La incultura evangélica actual

Re: La incultura evangélica actual

Estimado leal

La verdad, no se establece a fuerza de mensajes agresivos ni de ofensas abiertas, sutíles o mal camufladas. El Espíritu Santo da gracia y sabiduría para corregir "con mansedumbre" a los que están equivocados.

Yo no he satanizado el conocimiento ni el estudio bíblico, ..quizás usted leyó mal; al contrario, dije que adquirir este conocimiento "es loable", siempre y cuando por sobre él, vaya el Espíritu Santo.

Asimismo, lo que no entiendo es porqué le ofende tanto que yo diga que la falta de oración en las iglesias es una de las razones por las cuales existen tantas falencias. Tampoco he dicho que yo soy "orador" ni que soy "santo".

Yo creo estimado hermano que usted está leyendo mi mensaje con muchos pre-juicios; a usted ni a nadie he tocado en mi respuesta. Y me extraña que usted con tanta sorna, me aplique a mi el tema.

Si a usted le molesta que yo participe en el tema, solo basta con que usted me lo diga, de una forma que no sea un espectáculo para los que nos leen y... simplemente me retiraría del tema.

Dios le bendiga y le guarde.



Dagoberto,

¿Cómo puedes asegurar que los ministros de hoy carecen de oración y del Espíritu? Lo que se deja ver claramente es que de lo que carecen muchos ministros de hoy, es de conocimiento; también se puede ver claramente que esa es la raíz del problema que se está planteando aquí: La incultura evangélica actual. La solución para ese problema no es la oración, (eso es lo que más se hace en las iglesias evangelicas) es el estudio, el conocimiento que lleva a crecer.

Si te digo que el tema te aplica es precisamente por lo que escribiste, la iglesia viene orando fervientemente por dos milenios; pero el conocimiento de la fe que profesa es primitivo. Los católicos no van mas allá de las misas, y los evangélicos que tienen tu misma manera de pensar, no van más allá de lo superficial; eso no está bien. El estudio serio de la biblia bajo la guía del Espíritu, y el conocimiento de todo lo que pueda ser útil para la comprensión y explicación de lo que está escrito, no es solo laudable o una buena opción, no, es imprescindible para el creyente, especialmente para los que ejercen la labor de pastores-maestros.

Los pastores-maestros no deben ejercer su función a golpes de improvisaciones subjetivas, ni deben estar rastreando el ambiente para ver de que predican el próximo domingo, no, en la enseñanza hay que ser serio, seguir un currículo bien planeado. Lo que está en azul, en el mejor de los casos, lo hacen los que profetizan en la iglesia. Los pastores-maestros tienen que ser y actuar como maestros.

6 De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; 7o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; (Ro. 12)

¡Zapatero, a sus zapatos!​

El maestro imparte instrucciones, y estimula el estudio en los alumnos, tiene ardiente interés en que los alumnos prosperen en conocimientos. No desalienta ni le resta importancia al estudio.

Una de las cosa que he notado en estos años, es que hay personas que no han entendido bien a qué fueron llamados, y por esto están ejerciendo una labor que no corresponde con el don que recibieron.

Saludos.
 
Estimados Dagoberto y Leal:

Estimados Dagoberto y Leal:

A un mismo asunto propuesto se podría probablemente responder de muchas maneras.
Al de mi epígrafe, he visto por lo menos cuatro aspectos que estarían denotando la incultura a la que me refiero.
Leal ha visto que es pertinente lo que hasta entonces había expuesto, y Dagoberto, sin contradecirlo, sumaba a lo dicho su parecer de que el problema que aqueja a la iglesia actual son las falencias con respecto a la oración y el Espíritu Santo, carencia primordial de lo que es esencial a la vida de la iglesia; por lo que estoy totalmente de acuerdo.
Pero el contexto de lo que aquí propongo es el de la falta de una cultura con respecto a la predicación, la adoración y la alabanza, la oración y los estudios bíblicos, que habiéndola conocido en mis años mozos, ahora ya no es así.
Reconozco que al hablar de “incultura” puedo haber inducido a error, como si pensara que una mayor cultura entre los cristianos y los que sirven en el ministerio mejoraría las cosas. Aunque por supuesto eso sería un factor favorable, es comparativamente insignificante al lado de los que plantea Dagoberto. Necesitaré explicarme mejor:
En el Londres de la segunda mitad del Siglo XIX existía una cultura de la predicación, de modo que los londinenses podían elegir entre varias posibilidades excelentes de escuchar el domingo un buen sermón, aunque en el último tramo fuese marcada la preferencia por Spurgeon en el Tabernáculo Metropolitano. En el siglo anterior, John Wesley y George Whitefield podían predicar largamente sin que nadie se aburriese, y lo mismo Jonathan Edwards en la americana Nueva Inglaterra. Pero si Dios los enviara ahora a predicar en los púlpitos de nuestras grandes ciudades, en un español bien castizo y hasta con entonación local, en el mismo estilo y tan largamente como estaban acostumbrados, serían abucheados por nuestra gente o en el mejor de los casos acabarían predicándole a los bancos. Es que existe entre nosotros una falta de cultura de la predicación. Estamos acostumbrados a mensajes cada vez más cortos, con menor exposición de las Escrituras, inocuos, y que de ser posible entretengan con alguna electrizante anécdota o diviertan con los últimos “chistes cristianos”.
En mi vida he tenido que declinar a veces invitaciones a predicar, pues conociendo la congregación, sabía de que no tenían la disposición de que Dios les hablara a través del mensaje. Además, nunca serví para dejar satisfecho a mi auditorio diciéndoles lo que les gustaba oír. Conociendo al Señor y como es que el Espíritu Santo actúa, siempre temí que me hiciera decir lo que no había previsto decir. Frecuentemente he sido yo el primer sorprendido por lo que dije y como lo dije. Pero también sé que si no le soy fiel, Él podría hacerme pasar la mayor de las vergüenzas desde el mismo púlpito. Tengo temor de Dios en cuanto a lo que digo, en como lo digo, y sobretodo, a lo que pueda callar.
Ya veremos como en los tres otros aspectos (y ya vimos también el segundo), nuestra gente no está preparada para hacer las cosas como deberían de hacerse, pues a otra modalidad se han ya acostumbrado.
Seguiremos hablando, si Dios quiere.
Ricardo.
 
