Re: IGLESIA DE DIOS DEL 7MO DIA y sus creencias
Estimado freddyjuarbe. Saludos cordiales.
Respondo: Te hice una simple pregunta ¿Y que opinas sobre lo que dijo Cleofas al respecto?
¿y sales con esto?
Antes de pasar a otro punto me gustaría compartir contigo lo que escribió Ellen White sobre el punto en que te rehúsas responder:
"HACIA el atardecer del día de la resurrección, dos de los discípulos se hallaban en camino a Emaús, pequeña ciudad situada a unos doce kilómetros de Jerusalén. Estos discípulos no habían tenido un lugar eminente en la obra de Cristo, pero creían fervientemente en él. Habían venido a la ciudad para observar la Pascua, y se habían quedado muy perplejos por los acontecimientos recientes. Habían oído las nuevas de esa mañana, de que el cuerpo de Cristo había sido sacado de la tumba, y también el informe de las mujeres que habían visto a los ángeles y se habían encontrado con Jesús. Volvían ahora a su casa para meditar y orar. Proseguían tristemente su viaje vespertino, hablando de las escenas del juicio y de la crucifixión. Nunca antes habían estado tan descorazonados. Sin esperanza ni fe, caminaban en la sombra de la cruz.
No habían progresado mucho en su viaje cuando se les unió un extraño, pero estaban tan absortos en su lobreguez y desaliento, que no le observaron detenidamente. Continuaron su conversación, expresando los pensamientos de su corazón. Razonaban acerca de las lecciones que Cristo había dado, que no parecían poder comprender. Mientras hablaban de los sucesos que habían ocurrido, Jesús anhelaba consolarlos. Había visto su pesar; comprendía las ideas contradictorias que, dejando a su mente perpleja, los hacían pensar: ¿Podía este hombre que se dejó humillar así ser el Cristo? Ya no podían dominar su pesar y lloraban. Jesús sabía que el corazón de ellos estaba vinculado con él por el amor, y anhelaba enjugar sus lágrimas y llenarlos de gozo y alegría. Pero primero debía darles lecciones que nunca olvidaran.
"Y díjoles: ¿Qué pláticas son éstas que tratáis entre vosotros andando, y estáis tristes? Y respondiendo el uno, que se llamaba
Cleofas, le dijo: ¿Tú sólo peregrino eres en Jerusalem, y no has sabido las cosas que en ella han acontecido estos días?" Ellos le hablaron del desencanto que habían sufrido respecto de su Maestro, "el cual fue varón profeta, poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo;" pero "los príncipes de los sacerdotes y nuestros príncipes," dijeron, le entregaron "a condenación de muerte, y le crucificaron." Con corazón apesadumbrado y labios temblorosos, añadieron: "Mas nosotros esperábamos que él era el que había de redimir a Israel: y ahora sobre todo esto,
hoy es el tercer día que esto ha acontecido."
Era extraño que los discípulos no recordasen las palabras de Cristo, ni comprendiesen que él había predicho los acontecimientos que iban a suceder. No comprendían que tan exactamente coma la primera parte de su revelación, se iba a cumplir la última, de que al tercer día resucitaría. Esta era la parte que debieran haber recordado. Los sacerdotes y príncipes no la habían olvidado.
El día "después de la preparación, se juntaron los príncipes de los sacerdotes y los Fariseos a Pilato, diciendo: Señor, nos acordamos que aquel engañador dijo, viviendo aún:
Después de tres días resucitaré." Pero los discípulos no recordaban estas palabras.
"Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho! ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria?" Los discípulos se preguntaban quién podía ser este extraño, que penetraba así hasta su misma alma, hablaba con tanto fervor, ternura y simpatía y alentaba tanta esperanza. Por primera vez desde la entrega de Cristo, empezaron a sentirse esperanzados. Con frecuencia miraban fervientemente a su compañero, y pensaban que sus palabras eran exactamente las que Cristo habría hablado. Estaban llenos de asombro y su corazón palpitaba de gozosa expectativa." DTG 739.
Bendiciones.
Luego todo Israel será salvo.