Pues, SI, sr, The White Rider, lleva usted una buena dosis de incontestable razon en sus anteriores palabras.
De hecho, el solo intento de pelear, discutir, insultar, o mentar a la familia de nuestro oponente dialectico, ya deja muy por tierra la fe que decimos profesar.
A veces, meditando en la Persona que me he puesto como el mejor ejemplo a seguir, no he tenido mas remedio que decir ,con dolor y amargura, " pero que hipocrita y que necio soi, Señor, al decir a los demas lo que yo ni tan siquiera hago. Y es que, es muy facil ,y sencillo, ponerse a convenencia el disfraz de religioso que mejor nos siente en un momento dado. Mas, luego, y despues de quitarte el pesado disfraz, y si eres un minimo de sincero contigo mismo, te das pronto cuenta de que, en tus muchas palabras, tan solo hay mucho pecado; pues, el que mucho habla, tambien, mucho peca.
Y es que, por lo general, nos gusta demasiado exhibir, publicamente, nuestras inmaculadas creencias y, por ende, tambien nos agrada en extremo recibir la gloria y los parabienes de los hombres. Y todos estos agasajos, y demas muestras de pureza, tan solo es el pequeño zumbido de alarma de nuestro corazon; pues, en el, el Espiritu Santo nos esta advirtiendo, suavemente, que estamos cayendo en una de las mas astutas trampas de satanas; la VANIDAD.
Pues,¿ donde esta el hombre al cual no le efecten los envenenados piropos, agasajos y parabienes de satanas ? Y es que, la sola creencia de que tienes en tu mano la verdadera religion y que, ademas, actuas pefectamente ligado a esa verdadera religion y que tienes toda la razon del mundo cuando expones tus religiosos postulados, es el mas sincero de los sintomas de que tu espiritualidad puede estar, sin ni siquiera haberte dado cuenta, en las manos de tu peor enemigo.