Re: La incultura evangélica actual

1 en la predicación; 2 en la adoración y alabanza; 3 la oración; 4 en el estudio bíblico.
1 en la predicación. Se observan los siguientes desarreglos:
a) Se insiste con predicarle el evangelio a inconversos ausentes en vez de edificar a los creyentes presentes. Estos saben que el mensaje no es para ellos y se desentienden.
b) Se leen pasajes y versículos que no se desarrollan, pues sólo sirven para introducir el sermón que suele ser siempre el mismo.
c) El predicador cumple con dar el mensaje y la congregación con oírlo, sin sentido de trascendencia ni expectativa por cómo pueda incidir entre la audiencia.
d) Aunque cada vez se acorta más el tiempo del mensaje, el predicador sufre por no excederse y los oyentes sufren pensando que hace ya rato que se ha pasado.
e) El predicador ya no espera concitar el interés de los que oyen, y estos le corresponden distrayendo su mente en otras cosas (la película que verán por TV al regresar a casa).
f) El predicador –aunque inconscientemente-, no respeta a sus oyentes al predicarles lo que él sabe que todos ya saben, y estos tampoco le respetan al no ponerle atención.
g) La única preocupación del predicador e interés de sus oyentes está puesta en los últimos “chistes cristianos” bajados por Internet o una anécdota extraída de un libro.
h) El predicador fácilmente se distrae incurriendo en equivocaciones y disparates, y los oyentes ni cuenta se dan resolviendo el problema con su misma falta de atención.
i) En la misma alocución se percibe la falta de convicción y entusiasmo, por lo que no se genera ni alimenta la fe entre los oyentes. Ídem, cuando se hace al revés, imprimiendo a dichos intrascendentes un tono locuaz excesivo e indebido.
Seguramente que los lectores podrían apuntar otras observaciones.
Si Dios quiere en próximas entregas incluiremos los otros tres aspectos que nos restan.
Saludos a todos.
Ricardo.[/QUOTE]

saludos y bendiciones
y estos aspectos que usted menciona no se daban antes?
tambien creo que esta generalizando demasiado, algunos de los puntos que usted dice tienen algo de razon y otros son equivocados, esto le digo con relación a mi iglesia
 
Re: La incultura evangélica actual

Dios te bendiga, hermano ricardo.

Yo soy testigo de una alarmante erosión de las iglesias cristianas, independientemente de las denominaciones y partidismos expuestos aquí.

No acostumbro escribir mucho porque la letra mata. Así que trataré de ser conciso y preciso en algunas cosas que, a lo largo de estos 23 años en el Camino, he podido ver.

La primera ekklesia cristiana a la que acudí era pequeña, y la atención a los congregantes era aceptablemente buena. O sea, si algún nuevo miembro cristiano tenía dudas, los hermanos mayores se encargaban de atender sus inquietudes, dar un consejo basado en la Escritura, oraban con ellos, etc.

Con el tiempo, la situación cambió. Conforme los meses transcurrían, esta atención fue perdiéndose -y es comprensible que un nuevo cristiano se le permita ir poco a poco resolver sus inquietudes y problemas, es parte del crecimiento pues cada uno se hace responsable de sí mismo cuando se está en Cristo-. Luego llegaron algunas extravagancias y cosas raras que algunos predicadores querían enseñar; yo fui víctima de algo de eso...

Pasado el tiempo, noté que yo mismo debía hacer algo por mi propio bienestar espiritual, lo que me llevó a dejar de pedir consejo a otros hermanos. No sé si hice bien.

También noté una cosa curiosa y triste que es muy frecuente entre cristianos: el desinterés de unos y otros por sabernos cristianos. Verás, cuando era joven, frecuentemente era molestado en la escuela por ser "rarito" con los demás; era antisocial. Al permanecer a solas en un salón, hubo un cristiano que pensó sin saberlo en que yo no era cristiano... y quiso confortarme un poco en mi tristeza...

Poco después le hice saber que yo también era su hermano, y ese fue motivo suficiente para que no volviera a dirigirme la palabra...

Con el paso del tiempo, supe de las extravagancias y cosas raras que ahora parecen ser una conducta "normal" en muchas congregaciones cristianas... Hablo de doctrinas extrañas propiciadas por predicadores deseosos de enseñar cosas novedosas en las congregaciones... Si digo, por ejemplo, "Avivamiento de la risa", "Doctrina de la prosperidad" o "Caer en el Espíritu", creo que ya sabrá por dónde voy. De hecho, al comentar en una reunión de varones en una congregación a la que acudía regularmente, uno de ellos me tomó a mal mis opiniones en contra de estas "modas" cristianas... y se enojó.

Muchos hermanos han aceptado estas extravagancias y cosas que aparentemente tienen base bíblica, pero no es así. No se han tomado la molestia de investigar un poco sobre estas modas cristianas que, lejos de ser cosas positivas que den buena imagen al cristianismo, nos convierten en locos paranoicos que ven demonios a todo, o que ríen o gimen como animales, entre otras cosas.

Lamentablemente, al ser mal dirigidos los cristianos por -bienintencionados- predicadores y por algunos abusivos más, lo que se ha dado es el levantamiento del dedo acusador de muchos sectarios contra nosotros.

Culpa tenemos muchos de nosotros al no tomar nuestra responsabilidad como cristianos al no discipular a nuevos hermanos... aunque tampoco es regla general; hay congregaciones que sí han tomado en serio esto y procuran no descuidar el crecimiento espiritual de los más nuevos, siempre enseñando la sana doctrina y la consagración.

En suma, como cristianos en colectividad, deberíamos preocuparnos más por los pequeños en la fe... Esta era la forma en que la iglesia primitiva hacía las cosas, y Dios respaldó a los Suyos.

Nota, espero que no aprovechen mis reflexiones los sectarios para tenderme una trampa... aunque quizá querrán hacer eso. Como no han podido moverme en mi fe, echarán mano de sucios trucos para hacerme quedar en ridículo... A esos sabré responder como se lo merece cada uno, y no seré indulgente con sus marrullerías, sépanlo bien.
 
Re: La incultura evangélica actual

el titulo "incultura evangelica actual"

quiere decir que los evangelicos actuales no tienen cultura de ser verdaderos evangelicos???????
 
Re: La incultura evangélica actual

No empieces, deneto...

¿Estás interesado en colaborar con algo que ayude a las ekklesias evangélicas, o solo escribiste esto por fastidiar? ¿En qué quedamos?
 
