-bamos, le pregunté a Jesús quiénes eran. Él me dijo que eran mártires que habían muerto por Él. Con ellos había una innumerable compañía de pequeños; ellos también tenían un borde rojo en sus vesti-mentas. (kk) El Monte Sión estaba justamente delante de nosotros, y sobre el Monte había un glorioso templo, y alrededor de él habían otras siete montañas, sobre las cuales crecían rosas y lirios, (ll) y vi a los pequeños subir, o si lo preferían, usar sus pequeñas alas para volar hasta la cima de las montañas, y coger las flores que nunca se marchitarían. Había todo tipo de árboles alrededor del templo para embellecer el lugar; el boj, el pino, el abeto, la oliva, el mirto, la granada, y el higo se inclinaban con el peso de sus higos, los cuales hacían que todo el lugar luciese en forma gloriosa. (mm) Y cuando estábamos a punto de entrar en el santo templo, Jesús alzó su amorosa voz y dijo, solamente los 144.000 entran en este lu-gar, y nosotros dijimos Aleluya.
Bien, alabado sea el Señor, queridos hermanos y hermanas, es una reunión especial para aquellos que poseen el sello del Dios vivo. (nn) Este templo estaba soportado por siete pilares, todos de oro transparente, llenos de las más gloriosas perlas. Las cosas gloriosas que yo vi allí, no las puedo describir. Oh, si pudiese hablar en la lengua de Canaán, entonces les podría contar un poco de la gloria del mundo superior; pero, si usted es fiel, usted mismo lo podrá conocer. Allí vi las tablas de piedra en las cuales estaban grabados los nombres de los 144.000 en letras de oro; después de haber contemplado la gloria del templo, salimos. Entonces Jesús nos dejó, y fue a la Ciudad; muy luego, escuchamos su amorosa voz nuevamente, diciendo - "Venid pueblo mío, habéis salido de una gran tribulación, y habéis hecho mi voluntad; habéis sufrido por mi; venid a la cena, porque yo mismo me ataviaré y os serviré". (oo) Todos dijimos Aleluya, gloria, y entramos en la Ciudad.
Y vi una mesa de pura plata, que tenía muchos kilómetros de alrgo, y sin embargo nuestros ojos podían verla completamente. Y vi el fruto del árbol de la vida, el maná, almendras, higos, granadas, uvas, y muchas otras frutas. Todos nos sentamos a la mesa. Le pedí a Jesús que me dejara comer del fruto. Él dijo que ahora no. Aquellos que comen del fruto de este campo, no vuelven más a la tierra. Pe-ro en muy poco tiempo, si son fieles, podréis comer el fruto del árebol de la vida, y beber del agua de la montaña; y él dijo, tú debes volver a la tierra nuevamente, a contarle a otros, lo que yo te he revelado. Entonces un ángel me conujo gentilmente de vuelta a este mundo oscuro. Algunas veces pienso que no puedo permanecer más aquí, las cosas de la tierra parecen tan deprimentes – me siento muy sola aquí, porque he visto una tierra mejor. Oh, si pudiese tener alas como una paloma, entonces volaría lejos, y descansaría.

a Mat. 7:14, b Mat. 25:6, c Eze. 43:2, Joel, 3:16, Apoc. 16:17, d Eze. 12:25, Mar. 13:32, e Juan 12:29, f Isa. 10:27, g Apoc. 8:12, h Apoc. 3:9, i Mat. 24:30, j Apoc. 14:14, k Luc. 21:27, l Apoc. 19:12, m Apoc. 1:14, n Apoc. 1:15, o Apoc. 14:14, p 1Tes. 4:16, q Apoc. 1:14, r Apoc. 8:1, s 2 Tes. 1:7-8, t Juan 5:25, u 1 Tes. 4:17, v 2 Esdras 2:43, w Apoc. 15:2, Apoc. 7:9, x Apoc. 7:9, y Isa. 26:2, z Apoc. 22:1-2, aa 2 Cor. 4:17, bb Isa. 65:17, cc Exo. 25:18-20, Heb. 9:3-5, dd Num. 17:8, ee Zac. 14:4, ff Apoc. 21:10-13, gg Isa. 65:21, hh Isa. 65:21, ii Isa. 11:6-9, jj Eze. 34:25, kk Jer. 31:15-17, Mat. 2:18, ll 2 Esdras 2:19, mm Isa. 60:13, Isa. 41:19, nn Apoc. 14:3, oo Luc. 12:37.




¿Estás delirando? Yo hago referencia al panfleto "A Word To The Little Flock" y no al periódico Day-Star. ¿Por qué el panfleto "A Word To The Little Flock" tiene ciertos párrafos que no están en el relato de la primera visión de EGW tal y como aparece en Primeros Escritos?



No entiendo que quieres decir. ¿Puedes ser más específico?

1. ¿Qué relación, según tú, existe entre lo que un tal "Eli Curtis" mandó al periódico Day Star y la primera visión de EGW publicada el 24 de enero de 1846?