Respuestas a los mensajes:

Respuestas a los mensajes:

# 23 – Alesanty: A tu pregunta de si esos aspectos que menciono no se estarían dando ya desde antes, te contesto por lo positivo. Inclusive hasta es posible rastrearlos a través de la historia, retrocediendo siglo tras siglo, ya que en las obras dedicadas a la historia de la predicación tenemos bastante información al respecto. Ahora, si tu pregunta va a los cincuenta años atrás, que es la época que conocí y contrasto con la presente, te diré que ya también se percibían los amagues de todo esto y nuestros maestros nos alertaban de estos males entonces todavía en ciernes. Pero en aquel tiempo no estaban tan generalizados ni se habían impuesto en forma tan ostensible como es notorio hoy día para cuantos son capaces de percibirlos. En ninguna manera estoy en condiciones de juzgar yo a tu iglesia -pues carezco de toda noticia sobre ella-, pero desde el comienzo de este debate me adelanté a hacer la salvedad que a más de un forista le ocurrirá ver a su iglesia exceptuada. Pero los que se sientan incluidos, podrán todavía procurar hacer algo de provecho por sus hermanos en la congregación.
# 24 – Horizonte-71: Tu testimonio es importante porque confirma una vez más las experiencias de tantos hermanos que al entrar en una iglesia creyeron pisar el cielo, para a poco concluir que aquello más se parecía al mismo infierno. Sea cual sea el fracaso cosechado por aquí y por allá, en un Foro cristiano como éste, a más de desahogar el dolor acumulado, apuntamos a ayudarnos unos a otros a revertir tales situaciones. Creemos que el Espíritu y la Palabra de Dios siguen siendo poderosos para despertar las conciencias y conducirnos en una senda de obediencia al Señor, despojándonos de ataduras, tradiciones y manías contraídas al paso de los años. Pero recuerda, por favor, que más vale no prevenir a los sectarios que les daremos lucha sin cuartel si nos atacan, pues así podrían acusarnos con razón de que los estamos provocando.
# 25 – Deneto: ¿Ya leíste la respuesta que te dí en mi mensaje # 16 al tuyo # 9? En cuanto a la pregunta que ahora haces de si el título de este epígrafe quiera decir que los evangélicos actuales tengan o no una cultura de lo que realmente son, respondo por la negativa; aunque admito que las ideas están muy ligadas, ya que si conocieran su rico legado histórico se darían cuenta de como se han ido diluyendo hacia algo amorfo y chicloso como vemos hoy en día.
En próxima entrega examinaremos el 3er. aspecto: las oraciones públicas.
Saludos a todos.
Ricardo.
 
3 – Las oraciones.

3 – Las oraciones.

Con respecto a las oraciones que actualmente se escuchan en las iglesias, hay detalles éticos, formales, espirituales y racionales que conviene notar, si es que queremos de veras aprender a orar y dejar de hacer aquello que se le parece pero que no lo es.
a) En iglesias que practican formas de culto carismático o pentecostal, se da el caso de que todos estén orando en alta voz al unísono, y muchos de ellos con sonidos sin significado alguno. Conviene aquí recordar 1Co 14:15 y 16 en cuanto al orar con entendimiento, y el escuchar sabiendo lo que se está diciendo para poder darle el “Amén”. Los cristianos no debemos orar al modo de los paganos.
b) Los hermanos extranjeros que nos visitan, deberán orar en el idioma del país o pedir a un hermano que lo vaya traduciendo. De lo contrario deberá permanecer en silencio, pues tampoco el mundo se vendrá abajo porque tenga que callar (1Co 14:28). Otra cosa que podrá hacer, es orar en su casa todo cuanto quiera en su propio idioma, antes de salir para la reunión.
c) Aunque es bien conocido el axioma “Quien ora largo en público lo hace corto en privado”, podrá recordar la oración modelo del Señor para descubrir lo mucho que se puede decir en tan pocas palabras. No es porque pudiéramos cansar al Señor con oraciones que parecen nunca terminar, pero debemos compadecernos de nuestros hermanos que suspiran esperando poder soltar su ¡Amén! final.
d) Convendrá recordar que oramos a Dios y no a los hombres. Nos dirigimos a Él para que nos escuche y no a los asistentes a la reunión, por más que somos conscientes que estamos guiando la oración congregacional. Raya en blasfemia el pecado de orar buscando impresionar a los presentes con la locuacidad, entonación y solemnidad que se imprime a la oración. Solo a Dios oramos.
e) La oración es adorar, alabar, bendecir a Dios; agradecerle por las respuestas y mercedes concedidas; interceder a favor de otros; presentar nuestras peticiones; pero que este “nuestras” comprenda a los hermanos allí reunidos y no nuestros asuntos particulares que convendrá dejar para nuestra cámara secreta. La congregación sí puede interceder allí por nuestras necesidades personales.
f) Es flagrante el error de aprovechar la oración para enseñarle a Dios lo que Él no sepa. Es común que se le predique a Dios el evangelio (con intención de tocar a inconversos presentes), o que se le enseñe la Biblia (para de paso adoctrinar a los hermanos). Si bien podemos citar las Escrituras como apoyo a las promesas que en fe reclamamos, es ridículo buscar instruir a los presentes al orar a Dios.
g) Debemos cuidarnos mucho de las oraciones estereotipadas. Es común que nos habituemos a repetir frases propias o ajenas, que aunque altisonantes y expresivas, dan la impresión de que todavía seguimos rezando y no orando. La oración debe ser grave, humilde y sencilla, pero sin impostación de voz para darle un tono solemne fuera de lo común. Dios no se impresiona con eso.
h) Es totalmente fuera de lugar aprovechar la oración para noticiar a los hermanos de lo que nos pasa o publicar las actividades que últimamente hemos tenido en la obra del Señor. Nunca tendremos la aprobación del Señor ni de la iglesia si al tiempo que invocamos su sola gloria, subrepticiamente procuramos la nuestra. No debemos jamás recurrir a subterfugios para auto promovernos. Es grave.
i) El colmo del mal uso de la oración en público nos tocó presenciar más de una vez, cuando un hermano se levanta a orar para ventilar su enemistad con otro hermano presente, reclamando el castigo del Señor sobre el tal. Faltando apenas señalarle con nombre y apellido, en la tal “oración” abundan las señas para identificarlo. Tan grosero uso de la oración es incalificable. ¡Pero ocurre!
j) Finalmente, la mejor prueba de la incultura evangélica actual con las oraciones en la reunión de iglesia, la tenemos toda vez que se designa de antemano a los que van a orar durante el culto, o cuando quien conduce la reunión invita a uno o a otro a hacerlo. El Espíritu Santo es quien debe guiarlo todo y -aunque se estile- no debería ser reemplazado nunca por quien asuma el control de la reunión.
Nos resta el cuarto y último aspecto a considerar: los estudios bíblicos.
Saludos a todos.
Ricardo.
 
Re: La incultura evangélica actual

Aquellos que somos más veteranos en la iglesia del Señor, tenemos referentes que nos permiten aseverar lo del epígrafe.
Los jóvenes o hermanos más nuevos en la fe, difícilmente puedan darse cuenta de ello pues desde que están en la iglesia siempre las cosas fueron así, y no tienen como suponer que hace medio siglo pudieran ser distintas. En todo caso, se ha de suponer que si hubieron cambios fue para bien y no para mal.
Contrastando entonces lo que vivimos en nuestra adolescencia y temprana juventud 50 años atrás, con lo que es de práctica común por todas partes, examinaremos como al día de hoy se carece de una cultura elemental, y en el mejor de los casos, donde algo todavía queda va en un irreversible proceso de deterioro.
Ciertamente que no es un axioma aquello de que “todo tiempo pasado fue mejor”, pues de muchos males nos hemos ido reponiendo a través del tiempo y el consiguiente progreso. Pero sí es cierto que a la distancia podemos aquilatar mejor la pérdida de valores con el consiguiente deterioro moral y espiritual que hoy aflige a las iglesias.
No solamente nos vamos acostumbrando a cosas que no tienen precedente en las iglesias neotestamentarias, sino que incluso van contra la sensatez y el sentido común.
Por efecto de contraste, aquellos hermanos veteranos y sensibles, percibimos cosas que son chocantes, aunque nadie parece darse cuenta de nada. Veamos estos 4 aspectos:
1 en la predicación; 2 en la adoración y alabanza; 3 la oración; 4 en el estudio bíblico.
1 en la predicación. Se observan los siguientes desarreglos:
a) Se insiste con predicarle el evangelio a inconversos ausentes en vez de edificar a los creyentes presentes. Estos saben que el mensaje no es para ellos y se desentienden.
b) Se leen pasajes y versículos que no se desarrollan, pues sólo sirven para introducir el sermón que suele ser siempre el mismo.
c) El predicador cumple con dar el mensaje y la congregación con oírlo, sin sentido de trascendencia ni expectativa por cómo pueda incidir entre la audiencia.
d) Aunque cada vez se acorta más el tiempo del mensaje, el predicador sufre por no excederse y los oyentes sufren pensando que hace ya rato que se ha pasado.
e) El predicador ya no espera concitar el interés de los que oyen, y estos le corresponden distrayendo su mente en otras cosas (la película que verán por TV al regresar a casa).
f) El predicador –aunque inconscientemente-, no respeta a sus oyentes al predicarles lo que él sabe que todos ya saben, y estos tampoco le respetan al no ponerle atención.
g) La única preocupación del predicador e interés de sus oyentes está puesta en los últimos “chistes cristianos” bajados por Internet o una anécdota extraída de un libro.
h) El predicador fácilmente se distrae incurriendo en equivocaciones y disparates, y los oyentes ni cuenta se dan resolviendo el problema con su misma falta de atención.
i) En la misma alocución se percibe la falta de convicción y entusiasmo, por lo que no se genera ni alimenta la fe entre los oyentes. Ídem, cuando se hace al revés, imprimiendo a dichos intrascendentes un tono locuaz excesivo e indebido.
Seguramente que los lectores podrían apuntar otras observaciones.
Si Dios quiere en próximas entregas incluiremos los otros tres aspectos que nos restan.
Saludos a todos.
Ricardo.

celebro tu opinion y efectivamente estado buscando en mi pais un estudio serio ,o una tesis seria sobre este tema y encontre una de la facultad de derecho de la universidad de lima que se realizo en el año 2006 y que hace un estudio muy eficiencte sobre la incultura religiosa y es increible y pasmosamente claro que la mayoria de los nuevos pastores de estas iglesias no son cultos y no solo en temas de cultura , sino en temas de sus mismas iglesias , pero al margen de esto coloca a la iglesia catolica como los que mejor dan capacitacion a sus estudiantes de la religion y futuros sacerdotes , esto seria parcializado pero existe un detalle el ahora abogado que hizo este estudio es ateo . Lo que en mi opinion le da un cierto valor a esta tesis, asi comoencontre muchas mas , pero es un hecho que les falta a los protestantes , cristianos y sectas en general una adecuada preparacion diria una buena preparacion .
 
4 – Los estudios bíblicos.

4 – Los estudios bíblicos.

Es frecuente que en el programa semanal de una iglesia figure un día en que un grupo de la misma se reúne para el estudio bíblico. No siempre lo es. Veamos:
a) La reunión lleva el nombre de Estudio Bíblico; mas no se hace de modo sistemático (un libro de la Biblia) ni temático (un asunto examinado escrituralmente). Alguien local o invitado trae y expone un devocional o sermón más breve que el dominical. Aunque se admiten preguntas, no se espera la libre y espontánea participación de los presentes. Eso no es un Estudio Bíblico.
b) Necesariamente un estudio bíblico ha de ser del tipo “mesa redonda”, a Biblia, mente y corazón abiertos. Si bien siempre es conveniente que un hermano más experimentado lo inicie y oriente como moderador (llamado ahora “facilitador”), no solamente se espera que todos compartan la lectura de versículos y formulen preguntas, sino que también aporten sus propios hallazgos en su lectura privada.
c) Es fundamental que todos sean hermanos en comunión. De admitirse incrédulos o miembros de alguna secta, ya de entrada pueden producirse enojosas situaciones. Sin embargo puede tenerse estudios bíblicos especiales para personas interesadas en el evangelio, o de controversia religiosa caso que haya sectarios sinceros dispuestos a que se les muestre el error de su organización.
d) Muchas veces el así llamado “Estudio Bíblico” no pasa de ser un culto dominical de mediados de semana. El tiempo que se invierte en cánticos y oraciones va en desmedro del asignado al propio estudio. No que no se cante y ore, pero no tanto como se hace en otras reuniones; al menos al comienzo, ya que al final lo aprendido puede incitar a fervientes cánticos y oraciones.
e) Aunque siempre es loable la intención de que se expresen los que están callados, no es prudente que se los comprometa a hablar. Caso que se los apure y digan algo por no pasar por ignorantes, lo entonces improvisado no suele pasar de darle vueltas al versículo en cuestión, lo que no los deja satisfechos a ellos ni a los demás. Pueden errarle y necesitar ser corregidos, acabando por incomodarse.
f) La libertad general a que todos opinen, comenten y expongan sus convicciones, no debiera –como acontece-, transformarse en libertinaje donde hablan todos los que tienen boca aunque nada tengan para decir que valga la pena ser oído. No debe confundirse la contribución que cada cual haga al interés colectivo del estudio, con el desahogo personal de hablar por tener quien nos escuche.
g) Cuando quiera ilustrarse el punto en cuestión narrando una anécdota personal, ha de hacerse en la forma más breve posible tras convencerse que es pertinente y que ayuda a esclarecer el asunto. Se pierde el tiempo y decae el estudio cuando se trae de los pelos alguna experiencia familiar o laboral que no viene al caso. Si somos prudentes prefiriendo al mostrarnos el provecho colectivo, ¡es mejor!
h) Si el estudio es sistemático, hemos de vigilar que estemos trabajando en torno al texto en cuestión sin necesidad de excursionar por los 66 libros de la Biblia. Si se abusa demasiado de las referencias bíblicas, se termina por no clarificar nada del versículo que al momento nos ocupa. Los textos paralelos pueden ser de ayuda, mas en exceso nos distraen y acabamos yéndonos por las ramas.
i) Si el estudio es temático, más fácilmente estamos expuestos a divagar. A veces hay que hacer comparaciones y buscar símiles, pero atendiendo a que no pasen de círculos concéntricos en torno al meollo del asunto. Para que nadie pueda sentirse ofendido, el moderador podrá proponer abordar ese punto a la salida o en mejor ocasión. Debemos ser considerados con oídos y mentes ajenos.
j) Jamás ha de temerse que el estudio llegue a arder al grado de pasar a un debate abierto, donde la polémica y la controversia involucre a los participantes en una vehemente discusión. Se entiende: una confrontación de interpretaciones o ideas encontradas, mas nunca un altercado entre los participantes. La misma falta de tal práctica entre nosotros es lo que nos hace sensibles a reaccionar mal.
k) El mejor antídoto contra lo anterior, está en aprender a distinguir entre opiniones y convicciones; entre lo que la Biblia dice y lo que los comentaristas y predicadores dicen; entre el que grita fuerte y el que piensa más; entre el caprichoso que no cede por no dar el brazo a torcer, y el estudioso siempre dispuesto a atender razones y argumentos. Hablando, la gente se entiende.
Con esta entrega cumplo mi cometido, y quedo a vuestra disposición para atender cualquier comentario que tengan a bien hacer.
Amables saludos a todos.
Ricardo.
 