2. En el contexto de "alteración de los escritos de EGW", ¿dónde menciona EGW a un tal "Eli Curtis"?

3. ¿En qué fecha se publicaron las teorías de el Sr. Curtis? (Favor mostrar evidencia)

Espero tu respuesta PUNTO POR PUNTO.

Respondo: Te remito al tema que abriste al respecto, donde te respondí a estos interesantes temas. Se nota que quieres ser repetitivo en tu afiebrado proceder.

Bendiciones.

Luego todo Israel será salvo.
 
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Reacciones: Daniel Flores
Re: www.exadventista.com y sus mentiras.

Respondo: Te remito al tema que abriste al respecto, donde te respondí a estos interesantes temas. Se nota que quieres ser repetitivo en tu afiebrado proceder.

Estás atrapado pues mientes descaradamente al decir que un tal Eli Curtis añadió al relato de la visión de EGW ya que, como bien sabes, el mismo se encuentra en el panfleto "A Word To The Little Flock" y contiene el párrafo en discusión.

Amigos foristas,

Este tema debería titularse "Los Adventistas y sus mentiras" ya que ellos solo recurren a mentiras y engaños para respaldar sus creencias. Si "gabriel147" aka "gabriel47" hablara con la verdad él hubiese respaldado sus posturas con evidencia fidedigna y no con una declaración espuria de la mentirosa EGW.

La postura oficial de la IASD es que ella escribió y luego borró (en nuevas publicaciones) los siguientes párrafos de su primera "visión" (alucinación):

1. "Les era tan imposible a ellos mantenerse en el camino nuevamente e ir hacia la Ciudad, como a todos los impíos a los cuales Dios había rechazado."

2."Y mientras estábamos mirando las glorias del lugar nuestros ojos fueron atraidos hacia arriba a algo que parecía ser de plata. Le pregunté a Jesús que me dejase ver lo que había ahí dentro. En un momento estábamos volando hacia arriba y entramos; ahí vimos al buen padre Abraham, Isaac, Jacob, Noé, Daniel, y muchos como ellos. Y vi un velo con una pesada franja de plata y oro, con un borde en la parte inferior; era muy bonito. Le pregunté a Jesús qué es lo que había dentro del velo. Él lo levantó con su propio brazo derecho, y me ordenó que prestase atención. Vi allí una gloriosa arca, recubierta de puro oro, y tenía un glorioso borde, parecido a las coronas de Jesús; y en él habían dos ángeles brillantes – sus alas cubrían el arca mientras permanecían uno en cada extremo, con sus rostros el uno hacia el otro y mirando hacia abajo. (cc) En el arca, cerca de donde llegaban las alas de los ángeles, había un pote con Maná, de un tinte amarillo; y vi una vara, la cual me dijo Jesús que era de Aarón; yo la vi brotada, florida con fruto. (dd) Y vi dos varas largas ramas aúeas, de las cuales colgaban ramas de plata, y sobre las ramas habían muchas uvas gloriosas; un racimo era más que lo que un hombre aquí podría cargar. Y vi a Jesús levantarse y tomar Maná, almendras, uvas y granadas, y las llevó hacia la Ciudad, y las colocó sobre la mesa de la cena. Yo me levanté para ver cuánto estaba siendo llevado, y aun quedaba lo mismo; y nosotros gritamos Aleluya - Amén."

3. "Bien, alabado sea el Señor, queridos hermanos y hermanas, es una reunión especial para aquellos que poseen el sello del Dios vivo."


Claro está que oficialmente la IASD no ha declarado por qué EGW borró partes de una supuesta visión de Dios (hasta ahora no lo he visto) y solo se limita a repetir lo que la mentirosa White declaró (tampoco ella explica por qué lo borró).

La realidad, según mis estudios sobre el tema es esta:

El primer párrafo fue borrado porque claramente enseña lo que ella y unos cuantos sectarios creían en el 1844: Que la puerta de gracia se había cerrado el 22 de octubre de 1844 y solo ellos se iban a salvar.

El segundo párrafo fue borrado, en mi estimación, una vez entró en conflicto con su nueva creencia de la observancia del sábado; fue entonces cuando tuvo una nueva alucinación y vio el arca con los 10 mandamientos y el 4to brillando más que los demás.

El tercer párrafo fue borrado, en mi estimación, porque crea más preguntas que respuestas.


Una forma de ver la deshonestidad de estos sectarios del adventismo es confrontándolos con este hecho. Verán que, al igual que "gabriel147", buscarán toda clase de excusas en vez de admitir que Elena White borró escenas de su primera visión; escenas que, según ella, le fueron mostradas por Dios.