Re: La incultura evangélica actual

No empieces, deneto...

¿Estás interesado en colaborar con algo que ayude a las ekklesias evangélicas, o solo escribiste esto por fastidiar? ¿En qué quedamos?



quedamos en tratarnos con respeto y yo en que no abriria temas generalizando y teniendo en cuenta el respeto en los titulos. pero ademas yo habia escrito esto en el post 55


quiero hacer una salvedad:


por el hecho de que tengamos este dialogo no quiere decir que tenga que aceptar todas las doctrinas y practicas evangelicas, porque seguire siendo adventista del septimo dia y tendre algunas cosas en las que disentire por lo que quiero dejar en claro en mis temas y participaciones:

1.mis temas y participaciones seran con el debido respeto partiendo desde el mismo titulo del mismo.

2.no generalizare a menos que sea una doctrina o practica comun de todas las algunas iglesias en las que no este de acuerdo biblicamente

3.seguire abriendo temas no tan ofensivos pero si donde con mucho tacto y respeto demuestre algunas cosas en las que no este de acuerdo y pida evidencias biblicas.

4.me gustaria que todos aceptemos la propuesta del hermano jedi en la que nos comprometemos a NO desmeritar el nombre de las iglesias en los temas que abramos y mejor utilicemos otro titulo que vaya mas acorde con el tema y no ofendamos ninguna iglesia ni a ninguna persona.

5.cuando alguien exprese algo que no creamos ni compartamos, no le ofendamos ni a el ni a su iglesia sino mas bien pidamosle argumentos biblicos o demostremosle en que esta equivocado y por que no compartimos eso que esa persona expreso.



en nada he violado ese trato.


y aqui simplemente estoy viendo que las iglesias evangelicas estan apartadas de la misericordia divina por haberse apartado de los principios divinos y que se habla y se habla y son solo palabrerias porque de cristiano solo llevan el nombre.

pero quiero dejar en claro que a pesar de la situacion apostata y perdida de las iglesias evangelicas el Señor tiene los suyos alli y a su debido tiempo los salvara
 
Re: La incultura evangélica actual

Excelente enseñanza Ricardo, ¿tienes un blog en donde expongas cosas como estas?, ¿te molestaria que pusiera lo que has dicho de este tema en mi blog arrepienteteiglesia.blogspot.com?, pienso que seria bueno que pudieras difundir tus escritos, no hay mucha gente que escriba tan buenas verdades y con tan buena claridad como tu, y la correccion es tan necesaria hoy en dia, mientras hayan mas voces proclamando la verdad, mejor.

Dios te bendiga.
 
Re: La incultura evangélica actual

Desde el punto de vista de uno que está fuera de ese grupo de comunidades bíblicas, solo les puedo decir, que creo que esta reflexión les es muy util tanto a ustedes como a todos a quellos que se afanan en encontrar la verdadera doctrina libre de tradiciones humanas:

Mi consejo es que sigan buscando, y que lo hagan con todo el corazón, con todo su ser y con todas sus fuerzas, y ante todo abran su corazón, no se cierren a la verdda venga de donde venga.

No me atreveré a ofenderlos dandoles citas bibliográficas, o documentos, pues saben a donde voy y de donde vengo y estoy, pero sepan que les deseo que pronto encuentren lo que buscan y que sea Dios mismo quien los lleve allí.
 
Re: La incultura evangélica actual

Sobre los estudios bíblicos, considero que es necesario la opinión de cada cual respecto a lo que la Palabra les toque, tanto en lo personal como en lo general. Es necesario un moderador experimentado, o más.

Hay que dar libertad para que las personas se expresen, los jóvenes, los mayores, los nuevos, los no nuevos. La excesiva centralización del uso de la Palabra por medio de los líderes a la larga se hace tediosa.

Unos tendrán don de palabra, otros tendrán memoria, etc. Pero todos sabemos que con tres palabras se puede imponer una verdad.

He paricipado de reuniones en las casas dirigidas por un lider previamente elegido para tal fin, y conforme pasaba los meses se hacía insoportable, pues a mi parecer necsitaba a voces la participación de los demás en todo. No os podeis imaginar la respuesta de las personas cuando se les da valor a sus sanas opiniones, pues es justo ahí cuando todos nos edificamos y se afianza la comunicación, así como la fraternidad, etc. Así todos crecen.

Es más, pondría unos talleres de expresión en especial para jóvenes, donde todas las semanas se expresen ante sus compañeros de un tema bíblico en cuestión. Esto, traería consigo un fortalecimiento humano a todos los niveles: crecimiento en la fe, implicación, perfeccionamiento de la expresión personal, autoestima, fortalecimiento de la amistad, del compañerismo.

En fin.

Y a nivel artístico, sobre la expresiones artisticas, habría que canalizar todo potencial a cualquier expresión. Lo importante, como sabemos es lo que se quiere expresar, el contenido, la intención. El medio para tal fin es solo eso, un medio.

Quiero pensar que hay iglesias que van por este camino aquí en España. Si no es así, pues entonces tendremos que seguir siendo observadores de cómo en otros países utilizan todos los medios a su disposición para llevar el evangelio a todo el mundo, aunque los mensajes no sean explicitamente bíblicos, pero sí su trasfondo.
 
Re: La incultura evangélica actual

entonces podriamos concluir algunos puntos??


1. la iglesia evangelica ha apsotatado grandemente

2. la iglesia evangleica se ha apartado de sus principios

3. la iglesia evangelica ha adoptado el secularismo en sus practicas

4. es necesario reformar la iglesia evangellica en todos sus aspectos

5. de evangelica solo tiene el nombre
 
Re: 4 – Los estudios bíblicos.

Re: 4 – Los estudios bíblicos.

Es frecuente que en el programa semanal de una iglesia figure un día en que un grupo de la misma se reúne para el estudio bíblico. No siempre lo es. Veamos:
a) La reunión lleva el nombre de Estudio Bíblico; mas no se hace de modo sistemático (un libro de la Biblia) ni temático (un asunto examinado escrituralmente). Alguien local o invitado trae y expone un devocional o sermón más breve que el dominical. Aunque se admiten preguntas, no se espera la libre y espontánea participación de los presentes. Eso no es un Estudio Bíblico.
b) Necesariamente un estudio bíblico ha de ser del tipo “mesa redonda”, a Biblia, mente y corazón abiertos. Si bien siempre es conveniente que un hermano más experimentado lo inicie y oriente como moderador (llamado ahora “facilitador”), no solamente se espera que todos compartan la lectura de versículos y formulen preguntas, sino que también aporten sus propios hallazgos en su lectura privada.
c) Es fundamental que todos sean hermanos en comunión. De admitirse incrédulos o miembros de alguna secta, ya de entrada pueden producirse enojosas situaciones. Sin embargo puede tenerse estudios bíblicos especiales para personas interesadas en el evangelio, o de controversia religiosa caso que haya sectarios sinceros dispuestos a que se les muestre el error de su organización.
d) Muchas veces el así llamado “Estudio Bíblico” no pasa de ser un culto dominical de mediados de semana. El tiempo que se invierte en cánticos y oraciones va en desmedro del asignado al propio estudio. No que no se cante y ore, pero no tanto como se hace en otras reuniones; al menos al comienzo, ya que al final lo aprendido puede incitar a fervientes cánticos y oraciones.
e) Aunque siempre es loable la intención de que se expresen los que están callados, no es prudente que se los comprometa a hablar. Caso que se los apure y digan algo por no pasar por ignorantes, lo entonces improvisado no suele pasar de darle vueltas al versículo en cuestión, lo que no los deja satisfechos a ellos ni a los demás. Pueden errarle y necesitar ser corregidos, acabando por incomodarse.
f) La libertad general a que todos opinen, comenten y expongan sus convicciones, no debiera –como acontece-, transformarse en libertinaje donde hablan todos los que tienen boca aunque nada tengan para decir que valga la pena ser oído. No debe confundirse la contribución que cada cual haga al interés colectivo del estudio, con el desahogo personal de hablar por tener quien nos escuche.
g) Cuando quiera ilustrarse el punto en cuestión narrando una anécdota personal, ha de hacerse en la forma más breve posible tras convencerse que es pertinente y que ayuda a esclarecer el asunto. Se pierde el tiempo y decae el estudio cuando se trae de los pelos alguna experiencia familiar o laboral que no viene al caso. Si somos prudentes prefiriendo al mostrarnos el provecho colectivo, ¡es mejor!
h) Si el estudio es sistemático, hemos de vigilar que estemos trabajando en torno al texto en cuestión sin necesidad de excursionar por los 66 libros de la Biblia. Si se abusa demasiado de las referencias bíblicas, se termina por no clarificar nada del versículo que al momento nos ocupa. Los textos paralelos pueden ser de ayuda, mas en exceso nos distraen y acabamos yéndonos por las ramas.
i) Si el estudio es temático, más fácilmente estamos expuestos a divagar. A veces hay que hacer comparaciones y buscar símiles, pero atendiendo a que no pasen de círculos concéntricos en torno al meollo del asunto. Para que nadie pueda sentirse ofendido, el moderador podrá proponer abordar ese punto a la salida o en mejor ocasión. Debemos ser considerados con oídos y mentes ajenos.
j) Jamás ha de temerse que el estudio llegue a arder al grado de pasar a un debate abierto, donde la polémica y la controversia involucre a los participantes en una vehemente discusión. Se entiende: una confrontación de interpretaciones o ideas encontradas, mas nunca un altercado entre los participantes. La misma falta de tal práctica entre nosotros es lo que nos hace sensibles a reaccionar mal.
k) El mejor antídoto contra lo anterior, está en aprender a distinguir entre opiniones y convicciones; entre lo que la Biblia dice y lo que los comentaristas y predicadores dicen; entre el que grita fuerte y el que piensa más; entre el caprichoso que no cede por no dar el brazo a torcer, y el estudioso siempre dispuesto a atender razones y argumentos. Hablando, la gente se entiende.
Con esta entrega cumplo mi cometido, y quedo a vuestra disposición para atender cualquier comentario que tengan a bien hacer.
Amables saludos a todos.
Ricardo.


Ricardo,

Lo has plateado muy bien y puedo decir que estoy de acuerdo en todo. Ahora solo quiero entrar en pequeños detalles pragmáticos que también es necesario aplicar:

1. Los estudios bíblicos hechos en esa forma (participando todos los que deseen) deben ser hechos por un reducido número de personas, por razones obvias. Si participan veinte hermanos en un espacio de tiempo de dos horas, cada uno tendrá seis minutos para su participación; eso sin contar que el tiempo en dichas reuniones, no se dedica en su totalidad al estudio bíblico, y sin contar tampoco con que más de uno se extenderá más de la cuenta.

2. Se debe tener cuidado (como lo indicas) que dichas reuniones no se conviertan en una tertulia de especulaciones que al final no contribuyan con el estudio. Para evitar esto, es necesario establecer ciertas reglas, para que de esta manera el estudio sea objetivo, edificante y se llegue a conclusiones que solidifiquen nuestro conocimiento.

3. Debe tenerse en cuanta también, que en una congregación todos pueden profetizar, pero no todos pueden enseñar, pues no todos tienen el don de enseñar. Con tener la buena intención y el deseo de enseñar no basta, es necesario tener el don de enseñar. Estas personas con el don de enseñar, son las que deben hacer de moderadores en el estudio bíblico, pues a fin de cuenta, es a ellos se les dio la tarea de enseñar. Si no se toma esto en cuanta, se corre el riesgo que la congregación caiga en una anarquía doctrinal.