Si han seguido este intercambio, verán que "gabriel147" no se atreve a decir ciertas cosas:

1. "Miller predicó que Jesús regresaba en algún momento entre el 21 de marzo de 1843 y el 21 de marzo de 1844". Ese fue el mensaje de Miller y no "el mensaje del pronto regreso de nuestro Señor" o "el mensaje del primer ángel" tal y como "gabriel147" insinúa. Otra mentira que "gabriel147" repite (y es lo que generalmente sostiene la IASD) es que "Miller se equivocó de evento" cuando en realidad no solo deberían decir que "Miller se equivocó de evento y fecha" sino que deberían admitir que el mensaje de Miller fue un mensaje FALSO; un mensaje contrario a la Palabra de Dios. Curiosamente los ASD refutan a cualquier persona que fija fechas para la 2da venida de Jesús con los mismos textos Bíblicos que utilizaron los contemporaneos de Miller para refutar su mensaje.

2. "Elena White borró partes de su primera visión". En varias ocasiones le he mostrado los párrafos que no aparecen en las nuevas publicaciones y él solo se limita a mencionar a un tal Eli Curtis así insinuando que todas estas omisiones no se encuentran en las nuevas publicaciones porque, y cito a "gabriel47": "si no aparece en Primeros Escritos, es porque la autora no lo reconoce como suyo".

Es claro que "gabriel147" sabe muy bien que todos los párrafos fueron escritos por EGW y luego los borró tal y como ella admitió:

  • Sobre el primer párrafo ella dice: "La primera cita mencionada por C es de un folleto de 24 páginas publicado en 1847, titulado A Word to the Little Flock (Un mensaje para la pequeña grey). Aquí están las líneas omitidas en Experience and Views". "Se pretende que esas expresiones demuestran la doctrina de la puerta cerrada, y que ésa es la razón para su omisión en ediciones posteriores. Pero en realidad sólo enseñan lo que ha sido sostenido por nosotros como pueblo, y todavía lo es, como lo demostraré."

  • Sobre el segundo párrafo ella dice:

    "En otro pasaje del libro A Word to the Little Flock (Un mensaje a la pequeña grey), hablo de escenas de la "tierra nueva y declaro que allí vi a santos de la antigüedad: Abrahán, Isaac, Jacob, Noé, Daniel y muchos como ellos". Porque hablo de haber visto a esos hombres, nuestros oponentes conjeturan que entonces yo creía en la inmortalidad del alma y que habiendo cambiado después mis opiniones sobre este punto, vi necesario suprimir ese pasaje. Están tan lejos de la verdad aquí como en otras conjeturas."

    "En esta cita también se encuentran las palabras: "Vi dos largas ramas áureas de las cuales colgaban hilos de plata, y en los hilos había magníficas uvas". Mis oponentes ridiculizan "esa expresión débil y pueril de magníficas uvas que crecen en hilos de plata y estos hilos unidos a ramas áureas". "¿Qué motivo movió al autor mencionado a citar mal mis palabras: Yo no declaré que las uvas crecían en hilos de plata. Lo que contemplé está descrito tal como me pareció a mí."


  • Sobre el tercer párrafo ella dice:

    "Otra "supresión" reza así: "Bien, bendito sea el Señor, hermanos y hermanas, es una reunión extraordinaria para los que tienen el sello del Dios viviente". No hay nada en esto que todavía no sostengamos."

Como prueba irrefutable es el hecho que los párrafos en discusión aparecen en dos folletos más y el sectario "gabriel147" rehusa citar de los mismos y solo se limita a repetir como lorito que un tal Eli Curtis añadió sus ideas a la primera visión de EGW.

3. "El párrafo 'les era tan imposible a ellos mantenerse en el camino nuevamente e ir hacia la Ciudad, como a todos los impíos a los cuales Dios había rechazad' es una doctrina falsa".

Ya que "gabriel147" sostiene que un tal Curtis presentó una doctrina falsa y la incorporó a la primera visión de EGW: ¿Por qué "gabriel147" no dice que ese párrafo enseña una doctrina falsa? La respuesta es obvia: Porque EGW dijo que ese párrafo enseña en realidad "lo que ha sido sostenido por nosotros como pueblo, y todavía lo es".

4. "En el 1845, Eli Curtis presentó una doctrina falsa e incorporó extractos de los "Testimonios" de EGW sacados fuera de contexto". Eso debería decir "gabriel147" pero él insinúa que Eli Curtis añadió "a los testimonios frases suyas y los hizo pasar como si fueran de la Sra. White". Como podemos ver, "gabriel147" miente descaradamente ya que EGW dijo lo siguiente:

"En 1845 un hombre, llamado Curtis, hizo una obra similar en el estado de Massachusetts. Presentó una falsa doctrina, y entretejió en sus teorías frases y selecciones de los Testimonios, y publicó sus teorías en Day Star".

Esta declaración de EGW es falsa puesto que EGW no había publicado Testimonio alguno en el 1845 ya que, como ha señalado "gabriel147", "la primera visión de Elena G. de White fue publicada inicialmente por Enoc Jacobs en el Day-Star [Estrella matutina] de Cincinnati, el 24 de enero de 1846".