4. El estudio de un tema o un pasaje, debe extenderse a las reuniones que sean necesarias, hasta que se agote por completo el asunto que se estudia. Algo común en las reuniones, es que se habla de algo un día, y la próxima reunión se habla de otra cosa diferente, cuando aún quedan muchas detalles por aclarar.

5. El tema o el pasaje a estudiar, se debe plantear de antemano para que cada participante venga preparado, y no tenga que ponerse a improvisar, lo cual hace menos efectivo el estudio.


Saludos.
 
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# 31 – Deneto: puesto que no te has dignado contestar los mensajes que te he dirigido, te agradecería no aproveches de este epígrafe para ventilar tus escaramuzas con otros foristas, ni las herejías que puedes discutir más ampliamente en el Foro sobre Sectas.
# 32 – Christian 223: Gracias por el estímulo y buena recepción que haces de mis trabajos. Lamentablemente no tengo un blog propio, aunque a veces aquí mismo aparece abajo de todo la opción Todos los Mensajes de Ricardo. Por supuesto que tanto tú como los demás foristas tienen plena libertad para utilizar mis aportes como gusten, pero citando siempre este sitio desde donde los han tomado. Estoy esperando en el Señor por otros asuntos que puedan ser de interés y necesidad en nuestro medio.
# 33 – Alonso Castillo: Gracias por tu aporte que nos anima a seguir buscando cada día más del Señor y su bendita Palabra. Pero la verdad es que Él vino a buscarnos, nos encontró y salvó, y ahora seguimos por fe en pos de Él hasta que finalmente en su presencia podamos conocerle como ahora somos de Él conocidos. No buscamos porque aún no hubiéramos hallado, sino que por haber encontrado lo que buscábamos (perdón, salvación y vida eterna) ¡todavía vamos por más!
# 34 – 36 Valenzuela y Leal: La respuesta a ustedes me exige mayor reflexión y prefiero dejarla para mañana jueves. Además, aquí están los ánimos candentes pues en poco rato en el Estadio Centenario de Montevideo, nuestra selección nacional (Uruguay) se enfrentará a la de Costa Rica por el último lugar al Mundial de Fútbol de Sudáfrica 2010. No soy un fanático (solo del ajedrez) pero debo ver el partido para mañana comentar algo.
El Señor bendiga a todos y vaya ya consolando a nuestros hermanos ticos.
Ricardo.
 
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# 31 – Deneto: puesto que no te has dignado contestar los mensajes que te he dirigido, te agradecería no aproveches de este epígrafe para ventilar tus escaramuzas con otros foristas, ni las herejías que puedes discutir más ampliamente en el Foro sobre Sectas.
Ricardo.


como no hicistes quote pase de largo y crei que eso no era para mi pero bueno aqui esta tu escrito y ahora si vi la parte que me escribistes.

#
# 25 – Deneto: ¿Ya leíste la respuesta que te dí en mi mensaje # 16 al tuyo # 9? En cuanto a la pregunta que ahora haces de si el título de este epígrafe quiera decir que los evangélicos actuales tengan o no una cultura de lo que realmente son, respondo por la negativa; aunque admito que las ideas están muy ligadas, ya que si conocieran su rico legado histórico se darían cuenta de como se han ido diluyendo hacia algo amorfo y chicloso como vemos hoy en día.
En próxima entrega examinaremos el 3er. aspecto: las oraciones públicas.
Saludos a todos.
Ricardo.


como puedes decir que es negativo que los evangelicos actuales no tengan una cultura si las evidencias demuestran que es todo lo contrario.

los evangleicos actuales no tienen una cultura de lo que fue su iglesia porque ellos no viven por conversion sino por emocion.

muchos viven es un mero emocionalismo que les hace soñar y creer que tienen a Jesus en su corazon y que estan entregados a èl pero es un mero fanatismo basado en la emocion y no en la conversion
 
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# 6 – Tobi: Mi querido hermano, como siempre realizas magistralmente tu exposición. Como bien lo señala Leal, esta autocrítica tiende a ser constructiva, con lo que queremos decir que cuantos nos adelantamos a ventilar los problemas que nos afligen, estamos bastante más cerca de la solución que aquellos que los disimulan o sólo los ven en los demás. Pero que el tema es complicado –como dices-, ¡vaya si lo es!
# 7 – Leal: Aunque te parezca mentira, a lo largo de la vida he visto como hermanos con el don para enseñar eran dejados a un lado, para promover a otros que aunque careciendo del don, se mostraban más leales y dóciles a la manipulación de la dirigencia. Mientras que Spurgeon fundó su colegio de pastores para perfeccionar a los que de hecho ya lo eran, los modernos Seminarios e Institutos Bíblicos están pensados para sacar ministros de candidatos ineptos pero maleables.
# 8 - George777: Ya le decía yo a Leal (#5) como nuestros lectores pugnarían por estar exceptuados del caso. ¡Bienaventurados ellos! Veremos si tras examinar los otros tres aspectos que nos restan, en tu iglesia sigue sin pasar nada.
# 9 – Deneto: Tus cinco puntos son correctos. Quizás yo pueda agregar otros 90 para alcanzar el número de las 95 Tesis de Lutero. Como cristiano evangélico que soy, hace ya una década que en este Foro debato con mis hermanos todos los aspectos teológicos, doctrinales y prácticos de nuestras iglesias, enardeciéndonos a veces, pero sin faltarnos el respeto ni dejar de amarnos en el Señor. ¿Acaso alguien ha visto alguna vez a un sectario Adventista, Testigo de Jehová o mormón haciendo autocrítica de su propia organización? En el momento que lo hiciera ya estaría quedando fuera de la misma. Pero si tú conoces alguna iglesia cristiana que escapa a tus cinco puntos, dímelo que buscaré una igual en mi país para pasarme de inmediato a la misma.
# 10 – Cátara: Acertadamente atribuyes el presente estado de las iglesias al desconocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Lo que creemos conocer mejor -¡tanto que le cantamos!-, paradójicamente es lo que menos conocemos: “Verlo hemos, mas sin atractivo para que lo deseemos” (Isaías 53:2). Si lo conociéramos mejor, de seguro que las cosas serían muy distintas. Con igual acierto hablas de cuán unida debe estar la enseñanza a la práctica. Yo creo que no hay aprendizaje real hasta que la enseñanza recibida se traduzca en los cambios positivos que necesariamente deben operarse en el aprendiz diligente. La Palabra de Dios actúa en los creyentes (1Ts 2:13). Quien quiera aprender para hacer la voluntad de Dios, conocerá la doctrina que de Dios procede (Jn 7:17), pero faltando tal alegre disposición, el cerebro permanece como embotado para las cosas espirituales. Nuestro Señor Jesucristo es todo inclusivo, es decir, que teniéndole en su plenitud, nada nos puede faltar. Tú bien haces en encarecer la preeminencia del amor, pero así y con todo, Dios no podría darnos su gracia, dones y bendiciones y regatearnos su amor. No amamos con nuestro propio amor, sino con un amor prestado, pues Él es quien ha derramado su amor en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos es dado. Este es el AGAPE verdadero. Nuestro amor a flor de labios puede no pasar de una fingida postura.
# 12 – Valenzuela: Tu propuesta es correcta. Ya tendremos ocasión de volver sobre ella cuando consideremos el cuarto aspecto de este tema: Los estudios bíblicos.
# 14 – Advencito: Por gracia de Dios puedo introducir un tema que nos confronta a los cristianos evangélicos a la cruda realidad, sin cubrirnos bajo los paños (fríos, tibios o calientes) de la pollera de profetiza alguna, por infalible que pudiera ser.
En la próxima entrega consideraremos, si Dios quiere, la adoración y alabanza en nuestras reuniones.
Saludos a todos.
Ricardo.



Que la PAZ esté contigo Ricardo.

En 1ª de Juan 3:18, está escrito: Hijitos, NO AMEMOS de PALABRA, NI de LENGUA, sino de OBRA y de VERDAD.
Y en 1ª de Pedro 2:22, está escrito: Pues por la OBEDIENCIA a la VERDAD habéis PURIFICADO vuestras ALMAS para un AMOR fraternal NO FINGIDO, AMAOS con intensidad y muy cordialmente unos a otros.

Tienes razón, el "amor de palabra", procede de la mente; por éso es "amor fingido"; y TODO lo FINGIDO es MENTIRA.
En el AMOR de DIOS, NO hay MENTIRA, porque procede del CORAZÓN.

En 1ª de Timoteo 4:16, está escrito: Vela sobre tí, ATIENDE a la ENSEÑANZA, INSISTE sobre ella.
Haciendo así te SALVARÁS a tí mismo y a los que te escuchen.

JESÚS DIJO: AMAOS los UNOS a los OTROS como YO os he AMADO.
SU AMOR NO fué de PALABRA...

Que DIOS te Bendiga.
 
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# 34 – Valenzuela: Coincido con tus apreciaciones. Muchos estudios bíblicos de mesa redonda (a veces también llamados “reunión celular”), fueron malogrados por la incapacidad del moderador (o facilitador). Es necesario que tenga un buen testimonio, pues cualquier asomo de inconducta lo deja fuera de cualquier ministerio útil. Si no posee un sólido conocimiento de las Escrituras y la doctrina cristiana, igualmente peligrará el estudio, ya que constantemente se ha de estar atento discerniendo si los aportes de los presentes son conformes a la verdad. Si pudiera estar acompañado de otro hermano igualmente experimentado, sería mucho mejor.
Existen células o grupos de estudio por las casas que son verdaderas academias de la ignorancia. Todos hablan, porque todos tienen boca, y aprovechan la oportunidad de hacerse oír, pues este es un lujo que actualmente muy pocos pueden darse. A veces la comparecencia es mixta (creyentes e inconversos), y unos son hermanos en la fe, otros católicos nominales, ateos, agnósticos, sectarios, etc. Si el que conduce es inexperto, teme ofender a cualquiera de los presentes y que deje de venir; así que se las arregla para asentir a todo y consentir con todo lo que se dice.
Esas reuniones en las que todos salen reconfortados pues tuvieron libre ocasión de expresarse, son semejantes a tantísimos otros grupos de mutuo apoyo como Alcohólicos Anónimos, por ejemplo. Pero de cristianismo auténtico ¡ni vestigios!
El que en tantos lugares no se hagan las cosas bien no debiera desmoralizarnos.
Nuestra autocrítica no tiene por fin el deprimirnos sino el animarnos a hacer lo mejor.
# 36 – Leal: También convengo contigo en los cinco puntos que presentas. Un grupo que alcance a rodear una mesa de comedor, ya es un buen grupo. Conviene que todos nos veamos las caras. Entre tantas cosas acertadas que dices, es importante no seguir los métodos de los profesionales religiosos que se obstinan en concluir ese día con un capítulo o determinada porción, dejando sin considerar muchos aspectos de interés.
Nosotros actualmente estamos estudiando Efesios (somos unos 10 hermanos) y a veces un solo versículo nos demandó toda una reunión. No proseguimos a menos que nadie no tenga ya nada que agregar o preguntar. Es importante también que todos y cada cual durante la semana lean y mediten la porción a estudiar para contribuir con algo.
Sin habernos puesto de acuerdo previamente, concordamos en tal forma (contigo y Valenzuela), que esto nos anima a pensar que estamos en el camino correcto.
# 38 – Deneto: Lo siento, pero desde hace más de 10 años que debato en este Foro, jamás usé del quote, pues ya de por sí mis mensajes son bastante largos y me da vergüenza alargarlos más todavía. Habrás visto que hay foristas que pegan quotes de más de una página y luego responden en una o dos líneas. Así que ahora contestaste a mis últimos mensajes # 31 y 25 y no sé si has leído el # 16. Yo acostumbro en un debate leer los mensajes que no están dirigidos a mí, para captar mejor la posición de los foristas.
En tu último mensaje # 38 advierto que no me leíste bien, pues lo que contesto por la negativa era a tu pregunta de si el título del epígrafe quería decir lo que tú decías. Me reafirmo: el título de este epígrafe dice lo que quise decir que dijera, ignorando lo que tú quisieras decir que dijera.
Ahora, en cuanto a lo último que has dicho, coincido totalmente en cuanto a que la generalidad de los evangélicos contemporáneos no tienen una cultura de lo que son, sino que parecen conscientes de su identidad dentro del recinto y durante la reunión. De puertas afuera suelen perder su identidad. Las excepciones, que las hay, hacen la regla.
Si en la autocrítica parezco duro, ¡imagínate como sería si me pusiera hacer la crítica a las demás organizaciones religiosas Made in USA!
Lo que hablo de nuestra incultura evangélica dista mucho todavía de la insania sectaria.
# 39 – Cátara: Buen aporte escritural a lo que veníamos hablando. Gracias.

En fin, ¿vieron? Tal parece que mi deseo de anoche de que fueran consolados los hermanos ticos fue contestado, ya que aunque nosotros (Uruguay) nos clasificamos para el mundial, fue una hazaña el empate que consiguió Costa Rica en Montevideo.
Saludos a todos.
Ricardo.